?Deber¨ªas confesar a tu pareja con cu¨¢ntas personas te has acostado?
Elige bien el n¨²mero... o apuesta por estas alternativas
La primera cita recuerda a una entrevista de trabajo: queremos obtener toda la informaci¨®n posible de la persona que aspira a ocupar la vacante de nuestro coraz¨®n, o de nuestra cama. Tanto es as¨ª que, en vez de dejarnos llevar por la velada y disfrutar del momento, acabamos presentando una especie de cuestionario dise?ado para detectar los puntos fuertes y las taras del candidato. No faltan preguntas sobre el pasado sexual, como ?has tenido alguna pareja estable? ?por qu¨¦ fallaron tus ¨²ltimas relaciones? Y el punto culminante de la verg¨¹enza: ?con cu¨¢ntas personas te has acostado?
Hay que ser una persona muy directa para atormentar al pobre aspirante con la ¨²ltima cuesti¨®n. Pero, admit¨¢moslo, es una pregunta que hay que encajar tarde o temprano si la relaci¨®n avanza. Para alguno es un momento delicado, otros lo ven como un mero tr¨¢mite, o todo un examen a la autoestima, o un ejercicio de matem¨¢ticas especulativas, para las personas m¨¢s "creativas"... Pero todos piensan lo mismo, ?a qu¨¦ viene hacer siempre la misma pregunta?
?Cu¨¢l es tu n¨²mero?
Para la sex¨®loga Silvia P¨¦rez, esta consulta no recuerda tanto a una entrevista de trabajo como a la valoraci¨®n del fichaje de un deportista. "Es como una especie de 'check' que se hace para ver si estamos jugando en la misma liga o es hora de emprender un juicio de valor". Eso explica que, al sentirnos bajo esa lupa, "solemos inflar o desinflar la cifra seg¨²n la persona que pregunta". Lo hacemos incluso inconscientemente, lo cual es curioso porque, ?c¨®mo sabemos cu¨¢l es la respuesta adecuada?
Seg¨²n una investigaci¨®n de la Universidad de Nottingham en Malasia, publicado en la revista The Journal of Sex Research, si bien se percibe como positivo que la futura pareja tenga un buen bagaje amatorio, tanto los hombres como las mujeres prefieren que el n¨²mero de exparejas sexuales tampoco sea demasiado amplio. Una pauta muy clara... para confundir las cosas todav¨ªa m¨¢s.
As¨ª las cosas, no sorprende en absoluto que tanta disquisici¨®n sobre cuestiones num¨¦ricas haya dado hasta para hacer una pel¨ªcula, titulada What's your number? ("Cu¨¢l es tu n¨²mero", en ingl¨¦s). El guion parte de la premisa de que el n¨²mero 20 es el tope de parejas sexuales. A partir de esa frontera, uno deber¨ªa prepararse para las dificultades a la hora encontrar una pareja estable. Es obvio que la cifra es relativa, y que depende de la vida y de las circunstancias de cada persona, pero ser¨ªa cruel no tener una gu¨ªa para orientar las respuestas en tan procelosos interrogatorios. Seg¨²n datos de Statista de 2018, el 34% de los espa?oles encuestados dec¨ªa haber tenido de 1 a 3 parejas sexuales, un 28% de 4 a 8, un 15% de 9 a 13, un 9% de 14 a 19 y un 12% rebasar¨ªa el n¨²mero m¨¢gico de las 20.
Aparte de la obvia desconfianza por la capacidad de compromiso, una de las explicaciones para poner este l¨ªmite es que hay consenso en que un mayor n¨²mero de parejas se asocia a un mayor riesgo de contraer enfermedades de transmisi¨®n sexual.
Por todos esos motivos, apunta Silvia P¨¦rez, una cosa es el n¨²mero real y otra el n¨²mero que desvelamos. "Si pienso que voy a quedar como alguien que no es capaz de comprometerse tender¨¦ a maquillar la cifra reduci¨¦ndola; si, por el contrario, considero que voy a quedar como alguien con poca experiencia en relaciones contar¨¦ las batallas m¨¢s ¨¦picamente". Para eso, ?mejor no preguntar?
?Espero a la segunda cita, a la tercera, a perder la cuenta?
