Amistad ¡®online¡¯ para supervivientes de violencia machista en la pandemia

Sentada en una posici¨®n relajada con los brazos abiertos, Singh, pelo negro largo y mirada serena, rompe el silencio para explicar las reglas del juego: ¡°Esta es una comunidad donde las personas son libres, aunque nunca obligadas, para compartir sus experiencias y a escuchar con paciencia, empat¨ªa y sin juicio; no es una sesi¨®n de terapia, as¨ª que si alguien necesita consejos o ayuda legal, por favor que avise al final de la sesi¨®n¡±.

Supreet K. Singh, terapeuta y profesora de yoga, es la facilitadora de SafeCircle. Lanzado un mes despu¨¦s del comienzo del periodo de confinamiento en la India, es un espacio de encuentro virtual pensado para dar apoyo a supervivientes de violencia de g¨¦nero en la pareja y de violencia dom¨¦stica (la que puede ser ejercida sobre cualquier miembro de la familia).

A primera hora de la tarde de un viernes de comienzo de junio, nueve personas se han conectado a trav¨¦s de la plataforma Zoom a la tercera sesi¨®n del c¨ªrculo online. Las participantes tienen en su historial experiencias duras, en algunos casos todav¨ªa por procesar. La terapeuta sabe muy bien que podr¨ªa darse el caso de que alguien necesitara acompa?amiento una vez el encuentro haya acabado y por eso lo destaca nada m¨¢s empezar.

Debido a la epidemia de coronavirus, Elsa Marie D'Silva, de la ONG Red Dot Foundation y creadora de Safe City ¡ªuna plataforma que permite geolocalizar episodios de acoso y abuso sexual en espacios p¨²blicos y en la que tambi¨¦n trabaja Singh¡ª? empez¨® a recibir llamadas y mensajes en sus redes sociales por parte de mujeres v¨ªctimas de violencia en el entorno dom¨¦stico y que ped¨ªan ayuda.

Encerradas con sus agresores, en una situaci¨®n de estr¨¦s para todo el mundo y con menor acceso a v¨ªas de escape, las mujeres y sus hijos no solo corren m¨¢s riesgos de padecer episodios de violencias, sino que tienen menos posibilidad de pedir y recibir ayuda. Adem¨¢s de tener en estos momentos una sobrecarga de trabajo, emocional y de curas (de criaturas y personas mayores, por ejemplo), las mujeres representan, tambi¨¦n en tiempo de crisis, el grueso del personal que se dedica a los servicios esenciales en el sector sanitario, en la limpieza y en los supermercados, entre otras.

Conscientes de esa situaci¨®n, las mujeres del equipo de Safe City decidieron ponerse manos a la obra. ¡°Despu¨¦s de organizar seminarios web sobre qu¨¦ es la violencia de g¨¦nero en la pareja y cu¨¢les son los recursos disponibles, decidimos organizar SafeCircle. Ya que no se puede salir a la calle a pedir ayuda, por lo menos quien la necesite puede sentirse parte de una comunidad donde romper el silencio, encontrar solidaridad y aprender estrategias para salir adelante¡±, explica v¨ªa Zoom Elsa Marie D¡¯Silva.

Tener un espacio donde se te escuche sin juicio es muy empoderador, hace que sea m¨¢s f¨¢cil abrirse

Nandita Devraj, superviviente de violencia machista

Nandita Devraj tiene 50 a?os, vive en Jaipur, es emprendedora del sector textil y consultora de marca personal y medios sociales. En su juventud padeci¨® violencias y acoso por parte de una expareja. A principio de junio se uni¨® al c¨ªrculo gracias a un art¨ªculo que ley¨® en las redes sociales. ¡°La sociedad culpa a las personas que sufren violencia, y tener un espacio donde se te escuche sin juicio es muy empoderador, hace que sea m¨¢s f¨¢cil abrirse y te permite tambi¨¦n tener m¨¢s claridad, u otra perspectiva, sobre lo que has vivido¡±, explica en una llamada de WhatsApp despu¨¦s de la sesi¨®n.

