¡®El s¨ªndrome Lilly Reich¡¯ o c¨®mo se invisibiliza a las mujeres en la arquitectura
La beca que reconoce a la pareja profesional y art¨ªstica de Mies van der Rohe sirve para se?alar una realidad a¨²n presente: c¨®mo muchas arquitectas quedan ensombrecidas por un sistema cegado por el estrellato masculino

Por motivos que nadie conoce, Lilly Reich no asisti¨® a la inauguraci¨®n de su obra m¨¢s famosa, los pabellones de Alemania en la exposici¨®n universal de Barcelona de 1929, 16.000 metros cuadrados en los ocho palacios novecentistas de la feria de Barcelona y la guinda del pastel, el famoso pabell¨®n alem¨¢n que se reconstruy¨® en los a?os ochenta y que est¨¢ considerado una de las piezas m¨¢s influyentes de la arquitectura del siglo XX. Existen muchas fotos de ese d¨ªa, del rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia saliendo del famoso pabell¨®n alem¨¢n junto a Ludwig Mies van der Rohe, contemplando la escultura del estanque de Georg Kolbe y tomando canap¨¦s junto a la pared de m¨¢rmol verde. A ojos de hoy, las fotos son deliciosamente incongruentes, porque el espacio se percibe como contempor¨¢neo y las ropas de la comitiva parecen vetustas. La cocreadora del espacio, sin embargo, se perdi¨® la fiesta.
La historiadora y arquitecta Laura Mart¨ªnez de Guere?u, ganadora de la ¨²ltima beca Lilly Reich, cree que Reich s¨ª deb¨ªa de estar ese d¨ªa de mayo el Barcelona, puesto que el trabajo se termin¨® a toda prisa pero debi¨® estar indispuesta ese d¨ªa. ¡°Hay una carta en la Biblioteca del Congreso en la que Mies explica que se han pasado la noche en vela colocando vidrios y limpi¨¢ndolos con papel de peri¨®dico¡±, cuenta. Su ausencia es anecd¨®tica pero anticipaba lo que pasar¨ªa con su figura, que ha quedado invisibilizada y borrada de la historia hasta hace relativamente poco.
De hecho, el pabell¨®n que inicialmente se conoc¨ªa como pabell¨®n alem¨¢n pero luego se renombr¨® en la literatura anglosajona como pabell¨®n Barcelona ¨CAnna Ramos, directora de la fundaci¨®n Mies van der Rohe, especula que al propio Mies no le interesaba durante su etapa americana y tras la Segunda Guerra Mundial asociarse con Alemania¨C ahora est¨¢ bautizado, y como tal lo visitan miles de turistas al a?o cuando no hay pandemias, como pabell¨®n Mies van der Rohe, pero lo m¨¢s correcto ser¨ªa conocerlo como pabell¨®n Lilly Reich y Mies van der Rohe, ya que la autor¨ªa de ambos fue compartida. ¡°Cuando se cumpli¨® el 50 aniversario de la inauguraci¨®n, los conservadores del MoMA organizaron una exposici¨®n conmemorativa y entrevistaron a muchos de los colaboradores de ambos que a¨²n viv¨ªan, gente como la secretaria de Mies, Graffin Reichstag. Todos dijeron que era imposible distinguir el ratio de trabajo de cada uno¡±. S¨ª se asume que ella es la autora principal de los muebles del pabell¨®n, entre ellos la famosa silla Barcelona, que sirvi¨® el d¨ªa de la inauguraci¨®n para que se sentasen los Reyes de Espa?a.

El modelo est¨¢ inspirado en las sillas plegables de los emperadores romanos y era de una simplicidad radical, pero requer¨ªa una complicada artesan¨ªa. La silla Barcelona que se vende ahora ¡ªla comercializa Knoll y cuesta unos 6.000 euros¡ª no es exactamente como la original; se redise?¨® en 1950 para poder industrializarla; se modific¨® la forma de las patas y se sustituy¨® la piel de cerdo por la de bovino. En esa transici¨®n, desapareci¨® tambi¨¦n la autor¨ªa de Reich, que falleci¨® en 1947 y no lleg¨® a emigrar a Estados Unidos como s¨ª hizo su pareja, Mies van der Rohe, en 1938. ¡°En los a?os cincuenta Mies colabora con otra importante arquitecta en su estudio, Florence Knoll (la enigm¨¢tica emperadora del dise?o que nunca habl¨® con los medios y logr¨® retirarse a los 48 a?os), y es ella quien le compra las patentes de sus sillas para comercializar en Estados Unidos¡±, explica Anna Ramos. Lo mismo ocurri¨® con otras sillas muy conocidas que se suelen atribuir solo al arquitecto, como las que dise?aron para la casa Tugendhat. ¡°La prueba de que como m¨ªnimo colaboraron es que Mies no volvi¨® a dise?ar mobiliario a esa altura tras separarse de ella¡±, a?ade Ramos.
La fundaci¨®n que preside otorga desde hace dos a?os la beca Lilly Reich para la Igualdad en la Arquitectura. La idea es reconocer trabajos que estudien y divulguen las aportaciones a la arquitectura de creadores que han quedado en la sombra por motivos de g¨¦nero, etnia o condici¨®n social, es decir visibilizar a los invisibles. A partir de este a?o, la beca se desdobla y dedica tambi¨¦n un premio a estudiantes de Bachillerato que hagan trabajos en ese campo. ¡°Tenemos mucha curiosidad por ver qu¨¦ nos presentan, si los estudiantes se ponen, por ejemplo, a investigar qui¨¦n fue la primera arquitecta de su pueblo¡±.

