Iv¨¢n Redondo, el hombre del presidente
![Iv¨¢n Redondo, en su despacho de La Moncloa. En el suelo, a la derecha, aparece su mochila.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QUQ6TNNUDJOE7AFHUEYZCGSKAM.jpg?auth=9a2e58f331edf97d7a48772d89cf10960b62750c03a58759055a9593fa67f653&width=414)
No ha cumplido 40 a?os y ya es una de las personas m¨¢s influyentes de Espa?a. El director del gabinete de Pedro S¨¢nchez, su hombre de confianza, no milita en el PSOE. Es un experto en comunicaci¨®n pol¨ªtica, entre la publicidad y la propaganda, que gestiona el mensaje y la agenda del presidente. Ning¨²n otro fontanero hab¨ªa concentrado nunca tanto poder en La Moncloa. Y siempre est¨¢ en campa?a.
Todos en el Senado quieren una mochila como la de Iv¨¢n Redondo. Es la atracci¨®n de la jornada. Llega con ella al hombro. Es negra, con muchas cremalleras, una bandera de Espa?a y el escudo nacional. La ha confeccionado el Departamento de Seguridad Nacional de La Moncloa, uno de los organismos que controla. Hoy, 25 de junio, es su primera aparici¨®n en m¨¢s de 100 d¨ªas, desde el 15 de marzo, cuando se le pudo ver en la rueda de prensa inaugural del comit¨¦ de gesti¨®n del coronavirus en La Moncloa. Redondo comparece en un Senado fantasmal, vac¨ªo de periodistas y con apenas una veintena de parlamentarios, en su condici¨®n de secretario del Consejo de Seguridad Nacional. Puro tr¨¢mite. A preguntas sobre la gesti¨®n del Gobierno durante la pandemia, contesta con cara y tono de encantador de serpientes: ¡°Con la informaci¨®n disponible es dif¨ªcil hacerlo mejor¡±.
El d¨ªa 14 de marzo de 2020, tras decretarse el estado de alarma, el complejo de La Moncloa fue desalojado. Se hab¨ªan detectado varios positivos entre sus trabajadores. Los funcionarios y las secretarias se marcharon a su casa. Y tambi¨¦n un centenar de asesores y altos cargos. Todos han teletrabajado. Y algunos, seg¨²n su estatus, han asistido a contadas reuniones presenciales. Solo se han mantenido junto a Pedro S¨¢nchez cinco colaboradores imprescindibles para la gesti¨®n de la crisis: Iv¨¢n Redondo (asesor en jefe), Francisco Salazar (en la cocina pol¨ªtica), F¨¦lix Bola?os (al frente del aparato jur¨ªdico y log¨ªstico), Miguel ?ngel Oliver (controlando la informaci¨®n) y el general Ballesteros (al mando del b¨²nker y la red interministerial de comunicaciones, que conecta al presidente con 12 ministros, 6 salas de crisis y algunos presidentes auton¨®micos). ¡°Ha sido un tiempo duro, trabajando de lunes a domingo hasta la noche¡±, explica uno de ellos. ¡°Todos los d¨ªas eran lunes en La Moncloa¡±.
![En el centro, Iv¨¢n Redondo, a su llegada al Senado el 25 de junio, acompa?ado por el general Ballesteros (izquierda) y Paco Salazar.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4CBNBE7VQE6XRCYIF6Y5JPKLVQ.jpg?auth=44ad9b6416a9a2cec8b09273b836fd99958735b6032363d3356278276bffbfef&width=414)
En solo dos a?os y con menos de 40 a?os, Iv¨¢n Redondo se ha convertido en uno de los hombres con m¨¢s poder de este pa¨ªs. Controla la agenda y el asesoramiento al presidente. Es su estratega, coordina a los ministerios, es el eslab¨®n con Podemos y tiene a su disposici¨®n un departamento de prospectiva, otro de cumplimiento del programa, otro m¨¢s de econom¨ªa y un ¨²ltimo de seguridad. Y, sobre todo, maneja desde enero el aparato de comunicaci¨®n del Gobierno. Durante la pandemia, Redondo ha dise?ado una minuciosa Operaci¨®n Balmis informativa que ha generado y suministrado a diario contenidos a todo el pa¨ªs: en tres meses (desde el 13 de marzo hasta el 16 de junio) se han sucedido 18 apariciones de Pedro S¨¢nchez, 82 ruedas de prensa con Fernando Sim¨®n al frente y 45 comparecencias del ministro de Sanidad. Un despliegue inaudito. Todo en la cabeza de Iv¨¢n Redondo, en campa?a permanente.
