Estudiar siendo un ni?o refugiado en la ¡®era covid¡¯
De los m¨¢s de siete millones de j¨®venes en campos de desplazados o en situaci¨®n de emergencia en edad escolar, casi la mitad no va a la escuela, un refugio seguro y libre de violencia para muchos
Farida Fadoul Nasser tiene 15 a?os, y desde principios de marzo se educa en casa con la ayuda de su hermana mayor, universitaria, que le corrige los deberes. Al igual que millones de ni?os en todo el mundo dej¨® de ir a su instituto por la pandemia. Estudia en el centro Kowetien en Yamena, Chad, donde lleg¨® junto a su familia hace seis a?os desde Rep¨²blica Centroafricana. Ella se siente una privilegiada, porque tiene a alguien que puede hacerle de profesora mientras dura la cuarentena, pero sufre igualmente las consecuencias de un mundo sin escuelas. "Estamos estresados, echo de menos las clases, a mis profesores y a mis amigos", explica Fadoul Nasser en videoconferencia desde Chad.
Farida es una de los 3,7 millones de ni?os menores refugiados que no van al colegio, de los 7,1 que hay en todo el mundo en edad escolar, seg¨²n cifras de la ONG Entreculturas. "Sin la escuela a causa de la pandemia, la infancia vuelve a estar m¨¢s expuesta a situaciones de violencia, abuso y explotaci¨®n y a tener m¨¢s dificultades a para poder comer o acceder a agua potable", explica Luc¨ªa Rodr¨ªguez, responsable de Incidencia en Entreculturas, organizaci¨®n que este mi¨¦rcoles present¨® la campa?a Sin escuela, sin refugio, con motivo del D¨ªa Mundial del Refugiado, el pr¨®ximo 20 de junio.?
La mitad de las personas refugiadas en todo el mundo son menores. Ni?os y j¨®venes v¨ªctimas de conflictos internacionales e internos que no solo est¨¢n aumentando, sino que tambi¨¦n son cada vez m¨¢s prolongados y afectan a un mayor n¨²mero de personas. Desde hace 10 a?os la cifra de personas desplazadas forzosamente no ha parado de aumentar, y en 2019 se alcanzaba un m¨¢ximo hist¨®rico a nivel interno: m¨¢s de 50 millones de personas migraron dentro de su pa¨ªs.
A esta situaci¨®n de incertidumbre que viven las personas refugiadas, se suma una crisis sanitaria sin precedentes. La pandemia ha puesto en riesgo a muchos menores de no volver nunca m¨¢s a la escuela, lo que acarrea algunas consecuencias que son devastadoras para su futuro, como ha alertado Unicef desde el inicio.
Doble amenaza para las ni?as
Naciones Unidas prev¨¦ que el efecto de la covid-19 puede sumar 13 millones de matrimonios infantiles m¨¢s y hasta dos millones de casos de mutilaci¨®n genital femenina en la pr¨®xima d¨¦cada que se podr¨ªan haber evitado de no haber interrumpido los programas de prevenci¨®n.
En Chad, donde est¨¢ refugiada Farida y su familia, se estima que un 38% de mujeres y ni?as entre los 15 y 49 a?os han sufrido mutilaci¨®n genital femenina. "Muchos chicos tratan de ligar con aquellas ni?as que tienen menos educaci¨®n o no est¨¢n en la escuela, para as¨ª asegurarse una esposa. Y muchos embarazos no deseados tambi¨¦n se han dado as¨ª. Si una chica tiene estudios y sus padres tambi¨¦n, puede pensar en las consecuencias que tiene todo esto para su futuro", explica la joven centroafricana.
En Chad, donde est¨¢ refugiada Farida y su familia, se estima que un 38% de mujeres y ni?as entre los 15 y 49 a?os han sufrido mutilaci¨®n genital femenina
El Sahel, un vasto territorio que recorre ?frica de este a oeste al sur del desierto del Sahara a trav¨¦s de una docena de pa¨ªses, es otra de las zonas m¨¢s castigadas y m¨¢s empobrecidas del mundo. All¨ª se palpan claramente las consecuencias que tiene ser refugiado, menor y ni?a. En la regi¨®n hay m¨¢s de 2,5 millones de desplazados internos. En los ¨²ltimos 12 meses, el n¨²mero de personas desplazadas en Burkina Faso se ha multiplicado por 10 hasta alcanzar 848.329 personas, mientras que en Mali supera las 239.000 personas.