No se trata de desempolvar legados de mujeres arquitectas que queden orilladas en la historia de la arquitectura, que tambi¨¦n, sino valorar aportaciones de otras agentes, incluso clientas, que contribuyeron a la creaci¨®n de obras importantes. ¡°La arquitectura siempre es un trabajo colectivo, nos tenemos que ir olvidando de la idea del genio solitario¡±, coinciden Ramos y Mart¨ªnez de Guere?u. A Reich, por ejemplo, siempre se le echa en cara que no ten¨ªa el t¨ªtulo de arquitecta, pero tampoco lleg¨® a licenciarse jam¨¢s Mies van der Rohe y nadie duda a la hora de llamarlo arquitecto.
El caso de Reich es curioso porque ella no fue siempre invisible, sino que la historia se encarg¨® de borrarla y m¨¢s tarde de rescatarla. Nacida en Berl¨ªn en 1885, Reich, que estudi¨® moda en Viena, ya hab¨ªa desarrollado gran parte de su carrera cuando conoci¨® a Mies van der Rohe en 1926. Ella ten¨ªa 41 a?os y ¨¦l 40. El arquitecto ya se hab¨ªa separado de Ada Bruhn, con la que ten¨ªa tres hijas. Reich hab¨ªa sido la primera mujer elegida para el consejo de direcci¨®n de la Deutscher Werkbund, la asociaci¨®n de dise?adores, manten¨ªa un estudio que mezclaba el interiorismo con el dise?o, tambi¨¦n de moda ¨Ctiene un libro titulado Cuestiones de moda que ha aguantado muy bien el paso de casi un siglo¨C y hab¨ªa viajado a Inglaterra y Austria para conocer los nuevos avances en vivienda masiva. En 1931 firm¨® uno de sus proyectos m¨¢s interesantes en esta materia, un bloque de apartamentos m¨ªnimos de estructura lineal para la exposici¨®n de arquitectura alemana de Berl¨ªn, una propuesta de vivienda muy peque?a con un ¨²nico espacio dividido con muebles resuelto con mucha eficiencia.
En los a?os de su colaboraci¨®n con Mies, adem¨¢s de la direcci¨®n art¨ªstica de la presencia alemana en Barcelona, trabajaron juntos en la famosa casa Tugendhat en la ciudad checa de Brno. Juntos crearon las sillas Tugendhat y Brno. Reich, que fue profesora de la Bauhaus y directora de su taller de interiorismo, ten¨ªa una especial habilidad para la combinaci¨®n de materiales. ¡°Solo hay que ver el pabell¨®n alem¨¢n, que tiene cuatro m¨¢rmoles distintos, unir eso con las carpinter¨ªas cromadas y pa?os de vidrios reflectantes era muy innovador. Hay que tener la capacidad de ver que eso va a quedar bien¡±, apunta la historiadora.

