La ¨¦tica como pilar de un desarrollo sostenible digital

La ¨¦tica de lo digital y en especial de la Inteligencia Artificial (IA) est¨¢ ganando gran atenci¨®n por muy diversos sectores. Sin embargo, como ocurre frecuentemente con la ¨¦tica, es importante evitar reduccionismos que la conviertan en una herramienta justificadora de tendencias, en lugar de ser el principio sobre los cual construir una mejor y m¨¢s sostenible sociedad.

Una ¨¦tica que catalice un desarrollo sostenible no puede limitarse a un movimiento negativo o simplemente cr¨ªtico. Esta ¨¦tica tiene que ser positiva y constructiva, con contenidos que ayuden dibujar un horizonte que alimente la planificaci¨®n y las acciones concretas. La sociedad tiene que construir de forma colectiva los mecanismos de defensa necesarios para mitigar los riesgos de la digitalizaci¨®n y potenciar los usos que generan un impacto positivo y, necesariamente, sist¨¦mico para conseguir los objetivos de la Agenda 2030 y m¨¢s all¨¢.

Esta ¨¦tica no est¨¢ exenta de problemas y retos. Si bien deber¨ªa estar siempre en vigilancia y ser proactiva, en estos momentos en los que est¨¢ emergiendo una nueva revoluci¨®n industrial que avanza a ritmos vertiginosos, la urgencia es a¨²n mayor. La propia visi¨®n del ser humano en lo individual y en lo colectivo est¨¢ en revisi¨®n. Crisis como la producida por la covid-19 suponen todav¨ªa m¨¢s problemas en los que la urgencia de soluciones puede chocar con la construcci¨®n de un desarrollo sostenible digital responsable. Los retos podr¨ªan configurarse en cuatro ¨¢reas: los valores y bienestar individual, valores y bienestar colectivo, convivir con la complejidad y casar ciencia y ¨¦tica.

El mundo se ha convertido en un sistema muy complejo e interconectado geogr¨¢ficamente y entre sectores. Una visi¨®n simplemente individual de la ¨¦tica ya no es adecuada para hacer frente a los problemas globales. La visi¨®n colectiva tiene que nacer fruto del consenso para poder tener alcance global. En ese sentido los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un consenso del planeta y son v¨¢lidos para guiar el avance tecnol¨®gico y alimentar la reflexi¨®n ¨¦tica.

Diversas agencias de Naciones Unidas y algunas empresas y grupos acad¨¦micos desde hace cerca de una d¨¦cada han apostado por la cooperaci¨®n digital y los datos como catalizadores del desarrollo sostenible. A lo largo de este per¨ªodo otras organizaciones del desarrollo se han sumado a este movimiento. Ello ha dado lugar a numerosos casos de ¨¦xito y alianzas, sin embargo, tenemos ya evidencias de que aplicaciones de IA pueden tener efectos negativos en ciertos ODS, en concreto, los expertos en consenso consideran que puede resultar un inhibidor del 35% de los 169 retos de los ODS. La ¨¦tica tiene, adem¨¢s, una oportunidad para articular los objetivos con las pr¨¢cticas de individuos, organizaciones y actores sociales, alineando intereses p¨²blicos y privados y la sociedad civil.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son un consenso del planeta y son v¨¢lidos para guiar el avance tecnol¨®gico y alimentar la reflexi¨®n ¨¦tica

Un optimismo ciego en las tecnolog¨ªas digitales puede ser contraproducente y el an¨¢lisis de estos compromisos requiere de mucha m¨¢s investigaci¨®n. Los impactos negativos, adem¨¢s, suelen amplificarse en regiones y grupos poblaciones vulnerables. La ¨¦tica, aunque tenga objetivos globales, no puede dejar de abogar por el individuo y sus valores. Esto es un reto importante, ya que los valores individuales dependen fuertemente de la cultura y de lo concreto de cada regi¨®n del mundo.

Los m¨¦todos de IA buscan ser generalistas, pero la necesidad del desarrollo nos obliga a recorrer tambi¨¦n el camino contrario y desarrollar ciencia de lo espec¨ªfico, algo en lo que algunas ciencias sociales pueden ense?ar mucho a los tecn¨®logos. Esto se traduce en el gran problema que desde las agencias de las Naciones Unidas han identificado desde hace tiempo, ?qu¨¦ datos usamos en aquellas regiones o personas que apenas producen datos? ?Podemos aplicar los mismos m¨¦todos en todas las regiones del mundo? Los esfuerzos cient¨ªficos, de innovaci¨®n y de estrategia en esta direcci¨®n son vitales.

Vivimos en una sociedad, adem¨¢s, muy din¨¢mica. Tradicionalmente, se ha pensado en el desarrollo a medio y largo a plazo, mientras que algunas regiones del mundo viven en constante alerta e inseguridad de diverso tipo (sanitaria, alimentaria, clim¨¢tica). La crisis de la covid-19 nos ha sacudido especialmente porque no tenemos los mecanismos de respuesta necesarios. La tecnolog¨ªa ha demostrado ser ¨²til para crear sistemas de alerta temprana, monitorizaci¨®n y medici¨®n de impacto. Poder asegurar los valores ¨¦ticos colectivos e individuales requiere crear mecanismos reales que los garanticen y los preserven incluso en crisis al igual que hay mecanismos para asegurar los derechos humanos. La tecnolog¨ªa es clave para construir estos mecanismos (humanitarios) de respuesta, resiliencia y atenci¨®n, lo cual supone una visi¨®n muy diferente a pensar la ¨¦tica como mera observadora y critica de la tecnolog¨ªa. Este objetivo debe ser global, muchas regiones del mundo est¨¢n en clara necesidad de estas herramientas tecnol¨®gicas.

Esto nos lleva pensar las relaciones entre ¨¦tica y ciencia de manera m¨¢s profunda. No es suficiente con que la ¨¦tica reflexione sobre la ciencia como objeto, la ciencia tiene que formar parte de la ¨¦tica porque le ayuda a comprender el mundo. Los esfuerzos en explotar los datos y la IA para el desarrollo no han hecho m¨¢s que empezar. Dada la complejidad y dificultad de este campo, adem¨¢s de fuertes intereses, corremos un serio riesgo de hacer ciencia a medias que pueda tener efectos negativos y dif¨ªciles de revertir. La ¨¦tica debe abordar el problema de los sesgos y evaluar el impacto de la IA, pero tambi¨¦n de la calidad humana de los datos y estas, desgraciadamente, no son pr¨¢cticas habituales de la ciencia actual.

?tica y ciencia, social y anal¨ªtica, tienen que ir de la mano si queremos cumplir con los ODS y pensar en una futura sociedad donde los algoritmos tomen decisiones y las m¨¢quinas ¡ªque posiblemente se ir¨¢n humanizando¡ª y las personas interact¨²en de manera habitual en todos los aspectos de la vida. Sin duda, el rigor, la creatividad y los procesos colectivos de inteligencia son claves para configurar y practicar esta necesaria nueva ¨¦tica.

David Pastor Escuredo es experto en Data e Inteligencia Artificial para el Desarrollo, en el Centro de Innovaci¨®n en Tecnolog¨ªa para el Desarrollo Humano, Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (LifeD Lab).

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