Siete pistas del lenguaje no verbal que delatan que tu pareja no est¨¢ por ti (y una verbal de la que no te das cuenta)

Caricias, besos melosos, miradas c¨®mplices, sonrisas francas¡­ Son parte del ritual por todos conocido de la comunicaci¨®n no verbal cuando el amor entre una pareja alcanza su plenitud. Pero tambi¨¦n existen otros que indican todo lo contrario y es m¨¢s f¨¢cil que pasen inadvertidos. Antes de que llegue la temida frase de "tenemos que hablar" es muy probable que la otra persona nos haya estado indicando sin abrir la boca que ya no quiere nada con nosotros.? As¨ª es como el lenguaje no verbal nos da pistas de que esa historia de amor no da m¨¢s de s¨ª.

"Los gestos son formas de comunicar que pueden apoyar o por el contrario, contradecir, lo que se dice con palabras", explica la psic¨®loga Mara Cuadrado, del Colegio de Psic¨®logos de Madrid. "Normalmente la comunicaci¨®n verbal y la no verbal van acompasadas, pero en ocasiones una y otra no se corresponden. Expresamos un 'te quiero', pero la mirada dice otra cosa. Cuando una pareja funciona bien o mal se manifiesta por lo que expresa, pero tambi¨¦n por lo que hace, con los silencios, y con lo que no hace".

Hace muchos a?os, cuando este periodista quiso romper una relaci¨®n y no ten¨ªa agallas suficientes, una amiga le recomend¨® dejar de dar besos en los labios y trasladarlos a la frente. Supuestamente, el cambio a un beso fraternal dar¨ªa que pensar a la pareja y facilitar¨ªa el deseado clima de frialdad. Pero, por supuesto, cada ser humano es un mundo, y puede tener unas formas de expresi¨®n distintas a las de los dem¨¢s. "Cada persona pasa por etapas y ciclos que no se corresponden con los de su pareja. No siempre los silencios, el mal humor o la lejan¨ªa pueden interpretarse como desamor", a?ade la psic¨®loga. Por todo ello hay que ser cauto a la hora de percibir las se?ales del otro y concluir que se deben a un conflicto dentro de la pareja", dice Cuadrado.

No est¨¢ todo perdido, la conversaci¨®n es una herramienta clave

Aunque "hay que ser cautos ante las se?ales que puedan indicar un conflicto de pareja", a?ade la especialista, conviene estar pendiente. Si determinados gestos, por sutiles que sean, se repiten con asiduidad, conviene verbalizar las dudas: "Lo mejor siempre es buscar un buen momento y hablarlo de forma tranquila para disipar la posibilidad de estar interpretando err¨®neamente lo que vemos", aclara la psic¨®loga. Estos son algunos ejemplos que pueden ponernos en alerta.

Arrugar la nariz con gesto de asco. A veces, por desgracia, se llega a un momento de rechazo por parte de la persona desenamorada. Este rictus indicar¨ªa, seg¨²n Cuadrado, "que solo la presencia del otro es desagradable".

Rehuir la mirada. Para el psic¨®logo Enrique Garc¨ªa Huete, el no mirar al otro cuando se habla puede interpretarse como "una retirada de atenci¨®n, y suele darse cuando ya est¨¢ tomada la decisi¨®n de romper".

Mover el dedo ¨ªndice arriba y abajo al ritmo de lo que se dice. Podr¨ªa traducirse, de acuerdo con la psic¨®loga, por una clara hostilidad.

Hacer la peineta o batir la mano como desprecio. Mara Cuadrado los identifica directamente como "insultos no verbales", lo mismo que replicar con el dedo ¨ªndice hacia arriba "para expresar desacuerdo".

Poner el dedo delante de la cara. "Implica invadir el espacio del otro. Y transmite frustraci¨®n y malestar", se?ala Garc¨ªa Huete. Esta misma expresi¨®n tambi¨¦n la destaca Mara Cuadrado, quien la identifica como "un gesto amenazante".

Cerrar ligeramente los p¨¢rpados arrugando el entrecejo. "Es se?al de desconfianza", describe Mara Cuadrado.

Sonre¨ªr con sarcasmo levantando las cejas y apretando los labios. Es una de las muecas m¨¢s recurrentes para mostrar desprecio y tratar de desacreditar a otra persona.

"Si estos gestos se mantienen en el tiempo y van acompa?ados de distancia en la pareja, cr¨ªticas frecuentes, planificaci¨®n constante de ocio por separado, acusaciones y respuestas a la defensiva, y permanentes malentendidos tendr¨ªamos que pensar que quiz¨¢s la pareja est¨¦ atravesando una grave crisis y necesite ayuda externa antes de llegar a tomar la decisi¨®n de la ruptura", advierte Mara Cuadrado.