Mary ¡®la tifoidea¡¯, la mujer que mat¨® a tres personas sin salir de la cocina
Una emigrante irlandesa cuenta con su propia p¨¢gina en la historia de la medicina al haber infectado a 53 miembros de la alta sociedad neoyorquina a trav¨¦s, presuntamente, de sus helados artesanos
El 11 de noviembre de 1938 una mujer de 69 a?os falleci¨® en el hospital-asilo Riverside, en la isla North Brother de Nueva York. Se llamaba Mary Mallon. Hab¨ªa permanecido 23 a?os recluida all¨ª y, bautizada por la prensa como Mary la tifoidea, hab¨ªa escrito a su pesar una p¨¢gina en la historia de la medicina.
Mary hab¨ªa nacido en 1869 en Cookstown (Irlanda) cuando a¨²n sonaban los ecos de la gran hambruna que, provocada por Inglaterra, hab¨ªa asolado el pa¨ªs entre 1845 y 1850. Medio mill¨®n de irlandeses murieron y otro mill¨®n emigr¨®, especialmente a Norteam¨¦rica. Inculta y pobre, con 15 a?os Mary march¨® a Estados Unidos en 1883 para trabajar como sirvienta. Aprendi¨® a cocinar y en 1900 era cocinera en una casa pudiente de una localidad pr¨®xima a Nueva York. Curiosamente, a las dos semanas, los ocho miembros de la familia enfermaron por fiebre tifoidea y lo mismo ocurri¨® en 1901 cuando trabajaba en Manhattan. En agosto de 1906 empez¨® a trabajar en la residencia que un banquero hab¨ªa alquilado en la selecta Long Island. A finales de ese mes, una de sus hijas sufri¨® la misma enfermedad y d¨ªas despu¨¦s otras seis personas, entre miembros de la familia y sirvientes, fueron hospitalizados por la misma causa.
Sorprend¨ªa que un mal propio de zonas deprimidas ocurriera en una familia acaudalada, y es probable que el n¨²mero de casos en la alta sociedad hubiera seguido aumentando si no fuera porque el due?o de la mansi¨®n, temiendo no poder volver a alquilarla, contrat¨® a George Soper, un ingeniero especializado en instalaciones sanitarias. Este examin¨® la casa exhaustivamente sin encontrar nada sospechoso, pero le llam¨® la atenci¨®n que la cocinera hubiera dejado el empleo.
En las agencias de colocaci¨®n recab¨® informaci¨®n sobre d¨®nde hab¨ªa trabajado antes. Observ¨® que en seis barrios selectos de Nueva York desde 1901 hasta 1906 hab¨ªa habido 22 casos de fiebre tifoidea, que una ni?a hab¨ªa fallecido por tal motivo y que la cocinera era el denominador com¨²n. Supo que se llamaba Mary Mallon y que su especialidad era hacer helados con melocotones troceados a mano. Conocedor del papel de la suciedad en la transmisi¨®n de ciertas enfermedades infecciosas, pens¨® que la raz¨®n del contagio pod¨ªa estar en aquella mujer. Sobre todo cuando ley¨® en una publicaci¨®n europea que hab¨ªa portadores asintom¨¢ticos del germen de esta dolencia.
La cocinera se neg¨® a colaborar, de manera que Soper solicit¨® la colaboraci¨®n del Departamento de Sanidad. Fue trasladada a la fuerza a un hospital y en la consulta neg¨® en¨¦rgicamente haber estado enferma, atac¨® con un tenedor a un m¨¦dico, golpe¨® a un polic¨ªa desprevenido y escap¨®. La encontraron escondida en un armario en un domicilio pr¨®ximo. Una vez reducida, se mostr¨® aterrorizada y obsesionada por mantener su integridad. Por fin, en sus heces se encontraron bacterias de Salmonella typhi.
