Pol¨¦micos, pol¨ªticos y problem¨¢ticos: la historia tras 12 desnudos que impactaron al p¨²blico
Puede parecer una estampa para satisfacer instintos bajos, pero desde hace d¨¦cadas el cuerpo descubierto tambi¨¦n ha sido una proclama pol¨ªtica, un s¨ªmbolo de igualdad o un extra?o gesto de progreso
Un desnudo puede ser una proclama, un s¨ªmbolo de libertad, una trampa, una herramienta publicitaria o un arma para avergonzar y humillar a su protagonista. Lo que es indudable es que la piel hace pensar en sexo y el sexo es un reclamo infalible desde antes de que las estrellas de cine se inventaran hace m¨¢s de un siglo. Entre estos ejemplos hay estampas que fueron el primer ladrillo de un imperio, pechos que se convirtieron en s¨ªmbolos pol¨ªticos o penes que reflejaron como nunca la rivalidad impl¨ªcita en la masculinidad t¨®xica. Nos conmovieron, inspiraron o escandalizaron pero siempre nos invitaron a reflexionar. Pase y vea. Este art¨ªculo est¨¢ ilustrado con algunas fotos que, en unos pocos casos, contienen alg¨²n culo y alg¨²n pecho, por si alguien pudiese sentirse sorprendido. ?Pero a qui¨¦n le sorprende un pecho o un culo en 2020?
Marilyn Monroe, en 'Playboy' (1953)
El desnudo. En 1949,?Marilyn todav¨ªa era una desconocida aspirante a actriz que recorr¨ªa la ciudad de Los ?ngeles present¨¢ndose a castings en busca de una oportunidad. En sus memorias My story, recogidas por Ben Hecht, explicaba que en una ocasi¨®n la polic¨ªa le retir¨® el coche y se encontr¨® sin dinero para pagar la multa, as¨ª que acept¨® posar desnuda para el fot¨®grafo Tom Kelley a cambio de 50 d¨®lares. La llamada sesi¨®n ¡°del terciopelo rojo¡± dur¨® un par de horas, y Marilyn firm¨® el trato con el nombre de Mona Monroe porque no quer¨ªa ser reconocida. Entonces ese tipo de escenas de desnudez eran consideradas, como poco, una verg¨¹enza. Kelley vendi¨® las im¨¢genes por 900 d¨®lares a la Western Lithograph, que las public¨® como parte de un calendario de pin ups. A?os despu¨¦s, Marilyn se har¨ªa famosa gracias a su aparici¨®n en pel¨ªculas como La jungla de asfalto o Ni¨¢gara, y el rumor de que exist¨ªan unas fotos de ella sin ropa circul¨® con avidez en la industria. Al final fue Hugh Hefner el que compr¨® los derechos de reproducci¨®n por 500 d¨®lares y las ofreci¨® en el interior del primer n¨²mero de su revista Playboy: ¡°Por primera vez en cualquier revista, a todo color, la famosa Marilyn Monroe desnuda¡±, promet¨ªa la portada.
