La ley las protege, los datos las ocultan y ellas callan
En Tailandia, el estigma social, las tradiciones y la inacci¨®n policial mantienen a muchas mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero en silencio, mientras que la falta de estad¨ªsticas las invisibiliza
Despu¨¦s de romper con su esposo, Saifon trat¨® de comenzar de nuevo. Acab¨® pagando con su propia vida. La granjera de 21 a?os de Nakhon Si Thammarat, una ciudad del sur de Tailandia, hab¨ªa comenzado a verse con otro hombre despu¨¦s de que su matrimonio se rompiera seis meses antes. Cuando su celoso exmarido se enter¨®, la apu?al¨® hasta la muerte en un brutal ataque que tambi¨¦n dej¨® gravemente herida a su nueva pareja.
Nunca se sabr¨¢ con certeza por qu¨¦ Saifon dej¨® a su esposo, pero los medios locales sugirieron tras su asesinato que el hecho de que la matara de una manera tan despiadada apunta que estaba tratando de escapar de un hombre violento. En Tailandia este tipo de casos, de hombres que agreden y matan a sus exnovias o exesposas, no son infrecuentes, aunque la magnitud del problema se subestima y rara vez se ha documentado, explican varios expertos sobre la materia en la Revista Internacional de Salud de la Mujer.
La doctora Henriette Jansen, investigadora principal del Fondo de Poblaci¨®n de las Naciones Unidas (UNFPA) apunta esta falta de datos de violencia contra las mujeres. Hace ya 20 a?os de la encuesta que las autoridades realizaron para conocer la prevalencia de la violencia de g¨¦nero entre la sociedad. En aquel estudio, el 44% de las mujeres dijeron haber sufrido violencia f¨ªsica o sexual por parte de una pareja ¨ªntima en alg¨²n momento de su vida y alrededor del 22% inform¨® de que hab¨ªa sucedido en los ¨²ltimos 12 meses.
¡°En Tailandia nunca se ha hecho otra encuesta nacional hasta la fecha y es importante darse cuenta de que es la ¨²nica forma de obtener informaci¨®n sobre cu¨¢l es la proporci¨®n de mujeres que experimenta violencia. Todav¨ªa usamos viejas tasas de prevalencia para el pa¨ªs¡±, lamenta Jansen. Y los datos parciales de los que se dispone no arrojan informaci¨®n positiva.
El Ministerio de Justicia comunic¨® en julio de 2018 que la violencia en el ¨¢mbito de la pareja o expareja hab¨ªa ido en aumento a?o tras a?o en sus estad¨ªsticas. Durante los primeros siete meses de 2018, m¨¢s de 360 mujeres y ni?os fueron v¨ªctimas de abusos en el hogar en este pa¨ªs de 69 millones de personas. De estos casos, el 83,6% se produjeron solo en el primer trimestre, de enero a marzo.
La ¨²ltima encuesta nacional sobre violencia de g¨¦nero en Tailandia es de hace 20 a?os
Los datos m¨¢s recientes de la Administraci¨®n Metropolitana de Bangkok, la capital de Tailandia, ciudad de 8,2 millones de habitantes, muestran que 1.115 mujeres fueron v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero entre octubre de 2018 y septiembre de 2019. El n¨²mero se obtuvo de 11 hospitales y 68 centros de servicios de salud p¨²blica. Del total, el 33,75% de las v¨ªctimas estaban casadas y el 18,89% eran novias de sus agresores. No aparecen casos de ninguna exnovia. El 34,98% de las agresiones tuvo lugar en casa y el 27,09% en otros lugares.
Jansen subraya que si se suman los n¨²meros de casos de violencia de los juzgados, la Polic¨ªa y los centros de salud, se obtendr¨¢ solo la punta del iceberg. ¡°Hace 20 a?os, la misma encuesta mostr¨® que solo el 1% de las mujeres que hab¨ªa experimentado violencia en la pareja hab¨ªan acudido a la polic¨ªa. Los datos de los servicios oficiales no muestran lo que est¨¢ sucediendo, son una gran subestimaci¨®n¡±, advierte. En vista del hecho de que la mayor¨ªa no informa sobre la violencia, ella sugiere que no hay duda de que los datos, en realidad, ¡°son mucho m¨¢s altos¡±.
El pasado San Valent¨ªn, un hombre dispar¨® y mat¨® a su exmujer mientras trabajaba en una cl¨ªnica de belleza en un centro comercial de Bangkok. La polic¨ªa dijo que se hab¨ªan divorciado una semana antes y ¨¦l se hab¨ªa enfurecido tras ver en las redes sociales que alguien le hab¨ªa regalado un ramo de flores. Otra noticia reciente informaba de un caso en el que un marido celoso asesin¨® a un polic¨ªa que hab¨ªa mantenido relaciones con su exesposa y despu¨¦s le cort¨® el pene y lo arroj¨® al fuego.
Jaray Singhakowinta, doctor en Filosof¨ªa y profesor adjunto de estudios de la sexualidad en la Escuela de Graduados de Lenguaje y Comunicaci¨®n de Tailandia, dice que los medios locales se apoderan de estas historias y las cuentan de forma sensacionalista, aunque claramente existe un problema.
"Las dificultades econ¨®micas de Tailandia durante los ¨²ltimos a?os y la creciente insensibilidad de las personas hacia la violencia contribuyen al aumento de los cr¨ªmenes contra las mujeres", sugiere Singhakowinta. Los datos de la fundaci¨®n Movimiento Progresista de Hombres y Mujeres (WMP), revelan que de los 623 casos de violencia de g¨¦nero contabilizados en 2018, 384 fueron asesinatos. Seg¨²n sus estad¨ªsticas, adem¨¢s, estas cifras representan un incremento del 35,4% de las agresiones machistas respecto a 2016.
