¡°Tanto en Bilbao, Bombay o Dakar, las personas tienen igual derecho a una calidad de aire aceptable¡±
Entrevista a la arquitecta india y experta de ONU-Habitat Shipra Narang Suri sobre c¨®mo transformar las ciudades y hacerlas m¨¢s sostenibles e inclusivas
San Sebasti¨¢n acogi¨® recientemente la XVIII edici¨®n del Congreso Euskal Hiria, un evento dentro de la Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi MUGAK. Hasta all¨ª se desplaz¨® la india Shipra Narang Suri,?coordinadora de Planificaci¨®n y Dise?o Urbano en el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat), donde present¨® la Nueva Agenda Urbana Vasca, la Bultzatu 2050, con la que Euskadi pretende conseguir un desarrollo urbano sostenible. La experta habla en esta entrevista sobre los distintos marcos urbanos existentes en todo el mundo y sobre c¨®mo se est¨¢n desarrollando estrategias comunes para conseguir urbes m¨¢s sostenibles. Adem¨¢s,? desvela detalles relevantes de la citada Nueva Agenda Urbana de Euskadi, y algunas recomendaciones para que las ciudades espa?olas puedan adaptarse mejor al cambio clim¨¢tico, haciendo hincapi¨¦ en la necesidad de priorizar a los residentes urbanos m¨¢s desfavorecidos. ? ?
Pregunta: Lleva dos d¨¦cadas dedicada al tema de la gobernanza urbana. Desde que comenz¨®, ?c¨®mo ha ido evolucionando la importancia de las ciudades en las agendas internacionales?
Respuesta: Durante mucho tiempo, en el discurso del desarrollo, las ciudades fueron vistas como el problema en lugar de la soluci¨®n. La opini¨®n predominante, incluso hace dos d¨¦cadas, era que las ¨¢reas urbanas estaban superpobladas y densas e invad¨ªan de alguna manera las tierras agr¨ªcolas... ?era necesario detener la urbanizaci¨®n o evitarla! Esto comenz¨® a cambiar en la ¨¦poca de la conferencia H¨¢bitat II en Estambul en 1996. Pero fue realmente en la d¨¦cada del 2000 que se estableci¨® una correlaci¨®n positiva entre el crecimiento del PIB y la urbanizaci¨®n, y las ciudades comenzaron a verse como motores de crecimiento nacional. Adem¨¢s, la urbanizaci¨®n no mostr¨® signos de disminuir, y los encargados de formular pol¨ªticas tambi¨¦n se dieron cuenta de que las personas acud¨ªan a zonas urbanas en busca de oportunidades y una vida de mejor calidad. Los ODM (2000) establecieron el objetivo de mejorar la vida de 100 millones de barrios marginales habitantes para 2015, lo que fue un claro reconocimiento del hecho de que estas poblaciones estaban aqu¨ª para quedarse.
Durante la ¨²ltima d¨¦cada, se ha establecido firmemente la correlaci¨®n positiva entre ciudades bien administradas, bien planificadas y bien gobernadas, y el crecimiento econ¨®mico y la prosperidad, la sostenibilidad ambiental y la inclusi¨®n social. Las ciudades ahora son vistas como centros de innovaci¨®n, creatividad y compromiso. Tambi¨¦n como los lugares donde se encontrar¨¢n soluciones a los grandes problemas mundiales. Esto se ha visto reforzado por la adopci¨®n de los ODS, que incluyen el ODS 11 centrado en las ciudades y los asentamientos humanos, as¨ª como la Nueva Agenda Urbana.
- P. A lo largo de su carrera, ha podido trabajar con realidades urbanas de pa¨ªses tan diversos como Myanmar, India, Nepal, Banglad¨¦s, Sri Lanka, Mongolia (en Asia); Kenia, Sud¨¢n, Zimbabue o Nigeria (?frica) y Kosovo, Macedonia, Bosnia-Herzegovina y Serbia (Sudeste de Europa)... ?En qu¨¦ aspectos de la gesti¨®n urbana es m¨¢s dif¨ªcil avanzar en todos estos pa¨ªses?
- R. Cada pa¨ªs es diferente. Los desaf¨ªos de los menos desarrollados se relacionan con pol¨ªticas?y marcos de gobernanza d¨¦biles, que a menudo empiezan desde una base muy pobre. En ellos, las leyes y pol¨ªticas pueden existir, pero est¨¢n desactualizadas; las instituciones son d¨¦biles y la gobernanza es un desaf¨ªo. En estos pa¨ªses, incluidos aquellos en transici¨®n pol¨ªtica o econ¨®mica, las cosas est¨¢n cambiando. Los sistemas antiguos se van descartando, y los nuevos no est¨¢n establecidos a¨²n. Finalmente, en lo que llamamos "econom¨ªas emergentes", las pol¨ªticas, la legislaci¨®n y las instituciones est¨¢n mejorando, pero las capacidades de implementaci¨®n y los marcos de monitoreo no est¨¢n del todo funcionando. Por lo tanto, tenemos un punto de partida diferente con respecto a la planificaci¨®n y gesti¨®n urbana en cada uno de estos contextos.
