Por qu¨¦ ¡®That's Life¡¯ ha sido la canci¨®n de 2019 m¨¢s all¨¢ de ¡®Joker¡¯
El tema que Sinatra grab¨® en 1966 es un manifiesto sobre la experiencia humana universal que hoy, 53 a?os despu¨¦s, sigue vigente
Hay una canci¨®n en Joker que suena en cuatro ocasiones a lo largo de la pel¨ªcula y en cada una de ellas emociona a su protagonista porque le reconforta, le consuela y le justifica en sus atrocidades. Se trata del cl¨¢sico That's Life de Frank Sinatra y es el himno que mejor define estar vivo en 2019. El tema, producido por Jimmy Bowen en 1966, defiende que, ante los problemas, uno tiene la oportunidad de demostrar y poner a prueba su car¨¢cter (y por tanto redefinir su identidad): puedes mirar hacia un lado, agachar la cabeza o levantarla hacia el cielo, pero Sinatra te propone que mires hacia adelante. Tal y como refleja?A man and his music, especial de televisi¨®n emitido en la NBC en 1965, la primera vez que la cant¨®, Sinatra dijo: "Es una buena melod¨ªa y la letra da qu¨¦ pensar".
Como cantaba Sinatra, Arthur Fleck ha sido una marioneta (de su jefe), un pobre (su casa huele a cerrado?a trav¨¦s de la pantalla), un pirata (cuando aborda el programa de Robert De Niro), un poeta (cuando baila en el lavabo tras asesinar a tres engominados), un pe¨®n?(de sus conciudadanos) y un rey (cuando se sube al cap¨® de la polic¨ªa)
La noche que Sinatra grab¨® el tema que hoy suena en Joker ten¨ªa una cita para cenar con Mia Farrow, con quien estuvo casado entre 1966 y 1968. Como quer¨ªa acabar r¨¢pido, la cant¨® con su piloto autom¨¢tico de gal¨¢n canallita. Todo el mundo en el estudio le dio palmadas en la espalda excepto el productor Jimmy Bowen: mientras Sinatra sal¨ªa del edificio, Bowen le pidi¨® una toma m¨¢s. ¡°Menos bonita, con m¨¢s cojones, con m¨¢s dientes¡±. El divo, sin mirarle a la cara ni mediar palabra, regres¨® a la cabina de grabaci¨®n, cant¨® la versi¨®n que hoy suena en Joker y se larg¨® a cenar con Mia. Tal y como cuenta el escritor canadiense Mark Steyn en su web Steynonline, Bowen describi¨® as¨ª el momento en que le pidi¨® una toma m¨¢s: "Sinatra fij¨® sus ojos fr¨ªos y azules en m¨ª durante aquel silencio. Las coristas se encogieron, yo creo que perd¨ª mis agallas. Al final, Frank rompi¨® el silencio, murmur¨® 'vamos a ello' y se meti¨® en el estudio otra vez. Yo sab¨ªa que estaba cabreado y entonces fue cuando cant¨® That's Life de verdad. Mordi¨® la canci¨®n".
That's Life fue un ¨¦xito en un momento en el que Sinatra parec¨ªa pasado de moda porque el p¨²blico solo quer¨ªa escuchar a los Beatles gracias a su interpretaci¨®n ¡°agresiva, antisocial y autoritaria¡± (como la defini¨® el experto en Sinatra Will Friedwald, seg¨²n cuenta Mark Steyn en su web Steynonline) de una canci¨®n que celebra que no es lo mismo resistir que resignarse. ¡°As¨ª es la vida. Eso es lo que dicen. Cabalgas alto en abril, te disparan en mayo. Pero voy a cambiar esa melod¨ªa en cuanto vuelva a estar arriba en junio", rezan sus versos. Robert Hilburn, cr¨ªtico de Los Angeles Times, dijo sobre That's Life: "Es el mejor ejemplo del Sinatra rockero, una canci¨®n que expresa sus subidas y bajadas personales y profesionales. Van Morrison le brind¨® una versi¨®n en su gira de 1998, pero su tratamiento no se acerc¨® a la autoridad de Sinatra".
Escena final de'Joker' donde suena 'That's Life', de Frank Sinatra.
