Cinco cosas que quiz¨¢s se desconocen de las ces¨¢reas
En general, si no hay complicaciones y el estado de salud es bueno, la recuperaci¨®n f¨ªsica suele oscilar entre unos d¨ªas a algunas semanas, dependiendo del ritmo de cada mujer
Hay una frase que siempre termina alcanzando, de una forma u otra, a una mujer a la que se le ha practicado una ces¨¢rea: ¡°Lo importante es que el beb¨¦ est¨¢ bien¡±. Y, claro, lo es. Sin embargo, son menos las veces en las que alguien se detiene a pensar en c¨®mo se ha vivido ese proceso o los da?os colaterales ¨Cf¨ªsicos y emocionales¨C que puede ocasionar esta intervenci¨®n para la madre. Hoy sabemos m¨¢s acerca de la experiencia corporal del parto ¨Cy de sus consecuencias¨C gracias a los generosos relatos de las mujeres que han pasado por ello. Relatos que encontramos en la literatura. En Sigo aqu¨ª (Libros del Asteroide), la escritora irlandesa Maggie O'Farrell narra c¨®mo estuvo a punto de morir mientras le practicaban una ces¨¢rea de urgencia y c¨®mo el shock la acompa?¨® varios meses despu¨¦s. "?Qu¨¦ tal el parto?, me preguntan con inter¨¦s, con una mirada amable, y no s¨¦ qu¨¦ decirles". En Las madres no (Tr¨¢nsito editorial), de Katixa Agirre, Alice sue?a que se le abre la cicatriz de la ces¨¢rea: ¡°Lo primero que sinti¨® es que algo la ara?aba por dentro, un leve cosquilleo que se fue tornando en escozor insistente¡±. Tambi¨¦n integra en la historia los detalles de una intervenci¨®n de este tipo y sus efectos. La escritora Laura Freixas habla en A m¨ª no me iba a pasar (Ediciones B) de su propia experiencia: ¡°Me abren, me rajan, me desatornillan. Hay que forzar la ostra para apoderarse de la perla. Por eso me habr¨¢n puesto el trapo verde entre los ojos y la barriga, para que no vea c¨®mo me sierran, lo noto perfectamente, s¨ª, con un serrucho¡±.
Tambi¨¦n encontramos relatos en blogs, en medios y en redes sociales. Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, publicaba el pasado mes de diciembre en Facebook un post a trav¨¦s del cual daba visibilidad al problema que arrastraba desde el nacimiento de su hijo hace dos a?os y medio. ¡°Tras mi ces¨¢rea, el equipo m¨¦dico estaba satisfecho con la operaci¨®n y el buen estado de salud del beb¨¦. Yo tambi¨¦n, feliz con mi peque?o y agradecida con la sanidad p¨²blica. Pero seg¨²n la ginecolog¨ªa cl¨¢sica, la hernia que me qued¨® no era ¡°nada grave¡±, as¨ª que no hicieron nada en el momento. Y as¨ª he pasado dos a?os y medio con una hernia que dol¨ªa, que era inc¨®moda, que hac¨ªa que no tuviera ombligo. No era grave, no era cuesti¨®n de vida o muerte, pero a m¨ª me ha condicionado mi vida y mi autoestima. Y hoy, cuando tras la operaci¨®n veo mi cuerpo en el espejo, con moratones, con grapas, pero finalmente con ombligo, r¨ªo de alegr¨ªa y de rabia¡±, contaba.
Con este relato, Colau se convert¨ªa en el espejo de muchas mujeres, pero tambi¨¦n en un excelente altavoz para denunciar lo infravalorado y lo silenciado de la experiencia materna. ¡°Se habla mucho (y se ridiculiza) de los s¨ªntomas del embarazo como las n¨¢useas o los v¨®mitos. Pero es mucho m¨¢s que eso. Son las estr¨ªas, la baja autoestima, los miedos e inseguridades, el peso de la responsabilidad, las muchas cosas que no debes comer o beber, que se niegue nuestra deseabilidad y sexualidad durante el embarazo y en los meses posteriores, y un largo etc¨¦tera. Un elemento com¨²n a esas muchas cosas que te pasan o te pueden pasar a ra¨ªz del embarazo es que son TU problema. No son problema de la familia, ni de la sociedad, ni del sistema de salud... si no hay riesgo para tu vida, todo lo que te pase es TU problema¡±, denunciaba.
