Los furtivos de elefantes envenenan a m¨¢s de 1.000 buitres en ?frica en a?o y medio
Los cazadores impiden as¨ª que las carro?eras se?alen con su vuelo el lugar donde se halla el elefante y que los vigilantes les descubran
Las poblaciones de buitres, muy mermadas en ?frica, est¨¢n sufriendo graves p¨¦rdidas debido a que los cazadores furtivos de elefantes envenenan los cad¨¢veres de los paquidermos, despu¨¦s de arrebatarles los colmillos, para que las carro?eras mueran y no les delaten con su caracter¨ªstico vuelo en c¨ªrculo. En los ¨²ltimos 20 meses han ca¨ªdo de esta forma en el continente africano m¨¢s de 1.036 ejemplares, informa el investigador del IREC-CSIC Antonio Margalida junto a otros dos cient¨ªficos en un art¨ªculo breve publicado en la revista Science. Es un acto conocido como ¡°envenenamiento centinela¡±, que se ha detectado en Mozambique, Sud¨¢frica, Botsuana, Zambia, Namibia, Tanzania y Kenia. ¡°No es algo nuevo, pero se ha producido un repunte masivo en un a?o y pico con grandes cantidades de muertes en muy pocos meses¡±, se?ala Margalida.
En marzo de 2018, 87 buitres aparecieron muertos por esta causa en Mozambique al comer la carro?a de un elefante al que se mat¨® porque da?aba los cultivos. ¡°En junio de 2019, hubo otros dos incidentes de muertes masivas: la peor dej¨® a 537 buitres en peligro de extinci¨®n muertos en Botsuana, y en Zuzuland (Sud¨¢frica) se localizaron otros 27 cad¨¢veres", enumera Margalida. Los 376 ejemplares restantes aparecieron en Zambia, Namibia, Tanzania, Botsuana y Kenia.
¡°Esto muestra la persistencia del problema¡±, sostienen los cient¨ªficos, que concluyen que se necesita una acci¨®n urgente para armonizar el desarrollo humano en ?frica con la conservaci¨®n de los buitres.
¡°Es una situaci¨®n muy preocupante debido al mal estado en la que ya se encuentran los buitres en ?frica¡±, explica Margalida. En los ¨²ltimos 30 a?os las poblaciones de ocho especies de estas aves carro?eras han disminuido un 62%, y siete de ellas han bajado en un 80% o m¨¢s en tres generaciones. Detr¨¢s, se encuentran los furtivos a la b¨²squeda del marfil de los colmillos de los elefantes y el comercio de partes del cuerpo de los buitres para fetichismo y usos en la medicina tradicional.
"Hay que tener en cuenta que esta cifra es la punta del iceberg, porque no es tan f¨¢cil localizar a las aves envenenadas, sobre todo si son cantidades menores", a?ade Margalida. En Espa?a, entre 1990 y 2010 hubo m¨¢s de 8.000 casos de envenenamiento de rapaces y otras aves. "Solo el 10% de los casos reales de envenenamiento", indica un informe de WWF y SEO/BirdLife. "Si esto pasa en Espa?a con una administraci¨®n moderna, en ?frica la situaci¨®n es mucho m¨¢s complicada y dif¨ªcil de controlar", apunta el investigador.
"En este sentido, los gobiernos africanos deber¨ªan priorizar la reducci¨®n del envenenamiento ilegal relacionado con la medicina tradicional y la caza furtiva y llevar a cabo una acci¨®n urgente para armonizar el desarrollo humano con la conservaci¨®n de los buitres", indican los autores del art¨ªculo. Porque, aunque se est¨¢n realizando esfuerzos para frenar el problema y establecer zonas seguras para los buitres en el sur y este de ?frica, las medidas son limitadas en otros lugares. Para que las iniciativas tengan ¨¦xito, se necesita m¨¢s vigilancia y m¨¢s patrullas, "es decir, incrementar los recursos", recalca Margalida.
Se trata de parar la sangr¨ªa de una especie fundamental en la naturaleza. Eliminan cad¨¢veres y otros desechos controlando as¨ª la aparici¨®n de enfermedades, reciclan nutrientes y constituyen en valor tur¨ªstico importante.
Luis Su¨¢rez, responsable de especies de WWF, remarca que los buitres "son v¨ªctimas colaterales por culpa de que sigue existiendo demanda de marfil". Critica que en la ¨²ltima reuni¨®n de CITES (la convenci¨®n internacional que vigila que el comercio de plantas y animales no afecte a su supervivencia) los pa¨ªses hayan perdido la oportunidad para presionar "de forma suficiente a Vietnam, que es el primer destinatario de cuerno de rinoceronte y de colmillo de elefante".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.