C¨®mo construir desarrollo sostenible con una hierba gigante
El bamb¨² presenta grandes ventajas en contextos de lucha contra la pobreza, adem¨¢s de ser un aliado para frenar el cambio clim¨¢tico
Han pasado m¨¢s de 30 a?os desde la publicaci¨®n del informe Brundtland Nuestro futuro en com¨²n, uno de los aportes m¨¢s importantes del multilateralismo al debate sobre las perspectivas de la pobreza global, auspiciado e impulsado por los Secretarios Generales de las Naciones Unidas Javier P¨¦rez de Cuellar y Kofi Annan entre 1982 y 1987.
Este documento fue el primero en usar el t¨¦rmino desarrollo sostenible, definido como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones; un concepto popularizado universalmente con la celebraci¨®n de la Cumbre de la Tierra de R¨ªo en 1992, donde se empez¨® a establecer la relaci¨®n intr¨ªnseca entre este y las condiciones para la superaci¨®n de la pobreza.
Despu¨¦s de todo este tiempo, la humanidad en general, y los profesionales de la cooperaci¨®n al desarrollo en particular, a¨²n buscamos respuestas sobre qu¨¦ elementos es necesario combinar para construir desarrollo sostenible. Existen suficientes indicios de que no hay atajos a la vista que permitan alcanzar este objetivo sin equidad de g¨¦nero, sin aportar soluciones al cambio clim¨¢tico, sin conservar los recursos naturales y el ambiente, y dem¨¢s condiciones para no dejar a nadie atr¨¢s y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, el gran pacto mundial que todos los pa¨ªses ¡ªy no solamente los llamados en desarrollo¡ª debemos cumplir.
La experiencia nos va mostrando qu¨¦ funciona y qu¨¦ no, pero tambi¨¦n c¨®mo ¡ªlos procesos y metodolog¨ªas¡ª,?y con qui¨¦n funciona ¡ªlos actores que intervienen y su manera de asociarse.
En los ¨²ltimos cinco a?os, la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID) ha tenido la oportunidad de impulsar en Ecuador un manojo de este tipo de ideas combinadas y apoyar programas con un denominador com¨²n; el trabajo alrededor del bamb¨², con resultados muy satisfactorios.
Con m¨¢s de 1.200 especies, est¨¢ presente en climas tropicales y templados en pa¨ªses como Filipinas, Ecuador o Etiop¨ªa, por mencionar solo tres pa¨ªses con los que la AECID coopera
Las excepcionales cualidades del bamb¨², y particularmente de la especie Guadua nativa de Ecuador y Colombia, que parecer¨ªa casi imposible reunir en un solo concepto o material, se han revelado id¨®neas para desarrollar iniciativas que fomenten esa relaci¨®n incontestada entre desarrollo sostenible y lucha contra la pobreza.
Su papel en la econom¨ªa familiar, campesina y local ¡ªse produce, mayoritariamente, en peque?as fincas propiedad de peque?os productores rurales¡ª, su asequibilidad, sismo resistencia, versatilidad, disponibilidad, la rapidez de su crecimiento, entre otros motivos, que se suman a su belleza, me llevaron a afirmar, en el I Simposio Ib¨¦rico celebrado en Madrid en octubre de 2019, que el bamb¨² es m¨¢gico.
Aunque su densidad y dureza supera la de muchas maderas, el bamb¨² no es un ¨¢rbol, sino una hierba gigante, un producto forestal no maderable. Con m¨¢s de 1.200 especies, est¨¢ presente en climas tropicales y templados en pa¨ªses como Filipinas, Ecuador o Etiop¨ªa, por mencionar solo tres pa¨ªses con los que la AECID coopera.
No hace falta cultivarlo, pero cuando se hace, solo es preciso plantarlo una vez, puesto que, tras cuatro a?os de vida, al cortar la planta, su sistema de rizomas permite que rebrote. De hecho, fuera de su h¨¢bitat natural ¡ªpor ejemplo, en Europa¡ª puede suponer riesgos de invasi¨®n a controlar.
En seis meses, las plantas alcanzan los 30 metros de altura, y en apenas cuatro a?os, adquieren la resistencia y durabilidad necesarias para convertirse en un excelente material de construcci¨®n sostenible, sobre todo en los pa¨ªses donde crece de forma natural. No debemos olvidar que mientras la construcci¨®n produce el 40% del total de las emisiones de CO2 y consume el 60% de los recursos naturales utilizados en el planeta, el bamb¨² es un extraordinario fijador de carbono, superior a los ¨¢rboles, por lo que contribuye a mitigar el cambio clim¨¢tico.