Lo que quiz¨¢s no se sabe de una ces¨¢rea
Cuenta Ibone Olza en Parir (Ediciones B), un ensayo sobre la experiencia vital del parto, que una ces¨¢rea es como si te operaran de apendicitis, pero nada m¨¢s salir del quir¨®fano te dieran un reci¨¦n nacido para cuidarlo. ¡°?Estrenar as¨ª la maternidad es muy dif¨ªcil!¡±, dice. Pocas frases resumen mejor lo abrumador que puede ser el comienzo de esta etapa. Y es que, son muchos los condicionantes que van a influir en la experiencia como, por ejemplo, si hay consecuencias f¨ªsicas y/o emocionales o si se necesita y se tiene el apoyo del entorno. Una ces¨¢rea es ¨Co puede ser¨C un plus de complejidad a una vivencia ya compleja per se. Ca¨®tica. Aqu¨ª algunas cosas a¨²n poco conocidas sobre las ces¨¢reas.
La recuperaci¨®n f¨ªsica de una ces¨¢rea
Explica Miriam Al Adib Mendiri, ginec¨®loga y autora del libro Hablemos de vaginas (OBERON), que la recuperaci¨®n de la madre depender¨¢ de muchos factores: si hay o no complicaciones derivadas de la cirug¨ªa, del estado de salud de base de la mujer y si existe obesidad o enfermedades debilitantes acompa?antes. ¡°En general, si no hay complicaciones y el estado de salud es bueno, la recuperaci¨®n f¨ªsica suele oscilar entre unos d¨ªas a algunas semanas, dependiendo del ritmo de cada mujer¡±, se?ala.
Eventraci¨®n: una de las complicaciones f¨ªsicas
¡°La ces¨¢rea, cuando hay alguna complicaci¨®n, puede salvar vidas, pero hay que tener en cuenta que es una operaci¨®n y por tanto tiene sus indicaciones precisas, pues como toda cirug¨ªa mayor tambi¨¦n tiene sus riesgos¡±, cuenta Miriam Al Adib Mendiri. Entre las complicaciones la ginec¨®loga destaca algunas como hemorragia, infecci¨®n, efectos secundarios derivados de la anestesia, tromboembolismos, hematomas, seromas o lesiones de ¨®rganos adyacentes.
La cicatrizaci¨®n var¨ªa mucho de unas mujeres a otras. Algunas sufren un crecimiento exagerado de la cicatriz, form¨¢ndose lo que se denominan queloides. Vuelvo a Sigo aqu¨ª de Maggie O'Farrell: ¡°La cicatriz que cruza el abdomen parece, seg¨²n mi hermana, una mordedura de tibur¨®n". Otra de las consecuencias, como en el caso de Ada Colau, puede ser la aparici¨®n de una hernia que cuando se produce en el lugar de una incisi¨®n quir¨²rgica recibe el nombre de eventraci¨®n. ¡°Esto consiste en que una de las capas de la pared abdominal no cicatriza bien. En este caso queda un hueco por el que sale contenido abdominal, quedando as¨ª ese contenido de la hernia justo por debajo de la piel de la cicatriz formando un bulto¡±, explica Miriam Al Adib Mendiri. Una complicaci¨®n grave que puede tener la eventraci¨®n es que esas v¨ªsceras que salen a trav¨¦s de ese defecto de la pared abdominal se estrangulen y no les llegue bien la vascularizaci¨®n, lo que ser¨ªa un cuadro muy grave que requiere cirug¨ªa de urgencia. Seg¨²n la ginec¨®loga existen factores de riesgo que aumentan la frecuencia de la eventraci¨®n como son la obesidad, la diabetes, las enfermedades que debilitan el sistema inmune, la infecci¨®n de la incisi¨®n quir¨²rgica y la mala t¨¦cnica.
