Vuelven los edificios fantasma a las ciudades africanas

El aeropuerto de Bole, en Ad¨ªs Abeba, es el mayor centro de tr¨¢nsito a¨¦reo y la puerta m¨¢s importante de entrada a ?frica. No es casual que la capital et¨ªope se haya convertido en un centro de operaciones log¨ªsticas para la distribuci¨®n de ayuda m¨¦dica, con m¨¢scaras y kits de pruebas provenientes de China ¡ªsu principal socio comercial¡ª. Actores como el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, han aprovechado el lugar estrat¨¦gico que el Aeropuerto internacional de Bole ocupa en territorio africano para activar varios programas de reparto de ayuda a nivel continental en plena pandemia. Sin embargo, gran parte del edificio permanece sin terminar. Y los planes para su desarrollo podr¨ªan verse truncados por el coronavirus.

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Mientras la quiebra y el despido masivo de empleados ponen en jaque las aerol¨ªneas, edificios como Bole se encuentran en una situaci¨®n que los puede evocar de la proyecci¨®n internacional a convertirse en fantasmas y esqueletos de una ilusi¨®n de lo que un d¨ªa aspiraron ser. Es algo que?Joanne Tomkinson, investigadora posdoctoral del SOAS, ha querido advertir poniendo de relieve la situaci¨®n en la que muchas ciudades y edificios urbanos se han visto avocados tras la pandemia.

"La r¨¢pida expansi¨®n del aeropuerto se hab¨ªa convertido, antes de la crisis del coronavirus, en un s¨ªmbolo muy significativo del ¨¦xito aeron¨¢utico de largo recorrido de Etiop¨ªa, el desarrollo de infraestructura y el ep¨ªtome arquitect¨®nico de la modernizaci¨®n del pa¨ªs", reconoce la investigadora asociada del Departamento de Estudios Pol¨ªticos e Internacionales de la universidad londinense. "Las ambiciosas proyecciones de expansi¨®n y crecimiento subyacentes parecen tener de repente un futuro bastante incierto".

El aeropuerto, as¨ª como otros edificios emplazados en el centro de la ciudad y que se erigieron a la par de un crecimiento econ¨®mico como el que proyectaba Etiop¨ªa hasta la irrupci¨®n de la pandemia, eran s¨ªmbolos de poder. As¨ª, la arquitectura jugaba en Ad¨ªs Abeba el papel simb¨®lico de exhibir la fuerza del milagro econ¨®mico que llev¨® Etiop¨ªa a liderar la ola de pa¨ªses que la revista The Economist denomin¨® en 2011 los lion kings africanos. Su PIB crec¨ªa a cerca del 8% anualmente, algo que el nuevo presidente y ¨²ltimo Nobel de Paz Abiy Ahmed, quer¨ªa aumentar a un 10% a partir de una receta neoliberal cercana a Occidente.

La arquitectura que se erige (o se frena) en las ciudades africanas, es un reflejo de estructuras de poder y relaciones comerciales m¨¢s amplias

Ya no podr¨¢ ser. Al menos no en los pr¨®ximos meses. La "arquitectura de la autoridad", que como en ¨¦poca egipcia y romana quer¨ªa reflejar el poder¨ªo de sus imperios, puede acabar siendo un sinf¨ªn de proyectos inacabados a modo de esqueletos espectrales, dependientes en gran medida de China, cuyas industrias han dejado de fabricar y exportar materiales de construcci¨®n que ?frica necesita para seguir edificando.

Tal como plantea Tomkinson, los edificios y la arquitectura china desarrollada en los ¨²ltimos a?os en todo el continente africano, plantea graves problemas, no solamente en Ad¨ªs Abeba, sino tambi¨¦n en ciudades como Luanda, donde las empresas de construcci¨®n chinas han jugado hasta la fecha un papel fundamental.?

Hace pocas d¨¦cadas, las dependencias generadas en la construcci¨®n de ciudades africanas trazaba l¨ªneas comerciales exclusivamente hacia Europa o Estados Unidos. Hoy, China o Singapur, tambi¨¦n juegan su papel en el desarrollo de edificios y la arquitectura moderna de ciudades que se erigen a golpe de contratos multimillonarios que respaldan o complementan otro tipo de transacciones que van m¨¢s all¨¢ del ladrillo, de la mano de proyectos de cooperaci¨®n y con extensiones en el sector de la telefon¨ªa m¨®vil, las energ¨ªas renovables, el petr¨®leo, el gas, la pesca, la ganader¨ªa...

La arquitectura que se erige (o se frena) en las ciudades africanas, es un reflejo de estructuras de poder y relaciones comerciales m¨¢s amplias. Hoy, en plena crisis poscovid, estos mismos edificios son la imagen de ese trance en el que las econom¨ªas del continente se ven sumergidas y evidencian las dependencias externas, la vulnerabilidad y la fragilidad de pa¨ªses, ciudades y gobiernos que obedecen a l¨®gicas globales. Estas dependencias frenan, limitan y congelan, como sucede hoy, su posibilidad de expansi¨®n y existencia.

La arquitectura urbana se erige as¨ª como la cara visible de la necesidad de un cambio de modelo que permita al continente un mayor margen de maniobra y una menor dependencia externa. C¨®mo se construya ese nuevo escenario de relaciones internas que substituya los actores no-africanos por socios continentales es uno de los principales retos a enfrentar. El rescate de pensadores, pol¨ªticos o incluso cineastas panafricanistas como Kwame Nkrumah, Cheikh Anta Diop o Ousmane Semb¨¨ne bien podr¨ªa servir de inspiraci¨®n a arquitectos, planificadores y gobiernos africanos contempor¨¢neos.