La reacci¨®n. Pocas cosas definen mejor el cambio de la sociedad norteamericana hacia el sexo que el auge de Marilyn como estrella y la aparici¨®n de la revista Playboy. El hecho de que ella fuese la primera ¡°layboy Sweetheart, el t¨ªtulo que recib¨ªan entonces las playmates, resulta una coincidencia redonda. Adem¨¢s, el posado supuso un esc¨¢ndalo que podr¨ªa haber dado al traste con la incipiente carrera de la joven. La entonces todav¨ªa muy pacata moral estadounidense sol¨ªa castigar este tipo de actos, motivo por el que la Fox, el estudio que ten¨ªa contratada a Marilyn, le pidi¨® que negase ser ella la joven de las im¨¢genes. Pero la actriz decidi¨® contar la verdad a la prensa y, para sorpresa de muchos, la reacci¨®n del p¨²blico fue de comprensi¨®n. Sus contempor¨¢neos sab¨ªan bien lo que era estar desesperado y sin un c¨¦ntimo, as¨ª que lo que en otras circunstancias hubiera desatado la ira conservadora, se consider¨® un pecadillo perdonable. Al final, la sesi¨®n del terciopelo rojo ayudar¨ªa a afianzar su estatus como el?icono sexual m¨¢s importante del siglo XX. La historia tambi¨¦n define cu¨¢l era la cl¨¢sica trayectoria en estos casos: una modelo posa desnuda porque necesita con urgencia dinero, recibe un pago mediocre y otros se enriquecen mucho m¨¢s gracias a su imagen. Marilyn nunca lleg¨® a percibir m¨¢s que los 50 d¨®lares que cobr¨® en el momento de posar para la sesi¨®n; el fot¨®grafo y la compa?¨ªa ganaron mucho m¨¢s por su desnudo y, desde luego, la publicidad aup¨® y contribuy¨® a crear la leyenda de lo que acabar¨ªa siendo el imperio Playboy.
John Lennon y Yoko Ono, en la portada del disco 'Two virgins' (1968)
El desnudo. Lennon todav¨ªa estaba casado con su esposa Cynthia cuando Yoko Ono y ¨¦l pasaron una tarde en la casa familiar en Montagu Square, en Londres. Tomaron LSD y con el equipo de m¨²sica grabaron una serie de ruidos, chillidos y sonidos r¨ªtmicos que saldr¨ªan al mercado como el disco Two virgins, el primer disco en com¨²n de la pareja y un trabajo al margen de la m¨²sica de Lennon con los Beatles. Despu¨¦s de terminar la grabaci¨®n hicieron el amor por primera vez, de ah¨ª el t¨ªtulo de ¡°dos v¨ªrgenes¡±. El mismo John sac¨® la foto de la pareja desnuda activando el disparador autom¨¢tico de la c¨¢mara que acabar¨ªa siendo la portada del disco, y dispar¨® otra con su desnudo de espaldas que servir¨ªa de contraportada.
La reacci¨®n. En el a?o 1968, tras la eclosi¨®n del movimiento hippy, la desnudez no era algo proscrito a la prensa er¨®tica o al cine de arte y ensayo, pero que uno de los miembros de la autoproclamada banda ¡°m¨¢s famosa que Jesucristo¡± apareciese ense?ando los genitales junto a su amante en la portada de un disco todav¨ªa pod¨ªa levantar iras y estupefacci¨®n. En Estados Unidos confiscaron 30.000 unidades del disco, tildado de pornograf¨ªa, que al final fue distribuido tanto all¨ª como en Gran Breta?a con una funda marr¨®n en la que asomaban a trav¨¦s de un recorte las caras de la pareja. ?l critic¨® as¨ª el acto de censura, en declaraciones recogidas en el libro John Lennon y Yoko Ono, de James Woodall: ¡°La gente debe comprender de una vez por todas que eso es algo que no les incumbe y que estar desnudos no es ninguna obscenidad¡±. A alguno no se les escap¨® que muchas de las cr¨ªticas ven¨ªan porque los modelos de la imagen no ten¨ªan una pose sexi ni bella al modo can¨®nico; eran dos personas con f¨ªsicos corrientes y de atractivos medianos. Cuando Yoko arguy¨® que la portada era arte, sir Joseph Lockwood, el director de la discogr¨¢fica EMI, respondi¨®: ¡°Entonces deber¨ªais trabajaros unos cuerpos m¨¢s vistosos¡±. No ser¨ªa el ¨²ltimo desnudo de la pareja. Muchos a?os despu¨¦s Annie Leibovitz les fotografiar¨ªa para la portada de Rolling Stone, el 8 de diciembre de 1980. En la imagen, un John desnudo en posici¨®n fetal besaba a su esposa Yoko. Ese mismo d¨ªa fue asesinado.
