Monedas complementarias ante la lisis del coronavirus
Varios autores defienden un nuevo orden econ¨®mico para hacer frente a la pandemia
Una crisis es un evento puntual; una lisis es una descomposici¨®n sist¨¦mica, y es ante lo que nos encontramos en estos meses del a?o 2020. Hay diversos escenarios de decrecimiento a corto plazo, y a medio plazo diferentes escenarios de recuperaci¨®n, pero tambi¨¦n los hay de descomposici¨®n. En cualquier caso, nos encontramos sujetos a la inmensa incertidumbre sobre c¨®mo se producir¨¢ el proceso de salida de esta situaci¨®n. Es el momento de que las monedas complementarias hagan de nuevo un intento de salir de las catacumbas de la econom¨ªa social y del desarrollo local para formular algunas propuestas a situaciones complejas a las que la econom¨ªa oficial no puede dar respuesta.
Durante esta d¨¦cada pasada el dinero generado apenas ha llegado a la econom¨ªa real. Se ha inyectado en la oferta, en las empresas, y de modo limitado y poco efectivo para las m¨¢s peque?as. Esta situaci¨®n ha castigado a la demanda, puesto que se han reducido los salarios y las ayudas sociales. Pese a la necesidad de b¨²squeda de alternativas, estamos viviendo un momento hist¨®rico en el que las diferentes opciones de la teor¨ªa neocl¨¢sica hacen ajustes para intentar que todo siga igual, dentro del orden conocido, intentando cambiar algunas cosas para que nada cambie.
En este sentido, podemos agrupar en cuatro bloques los grandes tipos de medidas entre las propuestas defendidas en estas ¨²ltimas semanas en los medios de comunicaci¨®n; y que, atendiendo al orden de verosimilitud y de garant¨ªas de continuidad del orden (desorden) establecido, se pueden resumir de la siguiente manera:
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Plan A) Enfoque Macro: Bajada de tipos de inter¨¦s que sirven para incrementar la deuda p¨²blica, con compra p¨²blica de bonos para evitar que se especule contra esta deuda (t¨¦cnicamente se denomina EQ). Poco que a?adir que no conozcamos ya, son las medidas convencionales de la d¨¦cada pasada.
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Plan B) Enfoque Micro: Sistema de avales a empresas y aut¨®nomos con el objetivo de mantener especialmente el peque?o tejido productivo que es socialmente el m¨¢s fr¨¢gil en este tipo de situaciones. En esta l¨ªnea, el gobierno espa?ol plante¨® hace unas semanas un plan de avales p¨²blicos para empresas de 200.000 millones de euros, de los que estima que finalmente ser¨ªa necesario responder, aproximadamente, solo a la mitad.
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Plan C) Enfoque Helic¨®ptero: Cada vez hay m¨¢s apoyo a medidas de distribuci¨®n puntual de renta (helic¨®ptero monetario), con frecuencia complementadas con las ya mencionadas. En Estados Unidos, mucho m¨¢s flexibles, aunque sean m¨¢s conservadores que la Uni¨®n Europea, se ha aprobado un ¡°helic¨®ptero monetario¡±, sistema que Carlos Arenillas propon¨ªa tambi¨¦n en este mismo medio.
Lo local es lo m¨¢s real, m¨¢s sostenible y de mayor capacidad de resiliencia frente a las crisis globales
Con relaci¨®n a este helic¨®ptero monetario, Hong Kong ha tomado la decisi¨®n de hacer pago ¨²nico a todos sus ciudadanos equivalente a 1.100 euros/per c¨¢pita. Los inconvenientes que apunta son que la cantidad es peque?a para ofrecer una capacidad sostenible de resistencia a la contracci¨®n de la demanda.
En esta l¨ªnea se sit¨²a la propuesta de renta b¨¢sica social, puntual, que plantea el gobierno de Pedro S¨¢nchez, bajo la presi¨®n de Unidas Podemos.