Pero ?c¨®mo empez¨® todo?
![Una estanter¨ªa repleta de informes en la oficina de Redondo, en el edificio de Semillas de La Moncloa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5K4WEBHN3PQ3LIJCI7X67IH4FU.jpg?auth=e0d050554fad5de44ab6be30998083fe5fcfc99458ac69bd3c41f4a81e1782a6&width=414)
La tarde del jueves 31 de mayo de 2018, mientras Mariano Rajoy apuraba los ¨²ltimos tragos de whisky de su mandato sobre el mantel vainilla del restaurante ?Arahy, a un paso de la Puerta de Alcal¨¢, su hombre de confianza y director de gabinete, Jos¨¦ Luis Ayll¨®n, empez¨® a meter en cajas sus enseres personales y a desalojar el edificio de Semillas, el cuartel general de los asesores presidenciales, en el coraz¨®n del complejo de La Moncloa. Hab¨ªa sido una orden directa del presidente. Era consciente de que ten¨ªa perdida la moci¨®n de censura planteada por Pedro S¨¢nchez. Supon¨ªa su final pol¨ªtico. Lo confesar¨ªa meses m¨¢s tarde: ¡°Sab¨ªa con toda certeza que aquel iba a ser mi ¨²ltimo debate parlamentario. Intu¨ªa que la moci¨®n de censura iba a prosperar casi desde el mismo momento en que se present¨®¡±. Aquella noche los Rajoy ya no durmieron en el palacio. Y S¨¢nchez empez¨® a plantearse c¨®mo decir a sus hijas que se mudaban.
¡°El traspaso de poderes al PSOE dur¨® cinco minutos; no hab¨ªa nada que traspasar¡±, recuerda Ayll¨®n, hoy alejado del PP y dedicado a la actividad privada como director de contexto pol¨ªtico de la consultora LLYC (Llorente y Cuenca). ¡°Los socialistas estaban muy despistados. No ten¨ªan ni idea de c¨®mo funcionaba esto. Todo hab¨ªa ido demasiado r¨¢pido. Esa noche lo dejamos limpio y vac¨ªo y apagamos la luz¡±.
¡°Hay 22 ministerios, 4 vicepresidentes y solo un director de gabinete. Y est¨¢ a 50 metros de S¨¢nchez. Eso es clave en La Moncloa¡±, dice un miembro de su equipo
S¨¢nchez se hab¨ªa convertido en horas en jefe del Ejecutivo. Como hab¨ªa vaticinado justo un a?o antes el joven consultor pol¨ªtico Iv¨¢n Redondo en su blog The War Room: ¡°Si enfocamos bien el ajedrez pol¨ªtico que se avecina, deben saber que hay altas probabilidades de que S¨¢nchez pueda ser presidente. Bien a trav¨¦s de una moci¨®n de censura (si se suceden m¨¢s esc¨¢ndalos en el seno del PP y se conforma esa mayor¨ªa alternativa) o tras el resultado de unas elecciones anticipadas¡±.
Acert¨®. Y llegado el momento, un a?o despu¨¦s, en mayo de 2018, pas¨® de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica. ¡°Iv¨¢n tiene una gran capacidad de anticiparse, bas¨¢ndose en la experiencia, la historia y el an¨¢lisis¡±, dice el diputado socialista y exfontanero monclovita Borja Cabez¨®n. ¡°Y a partir de ah¨ª va uniendo puntos. Y sab¨ªa que en 1980 Felipe Gonz¨¢lez no gan¨® la moci¨®n que plante¨® a Su¨¢rez, pero le puso en el escenario para ganar en 1982. Iv¨¢n ten¨ªa claro que la moci¨®n a Rajoy iba a colocar a S¨¢nchez en el centro de la actualidad. Eso es audacia. As¨ª funciona Iv¨¢n. Y Pedro S¨¢nchez fue presidente¡±, concluye. Otro de los hombres de S¨¢nchez en La Moncloa, el publicitario Manuel Cavanilles (autor del ¡°s¨ª es s¨ª¡± y que ha realizado durante la pandemia todas las campa?as de propaganda gubernamental), coincide con ese juicio: ¡°Iv¨¢n es listo, tiene ojo, ve los acontecimientos y siempre est¨¢ en la siguiente jugada¡±.