Por estos motivos, la AECID, tras el fuerte terremoto que asol¨® la costa de Ecuador en 2016, inici¨® su uso como motor de desarrollo y de transformaci¨®n econ¨®mica y social para la reconstrucci¨®n. As¨ª, el terremoto es el punto de partida para impulsar en el pa¨ªs la construcci¨®n con bamb¨² como alternativa sostenible a la m¨¢s com¨²nmente utilizada, basada en el cemento y el acero.
Esta semilla puesta por la Agencia ha empujado a otros actores de la Cooperaci¨®n Espa?ola a sumar acciones en la misma direcci¨®n y a complementarse entre ellas, con un interesante y sin¨¦rgico trabajo en red. La AECID es un actor m¨¢s en el entramado de instituciones, organizaciones no gubernamentales y comunitarias, entidades internacionales, universidades, profesionales independientes y empresas que trabajan para buscar, con base en el bamb¨², alternativas de crecimiento para la, altamente dependiente del petr¨®leo, econom¨ªa nacional.
El enfoque aplicado es integral, con visi¨®n de cadena de valor, teniendo en cuenta desde a los peque?os productores y la mejora de los procesos de aprovechamiento del recurso hasta la formaci¨®n de profesionales con oferta de educaci¨®n superior en postgrado y el apoyo a la investigaci¨®n e innovaci¨®n, pasando por la creaci¨®n de entornos normativos y de pol¨ªtica p¨²blica favorables, la formaci¨®n de mano de obra calificada utilizando el modelo formativo de la Escuela Taller, o la certificaci¨®n de la producci¨®n con sellos internacionales y la apertura de nuevos mercados en Espa?a y Europa.
Filipinas es otro de los pa¨ªses donde la AECID est¨¢ dando los primeros pasos con el bamb¨² como impulsor de desarrollo sostenible, con lo realizado en el pa¨ªs sudamericano como referencia. En ese rinc¨®n de Asia, con fuerte actividad en el campo del bamb¨² en los a?os noventa, luego en ca¨ªda libre, nuevas iniciativas locales se est¨¢n apoyando en la experiencia de profesionales latinoamericanos para desarrollar interesantes programas, con los que, tanto la AECID como alguna ONG espa?ola, buscan tener colaboraci¨®n y generar sinergias.
Otros pa¨ªses como Etiop¨ªa, donde se encuentra la sede regional para ?frica oriental de la Organizaci¨®n Internacional del Bamb¨² y el Rat¨¢n (INBAR, por sus siglas en ingl¨¦s) instituci¨®n socia de la AECID en Ecuador, podr¨ªan seguir los mismos pasos, si se dieran las circunstancias y el inter¨¦s de los actores locales se hiciera m¨¢s visible.
En un mundo en el que, m¨¢s que nunca con la pandemia, se est¨¢ pensando colectivamente en una nueva econom¨ªa m¨¢s verde para reconstruirse ¡ªese new green deal del que hablan los angl¨®fonos¡ª?el bamb¨² re¨²ne todas las condiciones para convertirse en una referencia a la que acudir y desarrollar.
Su potencial es enorme. En China, el mayor productor y exportador de materiales realizados a partir del bamb¨², su porcentaje de aporte al PIB nacional se traduce en construcciones m¨¢s sostenibles, aumento del empleo en todos los eslabones de la cadena de valor y la consiguiente reducci¨®n de la pobreza ligada a todo ello. Y es que como la propia Gro Harlem Brundtland ¡ªpresidenta de la Comisi¨®n Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en junio de 1987¡ª ha mencionado en varias ocasiones, la humanidad posee ya el conocimiento necesario para reducir el hambre y la pobreza al tiempo que conserva de manera sostenible los recursos naturales.
Rafael Ruip¨¦rez Palmero es Responsable de Programas y Coordinador General en Funciones de la AECID en Ecuador.?
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- AECI
- Opini¨®n
- Agenda 2030
- Ecuador
- Agenda Post-2015
- Objetivos Milenio
- Programas ONU
- Agencias Estatales
- ONU
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Am¨¦rica
- Desarrollo sostenible
- Organizaciones internacionales
- Administraci¨®n Estado
- Relaciones exteriores
- Medio ambiente
- Administraci¨®n p¨²blica
- Red de Expertos Planeta Futuro
- Planeta Futuro