La lecci¨®n de la ciudad que estuvo a punto de quedarse sin agua
Las autoridades de Ciudad del Cabo le pusieron fecha al desastre: 22 de abril de 2018. Ese d¨ªa, la urbe se quedar¨ªa sin suministro de agua por la sequ¨ªa. Este es el relato de c¨®mo se evit¨® la cat¨¢strofe y de lo aprendido
Antes de cada ducha, Bridgetti Lim Banda acerca el cubo vac¨ªo, lo coloca bajo la alcachofa y gira la manivela. Una vez sale, lo deja al lado del v¨¢ter, con el agua que hay en ¨¦l lista para ser reutilizada. ¡°Mi conciencia no me dejar¨ªa tirar de la cadena. ?C¨®mo podr¨ªa hacer eso cuando s¨¦ que hay mujeres caminando kil¨®metros cada d¨ªa para conseguir agua?¡±, se?ala. ¡°La experiencia de hace dos a?os ha cambiado mi vida¡±, a?ade.
En febrero de 2018 los habitantes de Ciudad del Cabo agonizaban por la falta de suministro. Ten¨ªan una restricci¨®n de 50 litros al d¨ªa por persona ¡ªuna ducha de cinco minutos consume unos 45¡ª. Una de las mayores sequ¨ªas de la historia de la regi¨®n hab¨ªa dejado a Theewatersklof, la presa m¨¢s grande, a un 12,5% de capacidad y con un consumo de 900 megalitros al d¨ªa. La ciudad se iba a quedar sin agua el 22 de abril. El gobierno de la regi¨®n lo llam¨® D¨ªa Cero desde enero y alert¨® a la poblaci¨®n: o reduc¨ªan su consumo de forma extrema o se cerrar¨ªan los grifos ese d¨ªa. Poco a poco y con el esfuerzo de muchos se fue retrasando la fecha en la que Ciudad del Cabo se quedar¨ªa seca: 11 de mayo, 4 de junio y finalmente 9 de julio. Lleg¨® la primera semana del s¨¦ptimo mes de 2018 y el gobierno municipal anunci¨® el milagro: hab¨ªan conseguido evitar la cat¨¢strofe.
En apenas medio a?o la ciudad redujo su consumo a la mitad hasta los 450 megalitros al d¨ªa. Los agricultores cedieron sus reservas para abastecer a la poblaci¨®n durante un mes y finalmente, con el invierno sudafricano llegaron las ansiadas lluvias. ¡°El D¨ªa Cero ha sido lo mejor que le ha pasado a Ciudad del Cabo y a toda Sud¨¢frica¡±, asegura Benoit Le Roy, director de la asociaci¨®n Water Shortage South Africa y codirector de la organizaci¨®n SA Water Chamber, que aglutina a unas 250 compa?¨ªas privadas del sector del agua. ¡°Sin la campa?a, los grifos se hubieran cerrado¡±, apostilla.
Durante meses, la municipalidad combin¨® t¨¢cticas de concienciaci¨®n con otras de coerci¨®n y restricci¨®n. Por una parte oblig¨® a las casas a instalar medidores de agua amenazando con multas de hasta 700 euros para quienes no contaban con ellos, subi¨® el precio del agua y prohibi¨® lavar coches y regar jardines. Pero por otra parte se las ingeni¨® con creatividad: empapel¨® de carteles la ciudad en la que se mostraba el consumo medio de cada persona. Tambi¨¦n promovi¨® la iniciativa 2 minute water songs, una lista de canciones de artistas sudafricanos que acortaron sus canciones hasta los dos minutos y las versionaron con referencias a ahorrar y lanz¨® la campa?a Si es amarillo, d¨¦jalo estar para un buen uso del agua del v¨¢ter.
Ahora Theewatersklof acaba de pasar otro verano, pero a diferencia de hace dos a?os se encuentra a un 61,5% de capacidad y el total de todas las presas que abastecen a Ciudad del Cabo tienen de media un 66,9% de agua. La ciudad sigue con algunas restricciones; de cinco niveles posibles est¨¢n en el uno, el m¨¢s bajo, pero la situaci¨®n no es para nada similar. Tal es el ejemplo dado por Ciudad del Cabo que acoger¨¢ del 18 al 20 de mayo de este a?o el congreso internacional W12 que reunir¨¢ a funcionarios, activistas, expertos y empresarios para buscar alternativas sostenibles de agua.
