¡°Las nuevas zonas verdes de nuestras ciudades acaban beneficiando solo a los m¨¢s ricos¡±
La urbanista ha recibido 1,5 millones de euros de la UE para estudiar el impacto de las mejoras ambientales en 40 ciudades de Europa, EE UU y Canad¨¢
En 2016 Isabelle Anguelovski recibi¨® 1,5 millones de euros del prestigioso Consejo de Investigaci¨®n de la UE para averiguar si las mejoras urban¨ªsticas de las ciudades actuales est¨¢n beneficiando a sus habitantes. Su equipo, de 20 investigadores, ha estudiado el impacto que ha tenido la construcci¨®n de zonas verdes en 40 ciudades de EE UU, Canad¨¢ y Europa con una poblaci¨®n de entre 500.000 y 1,5 millones de habitantes. En Espa?a se han analizado Barcelona y Valencia. Aunque los resultados completos del trabajo a¨²n tardar¨¢n unos meses en estar listos, la principal conclusi¨®n ya est¨¢ clara: existe una ¡°gentrificaci¨®n verde¡± en la mayor¨ªa de estas urbes, de forma que las mejoras ambientales y urban¨ªsticas acaban echando de sus barrios a los vecinos m¨¢s pobres, que son reemplazados por gente con mayores ingresos y que, a la postre, son los que se benefician de la operaci¨®n.
En el caso de Barcelona, este fen¨®meno ya est¨¢ teniendo impactos incluso en la salud de las clases m¨¢s pobres, asegura Anguelovski (Par¨ªs, 1978), profesora de investigaci¨®n de la fundaci¨®n ICREA que trabaja en el Instituto de Ciencia y Tecnolog¨ªa Ambientales (Universidad Aut¨®noma de Barcelona). Su proyecto se llama GreenLulus, acr¨®nimo en ingl¨¦s que significa ¡°uso local del suelo verde no deseado¡± (Green Locally Unwanted Land Uses), pues en algunas de las poblaciones estudiadas, los nuevos parques o incluso las nuevas paradas de metro en el caso de EE UU han sido recibidas con una fuerte oposici¨®n y movilizaci¨®n vecinal porque hacen subir el precio de la vivienda y les acaban echando de su barrio.
En ciudades como Madrid, los habitantes de las zonas m¨¢s ricas viven 10 a?os m¨¢s de media que los de barrios pobres, una brecha que en parte se debe a la configuraci¨®n de los barrios: el tipo de comercios, la disponibilidad de alcohol, la calidad de las instalaciones deportivas, las zonas verdes. El pr¨®ximo objetivo de Anguelovski es colaborar con otros equipos que trabajan en salud p¨²blica y que estudian c¨®mo los barrios influyen en la salud de sus habitantes y en su esperanza de vida, como el del m¨¦dico Manuel Franco, de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, responsable del proyecto Heart Healthy Hoods (barrios cardiosaludables), el primero que financiaba el Consejo Europeo de Investigaci¨®n sobre salud urbana.
En esta entrevista, la investigadora, doctora en urbanismo por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y asesora del Ayuntamiento de Barcelona, explica c¨®mo la transformaci¨®n de los barrios que viven la mayor¨ªa de ciudades actuales en ocasiones pueden producir monstruos. En sus presentaciones muestra a uno de ellos: un parque con un estanque artificial aislado por un descomunal nudo de autopistas. Es el parque de la Trinitat, en Barcelona.
Pregunta. ?C¨®mo define la gentrificaci¨®n?
Respuesta. Son cambios demogr¨¢ficos en barrios hist¨®ricamente m¨¢s marginados, m¨¢s obreros o con poblaci¨®n inmigrante en los que empiezan a llegar clases m¨¢s altas, m¨¢s blancas, que los ir¨¢n sustituyendo o incluso expulsando. Esto viene acompa?ado por cambios en el tipo de comercios y la subida de los precios de la vivienda. El barrio de Lavapi¨¦s de Madrid es un ejemplo. Uno de los factores que empuja la gentrificaci¨®n es la creaci¨®n de zonas verdes y, sobre todo, c¨®mo los promotores inmobiliarios las usan como estrategia para vender m¨¢s pisos.
P. ?Qu¨¦ efectos tiene esto en los vecinos?
R. Sabemos que los precios de la vivienda en un radio de unos 500 metros alrededor del espacio verde aumentan m¨¢s que en el resto del distrito. Lo hemos visto en m¨¢s de la mitad de los espacios verdes estudiados. Tambi¨¦n hemos visto una sustituci¨®n de vecinos con niveles de educaci¨®n m¨¢s bajos y menos poder adquisitivo, que se tienen que marchar del barrio porque el precio de la vivienda sube tanto que no pueden permit¨ªrsela.
