Europa participar¨¢ en la construcci¨®n de una estaci¨®n orbital lunar en la que vivir¨¢n astronautas

Cuenta Jorge Potti, director general de Espacio de la empresa GMV, que en los pr¨®ximos a?os el espacio "nos va a cambiar la vida cotidiana mucho m¨¢s r¨¢pido de lo que podemos imaginar¡±. Entre otras cosas, Potti menciona la navegaci¨®n por sat¨¦lite, que har¨¢ posible la expansi¨®n de los veh¨ªculos aut¨®nomos. En las callejuelas del centro de Sevilla, estrechas y retorcidas, cuesta imaginar c¨®mo los sensores guiados desde el espacio podr¨¢n sustituir la pericia de los taxistas que callejean mordiendo los bordillos. Pero lo har¨¢n, y dentro de no tanto.

En esta ciudad, los ministros responsables de actividades espaciales de los pa¨ªses europeos han negociado durante los ¨²ltimos d¨ªas los presupuestos de la Agencia Espacial Europea (ESA) para los a?os venideros. Jan W?rner, director general de la ESA, mostraba su satisfacci¨®n ante el resultado final: 14.400 millones de euros para los pr¨®ximos cinco a?os (12.500 solo para los pr¨®ximos tres). La cifra es un r¨¦cord hist¨®rico para la organizaci¨®n y un ¨¦xito en el que el ministro de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades en funciones, Pedro Duque, copresidente del encuentro, destacaba el papel de Espa?a.

Pese a las tensiones por el Brexit, Reino Unido ha incrementado su aportaci¨®n a la ESA en un 11,5%

Fr¨¦d¨¦rique Vidal, ministra de Educaci¨®n Superior, Investigaci¨®n e Innovaci¨®n de Francia y copresidenta del encuentro, destacaba cuatro grandes objetivos que se quieren cumplir con la inversi¨®n acordada.

Un primer pilar y quiz¨¢ el m¨¢s vistoso es la exploraci¨®n humana y rob¨®tica del espacio, que recibir¨¢ 1.953 millones de euros. Dentro de este programa, un cuarto del dinero se dedicar¨¢ a la colaboraci¨®n con EE UU para regresar a la Luna en la pr¨®xima d¨¦cada. M¨¢s de medio siglo despu¨¦s de la ¨²ltima misi¨®n tripulada al sat¨¦lite, dos personas, un hombre y una mujer, volver¨¢n a pisarlo en 2024, aunque en esta ocasi¨®n con la intenci¨®n de permanecer m¨¢s tiempo.

Adem¨¢s de colaborar en la construcci¨®n de las c¨¢psulas que llevar¨¢n a los astronautas y los cohetes que los propulsar¨¢n, en Sevilla se ha aprobado el apoyo europeo a un proyecto internacional para crear una estaci¨®n orbital en torno a la Luna a partir de 2028. Esa instalaci¨®n, a m¨¢s de 300.000 kil¨®metros de distancia de la Tierra, servir¨¢ para poner a prueba la resistencia humana a una permanencia prolongada en el espacio profundo. La estaci¨®n, bautizada como Deep Space Gateway (portal al espacio profundo) servir¨¢ como base para misiones tripuladas y no tripuladas a la superficie lunar. Hasta ahora, la avanzadilla de los humanos fuera de nuestro planeta es la Estaci¨®n Espacial Internacional, que tambi¨¦n ha recibido un impulso para seguir operando hasta 2030. Esta infraestructura se encuentra en ¨®rbita terrestre a 400 kil¨®metros de altitud, m¨¢s cerca que Madrid de Sevilla.

Dentro de los proyectos a largo plazo para la nueva era de la exploraci¨®n espacial tripulada, la Luna servir¨¢ como campo de entrenamiento para el gran objetivo: llevar humanos a Marte por primera vez. Antes, la ESA, en colaboraci¨®n con la NASA, planea una misi¨®n capaz de llegar al planeta rojo, recoger rocas y volver a despegar camino a la Tierra para analizarlas en un laboratorio.

Un segundo pilar de los planes de la ESA es la observaci¨®n de la Tierra, que con 2.541 millones de euros es el que recibir¨¢ una mayor inversi¨®n. En este punto destaca el programa Cop¨¦rnico, un sistema que incluye una constelaci¨®n de sat¨¦lites que permiten vigilar desde el espacio los efectos del cambio clim¨¢tico sobre los ecosistemas terrestres y ser¨¢ una herramienta para afrontar los retos de la humanidad en las pr¨®ximas d¨¦cadas. ¡°Viajar al espacio nos permite disfrutar de la belleza de nuestro planeta, pero tambi¨¦n valorar su fragilidad¡±, ha comentado Vidal.

Un tercer punto esencial es el acceso soberano y aut¨®nomo de Europa al espacio. Estar¨¢ financiado con 2.238 millones para, principalmente, impulsar el desarrollo de dos cohetes, Ariane 6 y Vega C, con los que los pa¨ªses del continente podr¨¢n colocar sus sat¨¦lites en ¨®rbita sin depender de otras potencias.

El ¨²ltimo gran pilar de la ESA, su programa de ciencia espacial, ha recibido, por primera vez en 25 a?os, un incremento significativo en su financiaci¨®n hasta alcanzar los 1.671 millones de euros. Esto har¨¢ posible adelantar y hacer confluir el lanzamiento de dos grandes misiones que pueden cambiar nuestra visi¨®n del cosmos. Por un lado, Athena, un gran observatorio de rayos X que, entre otras cosas, estudiar¨¢ el crecimiento de los agujeros negros supermasivos y su papel como motores de las galaxias y la evoluci¨®n del universo. Por otro, LISA, una constelaci¨®n de sat¨¦lites que detectar¨¢ las ondas gravitacionales generadas por la fusi¨®n de agujeros negros o estrellas de neutrones. Su operaci¨®n conjunta permitir¨¢ conocer mejor estos fen¨®menos.

El campo en el que m¨¢s dinero se invertir¨¢ es la vigilancia de fen¨®menos como el cambio clim¨¢tico desde el espacio

En un tiempo en el que la cooperaci¨®n internacional no parece atravesar su mejor momento, el espacio, como lo fue en el pasado, parece un lugar de encuentro. Adem¨¢s de los acuerdos entre EE UU y Europa, en Sevilla se confirm¨® que el Reino Unido a¨²n quiere estar cerca del continente. Pese a la incertidumbre del Brexit, el Gobierno brit¨¢nico ha decidido incrementar su contribuci¨®n anual a la ESA en m¨¢s de un 11,5%, hasta los 1.655 millones. Los intereses de la industria del pa¨ªs, que, por dar una idea de su poder¨ªo, construye un cuarto de todos los sat¨¦lites de comunicaciones del mundo, han disipado las dudas. Espa?a, por su parte, ha incrementado su aportaci¨®n en un 5,9%, y alcanza los 852 millones. Los tres mayores inversores en la ESA son Alemania, con 3.294 millones y un incremento del 22,9%, Francia, con 2.664 millones y un aumento del 18,5%, e Italia, con 2.282 millones y un 15,9% de subida.

El incremento de la inversi¨®n de Espa?a permitir¨¢, en palabras de Duque, que pase de ser un pa¨ªs que colabora en las grandes misiones espaciales ¡°a liderar algunas de ellas¡±. Es el caso de Cheops, un sat¨¦lite que estudiar¨¢ planetas extrasolares. Adem¨¢s, Espa?a ha aportado 80 millones al programa de exploraci¨®n humana y rob¨®tica, un apartado en el que ten¨ªa muy poca presencia.