El Gobierno alert¨® de la cat¨¢strofe que supondr¨ªa tener que cerrar los grifos y consigui¨® su objetivo, pero algunas voces critican la campa?a. ¡°Fue un ¨¦xito en el sentido de que se evit¨® el D¨ªa Cero, pero un desastre medi¨¢tico ya que puso a Sud¨¢frica como un mal destino tur¨ªstico y destroz¨® la econom¨ªa de la regi¨®n del Cabo Occidental¡±, explica Anthony Thurton, cient¨ªfico conferenciante y profesor del Center for Environmental Management de la University of Free State.
El turismo internacional se redujo en un 5% de julio de 2018 a julio de 2019 en todo el pa¨ªs, pero la municipalidad de Ciudad del Cabo asegur¨® que ten¨ªa previsto que este creciera en los primeros meses de 2020. ¡°Fue terrible en el sentido de que mintieron a las personas y les asustaron¡±, a?ade Lim Banda, quien coincide con Thurton en la mala imagen dada. Por su parte, Le Roy critica que el plan de establecer puntos de recogida de suministro cuando se cerraran los grifos era inveros¨ªmil: ¡°Cada persona hubiera tardado un d¨ªa en recoger su raci¨®n de agua, la ciudad hubiera colapsado en una semana¡±, espeta.
El Ayuntamiento oblig¨® a las casas a instalar medidores de agua amenazando con multas de hasta 700 euros para quienes no contaban con ellos
A pesar de todo, los expertos aseguran que esta campa?a no hubiera funcionado en otro lugar debido a las caracter¨ªsticas ¨²nicas de Ciudad del Cabo. ¡°No es una zona con mucha industria¡±, asegura Le Roy. ¡°No se manufactura lo que realmente se necesita¡±, a?ade Thurton. ¡°Adem¨¢s, la urbe tiene tan solo un 15% de media de fugas, mucho menos que el 41% de todo Sud¨¢frica¡±, matiza Le Roy. A ello se le une que la regi¨®n cuenta con sus propias presas, no como la provincia de Gauteng ¡ªque acoge a las dos principales ciudades, Johannesburgo y Pretoria¡ª o KwaZulu-Natal ¡ªcon Durban, la tercera ciudad m¨¢s grande del pa¨ªs¡ª, que dependen de Lesotho.
Los agricultores, los m¨¢s afectados
Los efectos de la mayor sequ¨ªa jam¨¢s registrada en la provincia del Cabo Occidental lo siguen pagando los agricultores. Ellos fueron los que salvaron a la ciudad de la cat¨¢strofe abriendo las puertas de sus reservas, pero son ahora los que m¨¢s sufren las peores consecuencias. ¡°Tardar¨¢n todav¨ªa de cinco a siete a?os en recuperarse¡±, asegura Le Roy. El sector primario est¨¢ utilizando un 40% menos de agua que hace cinco a?os, pero el cambio clim¨¢tico y los nuevos patrones de lluvia est¨¢n afectando a su producci¨®n. ¡°En periodo estival sol¨ªamos sufrir grandes tormentas¡±, asegura Thurton. ¡°El cambio clim¨¢tico est¨¢ cambiando la econom¨ªa agr¨ªcola ya que, por ejemplo, la producci¨®n de cultivos como la uva est¨¢ prevista a d¨ªa de hoy con las lluvias de invierno¡±.
En tan solo un a?o se perdieron 30.000 trabajos en el sector agr¨ªcola en la provincia del Cabo Occidental y los efectos de la sequ¨ªa en el oeste del pa¨ªs siguen afectando. El presidente de la regi¨®n del Cabo Oriental culp¨® a la falta de agua de los 19.000 trabajos perdidos en la agricultura en el ¨²ltimo cuatrimestre de 2019.
M¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de la ciudad, el D¨ªa Cero s¨ª lleg¨®. En la zona semides¨¦rtica de Karoo se encuentran numerosas poblaciones peque?as a los que los grifos si se les cerraron. Entre ellas se encuentra Graaf-Reinet, la cuarta urbe m¨¢s antigua del pa¨ªs, una localidad con m¨¢s de 35.000 personas sin suministro. Los vecinos se quejan de que todav¨ªa tienen que pagar por agua a pesar de no contar con ella. ¡°En esos lugares la tierra est¨¢ tan seca que no absorbe el l¨ªquido¡±, asegura Lim Banda, que cree que la situaci¨®n es cr¨ªtica. ¡°Los ganaderos est¨¢n teniendo que matar sus animales para que no sufran. Tienen que elegir entre darles de comer a ellos o tener comida para uno mismo¡±, lamenta. La escasez hace que muchos hayan migrado de ciudades como la propia Graaf-Reinet a las grandes urbes, lo que pone todav¨ªa m¨¢s presi¨®n a los sistemas de agua de estas ¨²ltimas al incrementar la demanda.
Colaboraci¨®n privada
En 2002 ya se anunci¨® que el 98% del agua disponible en la superficie hab¨ªa sido utilizada. A pesar de los avisos, la mala planificaci¨®n provoc¨® la situaci¨®n l¨ªmite de 2018 en Ciudad del Cabo. Esto se sum¨® a la burda corrupci¨®n durante la etapa del expresidente Jacob Zuma, en cuyo segundo mandato se esfum¨® un tercio del PIB de Sud¨¢frica, un total de 1,5 billones de rands, unos 93.000 millones de euros. Mientras, en 2013 comenz¨® la segunda fase del proyecto para exportar agua de las monta?as de Lesotho a Sud¨¢frica. Una construcci¨®n que deb¨ªa estar lista para 2020 y que abastecer¨ªa a Gauteng, pero que no lo estar¨¢ hasta el a?o 2027. ¡°El Gobierno ha pedido reducir un 4% el consumo de agua al a?o hasta que se complete la fase dos¡±, comenta Le Roy.
Durante la ¨¦poca de Zuma, el Gobierno se cerraba en banda a recibir ayudas por parte del sector privado. La legislaci¨®n indica que es el Estado el encargado de abastecer a todos los sudafricanos, pero las empresas piden entrar en el proceso. El nuevo presidente de Sud¨¢frica, Cyril Ramaphosa, se ha mostrado m¨¢s dispuesto a la participaci¨®n privada y ha creado la iniciativa multisectorial Public Private Growth Initiative para contar con el apoyo de compa?¨ªas.
El Gobierno est¨¢ trabajando con el sector privado en un plan a 30 a?os con un objetivo claro: conseguir que un tercio del suministro venga de lugares alternativos a las presas. Los expertos calculan que hacen falta unos 75.000 millones de euros para renovar la tecnolog¨ªa, establecer controles de presi¨®n, potenciar la reutilizaci¨®n y establecer plantas de desalinizaci¨®n. ¡°Al principio el Gobierno se comprometi¨® a pagar dos tercios de la factura total, luego nos dijo que solo podr¨ªan pagar uno y ahora que luchar¨¢n por poder pagarlo¡±, explica Le Roy.
Lim Banda sigue con sus v¨ªdeos en directo para concienciar sobre el ahorro, algunos de los cuales afirma, los han llegado a ver 40.000 personas. ¡°Nos asustaron¡±, dice, echando la vista atr¨¢s. ¡°Pero sirvi¨®, todav¨ªa hay gente que hace cola para buscar agua gratis¡±. Ahora Lim Banda ha abierto otros canales para informar sobre otros problemas que sufre Sud¨¢frica como la crisis energ¨¦tica que provoca apagones casi diarios. ¡°La escasez ha afectado a esta situaci¨®n, ya que hace falta agua para generar electricidad¡±, indica, y asegura que ella trabaja por descubrir si los apagones se deben en parte a la falta de agua moment¨¢nea, como alegan recurrentemente las autoridades.
El gobierno est¨¢ trabajando con el sector privado en un plan a 30 a?os con un objetivo claro: conseguir que un tercio del suministro venga de lugares alternativos a las presas
¡°No puedes cambiar lo que no sabes, la informaci¨®n es poder¡±, dice Lim Banda, mientras se dispone a hacer la colada en su adosado. ¡°Prefiero tener mi ropa limpia a darme una ducha de cinco minutos o regar el jard¨ªn. Claro que me gustar¨ªa tener uno bonito y cuidado, ?a qui¨¦n no? Pero si tengo que elegir entre el c¨¦sped o lavar la ropa, no hay discusi¨®n¡±.
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Ciudad del Cabo, la agon¨ªa de quedarse sin agua
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