Es la bestia negra de quienes buscan perder peso. El bacon o beicon y la panceta suelen colocarse en la cumbre de los alimentos hipercal¨®ricos que conviene tomar con cuentagotas. Y a los que en el imaginario colectivo se les a?ade ciertas connotaciones festivas. Vamos, de men¨² para d¨ªas especiales.
En ocasiones ambos t¨¦rminos se usan de forma indistinta, pero hay diferencias. La panceta es una porci¨®n de grasa mezclada con carne magra procedente de la parte abdominal del cerdo, y que se vende en crudo. En Espa?a son famosos los bocadillos o parrilladas de panceta, en especial, en zonas de alta monta?a. Tambi¨¦n se han convertido en un delicioso y poco saludable alimento recuperador al acabar algunas carreras, haciendo honor a ese dicho de los runners de 'tras la meta, la panceta'. En la cocina suele incorporarse a guisos caseros, como las lentejas, para aportar sabor. A diferencia de la manteca, la grasa no se derrite con el calor tan f¨¢cilmente.
El bacon, tambi¨¦n llamado tocineta en muchos pa¨ªses de Sudam¨¦rica, es la panceta, pero curado. Generalmente est¨¢ ahumado, por lo que tambi¨¦n es m¨¢s salado. Su uso habitual es como complemento en hamburguesas, huevos fritos o patatas fritas con queso cheddar, aunque tambi¨¦n puede incorporarse a quiches o pizzas. El que se encuentra habitualmente en los supermercados y grandes superficies es de cerdo, pero en establecimientos especializados puedes encontrar derivados c¨¢rnicos similares, pero de pato, jabal¨ª o cordero.
Al ser un alimento procedente del cerdo est¨¢ disponible en el mercado durante todo el a?o.
Solo para ocasiones especiales
No te vamos a enga?ar: tanto el bacon como la panceta son alimentos ricos en calor¨ªas (546 kcal/100 gramos y 467, respectivamente). Tambi¨¦n lo son en grasas, exactamente, un 58%, de las que el 40% son saturadas (21,26 gramos). En su defensa, se puede alegar que, si se usa como saborizante, con una peque?a porci¨®n basta. Esto hace que su aporte energ¨¦tico no llegue a ser tan desorbitado como podr¨ªa pensarse al ver las tablas nutricionales. En cualquier caso, la consigna de los dietistas-nutricionistas es que, puesto a consumir estos productos, se haga espor¨¢dicamente, en peque?as cantidades y en el marco de una dieta saludable, rica en alimentos frescos de origen vegetal y moderada en grasa saturada por su impacto negativo en la salud cardiovascular. No vale como excusa su aporte de prote¨ªnas de calidad (8,7 gramos): pese a ser cierto, es menor que el de la carne fresca de cerdo.
Por si fuera poco, el aporte de vitaminas y minerales es muy discreto, mientras que el de sal es bastante alto. Una vez m¨¢s, tampoco se trata de prohibir, sino de compensar: una raci¨®n de 40 gramos aporta 0,7g de sal. Basta con controlar o reducir un poco la sal del resto de alimentos del d¨ªa (siempre que sean saludables, tampoco nos vengamos arriba) y no tendr¨¢s que privarte de un poco de bacon.
Y ahora¡ bacon vegano
Cuando cre¨ªamos haberlo visto todo aparece el bacon vegano. En realidad, no es sino berenjena o calabac¨ªn laminados, adobados para que tengan un sabor similar al de origen animal, y fritos u horneados hasta quedar con una textura crujiente. Tambi¨¦n puede prepararse a base de seit¨¢n o tortillas de trigo o ma¨ªz.
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