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Plan D) Enfoque nano regular: Se trata de una renta b¨¢sica regular, y m¨¢s o menos universal. Los defensores de una renta b¨¢sica regular proponen que los gobiernos inyecten renta de modo sostenido, lo que podr¨ªa contribuir a mantener la demanda. Es un sistema costoso si se sostiene en el tiempo y para el que dif¨ªcilmente se conseguir¨¢ autorizaci¨®n del Banco Central o de los Mercados. Pero hay vida m¨¢s all¨¢.
Desde el enfoque te¨®rico-pr¨¢ctico de las monedas complementarias, en este art¨ªculo planteamos dos grandes escenarios de utilizaci¨®n de las mismas que podr¨ªa dar respuesta a este episodio de crisis sist¨¦mica (o lisis) y que, a su vez, podr¨ªan permitirnos transitar a otro sistema con un mayor componente ecol¨®gico y social y con mayor incidencia en la relocalizaci¨®n de la actividad. Los dos tipos que presentamos son:
Plan E) una o varias monedas complementarias auton¨®micas de respaldo oficial (Moneda Complementaria tipo A).
En este escenario, el helic¨®ptero ser¨ªa puntual ¡ªm¨¢s tolerable para los grandes bancos centrales y la realpolitik¡ª o regular (renta b¨¢sica), pero se realizar¨ªa en una moneda complementaria. El fondo de respaldo, aval ciudadano, estar¨ªa depositado en el Banco de Espa?a o en la banca comercial y a la ciudadan¨ªa se le entregar¨ªa un dinero electronico, que los comercios podr¨ªan recuperar en euros aunque a?adi¨¦ndole un mecanismo que desincentive el cambio de moneda a trav¨¦s de un inter¨¦s negativo, lo que favorecer¨ªa su utilizaci¨®n y la circularidad del mismo. En este sentido, el marco te¨®rico recomienda aplicar dicho inter¨¦s negativo (v¨¦ase, ¡°oxidaci¨®n¡±), de modo que la ciudadan¨ªa y los comercios usen esta moneda con frecuencia, aumenten su circulaci¨®n en el intercambio de productos y servicios y se reserven los euros para el ahorro.
Este enfoque vendr¨ªa avalado por los resultados de varias experiencias con monedas respaldadas en euros y con acuerdo de los bancos centrales. Las experiencias m¨¢s avanzadas de las que disponemos en este momento en el Estado son: el REC, que el Ayuntamiento de Barcelona ha implementado desde 2016 a trav¨¦s de NovAct en el eje del Bes¨®s y que supone que parte de la renta de inserci¨®n inyectada en la comunidad fuera en moneda de uso en el comercio local.
En esta l¨ªnea, de moneda respaldada en euros y apoyada por la Administraci¨®n P¨²blica local, encontramos la Grama en Santa Coloma de Gramanet o la moneda ossetana en San Juan de Aznalfarache en Sevilla, utilizada para el pago de ayudas sociales y que, adem¨¢s, se han incorporado recientemente en un proyecto europeo, llamado Convocatoria Horizonte 2020, con el objetivo de compartir el modelo con otros pa¨ªses mediterr¨¢neos.
A menor escala, pero tambi¨¦n en el ¨¢mbito local, el Varamed¨ª de Zafra (Badajoz), o el Irati, utilizado en una mancomunidad de residuos de Navarra para incentivar la recogida selectiva de varias fracciones de residuos. Estas son algunas de las monedas locales que est¨¢n funcionando en nuestro pa¨ªs con el apoyo de la Administraci¨®n p¨²blica y con respaldo en euros.
Otras monedas de similar tipolog¨ªa, aunque en muchos casos sin inyecciones a la ciudadan¨ªa, las encontramos en el sur Francia con el Eusko, en el sur de Alemania con el Chiemgauer o en Reino Unido con el Bristol con mayor o menor peso p¨²blico local o regional.
