Los atropellos se suman a las causas habituales de muertes de aves

La mortandad de buitres leonados en las ¨¢reas m¨¢s alteradas por la actividad del hombre es mayor que en zonas m¨¢s despobladas, seg¨²n una investigaci¨®n de un equipo liderado por la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana (EBD del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) en Sevilla. A los envenenamientos, las electrocuciones y los golpes de las aspas de los parques e¨®licos se ha sumado una causa m¨¢s: los atropellos. En este caso, el buitre leonado es solo una especie modelo, pero las mismas causas ponen en riesgo a especies mucho m¨¢s amenazadas como milanos, alimoches, buitres negros o ¨¢guilas. ¡°Es hora de actuar¡±, afirma Eneko Arrondo, investigador de la EBD y autor principal del art¨ªculo publicado Biodiversity & Conservation.

La investigaci¨®n, en la que han participado el Instituto Mediterr¨¢neo de Estudios Avanzados (IMEDEA y las universidades de Islas Baleares (UIB) y Miguel Hern¨¢ndez, de Elche, se ha realizado a trav¨¦s de seguimiento por GPS de 36 buitres leonados del Parque Natural Bardenas Reales de Navarra y otros 30 buitres del Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y las Villas (Ja¨¦n). Esta labor de cinco a?os ha permitido conocer cu¨¢ndo, d¨®nde y por qu¨¦ mueren estas aves, fundamentales para el mantenimiento del entorno y evitar la expansi¨®n de enfermedades.

La sorpresa se ha producido al descubrir que a las muertes por las causas habituales se ha sumado el atropello por parte de veh¨ªculos, una consecuencia m¨¢s de la invasi¨®n de las personas de ¨¢reas donde habitan los buitres. ¡°La investigaci¨®n ha demostrado que mueren m¨¢s en los entornos con m¨¢s actividad del hombre¡±, explica Arrondo, quien aplic¨® a los datos obtenidos sobre mortalidad el ¨ªndice de huella humana para establecer una correlaci¨®n entre los fallecimientos y la mayor densidad de poblaci¨®n o de infraestructuras.

Los datos GPS permitieron a los investigadores conocer las causas de la mortalidad de los individuos seguidos a lo largo del estudio. En total, en la poblaci¨®n de Bardenas Reales murieron 15 buitres mientras que en la poblaci¨®n de Cazorla tan s¨®lo murieron tres. Las principales causas de fallecimiento fueron las colisiones con veh¨ªculos y las electrocuciones en tendidos el¨¦ctricos, aunque tambi¨¦n se encontraron individuos muertos por intoxicaci¨®n o por golpes con aerogeneradores.

El estudio muestra tambi¨¦n que las medidas de correcci¨®n tienen efecto. ¡°Incidir sobre este aspecto es fundamental. Se sabe lo que hay que hacer para evitar las electrocuciones¡±, advierte el investigador. En este sentido, Arrondo explica que, mientras se registran t¨ªmidos avances en la infraestructura de media tensi¨®n, los parques e¨®licos se siguen estableciendo sin tener en cuenta su incidencia en las aves. Y pone de ejemplo Monlora III, en la comarca aragonesa de las Cinco Villas, que se aprob¨® a menos de un kil¨®metro de un dormidero de alimoches.

En esta batalla destaca la plataforma SOS Tendidos El¨¦ctricos, formada por nueve entidades para alertar sobre la gravedad del problema de las redes el¨¦ctricas para las aves. Solo en Espa?a se contabilizan al a?o miles de muertes de ejemplares (muchos de especies protegidas) en las torres de energ¨ªa, pese a que las medidas correctoras son viables y posibles.

Otra investigaci¨®n, tambi¨¦n liderada por el CSIC, avala los datos de la huella humana y el riesgo para especies protegidas. Paula Mart¨ªn-D¨ªaz, investigadora de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana y de la Universidad Pablo de Olavide, ha determinado, mediante otro seguimiento de buitres leonados, que "las ¨¢reas que se est¨¢ renaturalizando, recuperando la vegetaci¨®n original mediterr¨¢nea, son m¨¢s atractivas para los buitres, probablemente porque la disponibilidad de carro?as de ungulados salvajes, como el ciervo y el jabal¨ª, es mayor que en otras zonas¡±. La renaturalizacion (rewilding, en ingl¨¦s) es un proceso cada vez m¨¢s frecuente en Europa como consecuencia del despoblamiento rural y los cambios en los usos agroganaderos por eso, apuntan las investigadoras Mart¨ªn D¨ªaz y Ainara Cort¨¦s-Avizanda,?coautora e investigadora del Grupo de ecolog¨ªa y demograf¨ªa animal del Instituto Mediterr¨¢neo de Estudios Avanzados (centro mixto del CSIC y la Universitat de les Illes Balears), en un comunicado de la entidad.

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