Burt Reynolds, en 'Cosmopolitan' (1972)
El desnudo. En una grabaci¨®n del Tonight show de Johnny Carson coincidieron como invitados Helen Gurley Brown, editora de Cosmopolitan y autora del revolucionario ensayo El sexo y la chica soltera, y Burt Reynolds, estrella de cine y televisi¨®n. Gurley Brown le propuso a Reynolds si aceptar¨ªa posar desnudo para para su revista y ¨¦l acept¨®. Ella esgrim¨ªa que quer¨ªa demostrar que las mujeres ten¨ªan los mismos apetitos visuales que los hombres, a lo que Burt aducir¨ªa en sus memorias: ¡°Me gustar¨ªa poder decir que quer¨ªa mostrar mi apoyo a los derechos de las mujeres, pero simplemente pens¨¦ que ser¨ªa divertido¡±. Despu¨¦s de beber un poco de vodka, pos¨® para el fot¨®grafo Francesco Scavullo en diversas posiciones y encuadres. El resultado fue una foto a doble p¨¢gina del hirsuto actor desnudo sobre una piel de oso, con un cigarrillo en la boca y tap¨¢ndose estrat¨¦gicamente el pene con un brazo. El n¨²mero de abril de 1972 de Cosmopolitan vendi¨® mill¨®n y medio de ejemplares.
La reacci¨®n. ¡°En aquel tiempo a los hombres les gustaba mirar a mujeres desnudas¡±, recordaba Hurley Brown en el libro de James Landers dedicado a la revista Cosmopolitan. ¡°Bueno, nadie hablaba de ello, pero a las mujeres tambi¨¦n les gustaba ver a los hombres desnudos¡±. En efecto, la imagen marc¨® un antes y un despu¨¦s en la consideraci¨®n del deseo femenino y en la objetivaci¨®n de los hombres como los deseados, y no al rev¨¦s. Un a?o despu¨¦s llegar¨ªa al mercado la revista Playgirl, inspirada por la famosa foto. Sin embargo, Burt Reynolds se arrepinti¨® de haber dicho que s¨ª (a¨²n antes de saber que la primera opci¨®n de Hurley Brown para el posado hab¨ªa sido Paul Newman). ¡°Era muy joven y muy est¨²pido¡±, declar¨®, y asegur¨® que hab¨ªa perjudicado su carrera y acabado con sus opciones de ser candidato al Oscar por la su papel en Deliverance. La fotograf¨ªa tambi¨¦n catapult¨® su fama ¨Caunque igual no la fama que ¨¦l deseaba en ese momento- y le garantiz¨® un lugar en la iconograf¨ªa popular de nuestra era, mil veces emulada y parodiada.
Marisol, en 'Intervi¨²' (1976)
El desnudo. En 1972 el fot¨®grafo de cabecera de Marisol, C¨¦sar Lucas, sac¨® por encargo de Carlos Goyanes, marido de la actriz y cantante, unas fotos de la joven desnuda para un proyecto de pel¨ªcula con Alain Delon que al final no sali¨® adelante. Cuatro a?os despu¨¦s, ya roto el matrimonio con Goyanes, las fotograf¨ªas aparecieron en el primer n¨²mero de Intervi¨² bajo la proclama Marisol desnuda y joven. La revista despach¨® un mill¨®n de ejemplares.
