10.000 a?os de lujo: de la ostentaci¨®n al minimalismo
El Louvre de Abu Dabi explora el significado de la cambiante noci¨®n del lujo a trav¨¦s de 350 ejemplos surgidos de distintas civilizaciones y momentos hist¨®ricos
La perla m¨¢s antigua del mundo es una esfera de treinta mil¨ªmetros de di¨¢metro que, vista con una lente de aumento, cabr¨ªa confundir con una bola de chicle. Te?ida de rosa p¨¢lido, fue encontrada en la costa occidental de los Emiratos ?rabes Unidos en 2017, junto a recipientes de cer¨¢mica, puntas de flecha y n¨¢cares de molusco marino. Esa joya neol¨ªtica, fechada hacia el a?o 5.800 antes de nuestra era, abre el recorrido de la exposici¨®n 10.000 a?os de lujo, que analiza el significado de esa cambiante noci¨®n en la imponente sede del Louvre de Abu Dabi, a trav¨¦s de 350 ejemplos procedentes de distintas civilizaciones y momentos hist¨®ricos.
¡°El lujo es una cuesti¨®n filos¨®fica y antropol¨®gica que se han planteado todas las sociedades, incluso las m¨¢s asc¨¦ticas, por estar relacionada con conceptos como la sacralidad y el poder¡±, se?ala Olivier Gabet, director del Museo de Artes Decorativas de Par¨ªs y comisario de esta exposici¨®n, que se podr¨¢ ver hasta el 18 de febrero bajo la c¨²pula perforada de este Louvre del desierto, obra de un starquitecto como Jean Nouvel. El comisario quiso adentrarse en este asunto al observar que se hab¨ªa vuelto algo parecido a una obsesi¨®n. ¡°En ning¨²n momento hist¨®rico se ha utilizado tanto esa palabra como en las primeras d¨¦cadas del siglo XXI¡±, asegura Gabet. El Louvre de Abu Dabi, inaugurado en 2017 tras la firma de un acuerdo multimillonario con el Estado franc¨¦s, era el escenario id¨®neo para abordar este tema, ¡°en vista de la pasi¨®n que levanta la industria del lujo¡± en el Golfo P¨¦rsico.
La muestra sigue un recorrido cronol¨®gico, que empieza con distintos ejemplos de lujo antediluviano: un recipiente de una lejana dinast¨ªa china, un vaso de una civilizaci¨®n precolombina o unos pendientes de Mal¨ª. Despu¨¦s se centra en Egipto, Grecia y Roma, donde ya aparecen joyas en materiales ostentosos como el oro, la plata y las piedras preciosas, en ruptura frontal con la frugalidad dominante. Ese gusto por el alarde aumentar¨¢ con la emergencia de las estructuras feudales, cuando el lujo empieza a ser usado como sin¨®nimo de poder, en un crescendo que conducir¨¢ hacia los grandes fastos de la corte francesa de Luis XVI. La pasi¨®n por las materias nobles en China y Jap¨®n, el deleite por las telas ex¨®ticas en la Italia renacentista o la afici¨®n decorativa en el Imperio Otomano son otros ejemplos analizados. ¡°A menudo, la producci¨®n de bienes de lujo se convierte en una forma de control social¡±, explica el comisario. Sus propietarios forman la ¨¦lite de toda sociedad: esos objetos hacen las veces de talismanes que les confieren una dominaci¨®n simb¨®lica sobre la plebe.
M¨¢s tarde, la muestra destaca la emergencia de los marchants mercier, comerciantes del Par¨ªs del siglo XVIII que sol¨ªan vender productos variopintos procedentes de todos los rincones del planeta. Con ellos nacer¨¢ el consumo de lujo en el sentido moderno: sus establecimientos son los antepasados de los grandes almacenes y las actuales concept stores. ¡°Esos mercaderes lanzan las modas y potencian el dispendio abri¨¦ndose a la alta burgues¨ªa y ampliando un c¨ªrculo de clientes del que, hasta entonces, solo formaban parte la realeza y el clero¡±, se?ala Gabet.
Tras la Revoluci¨®n Industrial, el lujo se vuelve a transformar. La emergencia de movimientos como Arts and Crafts y escuelas como la Bauhaus son ejemplos de la voluntad de crear un lujo para las masas. ¡°En su momento, sus respectivas utop¨ªas fracasaron, porque no lograron la democratizaci¨®n perseguida, pero tuvieron efectos determinantes a lo largo del siglo XX¡±, analiza el comisario. El lujo se acabar¨ªa convirtiendo en sin¨®nimo de simplicidad y comodidad. Hacia 1900, los collares de Ren¨¦ Lalique provocan un esc¨¢ndalo por ceder m¨¢s protagonismo a materiales como el vidrio que al oro y los diamantes. La moda propuesta por Chanel o Vionnet renuncia al miri?aque y aboga por los vestidos simples y ligeros. Tambi¨¦n en el Par¨ªs de los a?os treinta, el decorador Jean-Michel Franck causar¨ªa sensaci¨®n con sus muebles sin ornamentos. ¡°El extra?o lujo de la nada¡±, dir¨ªa uno de sus clientes, el escritor Fran?ois Mauriac.
Tras recorrer esta alternancia entre sencillez y fastuosidad, la muestra se plantea qu¨¦ definici¨®n se adec¨²a mejor a nuestra era, en una sala llena de vestidos prestados por firmas como Chanel, Dior, Saint Laurent, Givenchy, Ala?a o Herm¨¨s, que reflejan ambas tendencias a la vez. El ¨²ltimo objeto expuesto, un reloj de arena del dise?ador Marc Newson, aporta otra pista: el lujo definitivo podr¨ªa ser el tiempo, como la industria del lujo no deja de pregonar a trav¨¦s del marketing. El paradigma podr¨ªa volver a mutar en un mundo donde las joyas hechas con impresoras 3D y las prendas ecorresponsables, que renuncian a las materias nobles y a las pieles animales, invaden la pasarela. ¡°Lujo es, al fin y al cabo, lo que una sociedad designa como tal¡±, concluye Gabet.
Un presupuesto seis veces superior al del Louvre de Par¨ªs
La muestra comparte el m¨¦todo comparativo utilizado por el Louvre Abu Dabi, "museo universal" que cuenta con una colecci¨®n de 35.000 obras. Su exposici¨®n permanente subraya los paralelismos entre las distintas tradiciones culturales de todo el mundo e insiste en lo que todas ellas comparten, con el objetivo de favorecer el di¨¢logo intercultural frente al ascenso de los extremismos. "El gusto por el lujo podr¨ªa ser otro de esos denominadores comunes. Todas las civilizaciones han buscado lo bello y lo exquisito acumulando objetos placenteros. Esta exposici¨®n tiene sentido en un museo que est¨¢ construyendo su propia colecci¨®n", sostiene el director del centro, Manuel Rabat¨¦.
Dos a?os despu¨¦s de su inauguraci¨®n, el Louvre Abu Dabi?cuenta con un presupuesto anual de m¨¢s de 40 millones de euros para la adquisici¨®n de nuevas obras, seis veces superior al del Louvre de Par¨ªs. Desde su inauguraci¨®n en 2017, el museo ha acogido a dos millones de visitantes, de los que un 70% eran turistas.
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