Evitemos el apag¨®n de ?frica
Si hab¨ªa alguna duda de que nuestro mundo enfrenta desaf¨ªos comunes, esta pandemia deber¨ªa alejarla categ¨®ricamente
El sector energ¨¦tico, y en particular el solar, es clave para el crecimiento econ¨®mico de los pa¨ªses en desarrollo. El acceso a la energ¨ªa es un claro detonante del crecimiento econ¨®mico que impulsa el desarrollo sostenible al proporcionar oportunidades que sin ella son imposibles.
Aunque, seg¨²n el Banco Mundial, todav¨ªa 840 millones de personas viven a¨²n sin electricidad y otros 1.000 millones viven sin suministro el¨¦ctrico continuo, en los ¨²ltimos a?os se han logrado avances significativos en la expansi¨®n del acceso, especialmente por el desarrollo de un modelo de negocio sostenible alrededor de la venta de soluciones solares no conectadas a la red. Pero sin una acci¨®n urgente, la situaci¨®n actual provocada por la covid-19 puede generar un rev¨¦s a la industria que supondr¨ªa un gran paso atr¨¢s para el acceso universal a la energ¨ªa y, por ende, el desarrollo econ¨®mico de m¨¢s de la mitad de nuestra humanidad.
No solo son los particulares para los que peligra su acceso a la energ¨ªa; se estima que uno de cada cuatro centros de salud en ?frica subsahariana carece de electricidad, con un asombroso 75% de las instalaciones de salud con acceso intermitente a la misma. Esto significa que el acceso a la atenci¨®n m¨¦dica moderna es extremadamente limitado y que muchos no tienen luz durante toda la noche. Incluso piden a sus pacientes que traigan sus propias velas o linternas o cierran al caer la noche. ?Nos podr¨ªamos imaginar todos nuestros centros de salud y hospitales menores cerrados por la noche durante la pandemia en Espa?a?
Seg¨²n la investigaci¨®n realizada por GOGLA (Global Association for the Off-Grid solar energy industry), el 50% de las compa?¨ªas de energ¨ªa solar independientes de la red, pilar de la electrificaci¨®n de ?frica, podr¨ªan tener serios problemas financieros si la crisis de la covid-19 dura m¨¢s de tres o cuatro meses. Esto volver¨ªa a sumir a millones de personas en la pobreza energ¨¦tica una vez m¨¢s, barriendo las oportunidades que brinda la electricidad limpia, confiable y asequible.
Una de las claves para la adopci¨®n de las soluciones solares por las poblaciones m¨¢s pobres es poder pagarlas
Una de las claves para la adopci¨®n de las soluciones solares por las poblaciones m¨¢s pobres es poder pagarlas. Para ello, la mayor¨ªa de los proveedores facilitan el pago fraccionado, seg¨²n el cual pagan una entrada y despu¨¦s una cantidad mensual parecida al gasto que hac¨ªan en queroseno, hasta terminar el pago de la l¨¢mpara o sistema solar mediante el sistema PAYGo (Pay as you Go). Los datos de GOGLA indican que hay al menos 2,5 millones de clientes activos de PAYGo en todo el mundo, con pagos de 0,40 a 0,50 d¨®lares de media por d¨ªa durante un per¨ªodo de uno a tres a?os.
En un mes t¨ªpico, los operadores de PAYGo obtienen entre el 70% y 90% del total de los pagos esperados, y recuperan los restantes mediante la fijaci¨®n de precios que incluyen el riesgo de impago, encareci¨¦ndolos. Por tanto, las empresas de PAYGo se centran en gran medida en construir una cultura de disciplina de pago dentro de su base de clientes, desconectando (o bloqueando) de forma remota los sistemas solares dom¨¦sticos de los clientes que se retrasan en sus pagos y recuperando los sistemas de los clientes que no los reinician despu¨¦s de varios meses.
Los proveedores de PAYGo dependen en gran medida del v¨ªnculo entre los pagos y la provisi¨®n de servicios para que su modelo funcione. Con un modelo de negocio con estrechos m¨¢rgenes e intensivo en capital, los operadores de PAYGo no tienen la liquidez para sobrevivir por mucho tiempo sin las contribuciones de sus clientes. Sin embargo, durante una crisis como la covid-19, bloquear o recuperar los sistemas solares dom¨¦sticos de los clientes con problemas supone el riesgo de privarlos de los servicios de energ¨ªa esenciales justo cuando m¨¢s los necesitan.