La herida emocional
Para Sabina del R¨ªo, psic¨®loga perinatal y directora del centro de psicolog¨ªa especializado en maternidad Calma, aunque es importante no generalizar, hay cambios en el cuerpo de la mujer tras el embarazo y el parto que pueden vivirse muy mal (estr¨ªas, di¨¢stasis de rectos, incontinencia urinaria y/o fecal, suelo p¨¦lvico da?ado) y que pueden afectar en menor o mayor grado la autoestima de la mujer, su vida de pareja (muy importante tambi¨¦n la vida sexual puede quedar afectada) y su vida social.
Entre las consecuencias a nivel emocional de una ces¨¢rea destaca el trauma (¡°Si se ha sentido miedo a la propia muerte o del beb¨¦ o ha sido una ces¨¢rea de urgencia, o ha habido mucho dolor porque no se ha podido esperar a que haga efecto la anestesia¡±); la depresi¨®n postparto (¡°Se puede vivir la ces¨¢rea como un fracaso como mujer, sensaci¨®n de parto robado ante las expectativas que se ten¨ªan...¡±); la tocofobia (¡°Se desarrolla miedo al parto y muchas mujeres no quieren tener m¨¢s hijos¡±); y dificultades en la vinculaci¨®n con el beb¨¦ y en la instauraci¨®n de la lactancia (¡°En muchos hospitales todav¨ªa se separa a la madre del beb¨¦ tras la ces¨¢rea, cuando est¨¢ demostrad¨ªsimo que las dos primeras horas tras el nacimiento deben ser sagradas y madre y reci¨¦n nacido deben estar en contacto piel con piel¡±).
Un problema individual
Lamentaba Ada Colau en el texto que todo lo que tiene que ver con el cuerpo de la mujer tras el embarazo se entiende como un problema individual. ?Debemos darle m¨¢s visibilidad? ?Es urgente m¨¢s atenci¨®n al cuerpo de la mujer? Para Sabina del R¨ªo lo mejor que podemos hacer para ayudar a las mujeres en este tema concreto ¨Cy en general en referencia a todo lo relacionado con su salud ginecol¨®gica-obst¨¦trica?¨C, es visibilizar y no minimizar, estigmatizar o incluso humillar. ¡°El cuerpo de la mujer y todo lo relacionado con su funcionamiento, durante siglos ha estado oculto. Una gran parte de las mujeres no conocen su cuerpo ni se relacionan con ¨¦l con normalidad, no saben de las fases del ciclo menstrual, no han observado nunca sus genitales ni saben nombrar sus diferentes partes. El desconocimiento, por tanto, lleva tambi¨¦n al no cuidado y a "asumir" todo lo relacionado con lo femenino como algo a ocultar¡±.
Para la psic¨®loga se trata de un tema familiar, social, educativo y sanitario; sobre este ¨²ltimo pilar considera que se est¨¢n dando pasos porque son cada vez m¨¢s los profesionales preocupados en formarse en el cuidado integral de la mujer: ¡°Hay especialistas y centros sanitarios que ya incluyen unidades de la mujer donde se tratan espec¨ªficamente todos estos problemas y donde se comienza a visibilizar, nombrar y normalizar su cuerpo y su funcionamiento¡±.
Negar sentimientos y restar importancia
Algo que se dice habitualmente es que se tiende a restar importancia ¨Ca nivel social y familiar¨C y a negar los sentimientos negativos que puede provocar una ces¨¢rea. ?Qu¨¦ no se deber¨ªa decir nunca en estos casos? Responde Sabina del R¨ªo que, aunque sean comentarios con la mejor intenci¨®n, no se debe negar la importancia que puede tener para la mujer, minimizar el da?o causado en su cuerpo y decir que eso no es grave o importante, que lo importante es que los dos est¨¢n bien. ¡°No se trata de que hagamos un drama, se puede desdramatizar lo que est¨¢ viviendo la mujer sin quitarle su importancia¡±, se?ala. Un ejercicio tan complejo como necesario.
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