Cinco pa¨ªses africanos que quieren cargar el m¨®vil y mucho m¨¢s

De profesi¨®n, cargador de m¨®viles. En algunas regiones de pa¨ªses africanos existe tal figura, la de alguien que se encarga de viajar al pueblo o aldea m¨¢s cercana, donde s¨ª hay electricidad, para facilitar la comunicaci¨®n y la conectividad de aquellos vecinos que carecen de corriente. Cargar el tel¨¦fono es una de las razones por la que muchos habitantes de pa¨ªses en desarrollo, como Senegal, Nigeria, Burkina Faso, Ghana y Mali, quieren y necesitan tener electricidad. Ahora muchos recurren a bidones de di¨¦sel cuya unidad de energ¨ªa es 300 veces m¨¢s cara que en Espa?a.

Free-WiFi, a gateway to the world (WiFi gratis, una pasarela hacia el mundo) es el lema que se lee en carteles de aeropuertos, autobuses, bares de los citados pa¨ªses africanos...? Lo cuenta Pedro Rodr¨ªguez Cort¨¦s, director del Instituto de Ciencia y Tecnolog¨ªa de la Universidad Loyola y l¨ªder de Multimicro, una iniciativa en la que trabaja junto al MIT (Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts)?y la Universidad Polit¨¦cnica de Catalunya (UPC). El lema es ¡°electricidad para todos¡±, empezando por estos cinco pa¨ªses. ¡°La conectividad es una ventana abierta al mundo, supone poder comunicarse con el resto y no sentirse marginado. Nosotros utilizamos mucha energ¨ªa barata; ellos muy poca y, adem¨¢s, car¨ªsima¡±, explica.?Por orden de importancia seg¨²n la investigaci¨®n previa que realizaron en terreno, lo que piden all¨ª los ciudadanos es: comunicaci¨®n e Internet, iluminaci¨®n, entretenimiento, confort (higiene, electrodom¨¦sticos, transporte) y, finalmente, acceder a un uso productivo con fines comerciales.

Este grupo de cient¨ªficos quiere eliminar la dependencia el¨¦ctrica para que puedan funcionar de manera aut¨®noma, una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030. La idea del proyecto naci¨® en enero de 2019 tras ganar un concurso de la iniciativa?Empower a Billion Lives?(EBL) del?Instituto de Ingenier¨ªa El¨¦ctrica y Electr¨®nica. Se trata de una competici¨®n global en la que se insta a diferentes entidades a presentar sus propuestas para extender el acceso a la energ¨ªa. El proyecto liderado por Rodr¨ªguez Cort¨¦s se basa en el desarrollo de la energ¨ªa solar y la implantaci¨®n de micro redes renovables en zonas remotas. Estos sistemas interconectados entre un hogar y otro funcionan al estilo de una tela de ara?a que se ampl¨ªa hasta alcanzar la corriente de la red el¨¦ctrica general, meta final del proyecto.

¡°Estamos proponiendo una soluci¨®n a largo plazo que requiere tiempo¡±, apunta Rodr¨ªguez.?Los expertos no pueden confirmar los plazos de aplicaci¨®n oficial de esta tecnolog¨ªa, pero?ya se?est¨¢ probando en varios proyectos de EBL. Se ha aplicado por ejemplo en un hospital en Ghana, en un sistema de casas interconectadas en Nigeria y en otro en Senegal, y en un complejo empresarial de Mal¨ª.

Mientras prueban sus patrones, los investigadores analizan todos los escenarios posibles gracias a la inteligencia artificial y buscan adaptar las soluciones a las necesidades de estas comunidades. ¡°La tecnolog¨ªa ya existe y est¨¢ en marcha, pero necesitamos saber c¨®mo van a adaptarse a ella. No tenemos suficientes registros del pasado y de la evoluci¨®n socioecon¨®mica. Tenemos que saber c¨®mo se van a comportar y as¨ª, efectivamente, mejorar las condiciones de vida de la mujer, el transporte, la higiene, y dem¨¢s¡±, enumera. Aunque estos ¨²ltimos aspectos no sean las prioridades de los consumidores, forman parte del listado de las peticiones.