En 1938, Mies se traslad¨® a Chicago y Reich se qued¨® en Alemania, ocup¨¢ndose del archivo y gestionando las patentes. Cuando estall¨® la Segunda Guerra Mundial, la interiorista se encarg¨® de ir al estudio abandonado de Mies y rescatar entre otras cosas los m¨¢s de 2.000 dibujos que ahora forman parte de la colecci¨®n permanente del MoMA. Adem¨¢s, se cree que ayud¨® econ¨®micamente a la primera mujer de Mies, Ada, que consigui¨® ocultar en su casa a una familia de jud¨ªos.
Con los nazis en el poder, todo lo que pod¨ªa hacer Reich eran tareas an¨®nimas y rutinarias. En los ¨²ltimos a?os de la guerra, trabaj¨® para Ernst Neufert, a quien Albert Speer, ministro nazi de armamento y arquitecto de formaci¨®n, hab¨ªa encargado que desarrollara proyectos de vivienda. Tras la guerra, dise?¨® l¨¢mparas de ne¨®n para Siemens y mobiliario para Edith Greenogh. No volvi¨® a ver jam¨¢s a Mies, que tuvo una segunda etapa muy exitosa en Estados Unidos y recogi¨® los frutos del reconocimiento. ¡°The winner takes it all [el ganador se lo lleva todo]¡±, resume Anna Ramos citando a ABBA para explicar por qu¨¦ Reich fue perdiendo su nombre en los a?os cincuenta y sesenta. Tampoco le ayud¨® haber sido pareja rom¨¢ntica del arquitecto. ¡°La historia est¨¢ llena de casos similares ?Por qu¨¦ Denise Scott Brown no tiene el premio Pritzker y Venturi s¨ª? La que sab¨ªa de urbanismo era ella¡±. En los ¨²ltimos a?os se ha cuestionado ese galard¨®n, que se concedi¨® en 1991, y existe una petici¨®n para que se le d¨¦ a ella tambi¨¦n.

La presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Arquitectas (AMAE), In¨¦s S¨¢enz de Madariaga, celebra que exista ya bastante documentaci¨®n sobre Reich y otras arquitectas que trabajaron en la ¨®rbita de sus parejas, como es el caso de Eileen Grey y Aino Aalto, as¨ª como de figuras at¨ªpicas que pudieron desarrollar sus propias carreras sin hombres al lado, en parte por su posici¨®n social, como la brasile?a Lina Bo Bardi o la espa?ola Matilde Ucelay, pero le parece incluso m¨¢s importante deshacerse ya del modelo masculinizado del arquitecto estrella. ¡°El mito del arquitecto creador, la figura solitaria y heroica, es incongruente en el imaginario social con el hecho de ser mujer, y es uno de los problemas que impiden progresar a las mujeres en la arquitectura, cuando el sistema de reconocimiento se basa en un star system. Hay que abogar por formas de reconocimiento que atribuyan los cr¨¦ditos de manera m¨¢s amplia a las personas y equipos que trabajan en la obra¡±.
La asociaci¨®n que preside existe en parte porque, como dice, ¡°las mujeres son m¨¢s de la mitad del alumnado en las escuelas de arquitectura. Sin embargo, la situaci¨®n laboral de las arquitectas de todas las generaciones es mucho m¨¢s precaria y muchas no consiguen siquiera integrarse en la profesi¨®n¡±.
En su caso, en tres d¨¦cadas de trabajo se ha encontrado en mucha situaciones que no le hubieran ocurrido de ser hombre. "Situaciones de acoso sexual y laboral m¨¢s o menos expl¨ªcito, intentos de imposici¨®n de hombres menos cualificados por encima, no atribuci¨®n en el t¨ªtulo del trabajo realizado y muchas otras cosas¡±.
Una de las formas m¨¢s comunes de discriminaci¨®n laboral de las arquitectas, es precisamente el s¨ªndrome Lilly Reich, hacer de n¨²mero dos y quedar oculta por el n¨²mero uno del estudio. ¡°Esta situaci¨®n se replica en estudios de arquitectura de todo tipo hoy en d¨ªa. Muchas mujeres trabajan como asalariadas en estudios en los que no tienen casi visibilidad. Sean m¨¢s o menos brillantes ellas que sus jefes, la realidad es que hoy en d¨ªa sigue habiendo una amplia realidad de mujeres trabajando que llevan el peso del trabajo sin recibir el reconocimiento que s¨ª tienen sus jefes, socios o parejas¡±, dice. Otra de las maneras sutiles de discriminaci¨®n es destinar a las mujeres de un estudio al trabajo dom¨¦stico de oficina, o sea, todo lo que tiene que ver con gestiones para la organizaci¨®n y funcionamiento cotidiano. ¡°Pasa en la arquitectura, la ciencia y muchos campos. Son las mujeres quienes de facto realizan este tipo de tareas ?Por qu¨¦ lo hacen? Por razones diversas: a veces, en entornos jerarquizados, se les atribuyen y ellas las asumen sin cuestionarse realmente lo que est¨¢ ocurriendo o siendo conscientes pero sin capacidad de negarse; otras veces, en entornos no tan jerarquizados, son las mismas mujeres las que asumen esas tareas de manera natural. Se generan din¨¢micas no tan diferentes de las que se producen en la vida familiar y de pareja¡±.
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