La canci¨®n huye de los optimismos baratos y de la tiran¨ªa del ¡°pero an¨ªmate, hombre¡±, del ¡°no te rayes¡± o del ¡°no me arrepiento de nada de lo que he hecho, solo de lo que no he hecho¡±. Frases que solo suenan bien pero no significan nada: a veces la vida te da patadas, no hay nada que puedas hacer al respecto y arrepentirse no es en absoluto un signo de debilidad. That's Life es una declaraci¨®n de guerra contra el otro cl¨¢sico que suena en Joker, Smile (¡°sonr¨ªe aunque tu coraz¨®n est¨¦ roto¡±), porque a veces no te da la gana sonre¨ªr. Y no pasa nada. Lo de ¡°si la vida te da limones haz limonada¡± queda fenomenal en esa taza de Mr. Wonderful que le regalaste a aquel amigo invisible al que no sab¨ªas qu¨¦ regalar, pero los amigos visibles saben que a veces los limones est¨¢n secos, que hacer limonada lleva tiempo y que adem¨¢s est¨¢ muy ¨¢cida.
That's Life es un manifiesto sobre la experiencia humana universal (melanc¨®lica, nihilista, superviviente) y por eso funciona igual de bien cuando la versionan Aretha Franklin, Los Rodr¨ªguez, Bono o Vega nada m¨¢s salir de OT2. Y Joker es una alegor¨ªa del cabreo colectivo que la poblaci¨®n occidental lleva macerando desde 2016. Ver a un payaso confesar que ¡°es muy dif¨ªcil intentar estar contento todo el tiempo¡± ha funcionado como una catarsis liberadora de un modo similar a cuando, ante la decepci¨®n de la sociedad americana en los 70 por culpa de Vietnam y el Watergate, los kamikazes antisistema de Taxi Driver, Tarde de perros o Network (¡°?estoy m¨¢s que harto y no pienso soportarlo m¨¢s!¡±) se convirtieron en los nuevos h¨¦roes de la naci¨®n. Y como 40 a?os despu¨¦s estamos ultra globalizados, ahora Joker es una f¨¢bula que nos representa a todos y no solo a los estadounidenses.
'That's' Life sigue vigente 53 a?os despu¨¦s de su grabaci¨®n porque la gente empez¨® 2019 con esa ilusi¨®n ingenua con la que se aborda cada nuevo a?o. Pero al final ha tenido que ver c¨®mo a Donald Trump no se le echa ni con agua ardiendo y c¨®mo a los brit¨¢nicos no se les puede convencer de que se queden a tomarse la ¨²ltima
La cinta dirigida por Todd Phillips ha sido la pel¨ªcula del a?o no solo por poner patas arriba la taquilla (solo nueve pel¨ªculas han recaudado mil millones de euros en 2019, Joker es la ¨²nica que no es de Disney), la cinefilia (?cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que se habl¨® tanto de El rey de la comedia de Scorsese?) y hasta el ej¨¦rcito estadounidense ante la paranoia alarmista de que podr¨ªa haber tiroteos en las salas de cine. Joker ha sido la pel¨ªcula del a?o porque, en tiempos de Netflix, le ha devuelto el sentido a ver el cine en los cines: uno se siente menos solo, menos loco y menos peligroso si empatiza con el Joker en compa?¨ªa de un mont¨®n de desconocidos que est¨¢n sintiendo exactamente lo mismo.
That's Life sigue vigente 53 a?os despu¨¦s de su grabaci¨®n porque la gente empez¨® 2019 con esa ilusi¨®n ingenua con la que se aborda cada nuevo a?o, como si la civilizaci¨®n se reseteara, pero al final ha tenido que presenciar c¨®mo a Donald Trump no se le echa ni con agua ardiendo y c¨®mo a los brit¨¢nicos no se les puede convencer de que se queden a tomarse la ¨²ltima. En 2019 hemos tenido que ir a votar dos veces. Ha dejado de ser divertido hasta ver Star Wars. Hemos perdido personas preciosas como Anna Karina y hemos perdido a seres que ve¨ªan la belleza donde los dem¨¢s no ¨¦ramos capaces: Agn¨¨s Varda, Karl Lagerfeld, Marie Fredriksson. Tambi¨¦n nos hicimos viejos todos de golpe cuando Luke Perry, el tipo que muchos hombres nacidos a finales de los 70 quer¨ªan ser de mayores, se muri¨® con solo 52 a?os. Si el hombre mat¨® a Dios hace unos cien a?os, Dios se ha vengado matando a nuestro Jesucristo Superstar (Camilo Sesto) en 2019. La parca hasta ha ajustado cuentas con Niki Lauda, un tipo que en 1976 sali¨® andando tan pancho de un b¨®lido con el cuerpo en llamas. "Abr¨¢zame fuerte, Niki Lauda", como cantaban los Peterselles, porque ya no nos quedan ni los superh¨¦roes.
