Ser vendedor de comida callejera hoy
M¨¢s de 2.000 millones de personas se dedican a la econom¨ªa sumergida en el planeta. De todos ellos, los que subsisten con el comercio ambulante de alimentos han sido duramente golpeados por la covid-19. La calle dej¨® de existir como mercado
¡°Mis vecinos dicen que desde que cocino con guantes mi comida no sabe igual¡±, se lamenta Snehal Vejay Nachare, una vendedora del ¨¢rea de Dadar West, en la ciudad india de Mumbai, quien estos d¨ªas ha cambiado su modo de hacer y preparar sus famosas omelettes (tortillas) vali¨¦ndose de una cocina port¨¢til en las entra?as de su peque?o apartamento.
Como en su caso, el d¨ªa a d¨ªa de los m¨¢s de diez millones de vendedores de comida callejera de la India, el tercer pa¨ªs con mayor n¨²mero de contagios por covid-19 y v¨ªctima de uno de los confinamientos m¨¢s largos hasta el momento, ha cambiado. Y m¨¢s de dos mil millones de trabajadores relacionados con la econom¨ªa sumergida en todo el mundo, especialmente en Asia, ?frica y Am¨¦rica Latina, han quedado afectados por la sacudida de la pandemia.
¡°Tras el estado de alarma declarado a finales de marzo, muchas personas que dependemos del puesto de comida callejera nos vemos privadas de realizar nuestra actividad, ya que est¨¢ prohibido salir a la calle¡±, escribe Nachare durante una charla virtual a trav¨¦s de Facebook. ¡°Muchos han vuelto a sus Estados de origen, incluso a pie, porque no ten¨ªan para comer. En mi caso, mi marido y yo hemos gastado todos los ahorros durante estos meses, pero por suerte algunos de nuestros clientes siguen viniendo a casa a pedirnos omelettes¡±.
India: la pandemia y el futuro de las samosas
Los guantes y la mascarilla a la hora de cocinar son la mejor garant¨ªa para ganarse al cliente temerario pero, tambi¨¦n para adaptarse a esta nueva situaci¨®n que transformar¨¢ para siempre un sector cuyos parathas y samosas nutren a cientos de comunidades en el pa¨ªs del Taj Mahal.
¡°La comida callejera tiene un gran valor cultural en la India. No solo satisface a las masas gracias a productos frescos y baratos, sino que tambi¨¦n define la cultura culinaria del pa¨ªs, genera empleo para millones de personas y provee de comida a muchos vecinos que no poseen instalaciones para cocinar en casa¡±, contesta v¨ªa correo electr¨®nico Maneesh Baheti, reputado chef indio que estos d¨ªas impulsa la iniciativa #savestreetfood en India, Banglad¨¦s, Nepal y Sri Lanka junto a Nasvi (Asociaci¨®n de Vendedores de Comida Callejera de India).
Durante estas ¨²ltimas semanas,?Baheti y su equipo se dedican a formar a diferentes vendedores ambulantes en cuestiones de higiene y seguridad, adaptando el protocolo emitido por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud para trabajadores del sector. ¡°Estamos concienciando a diferentes vendedores de la necesidad de cocinar sus alimentos con agua potable, utilizar cubiertos nuevos o hacer un correcto uso de guantes y mascarilla a la hora de cocinar sus platos¡±, contin¨²a Baheti. ¡°Es necesario adaptarse a la situaci¨®n, ya que no sabemos c¨®mo las personas van a reaccionar al street food en la nueva normalidad¡±.
?frica: Cuando la cadena de la granja al tenedor se paraliza
La falta de acceso a numerosos alimentos se ha convertido en uno de los principales problemas de ?frica durante la pandemia, especialmente en aquellos entornos urbanos donde la obstrucci¨®n de la cadena Farm to Fork (De la granja al tenedor) supone un aumento de los ¨ªndices de pobreza. Desde los mama-put de Nigeria hasta los mercados de Accra, en Ghana, los vendedores de comida callejera apenas cuentan con los recursos para poder elaborar sus platos, mientras otros comerciantes se encuentran con el problema contrario: ya han invertido en numerosos productos.
¡°Si hubiese sabido que llegaba una pandemia me habr¨ªa ahorrado todo el dinero gastado en los tomates, huevos y okra que he pagado¡± se lamentaba Sandra, una vendedora del mercado de Accra, en declaraciones a la emisora francesa RFI el pasado abril. ¡°Durante varios d¨ªas no estoy yendo al mercado; apenas hay gente¡±.
En el caso de los vendedores que cuentan con un puesto de comida callejera, la situaci¨®n se agrava. El mejor ejemplo es Sud¨¢frica, el quinto pa¨ªs del mundo m¨¢s afectado por la covid-19, que recientemente superaba el medio mill¨®n de infectados. Confinadas a¨²n hoy en fase 2 (la 1 supondr¨ªa la fase final), ciudades como Johannesburgo o Ciudad del Cabo, en ellas se materializan todas las amenazas que afectan al peque?o emprendedor, desde la competencia hasta el racismo.