La acusaci¨®n de corralitos encubiertos que argumentar¨¢n algunos cr¨ªticos, se aclarar¨¢ al establecerse desde el inicio un protocolo claro de tasa de cambio, que desincentive que se reconvierta en euros; y de oxidaci¨®n que nos ayude a estimular el uso cotidiano y refuerce las econom¨ªas locales. Lo local es lo que demuestra ser m¨¢s real, m¨¢s sostenible y de mayor capacidad de resiliencia frente a los escenarios de crisis globales.
Plan F) monedas complementarias de respaldo social (Monedas complementarias Tipo B)
Este plan incluir¨ªa monedas sociales promovidas desde la propia ciudadan¨ªa y comunidades m¨¢s o menos organizadas, sin respaldo en moneda oficial. En ocasiones ha habido apoyo de la administraci¨®n, como las propuestas por el gobierno griego de Alexis Tsipras en 2012 para las Administraciones Locales, pero en nuestro caso, la totalidad de las monedas sociales creadas en Espa?a desde la crisis econ¨®mica fueron de iniciativa exclusivamente social. Estas monedas sociales (denominadas de Tipo B o Sistemas LETS, seg¨²n autores) son monedas de cr¨¦dito mutuo, autogestionadas por los usuarios y de liderazgo comunitario. Surgen desde la iniciativa de personas, movimientos y entidades m¨¢s activas y din¨¢micas, y se enfoca a grupos de afines o a los sectores m¨¢s necesitados y vulnerables.
En los estudios que realizamos durante las fases m¨¢s duras de la crisis, entre 2011 y 2014, tanto en Grecia como en Espa?a, hab¨ªa familias que obtuvieron la mitad de su renta real a trav¨¦s de la realizaci¨®n de intercambios en estas monedas locales, y la otra mitad gracias a trabajos o subsidios. Esta moneda no requiere inyecci¨®n de dinero, ni p¨²blico ni privado, no se convierte nunca en euros, se sigue intercambiando entre los miembros de la comunidad.
Pero creemos que es importante que cuenten con colaboraci¨®n p¨²blica. En estas comunidades de intercambio se pueden establecer mecanismos de seguimiento de las rentas y de las transacciones realizadas, a modo de pol¨ªtica din¨¢mica de empleo; y en su caso, podr¨ªan permitir pagos de tasas o establecer impuestos en esas mismas monedas. En la crisis financiera de hace una d¨¦cada surgieron centenares de iniciativas de este tipo. Actualmente la mayor¨ªa est¨¢n pr¨¢cticamente desactivadas, por problemas diversos, de distancias y de transporte, por la recuperaci¨®n de la actividad econ¨®mica y el empleo, porque los municipios no apoyaron, y porque los comercios no participaron. Espa?a fue uno de los pa¨ªses del mundo con mayor presencia de estas plataformas de intercambio en cr¨¦dito mutuo con cerca de 500 comunidades, solo 267 grupos en la plataforma internacional (CES, 2020).
En estos pr¨®ximos a?os de lisis (crisis y descomposici¨®n sist¨¦mica) no creemos que podamos esperar mucho de un Big Green Deal. Volver¨¢n a surgir monedas sociales, unas de emergencia, otras con un objetivo emancipador. Hay nuevas herramientas tecnol¨®gicas para apoyar el proceso y muchos motivos para pensar que los grandes decisores no estar¨¢n a tan baja altura como para entender la oportunidad que suponen estos dos grandes tipos de monedas complementarias: rearticular mercados de proximidad, alimentarios o de servicios b¨¢sicos, generar rentas complementarias de emergencia, fomentar la reutilizaci¨®n y los intercambios de segunda mano, y muchas otras funciones microecon¨®micas que hasta ahora no hemos podido esperar de las alturas del poder.
Franco Llobera es miembro de la Asociaci¨®n Econom¨ªas BioRegionales (EBR)
Alex Lopez es especialista en monedas complementarias.
Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez-Pacheco es investigador de la Universidad de Extremadura (UEX) y del Instituto de Moneda Social (IMS)
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