La reacci¨®n. Si para su primer n¨²mero Playboy se hab¨ªa asegurado de dar la campanada con el desnudo de Marilyn Monroe, en Espa?a Intervi¨² intent¨® hacer algo parecido para su estreno, y desde luego lo consigui¨®. El resultado es una de las im¨¢genes claves de la Transici¨®n: supon¨ªa ver a la ni?a prodigio del desarrollismo como una mujer (aunque en 1976 ya hab¨ªa dado sobradas muestras de haber crecido; manten¨ªa una relaci¨®n con Antonio Gades y hab¨ªan tenido una hija juntos) y la sexualizaci¨®n de la figura de Marisol, que en los siguientes a?os buscar¨ªa reconvertirse en Pepa Flores antes de decirle un ¡°ah¨ª te quedas¡± a toda la industria del espect¨¢culo. El itinerario de las fotos fue azaroso: ni Marisol ni C¨¦sar Lucas cobraron por su publicaci¨®n, y el fot¨®grafo lleg¨® a ser procesado por esc¨¢ndalo p¨²blico y atentado a la moral. Entonces Marisol y C¨¦sar Lucas ya no eran amigos, pero ella le ofreci¨® su apoyo por si pod¨ªa ayudarle en algo. Al final ¨¦l sali¨® absuelto del juicio y por Intervi¨² acabar¨ªan pasando, con posados, robados y a veces ambas cosas a la vez, el grueso de los famosos espa?oles.
Susana Estrada, en la entrega de los premios del diario 'Pueblo' (1978)
El desnudo. La entrega de los premios del diario Pueblo del a?o 1978 reuni¨® a nombres dispares de la pol¨ªtica y la cultura espa?ola: Pilar Mir¨®, Manuel Fraga, Felipe Gonz¨¢lez, Amparo Soler Leal, Santiago Carrillo¡, pero la protagonista indiscutible de la noche fue la actriz Susana Estrada. Cuando el futuro alcalde de Madrid Enrique Tierno Galv¨¢n le entreg¨® un galard¨®n, a Estrada se le sali¨® un pecho. La fot¨®grafa Marisa Fl¨®rez recogi¨® el instante que pas¨® a formar parte de la memoria inmediata de la Transici¨®n espa?ola.
La reacci¨®n. Susana Estrada ya hab¨ªa ganado notoriedad por desnudarse en el teatro y, junto a otros nombres como Nadiuska y Victoria Vera, se estaba convirtiendo en un emblema del destape, as¨ª que,?a priori, que apareciese una teta suya en p¨²blico no tendr¨ªa que causar un gran impacto. Pero a diferencia de otros desnudos famosos (de la ¨¦poca o de este listado), que eran posados o formaban parte de alguna escenificaci¨®n, este pertenec¨ªa a la vida real, era una situaci¨®n formal pero casi cotidiana en la que una teta irrump¨ªa deteni¨¦ndolo todo (a?os despu¨¦s, Sabrina en Televisi¨®n Espa?ola probar¨ªa que la mera aparici¨®n de un pecho femenino pod¨ªa seguir paralizando un pa¨ªs). ¡°Podr¨ªa haberme tapado, pero no hubiese sido coherente conmigo misma, no hab¨ªa nada de lo que avergonzarse¡±, declar¨® ella a Valeria Vegas en Vanity Fair, adem¨¢s de negar que el profesor Tierno Galv¨¢n le dijese la ya m¨ªtica frase: ¡°T¨¢pese, no vaya usted a constiparse¡±. La imagen de una mujer con un pecho al aire rodeada de se?ores encorbatados, en la que todos sonre¨ªan, era la demostraci¨®n de c¨®mo hab¨ªan cambiado las cosas, de la libertad simbolizada, a lo Marianne francesa, en una teta. La misma Susana Estrada lo explicaba: ¡°No hay que ver solo el pecho, sino un momento que refleja la apertura del pa¨ªs¡±.
Demi Moore, en 'Vanity Fair' (1991)
El desnudo. Para el reportaje de portada de Demi Moore en el n¨²mero de agosto de 1991 de Vanity Fair estaba previsto que la actriz luciese un vestido verde del dise?ador Isaac Mizrahi. Al final de la sesi¨®n, la fot¨®grafa Annie Leibovitz, amiga de Demi y su entonces marido Bruce Willis, sac¨® algunas im¨¢genes m¨¢s de la actriz desnuda, mostrando su barriga de embarazada de siete meses de su segunda hija Scout, al estilo de otras fotos que le hab¨ªa sacado ya durante su primer embarazo. Estaba previsto que esas im¨¢genes fuesen para la pareja, pero cuando Tina Brown, editora de la revista, las vio, pens¨® que ah¨ª hab¨ªa una portada incre¨ªble. Demi y Bruce accedieron sin rechistar. Las ventas del n¨²mero More Demi Moore (M¨¢s Demi Moore) ascendieron hasta el mill¨®n de ejemplares y se desat¨® un gran esc¨¢ndalo.