El futuro pol¨ªtico de Pedro S¨¢nchez iba a estar en manos de un nuevo jefe de m¨¢quinas. Era Iv¨¢n Redondo, un experto en comunicaci¨®n pol¨ªtica. Un hombre entre la publicidad y la propaganda. Que en cuesti¨®n de imagen sabe qu¨¦ terreno pisa. Acostumbrado al impacto inmediato. Centrado en el clic y el algoritmo. Que lo mismo acu?a un eslogan que interpreta encuestas, disecciona las redes, escoge un fot¨®grafo o elige una corbata (para S¨¢nchez, estrechas y minimalistas). De esos a los que los partidos contratan para ganar elecciones. Y a los que no se exige una profesi¨®n de fe ideol¨®gica. En Espa?a no hay m¨¢s de medio centenar. En los partidos siempre se barajan los mismos nombres. Que entre campa?a y campa?a se dedican a los public affairs, es decir, al lobby. Y en algunos casos de simbiosis con su candidato consiguen un despacho en el partido. El siguiente pelda?o es ser coronado como gur¨² supremo del l¨ªder (algo as¨ª como el consultor Pedro Arriola con Rajoy). Y el ¨²ltimo escal¨®n, saltar al terreno de juego y gobernar el aparato presidencial. Ser un primer ministro en la sombra. Y eso en Espa?a solo lo ha logrado Iv¨¢n Redondo. Aficionado a las met¨¢foras deportivas, le gusta definirse como un centrocampista que hace pases al bal¨®n de oro o un mec¨¢nico de f¨®rmula 1. ¡°Soy un humilde asesor. No aspiro a tomar ninguna decisi¨®n, sino a hacer recomendaciones¡±.
![Iv¨¢n Redondo, junto a Pedro S¨¢nchez en un debate televisivo en 2019.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3VLW2XRIAI4L5JEOAE5JVKRNXI.jpg?auth=e891abf2e43da03440524e77ede3b7b0906a8fd126e12d1cd2dff83fba304f29&width=414)
Redondo, licenciado en Comunicaci¨®n, donostiarra, nacido en 1981, euskald¨²n, adicto desde adolescente a la pol¨ªtica de sal¨®n y al circo electoral estadounidense, hijo de una cocinera y un mec¨¢nico de barco, emprendedor desde los 18 a?os, acostumbrado desde los 25 a posicionar candidatos en el mercado como si fueran yogures y con una d¨¦cada de esforzados servicios remunerados al Partido Popular (desde Albiol hasta Basagoiti y desde Rajoy hasta Monago), se convert¨ªa en el primer superfontanero de un presidente del Gobierno de Espa?a que no militaba en su partido. Que dec¨ªa carecer de ideolog¨ªa. Supon¨ªa la profesionalizaci¨®n de uno de los puestos m¨¢s sensibles del Estado. Hoy se sigue definiendo como un ¡°asesor; un simple asesor¡±. Afirma estar al lado de S¨¢nchez por ¡°amistad y compromiso personal, porque es un tipo magn¨ªfico, no por ambici¨®n¡±. Y dice aspirar a ¡°la excelencia profesional y no a conseguir un ministerio¡±.
El modelo de asesoramiento de Redondo de adhesi¨®n absoluta al l¨ªder y no a su formaci¨®n pol¨ªtica (al estilo americano) reproduce al mil¨ªmetro la filosof¨ªa de su andadura al lado de Jos¨¦ Antonio Monago en Extremadura, teledirigiendo el Gobierno regional del PP entre 2012 y 2015 sin militar nunca en el PP. Fue su m¨¢ster en gobernanza. Plagado de golpes de efecto. Algunas de esas ocurrencias las ha reproducido en La Moncloa, como mutar el d¨ªa del Consejo de Ministros del viernes al martes para dominar la agenda informativa de la semana, crear una unidad de cumplimiento dedicada al seguimiento de la actividad gubernamental o promover una imagen del presidente como din¨¢mico, deportista y amante de los animales. Y muy sensible.
Sin embargo, algo no funcion¨® bien en su estrategia extreme?a. En 2015 Monago qued¨® descabalgado por las urnas. Gan¨® el PSOE. Y Redondo abandon¨® su adosado de M¨¦rida y regres¨® a Madrid, a ganar dinero al frente de la firma de consultor¨ªa que hab¨ªa montado en 2009 junto a su pareja desde la facultad, la experta en comunicaci¨®n estrat¨¦gica Sandra Rudy.
