El agua bendita de Zapala

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Puede que en el lugar donde lea estas l¨ªneas el acceso a agua potable de calidad no sea un problema, pero si se encuentra en ciudades como Ciudad del Cabo, San Pablo, o El Alto, esa no ser¨¢ su realidad. En estos lugares y otros muchos la crisis mundial por el acceso de agua en cantidad y calidad ya es diaria. Expertos de la ONU u organizaciones como Oxfam vienen alzando la voz desde hace tiempo asegurando que a medida que continuamos calentando el planeta, estamos radicalizando el ciclo h¨ªdrico; eso se traduce en sequ¨ªas m¨¢s extremas y temporadas de lluvia m¨¢s intensas, con tormentas cada vez m¨¢s da?inas. Las consecuencias de la radicalizaci¨®n de los ciclos h¨ªdricos son muchas, pero entre las m¨¢s relevantes est¨¢ en que restringe por agotamiento o estr¨¦s las fuentes superficiales o subterr¨¢neas en los lugares donde golpean las sequ¨ªas el acceso al agua. Millones de personas quedan afectadas

Pero en la ciudad de Zapala, hogar de unas 40.000 personas, no tienen estos problemas. All¨ª cada vez que alguien tira la cadena del inodoro, lava los platos, el auto, la vereda, o riega el patio, lo hace con agua mineral natural de la m¨¢s alta calidad, de acuerdo con los par¨¢metros del C¨®digo Alimentario Argentino. La EAMSEP, la entidad publica a cargo de la red de distribuci¨®n del agua de la ciudad, le agrega dosis m¨ªnimas de cloro por motivos de seguridad, nada m¨¢s.

Zapala no parece ser el oasis que es. A 150 kil¨®metros de Neuqu¨¦n? ¡ªciudad capital de la provincia hom¨®nima¡ª, la localidad no difiere demasiado de otras del desierto norpatag¨®nico a simple vista. Lejos de cualquier fuente de agua visible, parece otra poblaci¨®n m¨¢s azotada por la tierra, el fr¨ªo y el viento caracter¨ªsticos de la regi¨®n. Sin embargo, se erige sobre un acu¨ªfero de roca sedimentaria multicapa que abarca una superficie de alrededor de 300 kil¨®metros cuadrados y hasta 400 metros de profundidad, cubierto en la superficie por una formaci¨®n bas¨¢ltica que le permite unas condiciones ¨²nicas de filtraci¨®n de las precipitaciones superficiales.

En Zapala, cada vez que alguien tira la cadena del inodoro, lava los platos, el auto, la vereda, o riega el patio, lo hace con agua mineral natural de la m¨¢s alta calidad

Antes de llegar al grifo de los zapalinos, el agua del acu¨ªfero Zapala fue alguna vez nieve o lluvia de la cercana precordillera andina, pero ese antes es mucho antes; el agua que toman hoy los zapalinos, fue nieve hace 120 a?os, en 1900, o incluso siglos antes. El agua de Zapala es rica, en el mejor sentido. Es pura. Para los zapalinos es adem¨¢s su ¨²nica fuente de vida. La ciudad no cuenta con otro recurso h¨ªdrico, ni la posibilidad o necesidad de tenerlo.

El acu¨ªfero tiene hasta ahora sana recarga anual; en Zapala, si se mantienen las condiciones clim¨¢ticas y de crecimiento poblacional existente, teniendo un consumo racional, hay agua para 300 a?os m¨¢s, seg¨²n explica la?ingeniera Lorena Ruiz, presidenta del EAMSEP.?

La cantidad y calidad del agua del acu¨ªfero Zapala es ¨²nica, seg¨²n?un informe sobre la salud del acu¨ªfero presentado en diciembre del 2018 y realizado por el laboratorio de Hidrogeolog¨ªa de la Universidad Nacional del Sur (Bah¨ªa Blanca). Este documento es una actualizaci¨®n del ¨²nico estudio exhaustivo que se ha hecho hasta ahora de la zona. Sus conclusiones sirvieron para describir las caracter¨ªsticas hidrol¨®gicas y geol¨®gicas de lo que ya sus pobladores sab¨ªan intuitivamente desde casi un siglo atr¨¢s.?