La reacci¨®n. La pose y el motivo de la mujer desnuda y embarazada son hoy ya un lugar com¨²n, pero a principios de los noventa la estampa de Demi resultaba subversiva y asombrosa. Era una visi¨®n de una mujer embarazada y poderosa, llena de fuerza e incluso sexi en una ¨¦poca en la que el embarazo no se asociaba en absoluto con esos valores. En algunos quioscos la pusieron a la venta con una funda de papel, como hab¨ªan hecho con el disco de Lennon y Yoko Ono y se hac¨ªa con las revistas pornogr¨¢ficas. Tambi¨¦n hubo qui¨¦n objet¨® que se trataba de la comercializaci¨®n de una escena muy privada solo en busca de la publicidad; lo cierto es que Bruce y Demi estaban acostumbrados a utilizar la propaganda en la proyecci¨®n de sus carreras, y esa imagen fue un escal¨®n m¨¢s en el camino a convertirla en una de las mujeres m¨¢s famosas del mundo y de las actrices m¨¢s reclamadas. La entrevista que acompa?aba la imagen, por cierto, no era muy halag¨¹e?a y pintaba a Demi como una ¡°egoc¨¦ntrica y consentida¡±. Casi nadie recuerda hoy el texto del art¨ªculo, pero la foto es historia de nuestro tiempo.
Las distribuci¨®n de esas im¨¢genes privadas de Scarlett Johansson hizo que gran parte de la poblaci¨®n cobrase conciencia de la vulnerabilidad de la privacidad de un dispositivo m¨®vil, adem¨¢s de iniciar un cambio en la actitud hacia este tipo de hechos
Scarlett Johansson, en Internet (2011)
El desnudo. A principios de 2011 sali¨® la noticia de que un grupo de hackers hab¨ªa logrado acceder a las cuentas de correo de hasta 50 famosas. Desde entonces, se hab¨ªa producido un lento goteo de fotos de famosas desnudas, sobre todo im¨¢genes sacados por ellas mismas, pero fue en septiembre cuando dos selfis de Scarlett Johansson, uno sobre la cama en el que se le ve¨ªa un pecho y otro de espaldas sacado en el ba?o, circularon por Phun y Reddit, de ah¨ª a toda la Red y generaron titulares en todo tipo de medios. Algunos portales, como The NYC Independent, insinuaban que podr¨ªa tratarse de una estrategia publicitaria, mientras que otros, como LA Weekly, comentaban que eran ¡°mucho m¨¢s elegantes de lo que suele encontrarse en cualquier cinta porno de una famosa¡±. En una entrevista a Vanity Fair dos meses despu¨¦s, Scarlett contar¨ªa sobre las im¨¢genes: ¡°Se las enviaba a mi marido¡±, refiri¨¦ndose a su ya exesposo Ryan Reynolds. ¡°S¨¦ cu¨¢les son mis mejores ¨¢ngulos. No hay nada malo en ello. No es como si estuviese filmando porno, aunque tampoco habr¨ªa nada malo en ello igualmente¡±.