No es f¨¢cil para todas las supervivientes acceder a espacios como SafeCircle. Seg¨²n la informaci¨®n publicada el pasado mes de mayo por la Telecom Regulatory Authority of India de cada 100 personas, 49,78 tienen acceso a Internet, es decir, una de cada dos. Las mujeres son las que menos disponen de ¨¦l: seg¨²n lo ¨²ltimos datos de la Asociaci¨®n de Internet y Tel¨¦fonos de la India (AMAI), solo el 33% de las personas usuarias son mujeres y el dato se reduce al 28% en las zonas rurales.

Las dificultades que tienen las mujeres para pedir ayuda durante el confinamiento y el estigma social se reflejan en las cifras proporcionadas por la Comisi¨®n Nacional para las Mujeres. A pesar de que las expertas alertan sobre un aumento de los casos de violencia durante y despu¨¦s del confinamiento, las denuncias recibidas a lo largo de estos meses por la entidad han bajado. ¡°Las denuncias no se pueden hacer cuando las supervivientes est¨¢n en casa con sus agresores sin tiempo, sin espacios seguros y sin privacidad¡±, se?ala Kumaramangalam. Y a?ade: ¡°Sabemos muy bien que el hecho de que saben que las culpar¨¢n es una de las principales razones por las que la mayor¨ªa de las mujeres que sufren violencias no denuncian y callan; por eso poder tener un espacio donde se te anima a hablar sin culparte es el primer paso y lo que m¨¢s necesitamos tener aqu¨ª en la India para superar el problema¡±.

Para algunas, el c¨ªrculo de seguridad ha representado no solo un lugar donde compartir experiencias vividas, sino una especie de catarsis. Es el caso de Tania Echaporia, de 48 a?os, que tambi¨¦n es parte de Safe City. ¡°Aqu¨ª es donde por primera vez he podido primero, darme cuenta, y despu¨¦s, hablar de la violencia que mi padre ejerc¨ªa sobre mi madre. Esto me est¨¢ ayudando tambi¨¦n a construir una relaci¨®n mejor con ella¡±.

Encerradas con sus agresores,? las mujeres y sus hijos corren m¨¢s riesgos de padecer violencia y tienen menos posibilidad de pedir ayuda

Tania nunca hab¨ªa pensado en hablar del tema con nadie hasta que lleg¨® al c¨ªrculo. Y ahora est¨¢ intentando involucrar a sus conocidas que actualmente est¨¢n viviendo con sus abusadores y no tienen espacios y tiempo para hablar. Para poder acompa?ar tambi¨¦n a las mujeres que no tengan c¨®mo participar en las sesiones del c¨ªrculo durante la cuarentena, SafeCity est¨¢ desarrollando otra iniciativa. Lo llaman WhatsApp bot: enviando un mensaje a un n¨²mero, recibes las posibles opciones de situaciones que est¨¢s viviendo y todos los n¨²meros para pedir ayuda o consejos (legales, psicol¨®gicos etc¨¦tera) sin tener que hablar en voz alta.

Las sesiones del c¨ªrculo virtual tampoco acabar¨¢n con el confinamiento: las activistas y las expertas saben que es probable que la violencia de g¨¦nero se dispare cuando acabe la emergencia sanitaria y las mujeres y criaturas salgan libremente, porque entonces los agresores podr¨ªan sentir peligrar el control que han estado ejerciendo durante el confinamiento. Otro riesgo es que las mujeres que han perdido el trabajo o pierdan el trabajo con la crisis, y las que hayan renunciado a su puesto para dedicarse a los cuidados, se encuentren ahora m¨¢s dependientes econ¨®micamente de sus parejas y tengan, por lo tanto, m¨¢s dif¨ªcil salir de situaciones de violencia. Lalitha Kumaramangalam insiste: ¡°Se necesitan m¨¢s espacios seguros y servicios para mujeres, no solo en la India, sino en todo el mundo¡±.

La sesi¨®n de esa tarde de junio est¨¢ a punto de terminar. En las dos horas que ha durado las participantes no solo han compartido sus historias, sino que tambi¨¦n han hecho ejercicios de relajaci¨®n y meditaci¨®n. Y han dibujado. Mientras, en la pantalla aparece la lista de contactos ¨²tiles (polic¨ªa, ONG asociadas con Safe City que hacen acompa?amiento legal y psicol¨®gico...) y en el aire permanece la calma tras la ¨²ltima meditaci¨®n. La facilitadora Supreet lanza una propuesta: ¡°Esta semana haz algo especial para ti y la que viene, vuelve y comp¨¢rtelo¡±.

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