No deja muy claro c¨®mo se hicieron amigos S¨¢nchez y ¨¦l. Era abril de 2016. Tras su salida de Extremadura, se cogi¨® dos a?os sab¨¢ticos en asesoramiento pol¨ªtico para centrarse en el lobby y los medios de comunicaci¨®n. Y hacer contactos. Uno de ellos fue Iglesias. Un pol¨ªtico del que dice hoy en p¨²blico: ¡°Lo admiro y le considero un servidor¡±. S¨¢nchez estaba en su peor momento. Congeniaron. Ten¨ªan un estilo similar de ¡°medir, analizar y actuar¡±. Y una pasi¨®n absoluta por la pol¨ªtica, aunque cada uno a un lado del escenario. Y S¨¢nchez, con un talante m¨¢s g¨¦lido. Se repartieron los papeles. A S¨¢nchez le gustaba la osad¨ªa y la rapidez de Redondo, que contrastaba con su inseguridad. Y Redondo captaba en S¨¢nchez todos los elementos de un gran producto. Era guapo, con una gran voz y ten¨ªa una enorme ambici¨®n. Y una suma de virtudes pol¨ªticas que hac¨ªan de ¨¦l un l¨ªder. Seg¨²n describe un hombre de su entorno, ¡°S¨¢nchez es duro, exigente y ejecutivo. No es dicharachero, es herm¨¦tico. No le gusta que le lleven la contraria. Unos dicen que es t¨ªmido, y otros, soberbio. Pero el caso es que cuando se levanta a las 6.30 para correr, Iv¨¢n ya lleva una hora viendo y leyendo las noticias con su primer caf¨¦. Y le llama. Y jam¨¢s transmite nervios¡±.
![Iv¨¢n Redondo, director del gabinete de Pedro S¨¢nchez, en su despacho de La Moncloa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/K2YR3S4SJTQHYYWJHBZQVCADTM.jpg?auth=47ee9615e526be5a88bfca3ac83d062ef2d6851a9f22f91a3d5e8f8a7037ea7e&width=414)
Desde su nombramiento como mano derecha de S¨¢nchez y en menos de dos a?os ¡ªy especialmente desde enero, su segunda legislatura¡ª, Redondo ha amasado m¨¢s poder en ese micromundo de 20 hect¨¢reas y 2.000 habitantes de La Moncloa del que nunca tuvo otro director de gabinete. ¡°Hemos acabado con los contrapoderes y los compartimentos estancos¡±, afirma. Y con un equipo de asesoramiento con mayor m¨²sculo. Muy por encima del de cualquier ministerio. Seg¨²n un alto cargo de la Administraci¨®n proveniente de Podemos, ¡°Iv¨¢n tiene todo el poder porque tiene toda la informaci¨®n, toda la estructura y toda la gente necesaria. Iv¨¢n marca el marco. Cada martes, mientras se desarrolla el Consejo de Ministros, ¨¦l se re¨²ne con los jefes de gabinete de los ministros y vicepresidentes, y ordena la agenda de cada uno de ellos: qui¨¦n viaja ad¨®nde y qui¨¦n dice qu¨¦¡±.
El continuo ajetreo intelectual del edificio de Semillas (que se ha desarrollado por videoconferencia y teletrabajo durante la crisis de la covid-19) tiene poco que ver con el de los ministerios otorgados desde enero a Podemos: escasos de recursos, expertos, juristas, altos funcionarios y gabineteros (en el departamento de Iglesias a¨²n no se ha aprobado, por ejemplo, la Relaci¨®n de Puestos de Trabajo), y cuyos despachos aparecen desiertos de informes propios, lo que les pone en manos de los chicos de Redondo, que producen 2.000 notas al a?o. En Podemos no olvidan algunas de las m¨¢s irritantes ocurrencias de Iv¨¢n Redondo proferidas por S¨¢nchez, como esta de septiembre de 2019 (por televisi¨®n): ¡°Si hubiera aceptado las exigencias de Pablo Iglesias, hoy ser¨ªa presidente del Gobierno. Pero ser¨ªa un presidente que no dormir¨ªa, como el 95% de los espa?oles¡±. Y no hubo Gobierno. Culpan al Rasput¨ªn Redondo. Sin embargo, dos meses m¨¢s tarde S¨¢nchez se abrazaba con el hoy vicepresidente Pablo Iglesias. En el equipo de Redondo afirman que fue su jefe el que acab¨® con el bloqueo ¡°en minutos¡±, con una llamada personal a Iglesias.