La reacci¨®n. La aparici¨®n de las fotos de Scarlett, en cuanto a su condici¨®n de s¨ªmbolo sexual generacional y una de las actrices m¨¢s famosas del mundo, corri¨® como la p¨®lvora por Internet y fue recibida con alegr¨ªa y alborozo. Pero tambi¨¦n supuso la primera ocasi¨®n en la que gran parte de la poblaci¨®n cobr¨® conciencia de la vulnerabilidad de la privacidad de un dispositivo m¨®vil, adem¨¢s de iniciar un cambio en la actitud hacia este tipo de hechos. Algunos se?alaron la hipocres¨ªa de un mundo que adora ver a una mujer joven y atractiva desnuda, pero no ve ninguna contradicci¨®n en se?alar que si esa persona no quiere que las im¨¢genes no vean la luz p¨²blica, no se las haga. Cuando el culpable del robo de las fotos, Christopher Chane, fue condenado a 10 a?os de prisi¨®n, muchos fueron conscientes de que aquello que hab¨ªan contemplado sin ning¨²n remordimiento ni conciencia de estar participando de algo punible era un delito.
El 'celebgate' del foro 4chan (2014)
El desnudo. A finales de agosto de 2014 aparecieron en Internet cientos de fotograf¨ªas de famosas desnudas o en poses er¨®ticas que hab¨ªan logrado robar de sus m¨®viles. Fueron publicadas en el famoso foro estadounidense 4chan y de ah¨ª replicadas y compartidas en miles de p¨¢ginas y redes sociales. Entre las famosas estaban Rihanna, Jennifer Lawrence, Kate Upton, Kaley Cuoco o Kirsten Dunst; siguieron apareciendo nuevas fotos de nuevas v¨ªctimas durante semanas. Hubo respuestas de todo tipo por parte de las implicadas; desde negar la autenticidad de las fotos a re¨ªrse de la filtraci¨®n, pasando por m¨²ltiples denuncias y quejas sobre la seguridad de Google o ICloud. Pronto el esc¨¢ndalo pas¨® a ser conocido como celebgate o fappening.
La reacci¨®n. Si el caso de Scarlett hab¨ªa iniciado un cambio en la percepci¨®n del robo de im¨¢genes privadas, este se verbaliz¨® de veras con el infame celebgate. Frente a la idea extendida de ¡°si no quieres que tus fotograf¨ªas desnuda salgan de tu m¨®vil, no seas tan tonta de hac¨¦rtelas¡±, fue calando en la opini¨®n p¨²blica la idea de que aquello era inmoral y pod¨ªa ser constitutivo de delito. Muchos de los que las hab¨ªan compartido, como el bloguero P¨¦rez Hilton, las retiraron y se disculparon a los pocos d¨ªas. El celebgate fue el caso m¨¢s sonado de todas las filtraciones de desnudos en Internet, aunque no el ¨²nico ni mucho menos. Fotos de famosas en las mismas circunstancias expuestas sin su permiso siguen apareciendo con cierta frecuencia, y ha quedado claro que no solo las celebridades son objetivo de este tipo de ataques. Hoy, v¨ªdeos y fotograf¨ªas de mujeres an¨®nimas practicando sexo o posando de manera er¨®tica son a menudo distribuidos sin su consentimiento, y el revenge porn es una realidad. Algunos casos acaban en tragedia y otros, los menos, en condenas. S¨ª fue as¨ª con el celebgate; hasta hoy, cinco hombres -Ryan Collins, Edward Majerczyk, Emilio Herrera, George Garofano y Christopher Brannan- han sido condenados a penas de ocho a 18 meses de prisi¨®n.
Kim Kardashian, en 'Paper Mag' (2014)
El desnudo. Podr¨ªa pensarse que por su pr¨¢ctica de exhibir distintos grados de desnudez en su Instagram d¨ªa s¨ª y d¨ªa no, una portada de revista con un desnudo de Kim Kardashian no levantar¨ªa mucho revuelo, pero a finales de 2014 Paper mag la sac¨® (y ella por supuesto public¨® tambi¨¦n en su Instagram) ense?ando el culo con el titular ¡°rompe Internet¡± y, desde luego, estuvieron cerca de conseguirlo. La sesi¨®n de fotos corri¨® a cargo del fot¨®grafo franc¨¦s Jean Paul Goude que recre¨® con Kim la ic¨®nica fotograf¨ªa de disformia corporal que tom¨® a la aspirante a actriz Carolina Beaumont en 1976.