Lucha hist¨®rica por preservar el acu¨ªfero

Desde entonces, el acu¨ªfero y su protecci¨®n han sido la base de las luchas que m¨¢s movilizaron a la localidad luego de las hist¨®ricas manifestaciones contra la hambruna y a favor del trabajo en septiembre del 2001, que antecedieron a movilizaciones mayores similares en toda Argentina y que culminaron con la renuncia presidencial de De la R¨²a en diciembre del mismo a?o. Zapala tuvo en los a?os noventa y en la primer d¨¦cada y media de este siglo un saludable h¨¢bito de movilizaci¨®n popular que fue en gran medida encarnado por la Asamblea Popular de Zapala, un ¨¢mbito horizontal y popular de debate y movilizaci¨®n.

?scar Carrasco y Hern¨¢n Moreno, ambos profesores de secundaria, son dos veteranos activistas de las luchas de Zapala por proteger su agua. Oscar y Hern¨¢n relatan como en el a?o 2010 una consultora privada realiz¨® sondeos para saber cu¨¢les ser¨ªan los requisitos para establecer una planta embotelladora. Los rumores por entonces dec¨ªan que el grupo quer¨ªa exportar el agua de Zapala como un producto premium a Dubai. Estos sondeos iniciales generaron un rechazo inmediato de la Asamblea Popular que sirvieron para que el Concejo Deliberante de la ciudad votar¨¢ una ley para proteger al acu¨ªfero dentro del ejido municipal de cualquier emprendimiento de explotaci¨®n privada.?

Los dos profesores cuentan como en el a?o 2012, observando un sospechoso movimientos de camiones que iban y ven¨ªan de la planta de bombeo principal de la ciudad, los vecinos detectaron que el agua estaba siendo vendida a la petrolera Apache quien la usaba a millones de litros por hora, mezclada con qu¨ªmicos y arenas en un cercano paraje llamado Anticlinal, en lo que constituir¨¢n los primeros pozos de fractura hidr¨¢ulica no convencional de la cuenca neuquina. Al enterarse de esta situaci¨®n y del conflicto que la empresa estaba teniendo con la comunidad cercana de Nielayquen, que en mapuche significa literalmente no hay agua, la Asamblea de Zapala lleg¨® a detener las actividades en dos de los pozos por un mes.

¡°Durante el tiempo que dur¨® el conflicto, a las personas que viv¨ªan en Nielayquen, la ¨²nica agua que les llegaba era la que les llev¨¢bamos nosotros en bidones y camionetas. El gobierno provincial, que deb¨ªa enviarles camiones semanales con agua les cort¨® el suministro como forma de presionarlos para que desistieran¡±, relata Hernan, quien ademas de participar activamente de la lucha en ese tiempo era tambi¨¦n concejal de la ciudad por el partido socialista.

Los vecinos detectaron que el agua estaba siendo vendida a la petrolera Apache quien la usaba de a millones de litros por hora, mezclada con qu¨ªmicos y arenas

El planteamiento de las autoridades del EAMSEP en ese tiempo fue que la ley no prohib¨ªa una explotaci¨®n p¨²blica y racional del acu¨ªfero. Consultada por el proyecto del EAMSEP para embotellar agua, que data del a?o 2008, la ingeniera Ruiz detall¨® que por el momento es solo eso, un proyecto realizado por la Administraci¨®n anterior, y que de llevarse a cabo, este tomar¨ªa el agua fuera de la red actual, necesitar¨ªa inversi¨®n externa para construir la planta y que esta ser¨ªa de producci¨®n limitada, no superando un cuarto del consumo estimado anual actual de la ciudad.