Iv¨¢n Redondo es m¨¢s que un asesor. Es el hombre del presidente. Su cabeza, boca y o¨ªdos. Y, sobre todo, tiene que conseguir que vuelva a ganar. Estar preparado
La war room de los hombres del presidente se encuentra en la segunda planta de Semillas. Es la planta pol¨ªtica. Aqu¨ª se toman las decisiones y se afinan las intervenciones y la agenda del presidente. Y se le protege: ¡°De sus adversarios, del partido, del grupo parlamentario, de Podemos y hasta de los propios ministros¡±, seg¨²n uno de sus integrantes. En un extremo de su ala este est¨¢ el despacho del director adjunto, Paco Salazar, un bregado militante socialista andaluz que apoy¨® desde el primer momento a S¨¢nchez frente a Susana D¨ªaz y es responsable de la cocina de Semillas y el f¨¦rreo control (junto a Jos¨¦ Luis ?balos) del PSOE. En el otro extremo de un pasillo brillante como una pista de hielo, detr¨¢s de unas puertas de madera oscura, est¨¢ el territorio de Iv¨¢n Redondo y su dispositivo de apoyo inmediato: escritores de discursos, especialistas en imagen y destripadores de algoritmos. Un equipo en campa?a permanente. Para el que las legislaturas duran un a?o. Son en su mayor¨ªa los colaboradores que pastore¨® hasta La Moncloa desde su empresa privada; entre ellos, Fran G¨®mez Loarte, que le acompa?¨® en la ¡°aventura extreme?a¡± (como ¨¦l la define); tambi¨¦n est¨¢n Carmen Galbete, especialista en eventos; Alfredo Franco, que interpreta los datos, y el publicitario Manu Cavanilles.
Iv¨¢n Redondo es un tipo normal, agradable y poco dado a ceremonias. Aparenta m¨¢s edad de sus 39 a?os y va vestido de gris, de ministro dan¨¦s, atildado pero sin excesos. Es precavido, mide sus palabras y lanza con soltura pantallas de humo. En especial cuando analiza sus derrotas. En ning¨²n caso se hace responsable de haber ido a segundas elecciones en noviembre de 2019. Se atribuye el pacto de Gobierno con Podemos, que compara con el Compromiso Hist¨®rico, el acuerdo entre los comunistas y la Democracia Cristiana en Italia en 1978. ¡°Se aprende de las derrotas; as¨ª eres imbatible. Pero nosotros hemos ganado cinco elecciones consecutivas entre abril y noviembre de 2019 y estamos gobernando¡±, dice Redondo. Es el mantra que se repite en Semillas. Y que Rivera est¨¢ fuera de circulaci¨®n. Y todo se puede esperar de Ciudadanos. Es la ¡°geometr¨ªa absoluta¡±. Abrir un abanico de pactos m¨¢s amplio que el de la investidura. Esa es la nueva normalidad. Su horizonte es aguantar toda la legislatura.
"Soy un humilde asesor. No aspiro a tomar ninguna decisi¨®n, sino a hacer recomendaciones¡±, dice Iv¨¢n Redondo, que se compara con un mec¨¢nico de f¨®rmula 1
Redondo cuenta con un equipo de un centenar de asesores de todas las procedencias profesionales (¡°de todas las razas¡±, dice ¨¦l); entre ellos, 22 con categor¨ªa de director general. Hay militantes sanchistas, asesores redondistas, t¨¦cnicos sin adscripci¨®n y altos funcionarios. Lo que provoca una estructura frondosa hasta la impenetrabilidad formada por medio centenar de departamentos, oficinas, unidades y subcomit¨¦s que se desglosan hasta el infinito. Por ejemplo, en Seguridad Nacional. Semillas es un gobierno paralelo con Redondo como virrey. Muy compacto. Con toda la informaci¨®n. Y sin zonas grises de poder.
