Menos siniestralidad

El n¨²mero de muertos en la carretera alcanz¨® en 2019 el m¨ªnimo desde que comenzaron los registros, en la d¨¦cada de los sesenta del siglo pasado, reforzando as¨ª la tendencia a la baja de la siniestralidad observada en los ¨²ltimos a?os. Pese al descenso del 7,6%, un total de 1.098 personas perdieron la vida en el asfalto en un periodo en el que se incrementaron los desplazamientos, creci¨® el parque de veh¨ªculos y aument¨® el censo de conductores. La estad¨ªstica, no obstante, encierra algunos aspectos especialmente preocupantes: se ha disparado el n¨²mero de motoristas fallecidos y tambi¨¦n los atropellos mortales a ciclistas. Es llamativo que el 20% de las v¨ªctimas en turismos y furgonetas no llevaban puesto el cintur¨®n de seguridad en el momento del accidente y que muchos conductores de moto tampoco portaban casco, lo que demuestra hasta qu¨¦ punto las campa?as de Tr¨¢fico en esa direcci¨®n son ignoradas.

Conscientes de esta realidad, las autoridades encargadas de la seguridad vial se proponen evaluar medidas concretas para mejorar la movilidad de los colectivos vulnerables: peatones, ciclistas y motociclistas. Para estos ¨²ltimos se contemplan programas de conducci¨®n espec¨ªficos y la promoci¨®n del airbag, una especie de chaleco protector. Otras medidas van encaminadas a mejorar la se?alizaci¨®n en los tramos en los que se ha identificado una elevada siniestralidad de motoristas.

Uno de los puntos m¨¢s relevantes del balance de 2019 es la reducci¨®n de un 9,5% del n¨²mero de fallecidos en las v¨ªas convencionales, un recorte que los responsables de tr¨¢fico atribuyen en parte a la limitaci¨®n de la velocidad (de 100 a 90 kil¨®metros por hora). Este descenso no impide que proporcionalmente sea en la red secundaria en la que se registra una mayor siniestralidad (800 fallecidos el a?o pasado) en comparaci¨®n con las autopistas y autov¨ªas. Sobre aquellas carreteras pesan problemas agudizados en gran medida por los sucesivos recortes en las inversiones destinadas al mantenimiento de las infraestructuras. En la red convencional abundan calzadas con un firme deficiente, curvas peligrosas, cambios de rasante pronunciados y una se?alizaci¨®n susceptible de ser mejorada.

Cuando se trata de atajar los accidentes de tr¨¢fico no hay que descuidar la prevenci¨®n pero tambi¨¦n es necesario actuar con severidad contra aquellos que se ponen al volante bajo los efectos del alcohol y las drogas, eluden circular sin el obligatorio cintur¨®n, llevan el casco en la mano o usan el m¨®vil mientras conducen. La seguridad vial requiere acelerar el plan para limitar la velocidad en las ciudades, revisar el carn¨¦ por puntos, endurecer las sanciones y mejorar, en general, las condiciones de la red de carreteras.