C¨®mo abrir una relaci¨®n sin hacer sufrir a la pareja
As¨ª ense?an a gestionar las situaciones que afrontan quienes deciden dar este paso
En un mundo en el que la monogamia reina en las relaciones de pareja, pocos son suficientemente atrevidos como para romper los esquemas. Y no porque no se quiera. En un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto Kinsey, un 80% de 2.982 hombres y mujeres reconocieron haber fantaseado con tener una?relaci¨®n abierta. Sin embargo, solo un 20% de estos ha decidido dar este paso con alguna de sus parejas. "Es algo que se ha hecho toda la vida, pero a la espalda y traicionando al otro. Quienes deciden abrir su relaci¨®n no quieren traicionar y hacer da?o a la otra persona", explica el psic¨®logo y terapeuta Juan Peris. Una de las claves para que funcione, explica el experto, est¨¢ en "que ambos est¨¦n de acuerdo". E incluso as¨ª, no es un camino de rosas: pueden surgir problemas asociados a inseguridades o sentimientos como los celos. Por eso, muchos buscan en talleres, cursos y terapias de ayuda para gestionarlos.?
Ivan (30) es un ejemplo. Hace alg¨²n tiempo, decidi¨® abrir su relaci¨®n para tener experiencias sexuales con terceras personas. Ella ten¨ªa algo de experiencia en el tema, pero a ¨¦l le empezaron a carcomer los celos. Ante el problema, buscaron ayuda y la encontraron en un taller para relaciones abiertas que se impart¨ªa la organizaci¨®n Poliamor Madrid en La Ingobernable, un centro social autogestionado que fue desalojado el pasado mes de noviembre. Un seminario de tres horas donde, tras explicar el funcionamiento de este tipo de parejas, se realizaban distintas din¨¢micas de grupo en las que se pon¨ªan en com¨²n las vivencias compartidas.
"Nos pusieron en grupos en los que fuimos expresando las sensaciones que nos generaba que nuestra pareja mantuviera relaciones con otras personas para buscar el origen los sentimientos que se producen cuando abres una relaci¨®n. Por ejemplo, si hab¨ªa celos, identificar si ven¨ªan del miedo al abandono", explica Iv¨¢n. Todo ello, guiado por los miembros de la organizaci¨®n. "Los talleres grupales sirven para adquirir un aprendizaje desde la experiencia de las otras parejas", aclara Peris.
El foco de los talleres est¨¢ en la comunicaci¨®n
Este tipo de clases no sirven para todos, pero no son la ¨²nica opci¨®n. "Aunque los expertos lo hicieron muy bien y te ayudaban a estar m¨¢s seguro, el ambiente con el resto de parejas era muy intenso y no te invitaba a estar del todo a gusto", asegura Iv¨¢n. Ante esta incomodidad, existe la opci¨®n de buscar una alternativa en pareja o individual. Sea de la forma que sea, los expertos recomiendan hacerlo para adquirir las herramientas necesarias para lidiar con los inconvenientes que puedan surgir.
Las formas de trabajarlo son distintas. Desde t¨¦cnicas de resoluci¨®n de problemas hasta ejercicios de role play donde el foco est¨¢ siempre en la comunicaci¨®n. "Debe ser asertiva, es decir, que se expresen los sentimientos sin hacer da?o al otro", aclara el experto. Y es que en ella est¨¢ la clave de que una relaci¨®n funcione. Seg¨²n apunta un reciente estudio de la Universidad de Rochester, cuando la comunicaci¨®n falla, es f¨¢cil que la relaci¨®n se vuelva t¨®xica. En definitiva, el principio del fin. A partir de ah¨ª, empieza una espiral de sentimientos negativos, como los celos, las inseguridades, y la sensaci¨®n de rechazo y traici¨®n.
Otro asunto que puede resultar peliagudo est¨¢ en los pactos en los que se basa la apertura de la relaci¨®n. "Es importante que ambos est¨¦n de acuerdo. De lo contrario, empiezan los problemas", indica el experto. No hay reglas universales, aunque s¨ª una com¨²n: no hacer da?o a la otra persona. A partir de ah¨ª, se acuerda si la relaci¨®n se abre solo en el aspecto sexual o tambi¨¦n en el emocional (poliamor), se puede plantear un calendario en el que se deciden los d¨ªas en los que se puede practicar sexo con terceros o acordar se?ales para salir de situaciones inc¨®modas en caso de que hagan da?o. "Cada relaci¨®n es un mundo, y todo depende de la pareja y la seguridad de sus miembros. El l¨ªmite est¨¢ en la libertad de poder comunicar los sentimientos. Es para esto para lo que sirven las terapias y los talleres. Son espacios en los que ambos pueden expresar y escuchar sus deseos y sus necesidades con ayuda de mediadores", concluye el experto.
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