Su enorme despacho, en el esquinazo del ala oeste de Semillas, fue en su d¨ªa del vicepresidente Alfonso Guerra. El elegante escritorio, de madera y cuero del tama?o de un utilitario, es una reliquia del guerrismo. Ha colocado a su espalda un cuadro nocturno de la rampa de los relojes de La Concha, la playa donostiarra de su infancia. Y frente a ¨¦l, tres televisores encendidos. En un extremo est¨¢ la mesa donde se re¨²nen cada mi¨¦rcoles los 14 miembros del Comit¨¦ de Direcci¨®n de la Presidencia del Gobierno bajo su control. No es la ¨²nica a la que asiste. Los lunes, a las nueve de la ma?ana, en el contiguo edificio del Consejo, hace lo propio el Grupo de Estrategia, en el que se sientan por el PSOE el presidente, Redondo, Carmen Calvo, ?balos, Adriana Lastra, Salvador Illa (hasta el 14 de marzo, por el dosier catal¨¢n) y Miguel ?ngel Oliver, con Pablo Iglesias, Irene Montero, Pablo Echenique y Juanma del Olmo. Durante estos tres largos meses, muchas de estas reuniones han sido telem¨¢ticas. Y algunas presenciales. Redondo explica c¨®mo durante los meses del estado de alarma se han celebrado 20 Consejos de Ministros por videoconferencia y 10 encuentros de la Comisi¨®n Delegada de Asuntos Econ¨®micos por la misma v¨ªa. Adem¨¢s de la totalidad de las reuniones de la Comisi¨®n General de Secretarios de Estado y Subsecretarios (de la que es vicepresidente), que ya contaba con una comisi¨®n virtual telem¨¢tica. En esa situaci¨®n no presencial contin¨²a esa comisi¨®n que prepara los Consejos de Ministros: ¡°Como tiene tantos miembros, no hay ning¨²n sitio tan grande en toda la Administraci¨®n para que mantengan la distancia de seguridad¡±, bromea uno de sus miembros.
![Iv¨¢n Redondo (derecha) y F¨¦lix Bola?os, el 4 de enero, durante el primer d¨ªa del debate de investidura en el Congreso de los Diputados.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LE4POIZF5BPOUMDCY5QUCMWUBI.jpg?auth=a98f848b4fd5c1d4b3a259c32317989280dc56d133cc5c59100f24a6515863eb&width=414)
Algunos caricaturizan a Redondo como el quinto vicepresidente del Gobierno de coalici¨®n de S¨¢nchez. Incluso le sit¨²an por delante de Carmen Calvo. Un miembro del PSOE de su equipo directo lo ve de esta manera: ¡°Es m¨¢s. Hay 22 ministerios, 4 vicepresidentes y solo un director de gabinete. Y est¨¢ a 50 metros de Pedro S¨¢nchez. Y eso es clave en La Moncloa, donde la influencia se mide en funci¨®n del tama?o y orientaci¨®n de tu despacho y lo cerca que est¨¦s del presidente¡±.
En esa competici¨®n, Redondo tarda un minuto en estar a su lado. Y la vicepresidenta, Carmen Calvo, alguno m¨¢s. Con el resto de vicepresidentes (excepto con Pablo Iglesias, al que ve habitualmente y con el que ha hablado casi a diario en privado por videoconferencia estos meses de crisis sanitaria) se re¨²ne de vez en cuando. Y los ministros (sobre todo los que no son de Estado) hacen cola. De ese acceso inmediato, de esa influencia ante Pedro S¨¢nchez, ha brotado la enemistad (?celos?) entre Redondo y la vicepresidenta primera de la que se murmura por las esquinas de La Moncloa. En Podemos afirman que Pablo Iglesias iba a ser el vicepresidente primero (como quer¨ªa Redondo), pero Calvo no cedi¨®.
El choque de trenes entre el director del gabinete y el titular o la titular de la vicepresidencia primera es inevitable. Le pas¨® al vicepresidente ?lvarez Cascos con Carlos Aragon¨¦s, director de gabinete con Aznar; o a la vicepresidenta Teresa Fern¨¢ndez de la Vega con Jos¨¦ Enrique Serrano, director de gabinete con Zapatero. En la Administraci¨®n de Rajoy, Jorge Moragas y la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa se repartieron la tarta: lo exterior y la seguridad nacional, para el jefe de gabinete; la pol¨ªtica y los asuntos de inteligencia, para ella. Carlos Aragon¨¦s, director de gabinete de Aznar entre 1996 y 2004 y hoy veterano diputado del PP, analiza: ¡°Hay dos formas de desempe?ar este trabajo: puedes ser un superconsejero o un cancerbero. Redondo ha elegido la segunda opci¨®n. En La Moncloa siempre hubo un juego de contrapesos; el presidente Aznar ten¨ªa varios interlocutores. Lleg¨® a tener en La Moncloa a cuatro secretarios de Estado. Y Zapatero, a tres. Hab¨ªa espacio para el disenso. Y eso lo ha eliminado Redondo. Ahora hay un solo interlocutor del presidente. Y por decreto¡±.
