?Por qu¨¦ ellas no eligen carreras t¨¦cnicas?
Si bien hay carreras paritarias como Qu¨ªmica, Medicina y Biolog¨ªa, faltan alumnas en otras como F¨ªsica, Inform¨¢tica e ingenier¨ªas
Dice el estereotipo com¨²nmente aceptado que a las mujeres no les va eso de las carreras t¨¦cnicas. Y tan com¨²nmente aceptado es el estereotipo que se acaba convirtiendo en una profec¨ªa autocumplida: si ya faltan vocaciones STEM en general (ciencia, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa y matem¨¢ticas, por sus siglas en ingl¨¦s), la ausencia de vocaciones femeninas de este tipo es a¨²n m¨¢s acusada. Es un problema: estas materias son y ser¨¢n, dado el aceler¨®n tecnol¨®gico en el que nos vemos inmersos, centrales en los nuevos trabajos que est¨¢n por aparecer y en las sociedades que se est¨¢n construyendo. Ah¨ª est¨¢ el futuro y ah¨ª tienen que estar las mujeres.
¡°Se cree que estamos en un momento en el que las mujeres podemos elegir libremente cualquier carrera, pero no es cierto¡±, dice la matem¨¢tica Marta Macho, miembro de la C¨¢tedra de Cultura Cient¨ªfica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV), donde se encarga del blog Mujeres con ciencia. ¡°Hay numerosos estudios que demuestran que desde los seis a?os, debido al entorno social, las ni?as van acumulando inseguridades para dedicarse a carreras STEM¡±, apunta Macho. Al mismo tiempo, la demanda de profesionales cualificados en el ¨¢mbito digital crece al 4% anual, seg¨²n el Ministerio de Industria, Energ¨ªa y Turismo.
Seg¨²n datos de la Unesco, solo el 28% de los investigadores cient¨ªficos en el mundo son mujeres y solo uno de cada cinco pa¨ªses entre Europa Occidental y Estados Unidos ha logrado la paridad de g¨¦nero en la investigaci¨®n. Si bien hay carreras de ciencia paritarias o feminizadas, como Qu¨ªmica, Medicina, Biolog¨ªa, Enfermer¨ªa y Matem¨¢ticas (la excepci¨®n de las STEM), faltan de forma muy se?alada en otras materias como F¨ªsica, Inform¨¢tica e ingenier¨ªas de todo tipo.
Expectativas distintas
Solo uno de cada cuatro matriculados en ingenier¨ªas es mujer, seg¨²n datos del Ministerio de Educaci¨®n. Solo el 31,4% de los matriculados en STEM son mujeres, aporta el Instituto de la Mujer. La demanda adem¨¢s est¨¢ disminuyendo en algunos casos. ¡°Muchas veces se piensa que para ser inform¨¢tico tienes que ser un tipo friki con gafas que se pasa el d¨ªa delante del ordenador comiendo pipas y bebiendo refrescos¡±, ironiza Macho. Por cierto, aunque el nuevo Gobierno de Pedro S¨¢nchez est¨¦ altamente feminizado, el ministro de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades es un hombre, el astronauta Pedro Duque.
¡°Desde la infancia se nos educa con expectativas distintas, cuando no deber¨ªa ser as¨ª porque todos tenemos talentos diversos¡±, dice Milagros Sainz, directora del grupo de investigaci¨®n GenTIC de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y coordinadora del libro Se buscan ingenieras, f¨ªsicas y tecn¨®logas, publicado por la editorial Ariel y la Fundaci¨®n Telef¨®nica. ¡°Hasta hace no tanto se pensaba que las mujeres ten¨ªan que dedicarse a los cuidados, que no pod¨ªan trabajar o estudiar, hasta ten¨ªan que pedir permiso para abrir una cuenta bancaria¡±, a?ade Sainz. ¡°Ahora se piensa que pueden estudiar, pero cosas asociadas al rol femenino como Enfermer¨ªa o Medicina, no carreras t¨¦cnicas¡±.