No se sabe si alguien se molest¨® en informar despacio a aquella irlandesa, sola, cat¨®lica y pobre, de c¨®mo trasmit¨ªa la fiebre tifoidea, pero es probable que no lo comprendiera, a la vista de lo que dijo en su defensa: ¡°Soy inocente. No he cometido ning¨²n crimen... Es injusto. Parece incre¨ªble que una mujer indefensa pueda ser tratada as¨ª en una comunidad cristiana. ?Por qu¨¦ me destierran como un leproso?¡±. Lo cierto es que en 1907 fue confinada en el hospital Riverside, siendo liberada en 1910 con la condici¨®n de que no volviera a trabajar como cocinera.
Sin embargo, en enero de 1915 hubo un brote de fiebre tifoidea en el Sloane Maternity Hospital, en Manhattan. Enfermaron 25 personas y fallecieron dos. La investigaci¨®n descubri¨® que una de las cocineras, Mary Brown, era en realidad Mary Mallon. Huy¨®, pero la polic¨ªa la encontr¨® y fue enviada otra vez al Riverside, donde permaneci¨® hasta su muerte en 1938. En 23 a?os, con el ¨²nico consuelo de su religi¨®n, no recibi¨® ninguna visita. No se hizo autopsia a su cad¨¢ver, que fue enterrado en el cementerio cat¨®lico de Saint Raymond, en el Bronx. Hoy se asume que Mary infect¨® a 53 personas, y caus¨® la muerte de tres de ellas.
George Soper, un ingeniero especializado en instalaciones sanitarias examin¨® la casa exhaustivamente sin encontrar nada sospechoso, pero le llam¨® la atenci¨®n que la cocinera hubiera dejado el empleo
La fiebre tifoidea, no confundir con el tifus exantem¨¢tico y otras enfermedades que causan fiebre y confusi¨®n, es una enfermedad infectocontagiosa producida por la bacteria Salmonella typhi. Se trasmite exclusivamente entre personas, sobre todo por v¨ªa fecal-oral a trav¨¦s de agua o de alimentos contaminados con las heces de sujetos infectados. En zonas end¨¦micas, habitualmente con higiene precaria, suele vehiculizarse por el agua m¨¢s que por la comida, mientras que en los pa¨ªses desarrollados lo es m¨¢s por alimentos contaminados durante su preparaci¨®n por portadores asintom¨¢ticos. Las moscas pueden favorecer el transporte de las bacterias desde las heces a los alimentos, al igual que los mejillones cultivados en bateas pr¨®ximas a los puertos, en especial si cerca hay tuber¨ªas evacuando aguas fecales. Asimismo, es posible la transmisi¨®n anal-oral en relaciones sexuales.
Anualmente se producen unos 25 millones de contagios nuevos, de los que alrededor de 300.000, sobre todo ni?os, mueren por falta de tratamiento. Hoy disponemos de vacunas y f¨¢rmacos eficaces. Un 5% de los pacientes no tratados pueden convertirse en portadores asintom¨¢ticos, al acantonarse la bacteria en la ves¨ªcula biliar, en especial si contiene c¨¢lculos, verti¨¦ndola continua o intermitentemente al intestino y las heces durante meses o incluso d¨¦cadas, como era el caso de Mary Mallon.
En Espa?a est¨¢ indicada la vacunaci¨®n a viajeros a zonas end¨¦micas (lo que no excluye evitar vegetales crudos, aguas dudosas, incluidos cubitos de hielo y alimentos a temperatura ambiente); a personal de laboratorios de microbiolog¨ªa; y a personas en contacto con portadores documentados de la bacteria. Es probable que Mary Mallon portara cr¨®nicamente Salmonella typhi en su ves¨ªcula biliar. Nunca se sabr¨¢ si recibi¨® informaci¨®n adecuada sobre c¨®mo la transmit¨ªa y, sobre todo, si la entendi¨®. ?Se lo permitieron su ignorancia y su miedo?
Laura Prieto P¨¦rez y Miguel G¨®rgolas Hern¨¢ndez-Mora forman parte de la Divisi¨®n de Enfermedades Infecciosas de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz.
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