TikTok para ¡®boomers¡¯
Adivinar la edad de alguien solo requiere mirar las aplicaciones de su m¨®vil. Una hija de la Transici¨®n descubre los secretos de la 'app' de moda entre los mileniales¡ y tira la toalla.
NO HACE FALTA fijarse en la ropa, la cara o el calzado: para adivinar la edad de quien tenemos delante, lo m¨¢s eficaz es mirarle la pantalla del m¨®vil, como si el aparatito fuese un tronco de ¨¢rbol cuyos anillos nos permitiesen datar la fecha de nacimiento de su propietario. No es lo mismo tener BlaBlaCar junto al navegador y al correo electr¨®nico que SmartBP, la app que te ayuda a controlar la tensi¨®n arterial; ni lo es tener instalada Ourtime ¡ªla app para ligar destinada a mayores de 50 a?os¡ª que TikTok.
Yo, que me debato entre ser una futura anciana de las que no renuncian a los leggins ni a las camisetas con estampado de cactus o volverme ya mismo una se?ora mayor blindada contra los nuevos discursos, me obligo a menudo a instalarme aplicaciones populares para no quedarme rezagada. Me baj¨¦ Telegram por esa raz¨®n, pero ah¨ª lo tengo, cogiendo polvo por falta de uso. Lo mismo me ocurri¨® en su d¨ªa con Foursquare, que empleaba muy de vez en cuando para comunicarle al mundo mi ubicaci¨®n en tiempo real, aunque nadie me lo hubiese pedido. Como no cejo en mi empe?o, me acabo de instalar TikTok.
Una voz interior me dice que ya no estoy en la edad de juguetear con la aplicaci¨®n m¨¢s popular entre aquellos que a¨²n no tienen derecho al voto. A esa voz insolente le respondo que estoy tan capacitada como las nuevas generaciones para gozar de esos brev¨ªsimos v¨ªdeos caseros que son la esencia de la app, e incluso para colgar los m¨ªos si me entrasen ganas.
Ah¨ª tengo ya TikTok en mi pantalla de inicio. Al estrenarla me pide que se?ale los temas de mi inter¨¦s dentro de las posibilidades que me ofrece. Elijo Vida cotidiana, Entretenimiento, Comida, Talento, Familia, Educaci¨®n, Hazlo t¨² mismo y una categor¨ªa que me intriga a la que llaman Extra?amente satisfactorio. Descarto Fitness, Deporte, Belleza y estilo, Animales, Autom¨®viles y Baile, pues me huelo que esta ¨²ltima implica una catarata de v¨ªdeos de j¨®venes practicando tablas de zumba al son de m¨²sicas machaconas. Ya estoy lista para que empiece el espect¨¢culo, que comienza con tres personas tan entradas en carnes como yo bailando al son de algo que me suena a hip-hop: justamente lo que intentaba evitar. Parecen una madre y sus hijos, por tanto intuyo que se me habr¨¢n colado dentro de la categor¨ªa Familia. El v¨ªdeo se repite hasta la saciedad mientras yo no decida pasar al siguiente, que es el de una joven luciendo nalgas dentro de un arroyuelo. ?En qu¨¦ categor¨ªa se incluir¨¢ este, en Talento o m¨¢s bien en Hazlo t¨² misma? Despu¨¦s llega el de un chico que finge estar sec¨¢ndole y pein¨¢ndole el tup¨¦ a Donald Trump ¡ªenemigo declarado de esta aplicaci¨®n¡ª, que aparece al otro lado de la pantalla de su tele de plasma. Esto, sin duda, ha de corresponder a la etiqueta Extra?amente satisfactorio.