Los valores tradicionales de la familia tailandesa juegan un papel importante en esta situaci¨®n, pues enfatizan una divisi¨®n clara entre los asuntos p¨²blicos y privados, alentando a las mujeres a guardar silencio sobre los problemas en el hogar y con sus parejas para mantener el honor de la familia. Algunos proverbios repetidos con frecuencia, incluso, desaconsejan intervenir en la vida amorosa de otras personas, para evitar que sus intenciones se malinterpreten y se les vea como la persona que intent¨® destruir la relaci¨®n cuando la pareja finalmente se reconcilia.
Los valores tradicionales de la familia tailandesa alientan a las mujeres a guardar silencio sobre los problemas en el hogar y con sus parejas para mantener el honor de la familia
Phil Robertson, subdirector de la divisi¨®n de Asia de la organizaci¨®n Human Rights Watch, dice que ¡°la verg¨¹enza, el estigma social y la falta de inter¨¦s o la capacidad de involucrarse por parte de la polic¨ªa contribuyen a¨²n m¨¢s a que las v¨ªctimas est¨¦n realmente solas para hacer frente al problema y dependen de amigos o familiares para intervenir¡±.
Se supon¨ªa que esta situaci¨®n cambiar¨ªa con la aprobaci¨®n de la Ley de V¨ªctimas de Violencia Dom¨¦stica de 2007 y la modificaci¨®n del C¨®digo Penal. La citada ley comprende 18 secciones, muchas de ellas importantes para las v¨ªctimas, los perpetradores y los funcionarios del Gobierno. Por ejemplo, la n¨²mero cuatro establece que ¡°quien realice cualquier acto de violencia dom¨¦stica ir¨¢ a prisi¨®n durante un m¨¢ximo seis meses, pagar¨¢ una multa de 6.000 bahts (unos 172 euros), o recibir¨¢ ambos castigos¡±. La secci¨®n cinco, por otro lado, se?ala que una v¨ªctima de violencia dom¨¦stica o una persona que ha tenido conocimiento de que ha sucedido una agresi¨®n, ¡°tendr¨¢ el deber de notificarlo a un funcionario competente para que pueda ejecutar esta ley¡±.
Antes de 2007, la ley penal no inclu¨ªa la violaci¨®n conyugal como un delito, por lo que las mujeres no estaban legalmente protegidas contra las agresiones sexuales por parte de su pareja. La violencia que ocurre en la esfera p¨²blica o es cometida por un maltratador no familiar, como los ataques sexuales y el acoso, se condena con el C¨®digo Penal.
Sin embargo, aunque la polic¨ªa tiene m¨¢s poder que antes para actuar, sigue siendo reticente a intervenir. Las leyes pueden haber cambiado, pero las actitudes no. Como resultado, se?ala Robertson, ¡°los maltratadores y asesinos a menudo se salen con la suya y sus cr¨ªmenes quedan impunes. Algunos perpetradores, incluso llevan el asunto un paso m¨¢s all¨¢ al afirmar que sus actos violentos no deben ni considerarse delitos¡±.
Ruengrawee Pichaikul, directora del Instituto de Investigaci¨®n de G¨¦nero y Desarrollo de Tailandia, reconoce que el sistema de Justicia que trata con el problema de la violencia de g¨¦nero ¡°est¨¢ fallando, comenzando por la polic¨ªa que no la incluye en su lista de delitos prioritarios¡±. La experta recalca que en el ¨²ltimo informe disponible sobre violencia contra las mujeres del Departamento de Asuntos de la Mujer y Desarrollo Familiar, de 2017, ¡°no recoge ning¨²n castigo a un maltratador en las estad¨ªsticas¡±.
De los 30.000 casos que?Pichaikul estima que se dan realmente cada a?o, ¡°el n¨²mero de informes policiales se reduce a la mitad, y a un menor n¨²mero de mujeres que buscan justicia en los tribunales, por lo que la impunidad es el principal problema¡±. Muchos casos, a?ade, acaban en una mediaci¨®n entre la v¨ªctima y el maltratador.
Como explic¨® a un medio local en 2019 el coronel Ying Paweena Ekchat, un oficial investigador calificado, menos del 10% de las v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero solicita el enjuiciamiento. Sittisak Wanachakit, vicepresidente de la Corte de Apelaciones, expres¨® en el mismo reportaje que por mucho que la ley de protecci¨®n para las v¨ªctimas ya est¨¦ en vigor, pocos casos llegan a los tribunales y la mayor¨ªa de las personas no tienen ni siquiera acceso a la Justicia.
Katherine Gerson, investigadora para Tailandia de Amnist¨ªa Internacional, recuerda que en enero de 2017, ¡°el Gobierno aprob¨® un proyecto de ley para reemplazar el de 2007¡±. De aprobarse, tras ser presentado a la Asamblea Legislativa Nacional para su consideraci¨®n, cubrir¨¢ el acoso sexual, proporcionar¨¢ medidas m¨¢s integrales para combatir violencia dom¨¦stica y brindar¨¢ una mayor protecci¨®n a las v¨ªctimas.
Pese a los avances, y teniendo en cuenta la aceptaci¨®n generalizada de la violencia machista entre la ciudadan¨ªa y las agencias gubernamentales, Tailandia todav¨ªa tiene "un largo camino por recorrer antes de que cese la violencia" contra las mujeres, concluye Robertson de HRW.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.