"No soy un virus": los j¨®venes de origen chino se rebelan contra el racismo en Espa?a
Cuando las noticias a¨²n hablaban de pasada de una gripe que hab¨ªa nacido en Wuhan, los asi¨¢ticos empezaron a escuchar comentarios racistas. Los mayores se refugiaron, las nuevas generaciones no piensan callar
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El racismo contra los chinos se viraliz¨®. Se propag¨® antes de que lo hiciera el virus. Cuando los boletines de las radios a¨²n hablaban de pasada de una gripe que hab¨ªa nacido en Wuhan, los chinos en Espa?a empezaron a escuchar comentarios racistas. La fot¨®grafa de 26 a?os Luc¨ªa Sun, nacida en Espa?a y de padres chinos, explica c¨®mo arranc¨® su proyecto art¨ªstico de protesta bajo el ya existente lema #imnotavirus. ¡°Me escribi¨® una chica de origen chino y me cont¨® lo que les estaba pasando a ella y a sus amigos. ¡®Eh, cononavirus¡¯, les dec¨ªan. Yo tambi¨¦n hab¨ªa recibido algunos comentarios de este tipo¡±. Sun retrat¨® antes del confinamiento a ni?os y j¨®venes de origen chino, a la segunda generaci¨®n, muchos de ellos ya nacidos en Espa?a. Los fotografi¨® en una actitud de defensa y tambi¨¦n de aislamiento, de aislamiento cultural. De exclusi¨®n.
Contact¨® con adultos y mayores establecidos en Espa?a desde hace d¨¦cadas, pero no quisieron participar. La diferencia entre aquellos que llegaron a finales del siglo XX y sus hijos es grande. ¡°Protestar no es algo propio de ellos¡±, resume mientras se pelea con la piedra del mechero, que resuena al otro lado de la l¨ªnea. ¡°Son discretos, son gente que est¨¢ muy ocupada trabajando. Pasan. Viven en su comunidad, tienen la enorme barrera del idioma, provienen de una cultura comunista. La reivindicaci¨®n de derechos no es una prioridad¡±, explica Sun, que a ra¨ªz de esta campa?a ha conocido al cantante y activista Putochinomaric¨®n, al colectivo catal¨¢n Cat¨¤rsia y a la Red de Di¨¢spora China, que organizan talleres de concienciaci¨®n.
¡°La gente de mi edad tenemos menos pudor. Mi pensamiento es m¨¢s occidental que asi¨¢tico¡±, afirma esta licenciada en Comunicaci¨®n Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid. Tras pasar la etapa escolar en la que no le gustaba ser diferente, Sun quiere indagar m¨¢s en la cultura de sus padres. Ha ido a China casi todos los veranos y aunque no lo escribe ni lo lee, con sus padres se comunica en mandar¨ªn. Su familia vive en Zhejiang, al sur de Shangh¨¢i. Muchos chinos que residen en Espa?a proceden de esta provincia o de la colindante Fujian.
Los j¨®venes como Sun, criada en Ourense, tienen una doble tarea en su reivindicaci¨®n. Han de convencer a la sociedad espa?ola de que los chinos no tienen por qu¨¦ trabajar en un restaurante o en una tienda y persuadir a sus propios padres de lo mismo. ¡°No tenemos por qu¨¦ incorporarnos al negocio familiar. Puedo ser profesor, m¨¦dico o artista¡±, explica la fot¨®grafa, que gestiona con dos colegas un antiguo taller de motos convertido en local de eventos en la zona de Marqu¨¦s de Vadillo (al sur de Madrid), donde se dispar¨® la sesi¨®n de fotos.
Sun utiliz¨® elementos y materiales que protegen y a¨ªslan para componer las fotograf¨ªas. Texturas que representan el distanciamiento que genera el virus. Cubri¨® a los modelos con el pl¨¢stico que utilizan los pintores para no manchar e interpuso pantallas rojas, el color que mejor representa la cultura china, y barreras transparentes como forma de expresar la separaci¨®n de culturas.
La artista quiere visibilizar a la comunidad asi¨¢tica en sus pr¨®ximos trabajos. Aboga por una mayor presencia de chinos en la moda y en el cine. ¡°Mira las pel¨ªculas estadounidenses, el actor asi¨¢tico sigue haciendo el papel del amigo que se muere¡±, dice. Sun se atreve a pronosticar algunos de los cambios que van a llegar. Habla de un espejo que existe en tiendas de China para probarse ropa de manera virtual. Y menciona la realidad aumentada. A ver si la pandemia va a ser la que consiga que los coches vuelen por fin.
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