Actualmente, 3.000 millones de personas viven en situaci¨®n de pobreza energ¨¦tica en el mundo, de las cuales 1.100 millones no tienen acceso a la electricidad. De ellos, el 87%? vive en zonas rurales, seg¨²n el ¨²ltimo estudio al respecto de Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE), la Agencia Internacional de Energ¨ªas Renovables (IRENA), la Divisi¨®n de Estad¨ªstica de las Naciones Unidas (UNSD), el Banco Mundial y la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS)

?3.000 millones de personas viven en situaci¨®n de pobreza energ¨¦tica en el mundo, de las cuales 1.100 millones no tienen acceso a la electricidad

Arthur Contejean, analista de la AIE que se ocupa de todo lo relacionado con el acceso a la energ¨ªa en los pa¨ªses en desarrollo, resalta que garantizar la llegada de la red est¨¢ relacionado con la salud. Por ejemplo, facilita tener una cocina limpia que sustituya a la quema de le?a, una pr¨¢ctica que afecta a las mujeres porque se pasan el d¨ªa inhalando el humo. ¡°Lo que pasa es que las poblaciones no son conscientes de ello, pero es causa de muertes prematuras, es imprescindible que los gobiernos reaccionen. Lo necesitamos¡±, a?ade.

El colectivo m¨¢s afectado por la carencia de electricidad, seg¨²n coinciden los expertos, es el de las mujeres. Son las que m¨¢s tiempo pasan en casa, limpiado y trabajando en esas cocinas ¡°insalubres e inseguras¡±, en palabras de Contejean. La electricidad permitir¨ªa mejorar el desempe?o de sus tareas dom¨¦sticas, ahorrar tiempo y, poco a poco, independizarse.

Uno de los objetivos de la ONU es conseguir energ¨ªa para todos en 2030 y Contejean no cree que se vaya a alcanzar si se sigue con el plan actual. El analista menciona dos posibles soluciones que est¨¢n acorde con el proyecto Multimicro de Rodr¨ªguez (apoyado por La Caixa). Aunque parezca l¨®gico, no es tan sencillo, opina el experto franc¨¦s. Es un gran reto encontrar calidad, fiabilidad y un precio asequible. ¡°Necesitamos que la gente conf¨ªe en esta tecnolog¨ªa y, sobre todo, que sea capaz de usarla¡±, asevera. ¡°Adem¨¢s, no tienen suficiente dinero para permit¨ªrsela. Tenemos que implantar nuevas medidas y contar con el apoyo de las autoridades¡±, concluye.

Aunque el proyecto sea una labor social, ¡°los pa¨ªses en desarrollo van a tener que pagar¡±, relata el director del proyecto. ¡°Tienen que invertir y entender que la energ¨ªa que vayan a comprar les va a traer beneficios¡±, comenta. La idea es transmitir que contribuir por tener electricidad mejorar¨¢ su producci¨®n y su comercio. Por lo tanto, contar¨¢n con el dinero necesario para colmar sus necesidades energ¨¦ticas y seguir creciendo. ¡°Estamos proponi¨¦ndoles un nuevo modelo de negocio¡±, a?ade. Pero?tambi¨¦n tiene que ser rentable para empresas como Fosera, Baobab y Vitalite, que ofrecen sus servicios a poblaciones cuyo gasto energ¨¦tico diario es menor de dos d¨®lares. ¡°Debido al bajo consumo de estas comunidades, es importante aprovechar el crecimiento celular juntando el consumo de seis poblados como hacemos ahora, por ejemplo¡±, argumenta.

Rachel Kyte, decano de la Escuela Fletcher de la Universidad de Tufts y ex portavoz del Secretario General de las Naciones Unidas para la Energ¨ªa Sostenible para Todos, asegura que con la tecnolog¨ªa ¡ªcuyo precio baja sin cesar¡ª y una descentralizaci¨®n de la red, se puede llegar a cerrar la brecha de desigualdad en 2030. Llegar a las zonas rurales es el principal problema y la propuesta de la Universidad de Loyola aporta una opci¨®n. ¡°Desplegar localmente unas micro redes mediante la energ¨ªa solar es barato y estos pa¨ªses se lo pueden permitir¡±, concluye la experta.

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