Siete zonas er¨®genas que no son las de siempre
?Y si todav¨ªa haya partes de tu cuerpo que conservan la virginidad, en lo que al placer er¨®tico se refiere? Toca coger el mapa y ponerse a explorar
Hay mapas de Espa?a, del mundo y hasta de la V¨ªa L¨¢ctea. Mapas con los mejores restaurantes, de las carreteras m¨¢s escondidas, de papel, digitales y en 3D. ?Pero d¨®nde est¨¢n los mapas del placer? Nos los han robado. Y la anatom¨ªa se nos ha quedado peque?a. Afortunadamente, nunca es tarde para cartografiar nuevos puntos er¨®genos que no son los de siempre y evitar caer en la rutina, por mucho placer que proporcione; en el sexo hay demasiados botones er¨®ticos como para pulsar siempre los mismos. Estos siete son un buen punto de partida para explorar nuevos territorios.
El sorprendente descubrimiento de la corva
Se trata de la regi¨®n situada en la parte posterior de la rodilla, y es especialmente sensible. Es un rinc¨®n de la anatom¨ªa que pocas personas se lanzan a explorar, y uno de los que m¨¢s sorprende a quien resuelve hacerlo. Seg¨²n la sex¨®loga Zoraida Granados, su sensibilidad se debe a que en ella se conjugan distintas estructuras anat¨®micas, pero lo m¨¢s interesante es la presencia del nervio ci¨¢tico. "Est¨¢ ubicado al nivel del ¨¢ngulo superior de la fosa popl¨ªtea ¨Cque es como se conoce a la depresi¨®n que hay en la parte posterior de la rodilla¨C y se bifurca en sus ramos terminales (nervios tibial y peroneo com¨²n)". Estas terminaciones nerviosas son las responsables del aumento de las sensaciones. Si basta una leve estimulaci¨®n para sacar partido a esta desconocida zona er¨®gena, ?por qu¨¦ saltarnos este punto en nuestros viajes er¨®ticos por la autopista de las piernas?
Los pendientes son lo de menos: el erotismo del cuello
Que estos adornos tienen un considerable poder de seducci¨®n no es ning¨²n secreto; de aro, de oro, de perlas, colgantes¡ M¨¢s de una persona siente debilidad por los pendientes, ?pero no ser¨¢ que lo que de verdad les atrae es el patio de recreo er¨®tico en el que se ponen? Hay un motivo de peso para besar y acariciar las orejas con un roce sutil, tanto el l¨®bulo como su parte trasera, con el leve susurro al o¨ªdo de palabras dulces y picantes: quienes reciben estos juegos no suelen hacerles ascos. No pueden evitarlo. "Los nervios faciales crean un intrincado entramado neurol¨®gico que comunica la zona de las orejas con los nervios viscerales y p¨¦lvicos del placer", afirma Zoraida Granados. Por ese motivo, seg¨²n la experta, "una caricia, una succi¨®n tenue, un beso o una respiraci¨®n fuerte, pueden desencadenar despampanantes niveles de excitaci¨®n y repetidos orgasmos".
El secreto est¨¢ en los pliegues
A la hora de dar un concienzudo masaje er¨®tico lo normal es no dejarnos un rinc¨®n por explorar, ya est¨¦ en el tronco o en las extremidades del cuerpo. Pero muchas personas no saben que en los lugares donde se unen hay aut¨¦nticos filones er¨®ticos. Es el caso de las axilas y las ingles. Las segundas suelen tener m¨¢s fama en el terreno de lo sexual por su proximidad geogr¨¢fica a los genitales, aunque el motivo de que se pueden sacar de ellas sensaciones de lo m¨¢s electrizantes, seg¨²n la sex¨®loga Judith Viudes, es que "su piel es fina y su estimulaci¨®n puede ayudar a potenciar el deseo y la fantas¨ªa".