Ademas detall¨®, que el destino de las ganancias se usar¨ªa para financiar las obras de construcci¨®n y mantenimiento de la red y que la raz¨®n de este proyecto consiste en generar recursos, porque en sus propias palabras ¡°Con lo que tenemos hoy no alcanza¡±. ¡°Mi temor ser¨ªa que el proyecto de embotellado pudiera sentar un precedente peligroso que sirviera para allanar el camino a emprendimientos privados", explica Ruiz. La misma ingeniera tiene dudas sobre el proyecto; entiende que generar¨ªa resistencias razonables en la sociedad, que en parte ella comparte. Ser¨ªa, dice, abrir una caja de Pandora.

Posibles riesgos de contaminaci¨®n

En un breve recorrido por la zona, la contaminaci¨®n ambiental es verificable a simple vista u olfato. El falso arroyo se junta con vertientes naturales propias de los mallines (humedales) del acu¨ªfero en el bajo. Vecinos conviven al lado del canal, sin servicios, entre la basura y la materia fecal, que en adici¨®n, unos kil¨®metros antes se junta con los desechos del matadero municipal y luego todo va flotando y acumul¨¢ndose a varios kil¨®metros fuera de la ciudad en una especie de laguna artificial.

La calidad del agua se mantiene, pero el estudio hidrogeol¨®gico de la UNS determin¨® que el acu¨ªfero corre un riesgo que el mismo informe calific¨® como ¡°alto¡± de contaminaci¨®n y urgi¨® a las autoridades a hacer trabajos al respecto de forma inmediata. De acuerdo con el informe, el foco m¨¢s problem¨¢tico, no el ¨²nico, est¨¢ en el acceso norte de la ciudad, por donde corre un canal artificial a cielo abierto de aguas servidas que los vecinos bautizaron ¡°arroyo pichicaca¡±.

Ante la consulta de si exist¨ªan peligros para la salud del acu¨ªfero la ingeniera Ruiz contest¨® que no, que ¨¦l estudio de la Universidad Nacional del Sur no hab¨ªa detectado peligros y que el agua se mantiene en el tiempo con la misma calidad. Lo mismo declar¨® en la presentaci¨®n del informe a la comunidad en diciembre del 2018 Soledad Mart¨ªnez,?diputada provincial.

La calidad del agua se mantiene, pero un estudio hidrogeol¨®gico determin¨® que corre un riesgo que el mismo informe calific¨® como ¡°alto¡± de contaminaci¨®n

El problema es que solo una de esas afirmaciones es cierta.

Jos¨¦ Argentino trabaja de puestero, cuidando medio centenar de cabras que pastorean en los humedales, donde se juntan el agua pura que aflora del acu¨ªfero con la suciedad de la ciudad. Los animales no son de su propiedad, solo los cuida, ganando un poco m¨¢s de 120 euros al mes. A Argentino, que tiene 64 a?os y vive en esta zona desde siempre, hace unos a?os le creci¨® un tumor que hoy tiene el tama?o de una pelota de tenis en su om¨®plato derecho. ¡°En el hospital me dijeron que me operan, pero yo no tengo nadie que me cuide los animales... si no trabajo no como¡±, relata el puestero.

El caso de Jos¨¦ Argentino no parece ser el ¨²nico en la zona de acuerdo con el relato de un ambientalista que prefiri¨® no ser identificado. El municipio ya afronta un juicio millonario de parte de un vecino fruticultor por contaminaci¨®n ambiental en el ¨¢rea. En ese juicio, un an¨¢lisis sobre los afluentes y el suelo del Instituto Argentino de Tecnolog¨ªa Industrial determin¨® que el grado de contaminaci¨®n encontrado no es solo peligroso para el ambiente sino tambi¨¦n para la vida animal y humana.

Para solucionar este foco de contaminaci¨®n la ciudad deber¨ªa primero entubar correctamente las aguas servidas y luego instalar una planta de tratamiento, planta que la municipalidad tiene proyectada hace a?os, pero que de momento es solo un cascar¨®n vac¨ªo y sin funcionar. Mientras que no lo haga, los zapalinos seguir¨¢n dependiendo de que los circuitos naturales de filtraci¨®n del acu¨ªfero hagan la magia de continuar filtrando lo que la falta de conciencia y mala administraci¨®n no han podido. Y as¨ª, mantener ese raro privilegio, que del grifo continue saliendo agua mineral.

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