Tal y como dice Mansoor Hamayun, CEO y cofundador de BBOXX (Democratic Republic of Congo): "En BBOXX, creemos que el acceso a la energ¨ªa en el mundo en desarrollo nunca ha sido m¨¢s importante que durante estos tiempos inciertos. Por eso, estamos haciendo todo lo posible para mantener las luces encendidas para nuestros clientes y proporcionar servicios esenciales a las comunidades que alimentamos. Pero no podemos hacerlo solos: es necesario un enfoque coordinado de empresas, instituciones financieras de desarrollo, inversores, donantes y Gobiernos para garantizar que los clientes puedan acceder a la energ¨ªa esencial que necesitan en esta crisis".
El sector ha desarrollado, adem¨¢s, unas capacidades clave que podr¨ªan solucionar muchos de los otros desaf¨ªos que est¨¢ trayendo el nuevo coronavirus en esos pa¨ªses. Por un lado, han desarrollado una capacidad de administraci¨®n remota de servicios a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa y una infraestructura de distribuci¨®n ¨²nicas en las zonas m¨¢s alejadas de ?frica, teniendo el potencial de llegar a gran parte de la poblaci¨®n rural anteriormente inalcanzable. Esto les hace un aliando id¨®neo para que los Gobiernos locales y las organizaciones de salud puedan garantizar que la infraestructura cr¨ªtica permanezca electrificada.
Tambi¨¦n tienen datos ¨²nicos que proporcionan informaci¨®n clave para comprender los posibles impactos econ¨®micos de la covid-19 en la poblaci¨®n rural, en zonas donde estos datos son casi imposibles de obtener. Adem¨¢s de la capacidad de proporcionar una respuesta r¨¢pida en un momento en el que el virus va por delante de nosotros.
Sin este sector, la soluci¨®n no es posible. Solo con ¨¦l se asegurar¨¢ que el acceso a la energ¨ªa contin¨²e para que el sistema de salud sea capaz de proporcionar sus servicios, las oportunidades econ¨®micas se mantengan y se mitiguen los da?os cuando sea posible. Pero para ello, se necesitan fondos de ayuda al sector y a sus clientes. Ya muchos de los principales inversores y donantes del sector se han unido y han reconocido un inminente d¨¦ficit de liquidez, que si no se soluciona r¨¢pidamente, dejar¨¢ a muchas compa?¨ªas de energ¨ªa solar sin otro recurso que sumergir a sus clientes en la oscuridad. Una insolvencia generalizada que retrasar¨ªa a todo el sector y nos impedir¨ªa alcanzar nuestro objetivo compartido de acceso universal a la energ¨ªa (ODS 7).
Pero necesitamos ir un paso m¨¢s all¨¢ y definir c¨®mo financiar la crisis de energ¨ªa a los clientes existentes. Esto implicar¨ªa reembolsar el gasto de las compa?¨ªas para proporcionar un servicio m¨ªnimo a los clientes, incluso en caso de falta de pago, para esencialmente mantener las luces encendidas en un momento tan crucial.
Si actuamos ahora y nos aseguramos de que el suministro de energ¨ªa siga siendo una prioridad, podemos contribuir a estimular el crecimiento econ¨®mico y el desarrollo a largo plazo, con beneficios generalizados para muchos ciudadanos que acaban de salir de la pobreza energ¨¦tica.
Si hab¨ªa alguna duda de que nuestro mundo enfrenta desaf¨ªos comunes, esta pandemia deber¨ªa alejarla categ¨®ricamente. La crisis ha reforzado la interdependencia de nuestro mundo. Ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de una acci¨®n global para satisfacer las necesidades b¨¢sicas, salvar nuestro planeta y construir un mundo m¨¢s justo y resistente. Enfrentamos desaf¨ªos comunes y globales que debemos resolver mediante soluciones comunes y globales. En una crisis como esta, somos tan fuertes como el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil.
Tenemos el conocimiento, la capacidad y la innovaci¨®n, y si somos lo suficientemente ambiciosos, podemos reunir los recursos necesarios para resolver esta pandemia, salir m¨¢s fuertes y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que nos proporcionar¨ªan a todos un mundo m¨¢s sostenible y m¨¢s justo. Y lo que no es poco, asegurar nuestra propia existencia.
Mar¨ªa L¨®pez Escorial es profesora en el Instituto de Empresa desde 2002 y consultora independiente especializada en innovaci¨®n social, mercados de la base de la pir¨¢mide y soluciones empresariales para combatir la pobreza. Adem¨¢s, es presidenta de la Fundaci¨®n Compromiso y Transparencia. Elegida entre las top100 mujeres l¨ªderes 2018.
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