Roc¨ªo Monasterio, la arquitecta pol¨¦mica de Vox

En agosto, cuando los diputados de Vox se dispon¨ªan a investir como presidenta de la Comunidad de Madrid a Isabel D¨ªaz Ayuso, Roc¨ªo Monasterio, su l¨ªder, lanz¨® esta andanada: ¡°Estamos hartos de la hiperregulaci¨®n, de la superposici¨®n de normativas, de la mara?a de leyes a las que nos someten, y esto se lo puedo decir yo despu¨¦s de 20 a?os en la empresa privada, que lo he sufrido; esto imposibilita la creaci¨®n de riqueza, esto frena a las pymes, esto frena a los aut¨®nomos, y esto lo tenemos que combatir¡±. Era el alegato de una diputada con experiencia fuera de la pol¨ªtica. De una arquitecta de ¨¦xito. Apenas dos meses despu¨¦s, EL PA?S ha revelado que la presidenta regional del partido de extrema derecha lider¨® su estudio durante a?os sin haber entregado el proyecto de fin de carrera.

La sonrisa de Monasterio (Madrid, 1974) ha querido ser la cara amable del mensaje ultraconservador de Vox. Sus distintos registros ¡ªdesde el ¡°tronco¡± amistoso con el que puede dirigirse a un periodista al ¡°traidores¡± con el que castiga a sus rivales¡ª la convirtieron en la mejor portavoz de la formaci¨®n. Su trayectoria profesional, retratada como la de una emprendedora que dio trabajo a arquitectos, top¨®grafos o aparejadores, ha sido empleada como ejemplo de que los pol¨ªticos de Vox han sido cocineros antes que frailes. All¨ª estaban las fotos con casco a pie de obra; los recuerdos de los desayunos de pizza con k¨¦tchup con sus colaboradores; o los d¨ªas festivos pasados junto a la hormigonera. Hasta ahora.

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De repente, ese pasado profesional supuestamente exitoso marca inc¨®modamente el presente de Monasterio, que arranca la campa?a electoral de las generales asediada por las pol¨¦micas. Le persiguen las preguntas que intentan aclarar su curr¨ªculo. Las dudas sobre las reformas de garajes que dejaron entrampados a varios clientes con lofts que no pod¨ªan habitar. Y el conflicto abierto con el Partido Popular por haber apoyado la investigaci¨®n del caso Avalmadrid (este ente semip¨²blico sin ¨¢nimo de lucro concedi¨® en 2011 un aval de 400.000 euros a una empresa participada por el padre de Isabel D¨ªaz Ayuso, que luego esta no devolvi¨® en su totalidad).

¡ªUsted me ha dejado tirada ¡ªle espet¨® la presidenta de la Comunidad de Madrid a Roc¨ªo Monasterio tras saber que Vox permitir¨ªa que la izquierda tuviera mayor¨ªa en la comisi¨®n parlamentaria que se ocupar¨¢ del caso.

Un ejemplo de que Monasterio no hace prisioneros en pol¨ªtica, como tampoco los hizo en los negocios.

Este verano, mientras los representantes de Vox negociaban la formaci¨®n de decenas de gobiernos por toda Espa?a, un pol¨ªtico del partido lanz¨® una advertencia.

¡ªCuidado con estos, que vienen del mundo inmobiliario y no se asustan con nada ¡ªdijo.

¡°Estos¡± eran Monasterio e Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, su marido y hasta ahora portavoz de la formaci¨®n en el Congreso.

La pareja actu¨® siempre en perfecta sinton¨ªa. Se casaron en 2001 en la iglesia de las Esclavas de La Moraleja (Madrid), una de las zonas m¨¢s pudientes de Madrid. El convite fue en el exclusivo Real Club Puerta de Hierro. Mientras formaban una familia con cuatro hijos, ¨¦l intermediaba en la compraventa de inmuebles, y ella los reformaba. Cuando este diario public¨® el sinvivir de una clienta que hab¨ªa comprado un garaje convertido en loft, pero sin lograr el cambio de uso de suelo industrial a vivienda, Monasterio se limit¨® a hacer p¨²blico el contrato que uni¨® a ambas partes.

¡ªLa clienta compra un local industrial y contrata a una empresa para hacer interiorismo ¡ªresumi¨®. Y punto.

¡°Magn¨ªfica alumna¡±. ¡°Excepcional¡±. Autora de ¡°proyectos fant¨¢sticos¡±. Quienes trabajaron con Monasterio describen a una profesional talentosa y admiten su sorpresa porque diera el salto a la pol¨ªtica con Vox.

El matrimonio entr¨® casi al mismo tiempo en pol¨ªtica. En paralelo, estableci¨® contactos con Hazte O¨ªr, una plataforma ultraconservadora y cat¨®lica. En 2012, Espinosa de los Monteros conoci¨® al que luego ser¨ªa l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, en una cena de tertulianos de Intereconom¨ªa. A¨²n estaba en el PP. El pol¨ªtico vasco cont¨® que ten¨ªa un juicio en la Audiencia Nacional contra 18 simpatizantes de la izquierda abertzale que hab¨ªan interrumpido la constituci¨®n del Ayuntamiento de Llodio en junio de 2003, y que no le iba a acompa?ar nadie de su partido. Espinosa de los Monteros se present¨® como voluntario. All¨ª coincidi¨® con el abogado de Abascal, Javier Ortega Smith. El n¨²cleo duro de los dirigentes que llevar¨ªan a Vox a entrar en el Congreso acababa de nacer.

Monasterio pronto se convirti¨® en una portavoz clave, una mujer defendiendo las pol¨¦micas tesis del partido en contra de la especificidad de la violencia de g¨¦nero, o del mensaje feminista que inunda las calles cada 8 de marzo para reivindicar igualdad y condenar los asesinatos machistas. En 2016, se plant¨® ante Carles Puigdemont para dejar sobre su mesa unas esposas y un ejemplar del C¨®digo Penal. ¡°?Sin ley no hay democracia!¡±, exclam¨®. Tres a?os despu¨¦s, la pol¨¦mica por su trayectoria como arquitecta la persigue.