Y a los h¨¦roes que est¨¢n vivos ya no se les respeta. Se trata con pitorreo a las nuevas generaciones (Greta Thunberg), a los genios (Martin Scorsese, acusado de se?or con demencia senil por criticar a Marvel) y a las princesas (Meghan Markle se puso a llorar en televisi¨®n porque no aguanta tanta cr¨ªtica racista en la prensa). S¨ª, al Joker le pierden las formas, pero no el fondo: todo el mundo ha comprendido su cansancio. Porque 2019 ha sido agotador.
Arthur Fleck se transform¨® en Joker para pasar de ser un t¨ªo que nunca pillaba la broma a re¨ªrse m¨¢s que nadie cuando la broma la acab¨® gastando ¨¦l. Que un psic¨®pata con el pelo verde haya sido el personaje m¨¢s apasionante de 2019 emparenta su viaje directamente con el de Daenerys Targaryen: el villano m¨¢s peligroso no era, como aseguraba Michael Cane en El caballero oscuro (la par¨¢bola que cerr¨® el ciclo post-11S, post-Irak y post-Bush para inaugurar la fiesta Obama), el que solo quiere ver el mundo arder. El villano m¨¢s peligroso es el que tiene motivos de sobra para prenderle fuego. Y el que consigue que el p¨²blico, si bien no aplaude las llamas, s¨ª que siente un calorcito perverso al acercar las manos a la hoguera.
No deja de ser ir¨®nico que una pel¨ªcula de superh¨¦roes haya salvado el cine adulto (Joker es la pel¨ªcula para mayores de 16 a?os m¨¢s taquillera de la historia), que un manifiesto antisistema est¨¦ producido por Warner (porque ahora mismo cualquier estudio que no sea Disney parece David contra Goliat) y que un payaso asesino haya encontrado su empoderamiento en un cl¨¢sico de Frank Sinatra. Pero c¨®mo no va a empoderarse cualquiera con That's Life. Si como cantaba Frankie, Arthur Fleck ha sido una marioneta (de su jefe), un pobre (esa mini casa huele a cerrado a trav¨¦s de la pantalla), un pirata (cuando aborda el estudio de televisi¨®n de Robert De Niro), un poeta (cuando baila en el lavabo tras asesinar a tres impertinentes engominados), un pe¨®n (de literalmente todos sus conciudadanos) y un rey (cuando al final se sube sobre el cap¨® del coche de la polic¨ªa).
Frank Sinatra interpretando 'That's Life' por primera vez en el especial de televisi¨®n 'A man and his music'.
¡°Y cada vez que me encuentro a m¨ª mismo cayendo de boca contra el suelo, me levanto y me reincorporo a la carrera¡±, conclu¨ªa Sinatra. A?os antes de interpretar este tema, el m¨²sico ya hab¨ªa confesado que hab¨ªa "tenido tanto altos y tantos bajos como una monta?a rusa el 4 de julio", seg¨²n cuenta Tom Santopietro en su libro Sinatra in Hollywood.
Todo el mundo se ha sentido en alg¨²n momento de 2019 un payaso. La diferencia entre Arthur y su p¨²blico es lo que se hace con ese sentimiento: caer derrotado no es lo mismo que fracasar, ya que ante cada tropiezo uno tiene margen para reaccionar y decir algo con esa reacci¨®n. Ya sea ¡°Dracarys¡± (Khaleesi), ¡°todav¨ªa huele a leche¡± (Albert Rivera) o ¡°Fucking Money, Man¡± (Rosal¨ªa). As¨ª cada uno caer¨¢ derrotado en sus propios t¨¦rminos y lo sentir¨¢ como una peque?a victoria. No ser¨¢ una victoria real, pero al menos lo parecer¨¢. Y si algo nos ha ense?ado esta d¨¦cada, moldeada por la irrupci¨®n de Instagram en 2010, es que las apariencias lo son todo.
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