- P. Y con este contexto, ?podemos hablar de agendas urbanas comunes en ciudades del norte y sur global? Es decir, ?es factible, a corto plazo, alcanzar est¨¢ndares ambientales similares en ciudades tan diferentes como Bilbao, Bombay o Dakar?
- R. Oh, ?absolutamente! Por ejemplo, observemos los est¨¢ndares de calidad del aire. Estos est¨¢n bastante estandarizados y la correlaci¨®n del ¨ªndice AQI con varios tipos de impacto en la salud tambi¨¦n est¨¢ bien establecida. Entonces, independientemente de si estamos en Bilbao, Bombay o Dakar, las personas tienen derecho a una calidad de aire aceptable seg¨²n los est¨¢ndares internacionales AQI. Las v¨ªas para alcanzar el est¨¢ndar deseado tampoco son muy diferentes: necesitamos una forma de ciudad compacta, uso mixto y un buen sistema de transporte p¨²blico para desalentar el uso de autom¨®viles privados; necesitamos alentar la movilidad no motorizada mediante la construcci¨®n de carriles bici seguros y senderos para caminar; debemos cambiar a mejores tecnolog¨ªas tanto para la movilidad como para la construcci¨®n y la gesti¨®n de residuos; necesitamos espacios p¨²blicos para ser ecologizados para evitar el polvo; necesitamos crear conciencia p¨²blica; y debemos garantizar un alto nivel de transparencia y responsabilidad del gobierno local para garantizar que se tomen estas medidas. Estas estrategias siguen siendo las mismas, independientemente del continente, la ubicaci¨®n o el tama?o de la ciudad. Los detalles de las soluciones son lo que puede variar seg¨²n el contexto.
- P. Y, ?por qu¨¦ es importante desarrollar agendas urbanas regionales paralelas a las nacionales como es el caso de la Agenda Urbana de Euskadi que se acaba de presentar? Es decir, ?qu¨¦ papel tienen las agendas urbanas locales en el logro de los objetivos urbanos nacionales e internacionales?
La agenda urbana vasca va m¨¢s all¨¢ de la dicotom¨ªa urbano-rural; est¨¢ dise?ada para extraer las ventajas de la urbanizaci¨®n, sin afectar la calidad de vida de las ciudades vascas actuales
- R. Una agenda o pol¨ªtica urbana nacional es una visi¨®n que gu¨ªa el crecimiento y la gesti¨®n de las ciudades, abordando cuestiones clave a tal nivel. Sin embargo, una agenda urbana subnacional puede describirse como una pol¨ªtica urbana que tiene el potencial de identificar y abordar objetivos locales comunes de manera proactiva y coordinada, a trav¨¦s de una amplia participaci¨®n de los interesados. Las regiones y los gobiernos subnacionales est¨¢n en una posici¨®n ¨²nica para abordar los desaf¨ªos urbanos e impulsar la implementaci¨®n de las agendas urbanas nacionales. El marco de acci¨®n necesario puede desarrollarse bajo las agendas regionales. En todas las circunstancias, debe haber cierta alineaci¨®n entre las agendas urbanas subnacionales y nacionales; as¨ª como una coordinaci¨®n horizontal entre agendas para diferentes regiones. Por supuesto, mucho depende tambi¨¦n de las capacidades de los gobiernos subnacionales.?
- P. ?Qu¨¦ aspectos relevantes de la Agenda Urbana de Euskadi destacar¨ªa?
- R. En primer lugar, destacar¨ªa la idea de entender la propia Agenda Urbana de Euskadi como un proceso, reconociendo que tanto la planificaci¨®n como la participaci¨®n son desencadenantes interrelacionados de ese proceso. La agenda est¨¢, adem¨¢s, articulada por las ¨¢reas de sostenibilidad (ambiental, social y econ¨®mica) que se han dise?ado para promover la creaci¨®n de redes que permita un enfoque territorial en un contexto de transformaci¨®n. La agenda urbana vasca va m¨¢s all¨¢ de la dicotom¨ªa urbano-rural; est¨¢ dise?ada para extraer las ventajas de la urbanizaci¨®n, sin afectar la calidad de vida de las ciudades vascas actuales e intentar, al mismo tiempo, minimizar los efectos negativos del crecimiento de la urbanizaci¨®n.
- P. Mientras mantenemos esta conversaci¨®n, se est¨¢ desarrollando la COP25. ?Cu¨¢les son las adaptaciones urgentes que las ciudades como San Sebasti¨¢n, as¨ª como otras ciudades espa?olas, deben adoptar de inmediato para ser resilientes al cambio clim¨¢tico?