La reacci¨®n. La llamativa fisicidad de la imagen despert¨® cientos de miles de comentarios, la mayor¨ªa cr¨ªticos, en los que aparec¨ªan agrupados todo el tipo de reacciones que generan estos gestos; desde avergonzarla con el ¡°qu¨¦ pensar¨ªan sus hijos¡±, con el ¡°qu¨¦ pensar¨ªa su padre¡±, o con el ¡°ese culo no es real, es cirug¨ªa est¨¦tica/Photoshop¡± a avergonzarla por haberse quejado de haber salido en el celebgate y luego aparecer desnuda por decisi¨®n propia. Otras cr¨ªticas m¨¢s elaboradas la acusaban de racismo por emular en una de las fotos ¨Cen la que abr¨ªa una botella de champ¨¢n mientras sosten¨ªa una copa sobre el trasero- un clich¨¦ asociado a las mujeres negras, grupo ¨¦tnico al que adem¨¢s no pertenece, por lo que tambi¨¦n la acusaron de apropiaci¨®n cultural. Adem¨¢s de las diatribas sobre g¨¦nero, raza y clase social que suelen acompa?ar a los movimientos de las Kardashian, las fotos ratificaban un tendencia ins¨®lita para las generaciones anteriores: que un mont¨®n de personas fotografiaban y publicaban im¨¢genes de sus cuerpos desnudos a cambio de nada a priori tangible, solo para recibir elogios, invitaciones a ligar o capital social ¨Cque luego tal vez monetizar¨ªan de alguna manera¨C. Al fin y al cabo Kim Kardashian era la prueba de que en un delito, como era la filtraci¨®n de una cinta pornogr¨¢fica casera, ella ¨Co su madre¨C?hab¨ªan visto la oportunidad para levantar un imperio.
Quim Guti¨¦rrez, Orlando Bloom y Justin Bieber, en la revista 'Cuore' y 'New York Daily News' (2016)
El desnudo. En agosto de 2016 aparecieron, con pocos d¨ªas de diferencia, las fotograf¨ªas de varios de los hombres m¨¢s deseados completamente desnudos. Primero fue el actor espa?ol Quim Guti¨¦rrez, fotografiado por la revista Cuore en Formentera con su pareja Paula Willems (segunda vez que se ofrec¨ªa su desnudo integral); luego el New York Daily News sac¨® al actor norteamericano Orlando Bloom de vacaciones en Cerde?a junto a su novia Katy Perry, y pocos d¨ªas despu¨¦s el mismo medio public¨® unas im¨¢genes del cantante canadiense Justin Bieber (que ya hab¨ªa sido inmortalizado desnudo en Bora Bora un a?o atr¨¢s) con su novia de aquel momento, Sahara Ray, en Hawaii.
La reacci¨®n. Como se trataba de im¨¢genes en lugares p¨²blicos ¨Cplayas¨C y por tanto, legales, el p¨²blico pudo disfrutarlas sin un ¨¢pice de culpabilidad, y en el caso de las fotos de Bloom y Bieber acabaron constituyendo un ejemplo de la llamada cultura de las celebridades: poder seguir, analizar y debatir cada acto de los famosos casi a tiempo real gracias a la cantidad de medios que se dedican a cubrir su existencias y que, en una inesperada vuelta del destino, muchos de ellos publican en redes cada uno de sus movimientos. Las fotos de Bloom y Bieber, como ambos ten¨ªan un historial de enemistad y peleas por la misma mujer ¨CMiranda Kerr¨C, se consider¨® una muestra muda de rivalidad reducida a su m¨¢s b¨¢sica y elemental expresi¨®n: un demostrar qui¨¦n la tiene m¨¢s grande literal. P¨¢ginas de Internet crearon encuestas para comparar ambos penes y hasta Seth Rogen dio su veredicto en televisi¨®n.
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