P. ?Qu¨¦ ha observado en el caso de Barcelona?
R. Hemos estudiado 18 parques que se construyeron entre los a?os 1990 y 2000. Fue un momento en el que las autoridades quisieron hacer la ciudad m¨¢s verde, especialmente en barrios sin apenas parques, barrios obreros que eran puro ladrillo. Lo que hemos visto, seg¨²n los datos censales del departamento de Estad¨ªstica del Ayuntamiento, es que en la mitad de todas estas zonas, sobre todo en el distrito de Sant Mart¨ª y Gracia, se produjo esa salida de personas inmigrantes o con niveles bajos de estudios e ingresos. Al mismo tiempo, se increment¨® el precio de la vivienda. Es decir, que la gente que se est¨¢ beneficiando ahora de esos parques es de ingresos m¨¢s altos y estudios superiores.
Los precios de la vivienda en un radio de unos 500 metros alrededor del espacio verde aumentan m¨¢s que en el resto del distrito
P. ?Sabe d¨®nde se fueron?
R. De forma indirecta, por entrevistas con funcionarios del Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo. Ellos han visto que mucha de esa gente se march¨® a San Andreu o algunas zonas de Nou Barris que son m¨¢s asequibles, pero menos verdes.
P. Tambi¨¦n han analizado c¨®mo afecta esto a la salud.
R. Hay otro factor, que es que la gente que siempre ha vivido en ese barrio y que no se marcha, deja de usar las zonas verdes. Puede ser porque los parques se usan para otras cosas, por tr¨¢fico de drogas, por la llegada masiva de turistas, porque hay botellones, porque los parques pasan a estar embebidos en proyectos inmobiliarios caros, como en Diagonal Mar. Estos vecinos se autoexpulsan de los parques, no sienten que sean un espacio propio. Esto provoca m¨¢s aislamiento social, porque est¨¢s m¨¢s en casa, haces menos ejercicio y si vas, est¨¢s m¨¢s expuesto a la venta de droga. Esto lo hemos visto mucho en Barcelona, en entrevistas a trabajadores de asociaciones vecinales, comunitarias y tambi¨¦n con m¨¦dicos de atenci¨®n primaria y enfermeras en centros de salud. Por ejemplo, en una escuela de Ciutat Vella nos han explicado que tienen que hacer seguimiento psicol¨®gico a ni?os que van a ser expulsados del barrio o que est¨¢n bajo amenaza por tema de vivienda. Aparte de esto, tambi¨¦n hay impactos en la salud cardiovascular a trav¨¦s del estr¨¦s, que est¨¢ relacionado con peores h¨¢bitos de sue?o y alimentaci¨®n. Y esto no solo afecta a las clases m¨¢s bajas, la gentrificaci¨®n verde tambi¨¦n est¨¢ echando de los barrios a las clases medias sin ingresos altos: maestros, trabajadores sociales, enfermeros...
P. Usted habla de que en ocasiones hay manifestaciones en contra de nuevas estaciones de metro.
R. Eso pasa sobre todo en EE UU y Canad¨¢, zonas mucho menos densamente pobladas donde tener acceso al transporte p¨²blico aumenta mucho el cach¨¦ del barrio. Ya no dependes del coche ni de las l¨ªneas de autobuses. Esas paradas de metro suelen venir acompa?adas de desarrollos urban¨ªsticos, algunos de lujo. Por eso hay barrios, como Roxbury, en Boston, en los que los vecinos protestan contra la apertura del metro en sus barrios porque saben que los precios de la vivienda subir¨¢n hasta no poder permit¨ªrselos. Algo parecido pasa con los carriles bici. En Portland luchan contra ellos porque dicen que son?white lanes, carriles para blancos.
La gentrificaci¨®n verde tambi¨¦n est¨¢ echando de los barrios a las clases medias
P. ?C¨®mo afecta el turismo en todo esto?
R. El turismo gentrifica porque pisos de alquiler de toda la vida se convierten en apartamentos tur¨ªsticos. Esto autom¨¢ticamente aumenta el precio de la vivienda. Hay incluso edificios enteros que se convierten en hoteles. Esto reduce el parque de vivienda convencional. Se abren m¨¢s bares, m¨¢s caf¨¦s, locales m¨¢s caros. En el caso de zonas verdes, barrios como Sant Pere, Santa Caterina, Barceloneta, donde se ha hecho una gran inversi¨®n para peatonalizar, mejorar el alumbramiento p¨²blico, el alcantarillado, la recogida de basuras, abrir espacios comunitarios, son los barrios m¨¢s inundados por el turismo y es el turista el que ocupa esos lugares. Esto crea para las familias una barrera. En Barcelona hay mucho turismo vinculado a la droga y el sexo que empeora el problema.
