M¨²sica de c¨¢mara, homeopat¨ªa y disparos: el palacete vien¨¦s de las mil caras
M¨²sica de c¨¢mara y sesiones de homeopat¨ªa conviven en la casa de los Czedik-Eysenberg, que frecuentaron Zweig, Rilke y Strauss.
LA FUNCI?N en Hofmannsthal-?Schl?ssl comienza puntual a las siete de la tarde. Durante dos horas, este palacio barroco del siglo XVIII en Rodaun, a las afueras de Viena, se eriza con la combinaci¨®n cautivadora de un chelo y un fagot. La tradici¨®n de los conciertos anuales de c¨¢mara comenz¨® hace tres d¨¦cadas por iniciativa de Peter ?Czedik-Eysenberg y la conserva su nieta Isabella. La familia es la propietaria de la casa desde 1786.
En este mismo sal¨®n donde ahora suenan Bach y Beethoven en una atm¨®sfera tan ¨ªntima que se puede escuchar a Antonia Teibler, del Duo Rodaun, pulsar las llaves del fagot, Hugo von Hofmannsthal escribi¨® Carta de lord Chandos. El poeta alquil¨® el palacete en 1901 y residi¨® en ¨¦l hasta 1929. Aqu¨ª sol¨ªa recibir a Felix Salten y Alma Mahler, y durante una temporada aloj¨® en el pabell¨®n de caza aleda?o a Rainer Maria Rilke. Tambi¨¦n se cit¨® con Stefan Zweig, aunque menospreciara su obra. En su mobiliario estilo Luis XVI encontr¨® la inspiraci¨®n necesaria para idear con Max Reinhardt y Richard Strauss el Festival de Salzburgo, una de las citas anuales de m¨²sica cl¨¢sica m¨¢s importantes del mundo.
Aqu¨ª muri¨® el poeta de un infarto cuando se preparaba para asistir al funeral de su hijo. Dos d¨ªas antes, Franz von Hofmannsthal se peg¨® un tiro con 26 a?os en su habitaci¨®n del piso inferior, apocado ante la enormidad literaria de su padre y frustrado por su falta de talento para las artes y los negocios. En la puerta de entrada de estilo Jugendstil todav¨ªa se lee su nombre, FRANZ, que grafite¨® en el cristal cuando era un ni?o.
Pero la m¨²sica no es el ¨²nico protagonista de esta mansi¨®n. Aqu¨ª, entre semana, en la misma estancia donde Franz se quit¨® la vida, la doctora Jutta Czedik-Eysenberg pasa consulta de homeopat¨ªa. Esta pseudociencia, como las ficciones de Hofmannsthal, exige la suspensi¨®n de la incredulidad del paciente. La homeopat¨ªa, que obviamente no habr¨ªa paliado las dolencias de ninguno de los Hofmannsthal, tiene una larga tradici¨®n en Viena. Sus elixires est¨¢n financiados por la Sanidad austriaca. La primera asociaci¨®n se fund¨® en 1842, poco despu¨¦s del nacimiento de Johannes Brahms y Georges Bizet, que suenan ahora en el repertorio. Solo hay 40 butacas, ninguna libre.
Tras la doble muerte tr¨¢gica de su esposo y de su hijo, Gerty Schlesinger, de ra¨ªces jud¨ªas, residi¨® en la propiedad hasta la anexi¨®n nazi, momento en el que tuvo que huir precipitadamente al Reino Unido dejando sus pertenencias a la siguiente inquilina. Desde el ?Anschluss y hasta la d¨¦cada de 1960, la casa fue ocupada por la escritora nazi de cuentos infantiles Maria Grengg. Cuentan que ?Grengg, que compuso versos para Hitler, tambi¨¦n era artista y ?sol¨ªa pintar retratos de los soldados del Ej¨¦rcito Rojo durante los a?os en los que Rodaun form¨® parte de la zona de ocupaci¨®n sovi¨¦tica tras la II Guerra Mundial.
¡°Mi abuelo quer¨ªa atraer la rica vida cultural de Viena a esta parte de la ciudad¡±, dice la music¨®loga Isabella Czedik-Eysenberg, que hoy reside en la casa con sus padres. El concierto, como mandan los c¨¢nones, acaba con un vals de Strauss.
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