Aquellos que no tienen acceso a la tenencia segura de la tierra son desplazados, sus medios de vida se destruyen y no tienen derecho a regresar a su hogar
- R. No es ning¨²n secreto que los desastres inducidos por el clima son cada vez m¨¢s frecuentes y m¨¢s intensos. Espa?a tiene un paisaje diverso, desde ciudades costeras hasta ciudades de monta?a. Las costeras en todo el mundo se enfrentan al aumento del nivel del mar, mientras que las del interior corren el riesgo de inundarse por la crecida de los r¨ªos. Al mismo tiempo, el estr¨¦s por calor y el estr¨¦s h¨ªdrico est¨¢n aumentando. Las costeras necesitan preservar los ecosistemas naturales que puedan protegerlas de tormentas o inundaciones. La expansi¨®n de la infraestructura azul-verde dentro de las ciudades puede ayudar con el calor y el estr¨¦s h¨ªdrico: los cuerpos de agua y los bosques y parques urbanos pueden enfriar las temperaturas de la ciudad, y si est¨¢n bien dise?ados con una funci¨®n de esponja, pueden absorber el exceso de agua durante las inundaciones. Se debe prestar especial atenci¨®n a las ¨¢reas vulnerables: las comunidades que viven en ¨¢reas de bajos ingresos o viviendas de baja calidad son especialmente sensibles cuando ocurren estos desastres. Una mejor calidad de la construcci¨®n de viviendas, un drenaje mejorado y espacios p¨²blicos bien planificados pueden ayudar a mitigar el impacto de los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos en estos barrios.
- P. ?Qu¨¦ medidas deber¨ªan tomar las ciudades del norte y del sur para priorizar a las poblaciones m¨¢s desfavorecidas en sus pol¨ªticas? ?Y c¨®mo hacerlo en espacios urbanos donde las necesidades paralelas est¨¢n en conflicto? Por ejemplo, ?c¨®mo hacerlo en entornos donde la econom¨ªa y las grandes empresas imposibilitan el derecho a la tierra en el caso de barriadas chabolistas o informales?
- R. Para las Naciones Unidas, la prioridad es muy clara. Primero debemos ocuparnos de los que est¨¢n en la periferia de la sociedad, los que corren el mayor riesgo de quedarse atr¨¢s. Estas personas, estas comunidades, son menos resilientes y est¨¢n menos preparadas para hacer frente a un desastre. Aquellos que no tienen acceso a la tenencia segura de la tierra a menudo se ven doble o triplemente golpeados cuando ocurre un desastre: son desplazados, sus medios de vida se destruyen y, muy a menudo, no tienen derecho a regresar a su hogar ni siquiera a una compensaci¨®n por parte del Estado porque no pueden probar su tenencia. Esto es inaceptable y debemos priorizarlos en nuestra formulaci¨®n de pol¨ªticas. S¨ª, el crecimiento econ¨®mico debe ser facilitado y para eso necesitamos apoyar al sector empresarial, pero con eso realmente me refiero a las peque?as y medianas empresas, los negocios locales Mom and Pop,?como se los llama en los Estados Unidos. Las grandes empresas pueden cuidar de s¨ª mismas. Y se debe alentar a las grandes empresas a ser m¨¢s socialmente responsables y cuidar a los dem¨¢s tambi¨¦n: las comunidades a las que sirven, la fuerza laboral de la que dependen, los lugares de donde extraen los recursos naturales. Todos tenemos que hacer nuestro granito de arena.
- P. Si bien las ciudades del sur sufren tasas muy altas de informalidad y falta de acceso a servicios b¨¢sicos como el agua, ?c¨®mo se puede presionar o garantizar que, desde las empresas p¨²blicas y privadas, se priorice el camino hacia el desarrollo para todos? ?Y c¨®mo pueden las agendas urbanas contribuir a esto??
- R. Las agendas urbanas pueden y deben establecer los objetivos correctos, y proporcionar la orientaci¨®n estrat¨¦gica correcta, para abordar los desaf¨ªos m¨¢s importantes de la urbanizaci¨®n, ya sea la informalidad, la no-sostenibilidad ambiental, o la falta de resiliencia, o el declive econ¨®mico, o cualquier otro... Pero deben desarrollarse a trav¨¦s de procesos altamente inclusivos, de modo que, en ¨²ltima instancia, toda la comunidad, todos los interesados, sean due?os de los objetivos y estrategias y se comprometan a perseguirlos. Este ha sido un elemento importante en el desarrollo de la Agenda Urbana Vasca y espero que su implementaci¨®n sea igualmente participativa e inclusiva. Al mismo tiempo, los gobiernos locales y regionales deben establecer los incentivos correctos, as¨ª como las normas y reglamentos apropiados, para garantizar que todos participen.
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