¡°Durante el confinamiento, los vendedores callejeros no pueden operar, lo cual contribuye a aumentar el ¨ªndice de pobreza. Pero las grandes cadenas alimenticias, que suelen ver a estos vendedores como sabandijas para el progreso, s¨ª han podido suministrar alimentos a trav¨¦s de furgonetas, eliminando las opciones de los vendedores m¨¢s necesitados¡±, describe por correo electr¨®nico Caroline Skinner, coordinadora en Sud¨¢frica de la organizaci¨®n Women in Informal Employment: Globalising and Organising (WIEGO), enfocada al empoderamiento femenino en el sector de la econom¨ªa sumergida.
¡°Adem¨¢s, la actual situaci¨®n tambi¨¦n contribuye a un incremento del racismo por parte de la polic¨ªa ante los vendedores de comida callejera, quienes en su gran mayor¨ªa proceden de otros pa¨ªses¡±, completa Skinner.
Am¨¦rica: Netflix, incertidumbre y bonos que no llegan
El racismo y la crisis sanitaria van de la mano en Am¨¦rica, el continente m¨¢s afectado por la covid-19. Con m¨¢s de 5.4 millones de contagios, Estados Unidos representa estos d¨ªas el infame reflejo de una sociedad dividida por la xenofobia y la marginalidad. En las calles de Los ?ngeles, numerosos vendedores de comida callejera se han despertado con sus carros de mangos y papayas volcados en el suelo, mientras en las calles del neoyorquino barrio de Queens los comerciantes empujan carritos errantes ignorados por la clientela de anta?o.
Pero, de forma parad¨®jica, el mundo occidental tambi¨¦n sabe tender una mano a las econom¨ªas m¨¢s vulnerables en el momento apropiado. El pasado mes de julio llegaba a Netflix la nueva temporada de su documental Street Food, un conjunto de historias de vendedores callejeros que esta vez abarca diferentes ciudades de Am¨¦rica Latina como Bogot¨¢, Lima o la mexicana Oaxaca. Esta ¨²ltima se ha alzado con el premio de mejor platillo de street food tras una iniciativa convocada por Netflix en Twitter, siendo La Chinita, un establecimiento t¨ªpico de la ciudad, el flamante ganador gracias a sus tlayudas.
¡°Durante la pandemia, nuestros ingresos descendieron hasta un 30%, por lo que tuvimos que comenzar a trabajar desde casa y bajo servicio a domicilio¡±, afirma en entrevista digital Magaly, hija de Br¨ªgida Manzano Rinc¨®n, alias La Chinita. ¡°No sab¨ªamos cu¨¢ndo ser¨ªa el estreno del documental, pero tras su lanzamiento, el pasado 21 de julio, las colas no tardaron en llegar¡±.
La historia de La Chinita es una de las pocas que pueden contarse actualmente en una regi¨®n como Am¨¦rica Latina, que acumula m¨¢s de cinco millones de contagios, y donde se ha inmovilizado a cientos de miles de vendedores de comida callejera que apenas reciben ayudas. Mientras la ONU propone un plan de renta b¨¢sica temporal, pa¨ªses como Per¨² prometen ¡°bonos¡± a personas que apenas poseen una cuenta bancaria, y en otros como Argentina, la polic¨ªa priva a cualquier vendedor de realizar su actividad.
La desesperaci¨®n de este sector queda patente en un reciente v¨ªdeo viral publicado por Leonardo Mendel, un vendedor de hamburguesas de la ciudad argentina de Matanzas al que las fuerzas de seguridad prohibieron en m¨¢s de una ocasi¨®n vender en la calle junto a su beb¨¦.
¡°Hasta hace unas semanas estaba prohibido vender alimentos en la v¨ªa p¨²blica, pero a partir de diferentes presiones al Gobierno hemos logrado la creaci¨®n de un protocolo de bioseguridad¡±, indica Mendel en una charla a trav¨¦s de mensajer¨ªa instant¨¢nea. ¡°Ahora podemos trabajar desde las 19:00 hasta las 23:00 horas, un horario muy reducido. Adem¨¢s, debemos hacerlo dos personas, cuando antes uno solo pod¨ªa realizar el trabajo.¡±
Cambios que implican nuevos protocolos y la necesidad de una mayor higiene para unos trabajadores apenas apoyados por las autoridades: ¡°El Gobierno no emite ninguna ayuda a los vendedores callejeros¡±, contin¨²a Mendel. A diferencia de otros compa?eros, ¨¦l no puede ejercer su actividad desde casa, pero s¨ª apostar por el material sanitario. ¡°La cuesti¨®n no es que tengamos que ponernos guantes, sino que tenemos que comer¡±, finaliza.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Crisis econ¨®mica coronavirus covid-19
- Coronavirus Covid-19
- Crisis econ¨®mica
- Seguridad alimentaria
- Pobreza
- Venta ambulante
- Pandemia
- Coronavirus
- Recesi¨®n econ¨®mica
- Ventas
- Enfermedades infecciosas
- Virolog¨ªa
- Epidemia
- Coyuntura econ¨®mica
- Enfermedades
- Microbiolog¨ªa
- Comercio
- Medicina
- Problemas sociales
- Econom¨ªa
- Sociedad
- Biolog¨ªa
- Salud
- Ciencias naturales
- Ciencia
- Planeta Futuro