?Es posible beber alcohol y no tener resaca?
Algunas compa?¨ªas promocionan p¨®cimas que prometen acabar con el sufrimiento del d¨ªa despu¨¦s y un cient¨ªfico brit¨¢nico trabaja en una sustancia que emborrache sin da?ar el organismo
Hace 10.000 a?os, en el este de lo que hoy es Turqu¨ªa, en un lugar llamado G?bekli Tepe, los humanos ya fabricaban cerveza. En aquel lugar donde grupos n¨®madas que a¨²n no conoc¨ªan la agricultura construyeron el que se considera el primer santuario, el consumo de alcohol formaba parte de unas pr¨¢cticas religiosas que est¨¢n en el origen de la civilizaci¨®n. Recientemente, en el otro lado del mundo, en la provincia de Sur L¨ªpez, en el suroeste de Bolivia, se encontr¨® una bolsa con una variada parafernalia para consumir ayahuasca y otras drogas que se emple¨® hace mil a?os. En este caso, el consumo de estupefacientes tambi¨¦n tendr¨ªa una justificaci¨®n sagrada.
Es muy probable que el uso de sustancias psicotr¨®picas para conseguir estados de ¨¢nimo extraordinarios est¨¦ vinculado a las sociedades humanas desde su origen. Pero es seguro que desde que empezaron a usarlas, los humanos se dieron cuenta de que aquellos viajes maravillosos no eran gratis. Las intoxicaciones, las adicciones o, como m¨ªnimo, las resacas eran advertencias ineludibles. Quiz¨¢ por eso, en muchas sociedades ancestrales las drogas se intentaron embridar con rituales, como se ha hecho con otros alicientes de intensidad amenazante como el sexo.
La acetilciste¨ªna, un producto barato que se vende en farmacias, tiene cierta efectividad contra los da?os del alcohol
En las sociedades modernas, los humanos siguen buscando para¨ªsos artificiales pese a conocer con bastante precisi¨®n los efectos negativos de pasarse con la dosis. Los da?os colaterales se intentan combatir sin pasar por el ritual y en el caso de la sustancia de uso m¨¢s frecuente, el alcohol, cada cierto tiempo aparece alguna p¨®cima que promete acabar con las resacas. Un ejemplo de este tipo de productos, Getaday, que se est¨¢ publicitando de cara a las pr¨®ximas semanas de excesos, ofrece un mejor d¨ªa despu¨¦s a seis euros la botella de 100 mililitros. Su componente estrella, seg¨²n publica la propia empresa en un comunicado, es la acetilciste¨ªna.
Como otros productos parecidos, puede tener una parte de placebo y cierto efecto biol¨®gico a trav¨¦s de antioxidantes y vitaminas como la B6, adem¨¢s de la hidrataci¨®n. En el caso de Getaday, tal y como ellos destacan, su mol¨¦cula m¨¢s efectiva es la acetilciste¨ªna, que puede ayudar al organismo a atenuar los efectos del acetaldeh¨ªdo, una sustancia t¨®xica que genera el h¨ªgado al metabolizar el alcohol y la principal responsable de la resaca. Rafael de la Torre Fornell, director del programa de investigaci¨®n en neurociencias del IMIM-Hospital del Mar Medical Research Institute, considera que este producto ¡°puede funcionar por la acetilciste¨ªna, un compuesto que utilizamos para muchas cosas, desde reducir la mucosidad a tratar intoxicaciones agudas del h¨ªgado¡±. ¡°Lo que es un poco tomadura de pelo es que se venda como algo nuevo y espec¨ªfico para esto, porque es un producto conocido, muy barato y que se puede comprar en cualquier farmacia¡±, a?ade.
Un proyecto mucho m¨¢s ambicioso que el de conseguir una p¨®cima antirresaca es el que lidera David Nutt, un investigador del Imperial College de Londres (Reino Unido) famoso por enfatizar los peligros del alcohol frente a otras drogas ilegales. Desde hace cinco a?os, un equipo de cient¨ªficos liderados por ¨¦l est¨¢ intentando desarrollar un producto que provoque la euforia o la desinhibici¨®n que genera el alcohol sin los da?os consiguientes.
El principio del producto, bautizado como Alcarelle, se basa en la idea de que alcohol estimula los receptores de GABA, un sistema de comunicaci¨®n del sistema nervioso que regula una gran cantidad de funciones. Aunque hay diversos tipos de estos receptores, Nutt afirma haber encontrado cu¨¢les tiene que estimular para inducir la ebriedad sin generar el acetaldeh¨ªdo, la resaca y los da?os en el cuerpo. Adem¨¢s de resolver los propios problemas t¨¦cnicos para demostrar que su potingue hace lo que promete ¡ªpor ahora pocas personas lo han probado¡ª, Nutt y su equipo deber¨¢n superar el proceso para aprobar su llegada al mercado, algo que seg¨²n los responsables de la empresa tomar¨¢ varios a?os.
Algunos cient¨ªficos son esc¨¦pticos sobre la posibilidad de crear sustancias con efectos psicoactivos que sean inocuas
Manuel Guzm¨¢n, catedr¨¢tico de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular de la Universidad Complutense de Madrid, considera que la historia de Alcarelle ¡°es interesante¡±, pero ¡°hoy por hoy m¨¢s bien una entelequia¡±. ¡°El problema, desde mi punto de vista, reside en que el alcohol es una de las pocas drogas que no act¨²an de forma espec¨ªfica, a trav¨¦s de un receptor concreto, sino que lo hace de forma bastante inespec¨ªfica, como "disolvente". Es decir, s¨ª, el alcohol activa receptores de GABA, pero tambi¨¦n afecta a muchas otras mol¨¦culas y procesos del cerebro, y probablemente su acci¨®n sea una resultante conjunta de todos esos procesos¡±, explica. ¡°Por ello, veo dif¨ªcil imitar esa farmacolog¨ªa "sucia", compleja y multifactorial del alcohol con una mol¨¦cula de farmacolog¨ªa "limpia", espec¨ªfica y unifactorial como el Alcarelle¡±, concluye. Aunque puntualiza que, dada la demostrada capacidad de Nutt, no descarta ver algo interesante en el futuro.
Guzm¨¢n y de la Torre, como expertos en las drogas y sus efectos, son muy esc¨¦pticos sobre la posibilidad de crear una sustancia que tenga efectos psicoactivos y sea inocua. ¡°Toda sustancia tiene un balance entre su efectividad y sus potenciales consecuencias negativas, tambi¨¦n el ox¨ªgeno o la comida¡±, se?ala Guzm¨¢n. De la Torre recuerda que Paracelso dec¨ªa hace cinco siglos que la diferencia entre una sustancia beneficiosa y el veneno es la dosis. ¡°Una sustancia como el MDMA, si la tomas una vez, vas a pasar una velada muy agradable, pero si tomas una dosis mayor o en m¨¢s ocasiones, los efectos negativos a largo o medio plazo van a ser mayores¡±, afirma.
Guzm¨¢n a?ade que la principal intervenci¨®n para conseguir que las drogas se utilicen reduciendo los efectos negativos ¡°es cultural¡±, haci¨¦ndolo ¡°de forma moderada, con dosis menores, mejor de forma ocasional que de manera continuada, en un contexto adecuado¡¡±. Las conclusiones de los cient¨ªficos modernos, curiosamente, tienen similitudes con las de los ancestros que recubrieron el consumo de psicotr¨®picos con liturgia.
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