P. En su estudio tambi¨¦n habla del impacto de las residencias estudiantiles.
R. Hay empresas de Australia, EE UU e Inglaterra que construyen residencias de lujo en terreno vac¨ªo o industrial. Hacen edificios nuevos dedicados a residencias de estudiantes o las ponen en pisos vac¨ªos. La calidad habitacional es muy pobre, pocos metros cuadrados, cocinas compartidas. Hay torres como estas en Dubl¨ªn y en Barcelona. Un estudio cuesta 1.500 euros al mes. Su p¨²blico es internacional, japoneses, rusos, americanos. Los estudiantes espa?oles simplemente no pueden pagar ese dinero, no tienen acceso a estas residencias.
P. ?Cu¨¢l es la soluci¨®n, porque las zonas verdes en principio son buenas?
R. En este sentido, lo que vemos es que las zonas verdes benefician solo a los m¨¢s ricos a lo largo del tiempo. En los primeros momentos no parece as¨ª, pero seg¨²n pasan los a?os se confirma. No es que no queramos espacios verdes. Es la planificaci¨®n urbana por sector, sin pensar en qui¨¦n lo va a usar ni qu¨¦ hay alrededor. Solo intentamos advertir de los problemas que vemos en las ciudades y saber lo que ha pasado en los ¨²ltimos 30 a?os. Para evitar estos problemas hay que limitar el precio de los alquileres de la vivienda y de los locales comerciales, por ejemplo. Hay que poner moratorias a hoteles y terrazas. Tambi¨¦n funcionan los impuestos a los turistas y a los promotores inmobiliarios. Otra soluci¨®n es la obligaci¨®n de construir un 20% de vivienda social en cada nueva promoci¨®n urban¨ªstica. Esto en Francia se aplica por ley. En Espa?a el problema es que pasados 20 a?os se liberaliza la vivienda social y la puedes vender a cualquier precio.
En Catalu?a salen cientos de miles de personas a la calle por el nacionalismo y los presos [...] pero al mismo tiempo se deja de hablar de otros problemas igual de importantes para la gente, como la vivienda
P. Otro tema que estudia es el impacto de los nuevos barrios adaptados al cambio clim¨¢tico
R. En general, la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable est¨¢ m¨¢s expuesta al cambio clim¨¢tico a pesar de haber contribuido menos al problema, tienen menos recursos para responder y, adem¨¢s, tienen m¨¢s riesgo de que les echen de sus zonas. Lo que vemos es que muchos de los nuevos proyectos urban¨ªsticos resistentes al cambio clim¨¢tico, por ejemplo a la subida del nivel del mar, se concentran en zonas de menos ingresos. Pero lo que vemos en ciudades como Boston o Filadelfia es que esos distritos cambian de etiqueta, pasan a ser resilientes, un constructor llega ve un parque verde a prueba de inundaciones y construye una torre de apartamentos de precios inasumibles.
P. ?Qu¨¦ poder real tienen las autoridades frente a las empresas de la construcci¨®n?
R. Nosotros estamos bloqueados por un tema territorial. En mayo, durante el trabajo de campo en Irlanda preguntaba a la gente por qu¨¦ no hab¨ªa movimientos vecinales contra la especulaci¨®n urban¨ªstica. Me dec¨ªan "nosotros desde hace 30 a?os solo nos movilizamos en masa por el factor pol¨ªtico, religioso y territorial". Yo pens¨¦ que no estamos tan lejos de eso. En Catalu?a salen cientos de miles de personas a la calle por el nacionalismo y los presos, lo que me parece muy bien porque la sentencia fue muy dura, pero al mismo tiempo se deja de hablar de otros problemas igual de importantes para la gente, como la vivienda o las ciudades. ?Acaso ser¨¢n menores estos problemas en una Catalu?a independiente?
P. De todas las ciudades estudiadas, ?cu¨¢les est¨¢n peor?
R. La situaci¨®n es mucho peor en EE UU: Boston, Filadelfia, Austin, San Francisco...
P. ?Hay casos positivos en Espa?a?
R. Valencia es muy interesante porque tiene un gran parque emblem¨¢tico, el del Turia, pero tambi¨¦n tiene muchos parques de barrio y creemos que este tipo de zonas tienen un efecto tap¨®n contra gentrificaci¨®n masiva. Mucha gente tiene acceso a estos parques y hacen que los parques m¨¢s emblem¨¢ticos no est¨¦n masificados.
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