John Liebenberg: el maestro de la fotograf¨ªa de la vida y la guerra
Uno de los reporteros sudafricanos m¨¢s respetados del siglo XX es el autor de un archivo trascendental y ¨²nico sobre las contiendas en el sur de ?frica en los a?os ochenta
El periodista gr¨¢fico sudafricano John Liebenberg, fallecido el pasado mes de febrero a los 61 a?os, es muy conocido por su excepcional obra sobre Namibia, en especial el periodo de finales de la d¨¦cada de 1980, cuando el pa¨ªs iniciaba su transici¨®n hacia?la independencia bajo la supervisi¨®n de Naciones Unidas.
Liebenberg naci¨® en 1958, en Johanesburgo, y su ni?ez, parte de la cual pas¨® en un orfanato, no fue f¨¢cil. Termin¨® el colegio en una ¨¦poca en la que se esperaba que los hombres sudafricanos cumpliesen el servicio militar obligatorio y fue enviado a Ondangwa, en el norte de Namibia, en 1976. En el Ej¨¦rcito estaba prohibido hacer fotos, pero Liebenberg ocult¨® una peque?a c¨¢mara en la letrina.
Despu¨¦s del servicio militar, regres¨® a Namibia y trabaj¨® en la oficina postal de Windhoek. Quer¨ªa ser fot¨®grafo. Tambi¨¦n ten¨ªa un don para conectar con la gente. A menudo hablaba con los empleados inmigrantes negros que conoc¨ªa en el trabajo, la mayor parte de ellos procedentes del norte de Namibia, en la frontera con Angola, donde la guerra se estaba intensificando. El conflicto b¨¦lico, conocido por los sudafricanos como la ¡°guerra de la frontera¡± y por los namibios como la ¡°guerra de liberaci¨®n¡±, condujo a Namibia, Angola y otros pa¨ªses a la guerra de Sud¨¢frica contra los movimientos armados de liberaci¨®n apoyados por pa¨ªses socialistas, un eco de la pol¨ªtica general de la Guerra Fr¨ªa.
¡°Cari?o¡± era un t¨¦rmino que a Liebenberg le gustaba emplear cuando hablaba sobre su relaci¨®n con las personas y de c¨®mo llegaba a conocer sus historias y sus duros periplos dictados por la necesidad de encontrar trabajo en el sur. Daba la sensaci¨®n, muchos a?os despu¨¦s, de que los relatos segu¨ªan obsesion¨¢ndolo. Lo mismo ocurri¨® cuando empez¨® a trabajar en el peri¨®dico The Namibian y a cubrir la creciente movilizaci¨®n urbana de sindicatos y estudiantes y, cada vez m¨¢s, la zona de guerra en la frontera con Angola.
Compa?eros periodistas y amigos describen a un hombre con la capacidad de saltar barreras, romper l¨ªmites y desarmar a las personas mientras se mov¨ªa como un torbellino tomando fotograf¨ªas, a veces furtivamente, pero a menudo conmovido por otros y conmovi¨¦ndolos a su vez.
Enemigo del Estado
La transici¨®n a la independencia de Namibia comenz¨® el 1 de abril de 1989 e inicialmente se fue a pique por el fracaso del alto el fuego en el norte.
Horas antes de que se reanudara el conflicto, el coche de Liebenberg fue acribillado a balazos en un intento de asesinato. A?os despu¨¦s supo, gracias a las audiencias de la Comisi¨®n para la Verdad y la Reconciliaci¨®n de Sud¨¢frica para otorgar la amnist¨ªa, que quienes intentaron matarlo, los atroces escuadrones de la muerte del apartheid ¡ªla Oficina de Cooperaci¨®n Civil¡ª hab¨ªan recibido el encargo de librarse de ¨¦l.
Es admirable hasta qu¨¦ punto mantuvo la intensidad de su densa cobertura fotogr¨¢fica de las protestas y la guerra que se vivieron durante este periodo, incluida la revelaci¨®n de la dif¨ªcil historia de los relatos sobre los abusos contra los derechos humanos narrados por detenidos que pertenec¨ªan a la Organizaci¨®n del Pueblo de ?frica del Sudoeste (SWAPO por sus siglas en ingl¨¦s). Sus historias salieron a la luz tras ser liberados, en 1989, de las c¨¢rceles situadas en el sur de Angola.
Tras la independencia de Namibia, Liebenberg sigui¨® cubriendo la guerra civil de Angola, a la que denominaba la ¡°guerra de la locura¡±. Hab¨ªa muchos intereses en juego, la pol¨ªtica era sucia y, con frecuencia, no se respetaba la vida humana.
Fotografi¨® el conflicto en Luanda tras el fracaso del acuerdo entre el Movimiento Popular para la Liberaci¨®n de Angola (MPLA) y la Uni¨®n Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) despu¨¦s de las elecciones de 1992. Acompa?¨® a las fuerzas del MPLA que se mov¨ªan por el centro del pa¨ªs para reconquistar zonas tomadas por la UNITA, entre ellas Huambo. Siguiendo su c¨®digo personal de fotografiar a los dos bandos enfrentados, despu¨¦s fotografi¨® las bases de la UNITA en el sur de Angola.
