Despedimos el a?o con la mejor compa?¨ªa
Fernando Colomo, Ana Mil¨¢n, Luz Casal, Xuan Lan y Ojete Calor han amenizado con sus iniciativas un a?o negro. Despedimos el 2020 con ellos.
ACABA UN A?O DURO. Un a?o de inseguridades, miedos y reflexi¨®n. Pero tambi¨¦n de aprendizajes, complicidades y aplausos en el balc¨®n. Este 2020 ha sido el de las videollamadas y los aperitivos virtuales a trav¨¦s de una pantalla. En ese contexto de distanciamiento social y soledad, las redes sociales se convirtieron en un campo de cultivo de iniciativas culturales, c¨®micas o personales que han ayudado a desconectar de la realidad, a huir de cifras malditas de la pandemia.
Hay quienes encontraron ese amparo en el humor, a trav¨¦s de alocados v¨ªdeos como el del m¨ªtico tema Agapim¨² interpretado por el d¨²o musical Ojete Calor con la cantante Ana Bel¨¦n, que hoy suma casi tres millones de visualizaciones; o en la complicidad que la actriz Ana Mil¨¢n ofrec¨ªa cada tarde al compartir sus angustias y emociones a flor de piel frente a los m¨¢s de 60.000 espectadores que lleg¨® a tener. Otros hallaron consuelo en la voz amiga de una Luz Casal que llamaba por tel¨¦fono a quienes, aislados en hospitales o en sus casas, se lo pidieran. No para cantarles, sino para escuchar y hablar. Fueron m¨¢s de 2.000 llamadas en las que hubo de todo: l¨¢grimas, confesiones, risas y hasta alg¨²n incr¨¦dulo (¡°una se?ora, cuando le dije que era Luz Casal, me respondi¨®: ¡®Y yo Maria Callas¡¯, y me colg¨®¡±). Y hay tambi¨¦n quien descubri¨® el poder del ejercicio o la meditaci¨®n para combatir la ansiedad. Las esterillas y m¨¢quinas de ejercicio para casa se agotaron en todo el pa¨ªs. Y profesoras de yoga como Xuan Lan ofrec¨ªan videoclases altruistas o con fines solidarios ¡ªen el confinamiento, recaud¨® 16.000 euros para Cruz Roja con una sola clase en directo¡ª. Acaba un a?o agridulce. Y El Pa¨ªs Semanal lo despide con una peque?a fiesta junto a esas personas que con sus iniciativas lo han amenizado.
Conversaciones ¨ªntimas, con Ana Mil¨¢n
Ana Mil¨¢n irrumpe como un torrente en la habitaci¨®n. La actriz alicantina llega de Barcelona, donde est¨¢ rodando una comedia dirigida por Paco Caballero. A punto estuvo de no poder acudir a esta cita, pero, al final, "los astros se alinearon". Cuenta la protagonista de series como Amar es para siempre o Yo soy Bea que vive una etapa marcada por la nostalgia y el ¨¦xito. Cuando se decret¨® el estado de alarma, el encierro la estaba volviendo loca. "Yo soy muy urbanita, siempre estoy quedando con gente, teniendo ?reuniones, y de pronto eso se cort¨®¡", recuerda.
Pero en medio de toda la angustia y la ansiedad, encontr¨® en sus redes sociales una v¨ªa de escape. Cada tarde, a las 18.00, conectaba en directo con sus seguidores para abrirse en canal: contaba an¨¦cdotas de su pasado, se re¨ªa de s¨ª misma y compart¨ªa cada locura que se le cruzaba por la mente tras semanas de aislamiento. Autora de libros como Voy a llamar a las cosas por tu nombre (La Esfera, 2016), tambi¨¦n le¨ªa para sus videoespectadores cuentos y escritos, propios y ajenos. M¨¢s de 60.000 personas acud¨ªan rigurosamente a esa cita diaria. "Fue algo m¨¢gico. Siento que cuando tenga 80 a?os y piense en el confinamiento, gracias a esos miles y miles de personas no me ver¨¦ a m¨ª misma sufriendo, sino teniendo un momento feliz. Me regalaron un recuerdo maravilloso", confiesa la int¨¦rprete, de 47 a?os. Pero no fue el ¨²nico regalo que le hicieron. Porque de esos v¨ªdeos que empezaron como una forma de "colaborar con la situaci¨®n, haciendo compa?¨ªa", surgi¨® su propia serie, By Ana Mil¨¢n, de la que ya est¨¢ preparando segunda temporada.
