Las transferencias monetarias para responder a la covid-19 y al cambio clim¨¢tico

La crisis del coronavirus est¨¢ golpeando fuertemente a Am¨¦rica Latina y el Caribe, y se estima que ocasionar¨¢ hasta un 5,5% de las reducciones en el crecimiento del PIB este a?o. La desaceleraci¨®n econ¨®mica est¨¢ causando trastornos sin precedentes en la vida de los ciudadanos de la regi¨®n. Los m¨¢s pobres y vulnerables, que tienden a tener menor acceso a energ¨ªa, agua, servicios financieros y de salud, se ven afectados de manera desproporcionada.

Antes de la covid-19, los pa¨ªses ya enfrentaban la pobreza, la desigualdad en el acceso a los servicios sociales y de infraestructura y la crisis clim¨¢tica. En Chile, una sequ¨ªa de 10 a?os dej¨® a casi medio mill¨®n de personas sin acceso directo al agua, mientras que Bahamas contin¨²a reconstruy¨¦ndose despu¨¦s de que el hurac¨¢n Dorian dejara da?os estimados en 3.400 millones de d¨®lares en septiembre de 2019.

El argumento a favor

La protecci¨®n social es una soluci¨®n para abordar el impacto tanto del coronavirus como de la crisis clim¨¢tica. Muchos pa¨ªses ya est¨¢n utilizando sus programas de transferencias monetarias para ayudar a los hogares pobres y vulnerables. As¨ª, est¨¢n apoyando tanto a los hogares que antes de la pandemia calificaban para un programa, como a aquellos que no estaban bajo los est¨¢ndares, pero para quienes la crisis significa un riesgo de caer en la pobreza. La experiencia internacional muestra que las transferencias monetarias de emergencia son efectivas en t¨¦rminos de coste-beneficio y salvan vidas.

Los pa¨ªses pueden institucionalizar esta pr¨¢ctica. Los programas podr¨ªan adaptarse autom¨¢ticamente a los choques, es decir, aumentar autom¨¢ticamente los montos desembolsados y abarcar un mayor n¨²mero de beneficiarios cuando pase una crisis. Si institucionalizan las transferencias monetarias, los gobiernos podr¨¢n responder de manera m¨¢s oportuna, ordenada, eficiente y transparente cuando llegue la pr¨®xima pandemia, terremoto o inundaci¨®n.

Ahorrar tiempo valioso en la pr¨®xima emergencia

Flexibilizar estas transferencias de manera que se adapten a los choques implica establecer reglas sobre el alcance y las condiciones bajo las cuales se escalar¨ªan antes de que ocurran los desastres. Normas expl¨ªcitas tambi¨¦n permiten establecer una cl¨¢usula de eliminaci¨®n gradual autom¨¢tica de la respuesta a la emergencia tras unos meses, salvaguardando as¨ª los costos fiscales.

La experiencia internacional muestra que las transferencias monetarias de emergencia son efectivas en t¨¦rminos de costo-beneficio y salvan vidas

Los pa¨ªses deber¨¢n ser capaces de identificar los nuevos beneficiarios r¨¢pidamente. Tras una crisis o desastre, es dif¨ªcil. Crear registros sociales, como el Cadastro ?nico en Brasil, es una soluci¨®n para establecer canales de desembolso, como n¨²meros de cuentas en banco tradicionales o pagos a tel¨¦fonos m¨®viles a trav¨¦s de las fintech. Tambi¨¦n deber¨ªan acordar bajo qu¨¦ criterios se activar¨¢ la expansi¨®n de los programas, por ejemplo, cuando la autoridad de una regi¨®n declare una emergencia, o cuando la intensidad de un evento natural supere un par¨¢metro dado.

No deber¨ªa ser un cuello de botella

Hacer que estos pagos se adapten f¨¢cilmente a las crisis tambi¨¦n implica tomar medidas financieras por adelantado. Entre las opciones con las que cuentan los gobiernos se destacan los fondos de reserva y de l¨ªneas de cr¨¦dito contingentes. Un ejemplo citado con frecuencia es el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) de M¨¦xico. Permite asignar r¨¢pidamente fondos federales a la ayuda humanitaria y a la rehabilitaci¨®n de infraestructura p¨²blica y viviendas de bajos ingresos afectadas por desastres naturales. En Per¨², l¨ªneas de cr¨¦dito contingente se activan una vez que la primera l¨ªnea de defensa de instrumentos de retenci¨®n de riesgos (como fondos de emergencia, y fondos de estabilizaci¨®n fiscal) ha sido agotada.

Los seguros y bonos para cat¨¢strofes son otra opci¨®n. Fonden, en M¨¦xico, acaba de emitir un bono para cat¨¢strofes de 485 millones de d¨®lares para trasladar parte del riesgo del pa¨ªs a los mercados internacionales de capital. Finalmente, est¨¢n los mecanismos regionales de riesgo compartido. La Facilidad de Seguros contra Riesgos Catastr¨®ficos en el Caribe actualmente agrupa el riesgo de desastres en 16 pa¨ªses y brinda a los gobiernos participantes liquidez de r¨¢pido desembolso y de corto plazo.

La situaci¨®n actual muestra que reaccionar a los desastres es necesario y ¨²til, pero tambi¨¦n que la coordinaci¨®n y el r¨¢pido desembolso de la ayuda a los hogares afectados son muy desafiantes. Tenemos la oportunidad de establecer programas de transferencias monetarias como una herramienta clave para proporcionar un apoyo inmediato, temporal y transparente a las poblaciones afectadas por desastres. Si se dise?an bien, estos programas pueden aumentar de manera sostenible la resiliencia de las poblaciones a los impactos clim¨¢ticos y otros desastres, m¨¢s all¨¢ de la pandemia actual.

Marcelo Cabrol es gerente del sector social y Juan Pablo Bonilla es gerente del sector de cambio clim¨¢tico y desarrollo sostenible, cargos que ocupan en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)