Las administraciones vienen y van, pero nada cambia en apariencia en el edificio de Semillas. La primera impresi¨®n es que los asesores del PSOE son menos ceremoniosos que los del PP. Abundan en la cocina los militantes y hay menos altos funcionarios. Iv¨¢n Redondo dice que es el gabinete ¡°m¨¢s pol¨ªtico de la historia; la evoluci¨®n generacional del asesoramiento presidencial¡±.
Es, en cualquier caso, el gabinete donde su director cuenta con menos rivales una vez dinamitada en enero la Oficina Econ¨®mica, engullida la secretaria de Estado de Comunicaci¨®n; troceada la Secretar¨ªa General de Asuntos Internacionales, UE y G20; tomado el control del Departamento de Seguridad Nacional y asumida la direcci¨®n del mensaje y la propaganda. Cuentan sus colaboradores que Redondo es un jefe comprensivo, que no levanta la voz ni se pone nervioso. Y que en estos tres meses ha estado pol¨ªticamente tenso (¡°sobre todo por la postura intransigente del PP y tambi¨¦n por las denuncias y querellas contra el Gobierno por la gesti¨®n de la crisis¡±, dice un asesor de Semillas), pero que nunca ha perdido los papeles. Es, en cualquier caso, el que manda. ¡°Nosotros seguimos la visi¨®n estrat¨¦gica del presidente; sugerimos y elaboramos su posici¨®n. Y ¨¦l decide¡±, aclara Redondo r¨¢pidamente.
A la ¨²nica persona en La Moncloa a la que Redondo considera un igual (porque el presidente ha decidido que sea as¨ª) es F¨¦lix Bola?os, de 45 a?os, incondicional de S¨¢nchez desde los d¨ªas aciagos y la mente jur¨ªdica de un equipo donde no sobran los expertos en leyes. De hecho, fue el que puso en marcha la maquinaria de La Moncloa de S¨¢nchez en junio de 2018 (aunque gracias a la asistencia de Jos¨¦ Enrique Serrano, el brillante exjefe de gabinete de Felipe Gonz¨¢lez y Zapatero). Y el hombre de S¨¢nchez que plane¨® y ejecut¨® la exhumaci¨®n de los restos de Franco retransmitida en directo por Redondo. Bola?os es el secretario general de la Presidencia y domina su hardware (la estructura) tanto como Redondo el software (el mensaje). Les llaman en Semillas ¡°Oliver y Benji¡±, como los futbolistas de una vieja serie de manga japonesa. Es adem¨¢s el responsable del departamento de planificaci¨®n y seguimiento de la actividad del Ejecutivo, que cada 100 d¨ªas tendr¨¢ que dar cuenta de los cumplimientos del programa del Gobierno de coalici¨®n, bajo la direcci¨®n de su hombre de confianza, Fran Mart¨ªn, cuyos hombres de negro ya visitan todos los ministerios cargados de toneladas de Excel para comprobar el cumplimiento de cada departamento. Ellos ya est¨¢n en campa?a.
Para otro miembro del equipo de Redondo, ¡°tras el acuerdo de gobierno con Podemos, y m¨¢s durante la pandemia, todas las comunicaciones est¨¢n centralizadas y pasan por Iv¨¢n. Se trata de fortalecer al presidente. Hay un solo mensaje. No puede haber dos voces ni dos agendas¡±.
En ese sentido, en tiempos de crisis sanitaria y econ¨®mica, Unidas Podemos ha enterrado el hacha de guerra de sus reivindicaciones legislativas. ¡°Tras la pandemia, tenemos claro que no se pueden ganar todas las batallas¡±, explica una fuente cercana a Pablo Iglesias. ¡°No podemos perder fuelle ni desgastarnos. Hemos perdido la batalla del impuesto sobre las grandes fortunas, pero hemos ganado la del ingreso m¨ªnimo vital, que era una idea y una iniciativa nuestra. Tenemos claro que el impuesto a los ricos terminar¨¢ saliendo. Es el momento de lo p¨²blico. Nuestro momento. Y no podemos desgastarnos; tenemos que defender y diferenciar nuestras ideas. En el Gobierno hay, por ejemplo, dos concepciones de la econom¨ªa: la nuestra y la de Nadia Calvi?o. Y ah¨ª est¨¢ el papel mediador de Iv¨¢n¡±.