M¨¢s sorprendente es el potencial er¨®tico de la zona de las axilas. "La parte m¨¢s baja de ellas, justo el camino lateral que sigue hasta donde empiezan los pechos, es muy delicada y sensible", se?ala. La sex¨®loga recuerda las palabras de Jorge Mascare?as, profesor del departamento de Psiquiatr¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Nuevo Le¨®n, en M¨¦xico: "La mayor sensibilidad en el cuerpo femenino se halla en partes cercanas a un orificio y tambi¨¦n donde se hacen pliegues, como en las axilas". Qu¨¦ mejor ruta para ir desde los l¨®bulos de las orejas hasta regiones er¨®ticas m¨¢s prominentes y mucho mejor conocidas.
La boca y una pulsi¨®n muy mam¨ªfera
Si toda explosi¨®n comienza con una chispa, en el sexo bastan unos buenos besos para elevar la pasi¨®n hasta la categor¨ªa de "al rojo vivo". Aunque la boca sirve para m¨¢s cosas: chupar, lamer y besar son tres t¨¦cnicas tan importantes en las recetas del amor como fre¨ªr, cocer y hornear en cualquier escuela de hosteler¨ªa. Y no est¨¢ solo para hacer disfrutar, tambi¨¦n puede atraer el placer. "Los labios y la lengua son una zona especialmente er¨®tica debido a la enorme cantidad de receptores sensitivos que tienen", dice Fernando Villadangos.
Se pueden acariciar otros labios y estimular otra lengua. Adem¨¢s, el sex¨®logo asegura que "besar, lamer, chupar o rozar los labios por el cuerpo de la pareja significa para muchas personas algo fundamental en sus relaciones sexuales", y explica por qu¨¦: "Desde que nacemos, la naturaleza destaca esta zona de placer asociada a la supervivencia, pues somos mam¨ªferos y el beb¨¦ busca instintivamente el pecho de la madre para alimentarse. Es la primera zona marcada por el placer y va a convertirse en zona er¨®gena m¨¢s adelante".
La suerte de tener un 'cuello de cisne'
El cuello es una de las zonas m¨¢s sensibles del cuerpo humano, y una que pocos amantes dejan sin explorar. Pero puede que no est¨¦n sac¨¢ndole todo el jugo. A veces un beso en el cuello puede ser mucho m¨¢s potente que uno en las partes m¨¢s ¨ªntimas, a veces basta un leve soplido basta, a veces puede hacernos sentir como un vampiro fam¨¦lico... Como expone Zoraida Granados, "el motivo de la alta sensibilidad y placer es que la estimulaci¨®n de la parte baja del cuello env¨ªa se?ales a su sistema circulatorio, aumentando el flujo sangu¨ªneo, lo que lo hace m¨¢s receptivo y sensible; por ello es tan er¨®tico y susceptible".
Una funci¨®n olvidada para las manos
Con ellas sucede como con la boca: pensamos que son un instrumento para dar placer ¨Cy no nos equivocamos¨C, pero no las tenemos en cuenta como una zona que puede recibirlo (y seducir a una pareja potencial). Sin embargo, como apunta Fernando Villadangos, "las yemas de los dedos tienen una tremenda sensibilidad que nos permite captar sensaciones finas y reconocer lo que tocamos". Adem¨¢s, el sex¨®logo apunta que "son el medio con el que conocemos y nos comunicamos con el mundo desde que nacemos", por lo que es natural que acariciarlas sea tambi¨¦n una forma de comunicar sensaciones.
La curiosa conexi¨®n emocional de la frente
Dar un beso en la frente es un gesto de cari?o, casi fraternal, y quiz¨¢ por eso no imaginamos que esta regi¨®n de la anatom¨ªa tenga una connotaci¨®n sexual. Pero puede tenerla. "Las zonas m¨¢s vulnerables tambi¨¦n pueden convertirse en zonas er¨®genas, pues cierto grado de vulnerabilidad conecta con la excitaci¨®n para algunas personas", explica Viudes. En este caso no se trata solo de la sensibilidad de la piel, sino de c¨®mo nos hace sentir esta parte del cuerpo a un nivel m¨¢s emocional. "En nuestra cultura los besos en la frente tienen un simbolismo paternal, casi protector. Y esto tambi¨¦n puede ser muy excitante para muchas personas", concluye la sex¨®loga.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.