"Regalar lencer¨ªa levanta sospechas": el l¨ªo de ser infiel en San Valent¨ªn

Una de las historias de la pel¨ªcula Love Actually trata sobre una relaci¨®n de adulterio. Es la protagonizada por Alan Rickman y Emma Thompson, un matrimonio con hijos en el que aparece una tercera persona: la secretaria de ¨¦l. Aunque el relato transcurre en otra fiesta distinta a San Valent¨ªn, no falta el momento paquete con lazo (es Navidad), en el que el personaje de Rickman decide entregar a su mujer un ced¨¦ y a su amante un delicado collar. Sin dar mayor importancia al desenlace de la historia (Thompson le pilla), los guionistas del largometraje brit¨¢nico acertaron de lleno en una caracter¨ªstica com¨²n a la mayor¨ªa de los ad¨²lteros: en las ocasiones especiales, regalan tanto a su pareja como a su amante, pero no el mismo tipo de presente, seg¨²n los datos de la plataforma de infieles Ashley Madison.

La p¨¢gina web, que cuenta con 60 millones de registrados en todo el mundo, ha hecho un peque?o cuestionario a 584 de ellos, y los resultados revelan que, para celebrar San Valent¨ªn, los infieles optan principalmente por regalar cenas, lencer¨ªa y juguetes sexuales a sus compa?eros ocasionales de cama, mientras que a los asiduos les tocan viajes cortos, tambi¨¦n cenas y algo de ropa (menos ¨ªntima). Otra curiosidad (qu¨¦ estresante es esto del enga?o): con el tercero en discordia, la velada de los enamorados se celebra el 13 de febrero (D¨ªa de los amantes), para que no se solape con lo planeado el 14 con la pareja oficial.

Estas diferencias entre los regalos, explica Lara Ferreiro, psic¨®loga experta en relaciones de pareja y sexualidad, se deben a que "se busca un objetivo distinto para cada una de las personas. La tem¨¢tica er¨®tica y sexual del presente al amante ayuda a marcar el rol que cumple cada uno en la relaci¨®n". De hecho, "no tener sexo con el novio o novia" es una de las excusas m¨¢s frecuentes a la que se agarran los que enga?an para justificar sus aventuras.

El giro de guion sucede cuando la pareja oficial recibe por San Valent¨ªn ropa interior sexi o un juguete er¨®tico¡­, y se arma la marimorena. "Hay quienes se llegan a ofender porque consideran que se trata de un 'autorregalo', que responde a fantas¨ªas propias y no tanto al deseo del destinatario", a?ade la psic¨®loga. De hecho, seg¨²n los estudios de varias marcas, la mayor¨ªa prefiere comprar su aparatito en pareja, y que no sea elecci¨®n solo de una parte. Y hay otros casos, contin¨²a Ferrerio, en los que este obsequio puede despertar suspicacias: "Tuve una paciente que descubri¨® la traici¨®n de su pareja porque este nunca le hab¨ªa regalado lencer¨ªa, y en una ocasi¨®n decidi¨® hacerlo. Ah¨ª empezaron las sospechas y, finalmente, ¨¦l le reconoci¨® el enga?o, y que hab¨ªa comprado algo muy similar a ambas".

La ruina de ser infiel: m¨¢s de 300 euros en detallitos

La encuesta de Ashley Madison tambi¨¦n destripa lo que estamos dispuestos a gastar en los c¨®nyuges frente a lo invertido en los amantes: 175 euros en los primeros y 136 euros en los segundos. La diferencia, aunque m¨ªnima, se explica por un fen¨®meno psicol¨®gico denominado mecanismo de compensaci¨®n: "Ocurre cuando nos sentimos mal por algo o en deuda y buscamos quitarnos la culpa, intentando compensar de otra forma [econ¨®mica, en este caso]", explica la psic¨®loga, que recuerda, no obstante, que hay otros gastos asociados a una aventura que no se est¨¢n teniendo en cuenta: "Al objeto para el amante, que es lo que se ha contado, habr¨ªa que a?adir los desplazamientos y el hotel donde te hospedas". Es decir, todo un agravio para la pareja oficial, casi a la altura del ced¨¦ vs. collar de Love Actually (am¨¦n de una ruina para el regalador).