Redondo escruta los ojos de su interlocutor: es un ¨¢vido observador de los comportamientos ajenos; espolvorea su conversaci¨®n con lecturas cultas, Joyce, Pessoa, Frost; es dif¨ªcil pararle. Define la pol¨ªtica como ¡°el arte de lo invisible¡±. Solo se altera cuando se le acusa de ser un t¨¢ctico y no un estratega; alguien m¨¢s centrado en el mensaje urgente y las soluciones directas, r¨¢pidas y emocionales, destinadas a un electorado pixelado, que en saber exactamente ad¨®nde se va y cu¨¢l pueden ser las consecuencias de cada decisi¨®n. Un fontanero de la era de Rajoy incide en ese paradigma: ¡°Iv¨¢n sabe jugar con las circunstancias inmediatas, pero no analiza a largo plazo. Puede decir una cosa (bueno, la dice el presidente) y al d¨ªa siguiente la contraria. Un aut¨¦ntico spin doctor es m¨¢s de an¨¢lisis pol¨ªtico profundo. ?l no lo es. Cuando est¨¢s en el Gobierno no se trata solo de vender, sino de defender tus posiciones. Pero ¨¦l se sigue moviendo en la batalla a corto. Es donde est¨¢ c¨®modo. Es un puro tacticista¡±.
?l odia esa etiqueta. ¡°Sirvo para m¨¢s cosas que las noches electorales¡±, rebate inc¨®modo. ¡°Claro que tengo estrategia. De hecho, creo m¨¢s en las ideas que en la ideolog¨ªa y m¨¢s en las personas que en los partidos. Para m¨ª la pol¨ªtica est¨¢ por encima de la comunicaci¨®n y el mensaje por encima de la imagen. Y estamos previendo c¨®mo ser¨¢ el mundo en 2050 con nuestra Oficina de Prospectiva¡±. Un miembro de su equipo recalca que el gabinete cuenta con un calendario preciso de iniciativas para esta legislatura, ¡°con asuntos como la guerra cultural y la reforma de la Constituci¨®n. Cada propuesta legislativa est¨¢ contemplada en su momento¡±. Ahora la urgencia es la reconstrucci¨®n. Luego llegar¨¢ el resto.
Iv¨¢n Redondo es m¨¢s que un asesor. Es el hombre del presidente. Su cabeza, boca y o¨ªdos. Julio Feo, el hombre de confianza de Felipe Gonz¨¢lez que dise?¨® la moderna estructura de La Moncloa, cuando fue fichado en 1982 le pregunt¨® al presidente cu¨¢l iba a ser su cometido. ¡°Hacerme la vida f¨¢cil¡±, sentenci¨® Gonz¨¢lez. Esa es la misi¨®n de Redondo. Buceando incluso en los sentimientos de su patr¨®n y tomando el control de sus emociones. ¡°Un presidente vive en una c¨¢psula. Hay que dosificar el flujo de informaci¨®n que recibe y de malas noticias que le suministras. Hay que saber cu¨¢ndo darle un mal dato. Y cu¨¢ndo dejarle tranquilo. Y en eso Iv¨¢n Redondo es un brujo¡±, explica un fontanero de La Moncloa.
Y, sobre todo, tiene que conseguir que vuelva a ganar. Estar preparado. Dure lo que dure el Gobierno m¨¢s d¨¦bil de la democracia. Jugando a la ¡°geometr¨ªa absoluta¡±, al ¡°escudo social¡± y ¡°no dejando a nadie atr¨¢s¡±. Para eso le contrat¨® Pedro S¨¢nchez y le ha dado el control de la Presidencia. El modelo es el new deal (el pacto por la reconstrucci¨®n de Estados Unidos tras la crisis de 1929), con m¨¢s socialdemocracia. Los nuevos mantras, ¡°la transformaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola¡± y el ¡°crecimiento robusto¡± con la sostenibilidad, lo verde y lo digital como ejes. Las nuevas consignas, ¡°salimos m¨¢s fuertes¡±, ¡°unidad y lealtad¡±. Iv¨¢n Redondo ya est¨¢ en la siguiente pantalla. Siempre se anticipa. Quiz¨¢ por eso lleve el reloj adelantado un cuarto de hora. Aunque a veces le traicionen las prisas.
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