Visibilizar a las investigadoras
Seg¨²n Sainz, se pierden muchas cosas con la ausencia de mujeres en las STEM, ¨¢mbitos en los que las necesidades, los pensamientos, las formas de hacer de las mujeres no van a estar representados. Son sectores donde se va a ejercer el poder en el futuro, desde donde ya se ejerce, y donde las mujeres van a estar infrarrepresentadas. ¡°Si no hay mujeres en el ¨¢mbito tecnol¨®gico, tampoco hay mujeres que tomen decisiones. Muchas veces los puestos de direcci¨®n, de liderazgo, se asocian a las ingenier¨ªas, y ah¨ª no est¨¢n las mujeres: los puestos de poder, al final, siempre recaen en los hombres¡±, remacha la investigadora. Seg¨²n datos de un estudio realizado en 2015 por Ifema e Infoempleo.com, la presencia de mujeres en las empresas TIC va disminuyendo seg¨²n se incrementa la categor¨ªa profesional: son el 40% de los puestos operativos, pero solo el 11% de los directivos.
Lo que se necesita, seg¨²n coinciden las expertas, es una mayor visibilizaci¨®n del trabajo de las cient¨ªficas, que sirva de ejemplo a las nuevas generaciones. En las universidades tampoco hay mucho ejemplo: el porcentaje de profesores masculinos de ingenier¨ªa es casi el doble que el de profesoras (el 8% de las profesoras de universidad lo son de ingenier¨ªa seg¨²n el estudio Cient¨ªficas en cifras del Ministerio de Econom¨ªa). El programa For Women in Science, auspiciado por la Fundaci¨®n L¡¯Or¨¦al y la Unesco, lleva 20 a?os dedic¨¢ndose a ello. ¡°El objetivo es dar apoyo a las cient¨ªficas y darles visibilidad a nivel mundial para que sirvan de referencia a otras investigadoras¡±, seg¨²n explica Ana Arribas, responsable del proyecto en Espa?a.
Aqu¨ª se incluyen programas de divulgaci¨®n, campa?as en redes sociales, actividades en colegios, becas y cinco grandes premios anuales internacionales, los premios For Women in Science. En su ¨²ltima edici¨®n fueron galardonadas la qu¨ªmica libanesa Niveen Khashab, la f¨ªsica australiana Michelle Simmons, la f¨ªsica brit¨¢nica Nicola Spaldin, la astr¨®noma chilena Mar¨ªa Teresa Ruiz y la ingeniera qu¨ªmica estadounidense Zhenan Bao.
¡°Las j¨®venes salen muy motivadas de los encuentros que realizamos con cient¨ªficas¡±, explica Arribas. ¡°Pero est¨¢ claro que hay cosas en su vida que frenan su impulso, su ¨ªmpetu por hacer carreras de ciencias. Estamos trabajando en revertir esa tendencia¡±. Para ello, tambi¨¦n quieren implicar a los hombres: acaba de nacer la Liga Masculina de Cient¨ªficos For Women in Science, que trabajar¨¢ a favor de una mayor igualdad de g¨¦nero en la ciencia.
Cient¨ªficas con historia
Aunque hist¨®ricamente la ciencia no ha sido un territorio demasiado amistoso para la mujer, nada ha podido evitar que la brillantez de muchas mujeres destacase en la investigaci¨®n. Tal vez el caso m¨¢s conocido es el de Marie Curie, la primera persona ganadora de dos premios Nobel, de F¨ªsica y de Qu¨ªmica. En los ¨²ltimos tiempos se ha reivindicado la figura de la brit¨¢nica Ada Lovelace, pionera de la programaci¨®n. La alemana Emily Noether fue una notable matem¨¢tica y dentro del mundo de la astronom¨ªa las mujeres han tenido estrella frecuente. Vera Rubin descubri¨® la materia oscura; Jocelyn Bell, los p¨²lsares; Henrietta Leavitt, el funcionamiento de las cefeidas. Es solo una muestra de las centenares de cient¨ªficas silenciadas. Hoy d¨ªa las mujeres se integran con normalidad en la investigaci¨®n, aunque no siempre en los porcentajes deseables. Eso s¨ª: muchas de estas cient¨ªficas ni tuvieron las facilidades ni el reconocimiento que hubieran recibido en caso de haber sido hombres.
Tambi¨¦n hay casos cercanos y contempor¨¢neos; por ejemplo, Concha Monje, investigadora en rob¨®tica en el Robotics Lab de la Universidad Carlos III de Madrid y ganadora de III Premio Mujer y Tecnolog¨ªa de la Fundaci¨®n Orange. "Cuando estudiaba ingenier¨ªa, yo era la ¨²nica mujer de mi curso", recuerda. "Creo que hay falta de referentes y presi¨®n social, pero quiero hacer visible que la ?ingenier¨ªa tambi¨¦n es para la mujer". Seg¨²n dice, el n¨²mero de f¨¦minas en su ¨¢mbito va en aumento.
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