Los leones que cambiaron la prehistoria de Europa
El descubrimiento de las pinturas de la cueva de Chauvet, hace 25 a?os, oblig¨® a reescribir el pasado
Hace 25 a?os Jean Clottes, uno de los prehistoriadores m¨¢s conocidos de Francia, recibi¨® una llamada que iba a cambiar para siempre el pasado remoto de Europa. Pero entonces solo pens¨® que le hab¨ªan arruinado la Navidad. Era el 28 de diciembre de 1994 y Clottes trabajaba en el Ministerio de Cultura franc¨¦s. Su misi¨®n consist¨ªa en visitar las cuevas con arte parietal para autentificarlas y valorar su importancia. Hac¨ªa 10 d¨ªas, en Ard¨¨che, un grupo de espele¨®logos con Jean Marie Chauvet al frente hab¨ªa descubierto una cueva con ¡°centenares de dibujos¡± y era urgente que escribiese un informe. Arrastrando los pies, condujo los 450 kil¨®metros que le separaban de Vallon-Pont-d¡¯Arc. A lo largo de los a?os, hab¨ªa recibido este tipo de avisos muchas veces y casi siempre se quedaban en nada. De ah¨ª que recibiese con escepticismo aquella llamada navide?a. Lo que no sab¨ªa entonces es que esta vez era diferente.
Este prehistoriador asegura que recuerda como si fuese ayer el momento en que se dio cuenta, nada m¨¢s ver los primeros dibujos, de que la cueva era aut¨¦ntica.?Recuerda la emoci¨®n que le provocaron los paneles con leones, rinocerontes, caballos, que parec¨ªan en movimiento. La capa de calcita depositada a lo largo de los siglos demostraba que eran aut¨¦nticas sin ninguna duda.
Antes de su dataci¨®n, Chauvet se mostr¨® como una de las tres grandes cuevas de Europa, junto a Altamira y Lascaux. Pero cuando se descubri¨® que ese extraordinario conjunto de pinturas era mucho m¨¢s antiguo que cualquier otro encontrado en Europa y que, por lo tanto, era necesario reinterpretar todo el relato de la prehistoria, el inter¨¦s cient¨ªfico se dispar¨® a la vez que la preocupaci¨®n por la conversaci¨®n de un espacio arqueol¨®gico tan fr¨¢gil.
¡°Cambi¨® por completo nuestra visi¨®n¡±, explica por tel¨¦fono Carole Fritz, experta del Centro de Investigaci¨®n y Estudio del Arte Prehist¨®rico (CREAP Cartailhac) de Toulouse y directora del equipo cient¨ªfico de Chauvet. ¡°Cambi¨® nuestros paradigmas de investigaci¨®n porque demostr¨® que el arte prehist¨®rico no ten¨ªa una evoluci¨®n lineal, desde algo m¨¢s sencillo a algo m¨¢s elaborado. Las t¨¦cnicas, la mitolog¨ªa, el mundo simb¨®lico ya estaban desde el principio¡±.
¡°Cambi¨® nuestros paradigmas de investigaci¨®n porque demostr¨® que el arte prehist¨®rico no ten¨ªa una evoluci¨®n lineal, desde algo m¨¢s sencillo a algo m¨¢s elaborado. Las t¨¦cnicas, la mitolog¨ªa, el mundo simb¨®lico ya estaban desde el principio¡±
Hasta entonces, los cient¨ªficos consideraban que los primeros sapiens europeos realizaron un arte m¨¢s sencillo (manos, puntos, figuras geom¨¦tricas), como el que puede verse en la cueva c¨¢ntabra de El Castillo entre muchos otros yacimientos, y que se fue sofisticando con el paso de los milenios. Las cumbres del arte parietal eran Altamira, descubierta a finales del siglo XIX y recibida al principio con gran desconfianza, y Lascaux, en Perigord, encontrada durante la Segunda Guerra Mundial por cuatro j¨®venes y su perro. Los dibujos m¨¢s complejos de ambas pertenecen al periodo conocido como magdaleniense (entre 10.000 y 18.000 a?os de antig¨¹edad), el momento final de la prehistoria. Sin embargo, Chauvet sacud¨ªa ese relato.
