El club de los poetas muertos | Sexta semana de cuarentena infantil o c¨®mo la educaci¨®n ¡®online¡¯ es un l¨ªo para todos
Me quito el sombrero ante los t¨ªpicos padres americanos que educan a sus hijos en casa toda la vida en vez de escolarizarlos
Llevamos ya seis semanas de confinamiento desde que cerraron los colegios y la educaci¨®n a distancia est¨¢ siendo un pollo para todos. As¨ª que me quito el sombrero ante los t¨ªpicos padres americanos que educan a sus hijos en casa toda la vida en vez de escolarizarlos.
Al empezar la cuarentena, nos bombardearon por todos lados con propuestas educativas y recursos muy interesantes que se sumaban a los deberes planteados por los profesores. Y nos motivamos mucho, igual que con la gimnasia por Instagram¡ hasta que hemos visto que la pandemia va para largo y hay que repartir y racionar el entusiasmo, porque no tenemos la cabeza para aprender ni para ense?ar.
Como nuestra hija va a P4, no hacer materia unos meses tampoco le destrozar¨¢ el futuro.
Nosotros aprovechamos para ense?arle o potenciarle cosas pr¨¢cticas: leer, escribir, dibujar fij¨¢ndonos en la Historia del Arte, ingl¨¦s viendo series¡ O sea, podemos jugar a ser el t¨ªpico Robin Williams haciendo de profesor motivador sin preocuparnos de temarios y burocracias.
Pero tengo amigos en bachillerato muy angustiados por las notas, la selectividad y su futuro acad¨¦mico. Y sus padres, ni os cuento.
No es lo mismo la educaci¨®n a distancia con contenidos, infraestructura y profesorado preparados que esta cosa media improvisada de ¡°con¨¦ctate como puedas y el profe se convertir¨¢ en un youtuber confinado¡±.
M¨¢s all¨¢ de quejas de bar (de bar cerrado, que ahora se hacen en las redes), ya nos imaginamos que los profesores no est¨¢n de vacaciones y que, en la medida de lo posible y de sus circunstancias personales, se est¨¢n reinventando para seguir en contacto con sus alumnos.
Nuestros hijos los echan mucho de menos (supongo que en infantil es m¨¢s f¨¢cil esta adoraci¨®n) y agradecemos cualquier llamada comunitaria, cualquier video grabado, cualquier correo con ideas (y de paso curioseamos las casas donde viven, que esto siempre distrae.)
No quiero ni imaginarme c¨®mo ser¨¢ el percal en casos bestias donde no tengan ordenador, conexi¨®n a Internet o simple calma para seguir con la educaci¨®n. S¨®lo s¨¦ que hacer de padres, maestros y teletrabajar a la vez es complicado. Si a m¨ª que soy profe de universidad ya me agota mentalmente pasar unas cuantas horas lectivas hogare?as con mi hija, que es un sol, imag¨ªnate quien no tenga ni tiempo ni m¨¦todo ni energ¨ªa ni paciencia.
Adem¨¢s, si no podemos comprar material de apoyo, toda esta formaci¨®n tiene que hacerse a trav¨¦s de una pantalla. Aunque hayamos cuidado durante a?os que nuestros hijos no se conviertan en zombis de m¨®viles, Tablets y teles, ahora nos vemos obligados a dejarles estas pantallas para su crecimiento educativo.
?Aprender¨¢n m¨¢s pero se volver¨¢n a¨²n m¨¢s adictos a la tecnolog¨ªa? Y lo m¨¢s importante cuando los servicios t¨¦cnicos est¨¢n cerrados: ?nos fiamos y los dejamos solos con nuestros aparatos o nos pasamos el d¨ªa como seguratas vigilando que no nos rompan el port¨¢til o nos rallen la pantalla del smartphone?
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