La prohibici¨®n de circular a los mototaxis agita a la mayor ciudad de Nigeria

¡°Venid con ropa deportiva c¨®moda, por favor. Traed tambi¨¦n vuestros m¨®viles, vuestras pancartas y los documentos de identidad¡±. Esas son las principales consignas para participar en la protesta convocada para la ma?ana de este s¨¢bado contra la prohibici¨®n de los mototaxis en Lagos, la ciudad m¨¢s poblada de Nigeria y la megaciudad africana por definici¨®n. Parec¨ªa que se trataba de una decisi¨®n que ¨²nicamente afectaba a la movilidad, pero est¨¢ haciendo tambalearse el sistema urbano y ha saltado a las redes sociales para compartir la indignaci¨®n de una parte de la sociedad. Bajo el #OccupyLagos se ha organizado una campa?a aparentemente espont¨¢nea y poco organizada.

21 millones de almas se calcula que viven en el Lagos metropolitano. A partir del 1 de febrero, las okada y los keke napep quedaron proscritos en las calles m¨¢s populosas y transitadas de la ciudad, por una orden del gobierno. Las okada son las motocicletas y los keke napep, los motocarros que se utilizan de manera habitual para el transporte de personas en recorridos urbanos. Se trata del medio habitual de millones de lagosenses, por su precio y por su flexibilidad que permite eludir, al menos en parte, la congesti¨®n del tr¨¢fico de la urbe.

La prohibici¨®n desencaden¨® de manera inmediata un considerable caos en la ciudad. A las manifestaciones y los cortes de carretera de los motoristas, se sum¨® la incapacidad del sistema de transporte urbano para absorber la demanda que quedaba hu¨¦rfana de motos y motocarros. Y los usuarios se lanzaron a protestar en las redes. La etiqueta #OkadaBan (OkadaProhibici¨®n) en Twitter acogi¨® enseguida las im¨¢genes de las largas filas de ciudadanos y ciudadanas que esperaban autobuses u otros medios de transporte, las quejas por las eternas caminatas y los lamentos por los retrasos en la llegada al trabajo.

Las propias autoridades han utilizado tambi¨¦n esos mismos canales para explicar los motivos de la medida. Han intentado defender que se hab¨ªan visto obligados a aplicar una ley aprobada en 2018 debido a la alta tasa de accidentes de esos medios de transporte. Por ello, el gobernador del Estado de Lagos, Babajide Sanwo-Olu ha cargado las tintas sobre la indisciplina viaria de los conductores de las okada, ha insistido en que la decisi¨®n no admit¨ªa vuelta atr¨¢s porque se basaba en motivos de seguridad y ha anunciado el refuerzo del servicio de autobuses urbanos.

Otros usuarios segu¨ªan recordando que la prohibici¨®n no hab¨ªa mejorado el tr¨¢fico en la ciudad, al contrario, se quejaban de que los atascos continuaban siendo desmedidos. Y evidentemente, a pesar de las consecuencias negativas que se anunciaban, una situaci¨®n como esta se prest¨®, en las redes sociales, a las denuncias a trav¨¦s de la iron¨ªa.

Adem¨¢s de las repercusiones para la ciudadan¨ªa, parece que la medida tiene un impacto inmediato en la econom¨ªa. Algunas fuentes calculan en 800.000 las motos que funcionan como medio de transporte de ciudadanos, de manera m¨¢s o menos regulada. La mayor parte de las que lo hacen formalmente est¨¢n inscritas en alguna de las tres empresas que dominan el sector. Solo una de esas compa?¨ªas, Gokada, ya ha reconocido que ha tenido que despedir al 70% de su plantilla de conductores, lo que supone entre siete y ocho mil personas.

El testimonio de Sandra, una de esas conductoras de mototaxis, explicando sus condiciones laborales y lo que supone para ella el trabajo, ha despertado especialmente la empat¨ªa de los usuarios de los medios sociales y se ha hecho viral. Una poco conocida fundaci¨®n se ha apresurado a regalarle un coche a Sandra, quien ya se ha convertido en uno de los s¨ªmbolos en las redes del impacto de esta medida en la gente com¨²n, en el lagosense an¨®nimo.

En medio de esta tormenta, se ha producido un paso m¨¢s cuando ha empezado a circular por las mismas redes sociales una campa?a en forma de convocatoria. El hashtag #OccupyLagos aparec¨ªa como una reacci¨®n a la prohibici¨®n de las okada y los keke napep pero adem¨¢s lanzaba una apuesta muy especial, una manifestaci¨®n convocada este s¨¢bado 8 de febrero. La convocatoria es tremendamente confusa, no se identifica a ning¨²n colectivo y, sin embargo, ha ido circulando, fundamentalmente a trav¨¦s de Twitter.

No ha sido el primer mensaje con esa etiqueta, pero s¨ª uno de los que ha tenido m¨¢s difusi¨®n, un tuit en el que una usuaria llama a concentrarse el s¨¢bado en la zona Eko Atlantic de Lagos, una especie de distrito de lujo de la ciudad, una zona, por otro lado, poco popular y poco estrat¨¦gica.

Esta usuaria, adem¨¢s de las consignas para participar en la acci¨®n insiste, una y otra vez, en que se trata de una protesta c¨ªvica y pac¨ªfica, en la que se pretende demostrar el descontento de la ciudadan¨ªa con la decisi¨®n pero ¡°sin perturbar la paz¡± ni ¡°entorpecer la actividad normal¡±.

En todo caso, el hashtag #OccupyLagos ha servido tambi¨¦n para que los usuarios advirtiesen de los problemas que generaba la prohibici¨®n de las motocicletas. Otros mensajes advierten, por ejemplo, que adem¨¢s de las dificultades de movilidad, se producen problemas de inseguridad. Y llegaban a atribuir a la medida robos e incidentes similares porque aseguraban que los y las lagosenses eran m¨¢s vulnerables al tener que desplazarse a pie. A medida que la etiqueta se ha ido haciendo popular y ha ido despertando el inter¨¦s de los usuarios se ha ido poblando de anuncios de todo tipo.

Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.