S¨ª, llega un punto en el que el juicio es inevitable y hay que ponerse la toga de abogado defensor. Qu¨¦ mejor momento para dar rienda suelta al filibustero que todos llevamos dentro para evitar proporcionar informaci¨®n (Filibusterismo: Obstruccionismo parlamentario, seg¨²n el DRAE). Pues ser¨¢ una buena excusa para buscar excepciones a la norma en los entresijos del reglamento, pero el consejo experto recomienda dejar el bloqueo para otra ocasi¨®n.
La psic¨®loga Inma R¨ªos reconoce que parece arriesgado, pero aboga por no ser cicateros en los detalles. "Dar a conocer a la actual pareja experiencias sexuales anteriores puede facilitar la comunicaci¨®n en la cama", asegura. No es una raz¨®n ligera, hay mucha satisfacci¨®n en juego. Con todo, la experta aconseja cambiar la estrategia de la defensa y derivar la conversaci¨®n m¨¢s hacia el "c¨®mo" que al "cu¨¢nto". Es decir, referir experiencias pasadas m¨¢s que estad¨ªsticas de juego, "hablando de lo que nos gusta sin necesidad de decir con qui¨¦n y cu¨¢ntas veces se ha practicado antes".
Otra cosa es distinguir cu¨¢ndo es oportuno abordar el asunto. "Las primeras citas no son las m¨¢s adecuadas para hablar de otras relaciones sexuales, pero es cierto que este tema es menos doloroso al principio de la relaci¨®n, cuando el grado de compromiso no es muy elevado", seg¨²n R¨ªos. Pero P¨¦rez opina que esta pregunta surge de forma temprana "no tanto porque nos interese el dato, sino porque hay falta de habilidades comunicativas en las primeras citas", por eso hacemos indagaciones preconcebidas, sin pensar en si es la mejor de las ideas. "Si todo fluye, ir¨¢ surgiendo de manera natural, de la misma manera que nos contamos cosas de nuestra familia u otros aspectos de nuestro pasado", asegura.
Cuando el rodeo es el camino m¨¢s directo
Hay dos tipos de persona, la que saca este tema y a la que se lo sacan. Si eres de las primeras, "un factor a tener en cuenta es la seguridad que muestre nuestra pareja en s¨ª misma y en la relaci¨®n. Muchas veces nos vemos superados por la curiosidad", reflexiona R¨ªos. Tambi¨¦n puede pasar que lancemos la pregunta y notemos que la otra persona se siente inc¨®moda y prefiere no contestar. "Hay que respetar si no quiere saber o hablar del tema, del mismo modo que tambi¨¦n deben respetarnos a nosotros", afirma tajante R¨ªos.
Quien pertenece al segundo tipo de persona, que no saca este tema pero se lo ponen encima de la mesa inevitablemente, P¨¦rez aconseja tener en cuenta que "compartir honestamente no significa ser imprudente. En una comunicaci¨®n de calidad analizaremos qu¨¦ contar y qu¨¦ reservarnos". Y si eres de la excepci¨®n que confirma la regla, de los que preguntan y responden seg¨²n les viene en gana, quiz¨¢ deber¨ªas tener en cuenta que no todas las personas son as¨ª: las hay muy inseguras, otras tienen tendencia a dar demasiadas vueltas a las cosas, para algunas la sexualidad es un tema inc¨®modo...
Para no meter la pata, la psic¨®loga propone no quedarnos solo en un n¨²mero o en una an¨¦cdota concreta, sino proponer la conversaci¨®n como un juego para conocernos mejor y ser mejores compa?eros de cama. "El tema debe abordarse desde la intenci¨®n de ganar conocimiento, comunicaci¨®n y crecimiento". As¨ª, aconseja poner "un punto de juego haci¨¦ndonos preguntas del tipo '?d¨®nde es el lugar m¨¢s raro en el que lo has hecho?' o 'cu¨¦ntame tu experiencia sexual m¨¢s divertida". Todo ello sin perder de vista que "a un nivel m¨¢s emocional tambi¨¦n enriquece compartir los aprendizajes de relaciones pasadas", concluye la experta. Lo importante es participar pero, con este juego, es que adem¨¢s todos ganan.
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