Por m¨¢s que le dej¨¦ claro al algoritmo que no quer¨ªa baile, en mi selecci¨®n de v¨ªdeos siguen entrando sin cesar coreograf¨ªas con playbacks de la canci¨®n que reza ¡°Mi hermano es m¨ªo, m¨ªo, m¨ªo, que si lo veo con otra¡¡±. Entiendo que todo se debe al craso error de haber seleccionado la categor¨ªa Familia, que la carga el diablo. Entiendo tambi¨¦n que se repite tanto por tratarse de un reto, un challenge de los que brotan como hongos en las redes. Se me ocurren desaf¨ªos dom¨¦sticos mucho m¨¢s ¨²tiles que yo deber¨ªa hacer ya mismo: pegar de una vez el rodapi¨¦ de la cocina, o echarle aceite lubricante a la puerta del ba?o, pero sigo ah¨ª pegada a mi tel¨¦fono. Algo en mi interior desea estar cerca de TikTok, comprenderlo mejor, como si se tratase del pretendiente que me ha buscado mi familia para que vayamos juntos al altar. Pero al mismo tiempo, no puedo negar que me est¨¢ espantando: lo veo como una ristra interminable de memeces creadas para poshumanos. Es casi peor que la propaganda electoral, y aun as¨ª, en varios medios internacionales le dedican ar?t¨ªcu?los extensos debido a su ¨¦xito. En ellos leo que TikTok naci¨® en China, donde se llama Douyin, y que su n¨²mero de usuarios ha crecido exponencialmente desde 2016, al igual que sus acciones en Bolsa, que cotizan bajo el nombre de ByteDance. Las ¨²ltimas noticias se?alan que los mandatarios occidentales le tienen ojeriza a la plataforma por presentar inquietantes problemas de privacidad.
La aplicaci¨®n insiste en ofrecerme clips audiovisuales a a?os luz de mis intereses. Hurgando en su men¨², por fin encuentro la opci¨®n de buscar yo misma los temas que me atraen a base de palabras clave, as¨ª que descarto de una vez por todas el entretenimiento y trato de aprender algo: las recetas de cocina suelen ser la salvaci¨®n en este caso. En efecto, ah¨ª delante tengo a un chico de habla inglesa muy majo que, desde una cuenta llamada Flakeysalt, ense?a a los tiktokenses c¨®mo elaborar un suculento ramen de principio a fin. El proceso de elaboraci¨®n transcurre a velocidades vertiginosas para que no dure m¨¢s de 45 segundos. Para mi sorpresa, ese es uno de los v¨ªdeos considerados largos en TikTok, que destaca por la brevedad de su contenido. Lo escueto se ha instalado en los ¨²ltimos a?os en nuestras vidas sin vuelta atr¨¢s: comenz¨® a colarse disimuladamente en nuestro d¨ªa a d¨ªa con las charlas TED que explicaban el bos¨®n de Higgs o los secretos de la mec¨¢nica cu¨¢ntica en 15 minutos, pero este ramen ultrarr¨¢pido es demasiado para mi cerebro de la Transici¨®n.
Mi tenacidad me impide rendirme: ?no ser¨¢ que me falta hacer un TikTok a m¨ª para entender en mis carnes la gracia del invento? Al menos los v¨ªdeos que veo son todos verticales, y esa es de alg¨²n modo mi especialidad, tan criticada por mis amigos del sector audiovisual. Pensemos: ?qu¨¦ puedo ofrecerle al mundo, en concreto a ese mundo de usuarios de TikTok? No s¨¦ bizquear ni volverme los p¨¢rpados hacia arriba como hac¨ªa una ni?a de mi colegio (o quiz¨¢ s¨ª sepa, pero no pienso intentarlo). Pero, a cambio, conozco un mont¨®n de verbos irregulares en ingl¨¦s y s¨¦ lo que es la tilde diacr¨ªtica. ?Le explico algo de esto a la humanidad mediante una canci¨®n o una coreograf¨ªa?
Es tal mi flojera ante la tarea autoimpuesta que enseguida se me ocurre una idea mucho mejor para evitar hacerla: ?por qu¨¦ no presionar con el pulgar la susodicha app y, un segundo despu¨¦s, darle otro suave toquecito con el mismo dedo para mandarla a la papelera? Eso hago de inmediato. Adi¨®s, juguete diab¨®lico, ya no te quiero en mi vida. Creo que, como ant¨ªdoto, lo primero que har¨¦ cuando termine de escribir este texto ser¨¢ ponerme las gafas de cerca para leer las obras completas de Leandro Fern¨¢ndez de Morat¨ªn.
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