Nace el Netflix de (y para) la agricultura

En mi post de la semana pasada, 9 regalos de Navidad (casi) sin embalaje y con sentido suger¨ªa como idea de regalo para estas fechas simplemente compartir fuentes de informaci¨®n alternativas. De hecho pasaba del dicho al hecho y propon¨ªa por mi parte Imago, que se anuncia como una plataforma francesa de v¨ªdeos (m¨¢s de 2.500) en l¨ªnea y gratuita sobre la transici¨®n, entendida en sentido amplio y generoso, puesto que abarca ¨¢mbitos tan diversos como la educaci¨®n, el trabajo, el medioambiente y el transhumanismo, entre otros.

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Hoy quisiera compartir otro nuevo medio de informaci¨®n en l¨ªnea que naci¨® a mediados de este a?o tambi¨¦n aqu¨ª en Francia. Se trata de Cultivons-nous tv (La televisi¨®n ¡°Cultiv¨¦monos¡±, en espa?ol), especializada en la tierra, la agricultura, la alimentaci¨®n y el medio ambiente. Lo interesante de la iniciativa es que no surge en los despachos de una gran cadena o de un gran medio de comunicaci¨®n, sino del coraz¨®n y de la pasi¨®n de dos hombres conocedores de las dichas y de las desgracias del trabajo en el campo.

Edouard Bergeon es un realizador de cine franc¨¦s que cosech¨® un gran ¨¦xito, nunca mejor dicho, en el 2019 con su largometraje Au nom de la terre (En nombre de la tierra, en espa?ol) donde se describe el drama de un joven agricultor que, incapaz de hacer frente a la nueva coyuntura del trabajo en el campo y al endeudamiento creciente, decide poner fin a su vida. La pel¨ªcula congreg¨® casi dos millones de espectadores en Francia, donde el p¨²blico est¨¢ muy sensibilizado sobre el tema porque los suicidios en el campo son noticia diaria. Un relato de ficci¨®n que retrata muy bien la cruda realidad.

Canet y Bergeon se han propuesto visibilizar y mediatizar el drama humano y tambi¨¦n intentar ponerle remedio

El actor principal del reparto, Guillaume Canet, proviene del mundo rural: su padre criaba caballos. Para Canet la ola de suicidios en el campo es ¡°omisi¨®n de socorro a una persona en peligro¡±. Y la tragedia, seg¨²n el actor, nos incumbe a todos porque todos tenemos un plato delante, y nuestro plato lo llena el agricultor. Seg¨²n Canet el espectador, que es a la vez consumidor, debe comprar bien (en circuitos cortos), productos locales y buenos (que no tengan qu¨ªmicos a?adidos), para enviar un mensaje claro al productor y as¨ª romper el c¨ªrculo vicioso de la producci¨®n agroindustrial, c¨ªrculo del que es v¨ªctima el agricultor. Sin descuidar que todo ello permitir¨ªa ganar en seguridad alimentaria para el territorio y mejorar la calidad de los productos que nos llevamos a la boca.

El director, Bergeon, tiene sus or¨ªgenes tambi¨¦n en el campo: es nieto e hijo de agricultor. Su padre acab¨® suicid¨¢ndose y la pel¨ªcula tiene por lo tanto mucho de autobiogr¨¢fica. Canet y Bergeon se han propuesto no solo visibilizar y mediatizar el drama humano del campo, sino tambi¨¦n intentar ponerle remedio en la medida de lo posible.

As¨ª pues el 29 de septiembre del a?o pasado organizaron un d¨ªa solidario con los agricultores. Por cada entrada de cine vendida, se donar¨ªa un euro a Solidarit¨¦ paysans, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro creada por los mismos campesinos para ayudarse a s¨ª mismos cuando se encuentran en dificultades. Hace pocos d¨ªas el equipo de la pel¨ªcula les entreg¨® un cheque por valor de 135.000 euros, lo que permitir¨¢ prestar apoyo a 90 familias.

Envalentonados por la acogida entusiasta a su pel¨ªcula Au nom de la terre, Canet y Bergeon decidieron llevar m¨¢s lejos su tarea de despertar las conciencias y conseguir aliados por la causa. Seg¨²n Bergeon se trata de ¡°recoser el lazo entre el campo y la ciudad y volver a dar la palabra a esos h¨¦roes cotidianos que nos alimentan¡±.

Con todo este background lanzaron a finales de abril de este a?o, en pleno confinamiento, la plataforma Cultivons-nous tv, que ofrece documentales sobre la agricultura y sus pr¨¢cticas; retratos de aquellos y aquellas que nos alimentan, y grandes reportajes sobre los productos que comemos. Acogen en su web tambi¨¦n agri-youtubers, que son agricultores que comparten sus vivencias a trav¨¦s de v¨ªdeos en su propio canal.

Para poder disfrutar de su programaci¨®n hay que abonarse y el abono cuesta 4,99 euros al mes. Pagar la tarifa permite convertirse en espectador alternativo, pero tambi¨¦n en aut¨¦ntico partisano: un euro de cada abono se destina a Solidarit¨¦ paysans. As¨ª que se trata de mucho m¨¢s que un Netflix ¡°del campo¡±: no es puro entretenimiento filmado en escenarios buc¨®licos, sino que el contenido busca formar al p¨²blico y adherirlo al combate por ¡°salvar al campo¡±.