El ¨²ltimo desfile de Jean Paul Gaultier son 50 a?os de desfiles
El dise?ador franc¨¦s se despide de las pasarelas con una colecci¨®n enteramente reciclada y un espect¨¢culo musical de casi una hora
Jean Paul Gaultier, el dise?ador que m¨¢s se divierte de la moda se despidi¨® este mi¨¦rcoles de la pasarela y lo hizo de la ¨²nica forma que sabe hacer las cosas: con sentido del humor y a lo grande. El tel¨®n de teatro Chatelet parisiense se abre y aparece un cortejo f¨²nebre, un grupo de fornidos bailarines trasladan un f¨¦retro coronado por los famosos conos que dieron forma al ic¨®nico sujetador que el franc¨¦s dise?¨® para Madonna y que le hizo mundialmente conocido. Boy George canta Back to black de Amy Winehouse, y Gaultier se r¨ªe de su propio funeral como dise?ador. Su legado, una colecci¨®n compuesta ¨ªntegramente por ropa y tejidos reciclados: retales y prendas que ha ido rescatando, como ¨¦l mismo explica en su nota de prensa, de los archivos, armarios y colecciones que ha creado en sus 50 a?os de carrera. ¡°Siempre me ha gustado mezclar, especialmente cosas que en principio no pegan. Me encanta el mestizaje de prendas, personas, razas y g¨¦neros. Cuando sabemos mirar hay belleza por todas partes¡±, sentencia.
Toda una declaraci¨®n de intenciones a la que da forma a trav¨¦s de un espect¨¢culo magn¨ªfico: m¨¢s de 250 modelos de todas las edades recorren los grandes referentes del franc¨¦s: la est¨¦tica marinera, la sastrer¨ªa circunspecta, el cuero, la cultura espa?ola (con torero incluido que recorre en puntas de ballet la pasarela), Egipto, ?frica. ¡°Estoy haciendo lo mismo que hac¨ªa al principio de mi carrera sin recursos, pero ahora con mi legado. Adi¨®s a la nuevo y hola a viejo¡±, detalla. Entre las maniqu¨ªes, amigas del alma como Rossy de Palma, Dita Von Teese, Amanda Lear o Breatice Dalle. M¨¢s de una hora de show y 1.800 invitados puestos en pie, entre los que se encuentran la flor y nata de la industria de la moda. Incluidos algunos de sus colegas ¡ªreunidos excepcionalmente para homenajear al maestro¡ª como Nicolas Ghesquiere, Christian Lacroix o Dries Van Noten.
Todos juntos terminan sobre el escenario en una fiesta al estilo Gaultier, que sale a saludar en mono de obra. Genio y figura.
En su anterior desfile, celebrado en julio en Par¨ªs, defend¨ªa una nueva ¡ªpero a la vez vieja¡ª concepci¨®n de la moda, que entra en conflicto con la corriente dominante en la industria actual. ¡°Hay demasiada ropa. Todo, incluidas las mascas, es masivo, como si fuese Carrefour. Y tenemos que dejar de consumir tanto. No es algo malo per se. Simplemente debemos adaptarnos, ser m¨¢s concisos: hacer poco y bien¡±, explicaba en una entrevista con El Pa¨ªs Semanal minutos antes de salir a la pasarela. En su opini¨®n, la ¡°sobreproducci¨®n¡± de prendas estaba ¡°matando¡± el sector. ¡°Es rid¨ªculo. Porque las personas que est¨¢n decidiendo que se hagan cada vez m¨¢s colecciones y cada vez m¨¢s r¨¢pido no se comportan como gestores o expertos, sino como pol¨ªticos. Hacen m¨¢s para destruir a los otros. Es una guerra de poder. Piensan ¡®?ah! T¨² haces esto, pues yo el doble¡¯. Y, al final lo que tenemos es una sobredosis¡±. La soluci¨®n para que el sistema resulte sostenible, en todos las acepciones del t¨¦rmino, pasa por ¡°fabricar poco y hacerlo bien¡±. Aseguraba entonces que, frente a la ¡°excesiva industrializaci¨®n¡± del mercado textil, un creciente n¨²mero de consumidores estaba volviendo a valorar ¡°lo artesanal y hecho a mano, con tiempo y amor¡±.
Adem¨¢s de preocupaci¨®n, sus palabras revelaban un hartazgo de las reglas del juego. Unas normas no escritas que ya hab¨ªa tenido la osad¨ªa de desafiar hace seis a?os cuando, en contra de lo que se impon¨ªa en el sector, decidi¨® reducir su actividad: abandon¨® el pr¨ºt-¨¤-porter?¡ªm¨¢s comercial y generalmente m¨¢s rentable¡ª para centrarse en la alta costura y su exitosa l¨ªnea de perfumes.
Las razones que le llevaron a tomar aquella decisi¨®n son las mismas que subyacen en estas ¨²ltimas declaraciones. ¡°El pr¨ºt-¨¤-porter ha cambiado mucho. El fren¨¦tico ritmo de las colecciones no deja ninguna libertad ni el tiempo necesario para encontrar nuevas ideas¡±, explicaba entonces. La alta costura, sin embargo, le permit¨ªa expresar su desbocada creatividad y su gusto por ¡°la investigaci¨®n y la experimentaci¨®n¡±. Como tantas otras veces a lo largo de su carrera, Gaultier fue el primero ¡ªo uno de los primeros¡ª en expresar p¨²blica y claramente su rechazo hacia un modelo de negocio que hab¨ªa obligado a las firmas a pasar de producir dos colecciones al a?o ¡ªoto?o/invierno y primavera/verano¡ª a m¨¢s del doble. Tambi¨¦n fue uno de los pocos en actuar en consecuencia.
Porque Gaultier es, sobre todo, un dise?ador valiente. Puede que pase a la historia por elevar la camiseta de rayas marineras a la categor¨ªa de icono de moda o, m¨¢s probablemente, por idear el sujetador de conos con el que Madonna escandaliz¨® al mundo en 1990 durante su gira Blonde Ambition. Pero deber¨ªa ser reconocido tambi¨¦n por hacer del riesgo su bandera y de su capa, un sayo. Que no es poco precisamente en una industria donde cada movimiento est¨¢ medido y analizado al mil¨ªmetro; y la espontaneidad es como un unicornio, un concepto mitol¨®gico. Gaultier fue pionero en vestir al hombre con falda ¡ªtres d¨¦cadas antes de que Palomo Spain pusiese a Espa?a patas arriba por encajarles historiados vestidos a sus andr¨®ginos chicos¡ª; en contratar a modelos multirraciales; subir mujeres que representaban distintos arquetipos corporales y de belleza a su pasarela; en celebrar lo queer¡ Y todo lo hizo en una ¨¦poca en la que realmente era motivo de controversia y hasta esc¨¢ndalo.
Pero es que el dise?ador franc¨¦s siempre se ha definido como un hombre libre y abierto, un hedonista que parece no tener miedo a nada y que disfruta de la diversidad, desde mucho antes de que esta palabra estuviera en cada nota de prensa de cada desfile. Representa un prototipo de dise?ador carism¨¢tico y con sentido del humor, comprometido y divertido ¡ªdemostrando que es posible ser ambas cosas¡ª que parece no tener equivalencia en la actualidad. Representa, en definitiva, una forma de ser y estar que es el reflejo de una ¨¦poca de la moda que ya no es ni est¨¢.
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