?tica feminista

De repente me vi hablando de aborto, de feminicidios, del cuerpo de Shakira y de JLo en la Super Bowl, de feminismo. Tuve rabia porque la discusi¨®n sobre el aborto se diera una y otra vez debajo de las togas de hombres y en medio de dogmatismos. Pens¨¦ en las mujeres violadas de la guerra e incluso en las violadas por sus parejas cuando no quieren amar, pens¨¦ en las j¨®venes adolescentes que gracias a la revoluci¨®n de tantas mujeres antes tienen hoy el control de su fertilidad con la pastilla anticonceptiva, pens¨¦ en el voto conquistado, en c¨®mo nos hemos liberado de tanto y de tantos.

Me emocion¨¦ con la condena a Harvey Westein por todos sus abusos gracias al #MeToo y a la valent¨ªa de esas mujeres que inspir¨® la cinta El Esc¨¢ndalo. Pero al mismo tiempo me llen¨¦ de dolor con los feminicidios en M¨¦xico y esa peque?a de 7 a?os, F¨¢tima, asesinada como Ingrid Escamilla, degollada por su pareja, y la protesta creciente hacia el Gobierno del presidente L¨®pez Obrador, porque solo en 2019 mataron a 976 mujeres; y cada dos horas asesinan a una mujer en M¨¦xico.

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La mujer en el centro de la noticia, unas para celebrar y otras para reaccionar y entender que a¨²n el camino es largo. Confieso que me sent¨ª metida en temas de los que normalmente no hablo porque al hacerlo temo hundirme en una fragilidad que me impida pelear, defendernos, resistirnos, pero creo que la conquista de tantos derechos nos ha permitido encontrarnos en otros espacios y desde la perspectiva ¨¦tica hay que buscar nuevas maneras de seguir.

¡°Quince millones de ni?as nunca aprender¨¢n a leer y a escribir, 124 mujeres viven en extrema pobreza por cada 100 hombres y en Colombia 50 por ciento de mujeres en lugares rurales no tienen acceso a la asistencia m¨¦dica cuando van a dar a luz¡±. Es textual del informe de ONU mujeres.

?Por qu¨¦ est¨¢ pasando todo esto? Por qu¨¦ se llenan los titulares de los medios de comunicaci¨®n de mujeres a las que siguen matando y al mismo tiempo celebramos conquistas por liberaciones profundas como que se logre expulsar a un profesor abusador de una universidad, y le pregunt¨¦ a la que mejor pod¨ªa responderme a prop¨®sito de su nuevo libro: ?Ser¨¢ que soy feminista?. Su respuesta fue definitiva y adem¨¢s esperanzadora:

¡°Yo creo que la raz¨®n m¨¢s de base es que estamos viviendo un tiempo maravilloso. Este tiempo que parece terrible en realidad es maravilloso porque veo a m¨ª alrededor y en todo el mundo, mujeres que han dicho "ya no". Mujeres que est¨¢n hartas realmente desde las humillaciones cotidianas que antes pasaban desapercibidas hasta estos asesinatos espantosos que reciben unas respuestas de los gobiernos absurda, pasiva y ofensiva."

Alma Guillermoprieto propone una nueva ¨¦tica y deja preguntas e ideas como por ejemplo: "?Por qu¨¦ no todos los hombres se hacen feministas ya? ?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil ser macho? Me parece complicad¨ªsimo ser macho, incluso ser hombre aunque no se sea tan macho. Descubrir qui¨¦nes somos sin el machismo, definir cu¨¢l es el trato que nos corresponde tener con las dem¨¢s mujeres primero que nada y luego tambi¨¦n con los hombres".

A esa ¨¦tica quiero aportar a partir adem¨¢s de la inteligencia de otras mujeres: Mar¨ªa Fernanda M¨¢rquez, Sandra Borda, Diana Rodr¨ªguez, Juanita Le¨®n, Laura Gallego, Arussi Unda, Melba Escobar.

Soy la mayor de tres hermanas. Tengo una hija, Mar¨ªa, y una sobrina, Gabriela, mi pareja es el padre m¨¢s sensible de tres mujeres y una nieta. Mujeres y m¨¢s mujeres pero sobre todo, soy hija de una madre sobrenatural y una abuela de otras ¨¦pocas¡­Somos mujeres sin hablar demasiado de nuestra condici¨®n de mujeres y nuestro empoderamiento se ha dado de la manera como cada una lo fue encontrando, buscando y sobre todo, luchando. Pienso en todas ellas porque la invitaci¨®n a imaginarnos una nueva evoluci¨®n del feminismo creo que deber¨ªa partir de un ejercicio inicial y es hacer un recorrido por las historias de cada una de las mujeres de nuestras familias y luego de nuestras amigas, convencida que en esas historias encontraremos las respuestas a c¨®mo encaminar los desaf¨ªos que vienen.

Es necesario contar con los hombres, y todos los seres humanos en su diversidad y opci¨®n, en la batalla por los derechos de la igualdad. Laura Gallego advierte la necesidad de revisar los c¨®digos y las normas de comportamiento de nuestras sociedades que terminan por crear las barreras y reforzar el machismo. Y tiene raz¨®n, solo identific¨¢ndolos podemos cambiar los estereotipos de g¨¦nero. Y Sandra Borda vuelve sobre un tema de fondo para lograr justicia y es que no podemos seguirnos aproximando al acoso y a la violaci¨®n siempre con un velo de sospecha sobre la versi¨®n de las mujeres.

De otra parte creo que una ¨¦tica feminista, digamos que de este siglo, tambi¨¦n debe ser capaz de debatir sobre los paradigmas de otras mujeres. Me refiero a la reciente columna de Rosa Montero sobre Shakira y JLo en el medio tiempo de la Super Bowl. Como siempre en su inteligente pluma dice varias cosas que no comparto. Rosa Montero dice como ejemplo que antes utilizar a una mujer para vender un coche era sexista. Se?ala que ahora nos parece bien y le llamamos empoderamiento ver a dos grandes artistas hacer lo mismo: mostrar su cuerpo.

Yo s¨ª creo que Shakira es un monumento al empoderamiento vestida o desvestida. Es una feminista pura desde la perspectiva del talento que se hace champeta y otro d¨ªa cumbia, y adem¨¢s de bell¨ªsima, inspira a otras mujeres. Entiendo que esa protuberancia latina alimenta estereotipos muy en la burda mente de ¡°los Trump¡±, pero tambi¨¦n puede ser visto como un desaf¨ªo que grita: ¡°Este cuerpo es m¨ªo y no se toca a menos que yo lo quiera¡±. Sobre JLo, preferir¨ªa haberla visto bailar y cantar un poco m¨¢s. Y me encantar¨ªa saber c¨®mo se imagina un escenario en que todas sigamos en el camino de las conquistas.