Cuando vio las pinturas, Clottes intuy¨® que eran m¨¢s antiguas y pens¨® que tendr¨ªan unos 20.000 a?os. ¡°Cuando llegaron los resultados del carbono 14 y supimos que ten¨ªan unos 36.000 a?os fue una gran sorpresa. No llegaba a creer que fuesen auri?acienses¡±, explica refiri¨¦ndose a los primeros homo sapiens que llegaron a Europa hace unos 40.000 a?os. Chauvet, adem¨¢s, se conservaba inmaculada, ya que la entrada se sell¨® hace 20.000 a?os y qued¨® congelada en el tiempo. Represent¨® por lo tanto una revoluci¨®n cronol¨®gica: entre los leones de esta cueva y los bisontes de Altamira hay m¨¢s distancia que entre la cueva c¨¢ntabra y nosotros.
La cueva, adem¨¢s, ofrec¨ªa animales poco habituales en el arte parietal hasta entonces ¨Ccomo leones o rinocerontes¨C; un suelo inmaculado con numerosos vestigios ¨Caunque no estuvo habitada, s¨ª quedaron huellas de los humanos que pasaron por ah¨ª, entre otros, un ni?o¨C; una disposici¨®n de las pinturas especialmente elaborada desde las primeras salas hasta las finales; algunos hallazgos misteriosos como una calavera de oso sobre una piedra ¨C?el primer altar conocido?¨C o el dibujo de una mujer con cabeza de bisonte; y una t¨¦cnica que, bajo la luz de las antorchas con las que se iluminaron aquellos artistas, daba una ins¨®lita sensaci¨®n de movimiento.
Subida del CO2
¡°La mayor¨ªa de los animales pintados en Chauvet, en la vida real, eran feroces; sin embargo, las im¨¢genes no delatan ning¨²n miedo. Respeto, s¨ª, un respeto fraternal e ¨ªntimo¡±, reflexion¨® el escritor John Berger, que tuvo la oportunidad de visitar la gruta, sobre la que la Werner Herzog dirigi¨® el documental La cueva de los sue?os olvidados, un recorrido por la prehistoria en Europa. Pero, tanto por su conservaci¨®n como por la concentraci¨®n de CO2, los visitantes han sido muy escasos: cinco a la semana durante un breve periodo de tiempo y luego totalmente cerrada al p¨²blico. En eso tambi¨¦n Chauvet anticip¨® el futuro: en 2015 se inaugur¨® a dos kil¨®metros una r¨¦plica, m¨¢s bien un facs¨ªmil, realizada con la tecnolog¨ªa digital m¨¢s moderna para reproducir el espacio, pero tambi¨¦n con las t¨¦cnicas m¨¢s artesanas para las pinturas. Ha sido un tremendo ¨¦xito de p¨²blico.
Pese a todos los esfuerzos de conservaci¨®n, el futuro de Chauvet es sin embargo delicado. La temperatura interior es de 13,6 grados con una humedad muy elevada lo que permiti¨® la conservaci¨®n durante los milenios que permaneci¨® en silencio y oscuridad. Sin embargo, la concentraci¨®n CO2 ha subido un 0,5% en algunas zonas, pasando del 2,9% al 3,6% en la entrada y alcanzando el 4,7% al final de la cueva, donde el ambiente es casi irrespirable. El suelo est¨¢ pr¨¢cticamente intacto y apenas se ha excavado, aunque en 2020 se realizar¨¢n algunas catas. Todav¨ªa no ha desvelado todos sus secretos, pero la presencia humana es cada vez m¨¢s peligrosa. Aunque hasta ahora las pinturas no se han visto afectadas, el temor es evidente en los investigadores. ¡°Con el cambio clim¨¢tico sube el CO2 en el interior¡±, explica Carole Fritz. ¡°Incluso los miembros del equipo de conservaci¨®n solo entramos cuatro semanas una vez al a?o. El cambio clim¨¢tico va a provocar muchos problemas en la conservaci¨®n de las cuevas, porque va a desestabilizar su clima interno¡±.
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