Fantasmas
Liebenberg public¨® sus fotograf¨ªas de la guerra de Namibia contra la ocupaci¨®n colonial sudafricana en la obra Bush of Ghosts (2010). Como soy historiadora del norte de Namibia, me invit¨® a colaborar en el proyecto. Siempre tuvo muy claro que el relato debe tener en cuenta las diferentes partes enfrentadas.
El libro consta de tres cap¨ªtulos. El primero sigue a j¨®venes reclutas blancos enviados a la zona de guerra en la frontera entre Namibia y Angola. Se despliega en escenas en las que las fuerzas de seguridad blancas y negras se enfrentan a las poblaciones locales, que soportan toques de queda y amenazas, que ven sus campos y granjas destruidos por veh¨ªculos blindados y fuego de artiller¨ªa, pero que a menudo resisten con una indescifrable quietud y dignidad ante semejantes imposiciones. En este cap¨ªtulo se reconoce la vulnerabilidad de los j¨®venes reclutas, pero se dirige directamente a ellos y al aparato militar del Estado del apartheid. Ning¨²n otro fot¨®grafo ha documentado de este modo la guerra en el sur de ?frica.
El segundo cap¨ªtulo de Bush of Ghosts rinde homenaje a los namibios que se movilizaron contra el dominio de Sud¨¢frica. El tercero es m¨¢s introspectivo y explora las consecuencias de la guerra en retratos y paisajes. Como coautora con Liebenberg, me asombr¨® la amplitud de temas y la falta de elementos superfluos en este archivo anal¨®gico.
Los recovecos del coraz¨®n
Mientras trabaj¨¢bamos, Liebenberg me mostr¨® otros trabajos que nunca hab¨ªa expuesto: los retratos de estudio de 1986 tomados durante los fines de semana en el hostal Ovambo, un alojamiento para hombres inmigrantes, en Katutura, una de las zonas reservadas para negros en Windhoek. Son asombrosos por la forma en que los hombres despliegan su inmensa individualidad ante la c¨¢mara. Cuando algunas de estas fotos se expusieron en Windhoek en 2011, con el t¨ªtulo de Fines de semana en el Okombone, se produjeron dram¨¢ticos momentos de reconocimiento entre algunos descendientes de los hombres fotografiados.
Liebenberg sol¨ªa describir la forma impredecible en que la gente pod¨ªa introducirse en los ¡°recovecos del coraz¨®n¡±. No hablaba solo de amor. Se refer¨ªa a las inesperadas consecuencias emocionales del trabajo al que dedic¨® su vida.
Un fot¨®grafo que se acerca al dolor, la muerte, la mutilaci¨®n, la culpa, la traici¨®n, el duelo, la furia o la crueldad de las personas se ve expuesto a profundas repercusiones afectivas. Quiz¨¢ eso lo volvi¨® decidido e incluso temerario, haciendo que se olvidara de todo cuando pon¨ªa la c¨¢mara en acci¨®n, como hizo durante el segundo accidente a¨¦reo que experiment¨® en la provincia de Huambo, en la d¨¦cada de 1990.
Y si no puedes llegar o ayudar a las personas que han entrado en lo m¨¢s rec¨®ndito de tu coraz¨®n, al menos puedes llevarlas a lo m¨¢s rec¨®ndito de tu c¨¢mara. Es decir, el sujeto de la fotograf¨ªa entra en el mundo visual de John, en el que profundidades y superficies insondables producen diversos efectos. Por eso no hay una sola forma de interpretar ninguna de sus im¨¢genes, y probablemente por eso muchas de ellas siguen siendo tan inquietantes.
A¨²n sigue habiendo muchas inc¨®gnitas en torno a la trayectoria profesional y las penurias de los minutos finales de este destacado fot¨®grafo que muri¨® en el hospital tras una intervenci¨®n quir¨²rgica a los 61 a?os sin seguro sanitario, alguien que a menudo hablaba de la explotaci¨®n de los fot¨®grafos por parte de peri¨®dicos, agencias y redes. Dec¨ªa que a veces eran negligentes y a menudo exigentes respecto a los derechos de reproducci¨®n que eran el ¨²nico medio de supervivencia para un fot¨®grafo ya mayor y su familia. Un fot¨®grafo con un archivo trascendental y ¨²nico, que tiene el potencial de abrir la memoria hist¨®rica de las naciones.
Patricia Hayes es catedr¨¢tica en Historia y Teor¨ªa Visual en la Universidad del Cabo Occidental, Sud¨¢frica. La autora no recibe salario, ni ejerce labores de consultor¨ªa, ni posee acciones, ni recibe financiaci¨®n de ninguna compa?¨ªa u organizaci¨®n que pueda obtener beneficio de este art¨ªculo, y ha declarado carecer de v¨ªnculos relevantes m¨¢s all¨¢ del cargo acad¨¦mico citado.
Este articulo fue publicado originalmente en ingles en The Conversation y traducido al castellano por Newsclips.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Fotograf¨ªa documental
- Desarrollo ?frica
- Namibia
- Sud¨¢frica
- Agenda Post-2015
- ADI
- ?frica meridional
- Fotograf¨ªa
- Desarrollo humano
- Indicadores econ¨®micos
- Indicadores sociales
- ?frica subsahariana
- Pobreza
- Calidad vida
- ?frica
- Bienestar social
- ONU
- Artes pl¨¢sticas
- Pol¨ªtica social
- Arte
- Problemas sociales
- Econom¨ªa
- Sociedad
- Medio ambiente
- Pol¨ªtica
- Planeta Futuro