Las ni?as y adolescentes est¨¢n sufriendo algunas de las peores consecuencias, seg¨²n recoge el informe de Plan International Adolescentes en Emergencias: Voces del Sahel. "Est¨¢n viviendo una triple tragedia en una de las regiones m¨¢s cr¨ªticas del planeta. Se han juntado el conflicto, la inseguridad alimentaria y el colapso econ¨®mico y ha generado una situaci¨®n catastr¨®fica para toda una generaci¨®n de adolescentes que est¨¢ en grave riesgo y necesita el apoyo urgente de los Gobiernos y la comunidad internacional", subraya Concha L¨®pez, directora general de Plan International Espa?a.
Por su parte, la directora de Programas del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en Chad, Elena Gonz¨¢lez, explica que all¨ª hay ni?as que est¨¢n sufriendo una "sobrecarga" de tareas del hogar, y otro tipo de abusos ante el cierre de los centros educativos. Desde la ONG aseguran est¨¢n trabajando en poner a disposici¨®n de las familias un sistema educativo online, pese a que ante la falta de tecnolog¨ªa es "complicado".
Para todos los organismos internacionales y las ONGs que trabajan en la zona, el objetivo es que los menores contin¨²en con el aprendizaje pese al cierre de los centros. Para ello, por ejemplo, se imparten lecciones a trav¨¦s de WhatsApp y hay casos en los que los profesores acuden a domicilio a dar clases y para hacer un seguimiento de sus tareas.
Educaci¨®n a distancia y vuelta a la escuela
Adem¨¢s del cierre de los colegios, una de las grandes cortapisas que han encontrado miles de familias vulnerables ha sido la falta de acceso a Internet para poder seguir su educaci¨®n a distancia sin problemas. Si a esto le sumamos vivir como refugiado, la situaci¨®n se complica.
Ante el cierre de escuelas, estamos facilitando el acceso a la educaci¨®n a trav¨¦s de WhatsApp, donde los docentes env¨ªan v¨ªdeos de un minuto para explicar sus lecciones Rayhana Itani, coordinadora pedag¨®gica del Servicio Jesuita a Refugiados en L¨ªbano en Baalbek
La guerra en Siria, que ha cumplido nueve a?os, ha provocado la huida de millones de personas, de las cuales, m¨¢s de un mill¨®n vive actualmente en L¨ªbano. Junto al JRS, Entreculturas trabaja para generar espacios de protecci¨®n, aprendizaje y recuperaci¨®n para la poblaci¨®n refugiada, atendiendo a m¨¢s de 3.000 ni?os y ni?as en siete colegios. "Ante el cierre de escuelas, estamos facilitando el acceso a la educaci¨®n a trav¨¦s de aplicaciones como WhatsApp, donde los docentes env¨ªan v¨ªdeos de un minuto para explicar sus lecciones. Tambi¨¦n utilizamos otras plataformas en las que se cuelgan v¨ªdeos y se intercambian ejercicios entre el personal docente y el alumnado", explica Rayhana Itani, coordinadora pedag¨®gica del SJR en L¨ªbano en Baalbek.
El trabajo infantil es una de las consecuencias que el impacto de la covid-19 puede tener en la infancia, como ya ha alertado Unicef. "Ya hay casos de ni?os que en este periodo se han puesto a trabajar, la mayor¨ªa en el campo y sector de la construcci¨®n, y han dejado la escuela", contextualiza Itani. La coordinadora pedag¨®gica se?ala que uno de sus cometidos es tratar de convencer a los padres de que esos menores no abandonen el colegio, y les animan a que empiecen una formaci¨®n t¨¦cnica.
La vuelta cuanto antes a la escuela es otro de los convencimientos de ?scar Javier Calder¨®n, director regional del Servicio Jesuita a Refugiados Latinoam¨¦rica y Caribe, que trabaja con los refugiados de Venezuela en Colombia. La crisis del pa¨ªs ha provocado el mayor desplazamiento de personas en Latinoam¨¦rica en su historia reciente. El 82% de los migrantes y refugiados venezolanos se est¨¢n quedando en los pa¨ªses de la regi¨®n, como Colombia o Brasil. No solo est¨¢n m¨¢s expuestas a los riesgos por la propagaci¨®n de la pandemia, y m¨¢s necesitados de bienes b¨¢sicos, sino que es urgente poder escolarizar a los miles de ni?os refugiados venezolanos. ¡°Es urgente poder incorporar a los j¨®venes a los sistemas nacionales de formaci¨®n t¨¦cnica¡±, se?ala el experto. Volver a la escuela, que es con lo que sue?a Farida: "Mi futuro est¨¢ en juego, de mayor quiero ser m¨¦dica".
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