Hace algo m¨¢s de una d¨¦cada que su rostro se col¨® en miles de hogares con el peculiar formato de Camera caf¨¦ o la atrevida apuesta adolescente de F¨ªsica o qu¨ªmica. Ahora se despide de 2020 con el estreno (hoy, 27 de diciembre) de F¨ªsica o qu¨ªmica: El reencuentro y arranca el nuevo a?o con el rodaje de la pel¨ªcula Camera caf¨¦. Pero m¨¢s all¨¢ de los proyectos profesionales, lo tiene claro: "Yo del a?o que viene espero que vuelva la alegr¨ªa a las calles y abrazar otra vez sin miedo".
Aprendizajes en el sal¨®n de Fernando Colomo
Experto en el universo de la comedia, Fernando Colomo disfruta con cada experiencia. Llega sonriendo. Siete horas despu¨¦s, la sonrisa permanece intacta. "Qu¨¦ divertido es esto", dice el director madrile?o, que acaba de cumplir 74 a?os. "Yo tengo la sensaci¨®n de que a¨²n no he llegado ni a los 50". Tras toda una vida haciendo re¨ªr, no iba a cambiar durante el confinamiento. Apenas unos d¨ªas despu¨¦s de empezar el encierro, en marzo, ?lvaro Longoria le propuso participar como actor en Diarios de cuarentena, una serie grabada desde las casas de sus protagonistas por ellos mismos. "Quer¨ªamos hacer algo diferente, conectado a la actualidad del momento y que narrase con humor la situaci¨®n por la que estaba pasando la sociedad espa?ola". "Nos mandaron un equipo a casa para autograbarnos y cada semana nos enviaban el guion. El director se conectaba por Skype para darte indicaciones, as¨ª que hice un cursillo acelerado de tecnolog¨ªa", bromea el director de pel¨ªculas como Bajarse al moro (1988), El efecto mariposa (1995), Cuarteto de La Habana (1999) o La tribu (2018). Cuenta que vive solo y, para poder grabarse, ten¨ªa que "hacer el trabajo de 14 personas a la vez". "Incluso tuve que aprender a maquillarme. Creo que es de lo poco que me faltaba por hacer en una producci¨®n", bromea.
La otra aventura del a?o ha sido poner en marcha el rodaje de su pr¨®xima pel¨ªcula (Poliamor para principiantes) en plena pandemia. "En todo rodaje hay riesgos y puede pasarle algo a un actor que paralice el proyecto, pero en este caso ese riesgo era palpable". Cada lunes les hac¨ªan la PCR y la tensi¨®n se adue?aba de todos esperando el resultado. Aun as¨ª, fue una experiencia inolvidable. "Nos recluimos en un pueblo de Extremadura y creamos una burbuja. Los s¨¢bados hac¨ªamos una comida que se alargaba hasta las doce de la noche¡ La verdad es que ha sido divertido", reconoce el tambi¨¦n director de series como Chicas de hoy en d¨ªa (1991) o filmes como Isla bonita (2015). Este mes, mientras arranca el montaje de su nueva pel¨ªcula, una noticia ha supuesto la guinda a un a?o "muy especial": acaba de ser galardonado con la medalla de oro de Egeda de los Premios Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦ por su trayectoria como productor. "Es emocionante porque nunca te esperas el reconocimiento a tu labor como productor".
El abrazo telef¨®nico de Luz Casal
Luz Casal camina y se mueve con delicadeza. Su aparente fragilidad se desvanece en cuanto posa frente a la c¨¢mara. Aparece entonces la mujer poderosa que conquist¨® al mundo ya con sus primeros ¨¦xitos: No me importa nada o Un a?o de amor, de la pel¨ªcula de Almod¨®var Tacones lejanos (1991). Cuando habla, la cantante gallega (criada en Asturias) escoge hacerlo en susurros. Un tono acorde a la serenidad que emana. Solo cuando canta saca la potencia desgarradora de su voz. Una voz que durante los 60 d¨ªas de encierro estuvo al otro lado del tel¨¦fono para m¨¢s de 2.000 desconocidos. "La gente me ped¨ªa por redes que cantara, pero eso llevo haci¨¦ndolo toda la vida", explica la compositora, con 15 discos repletos de ¨¦xitos.
¡°He dado cientos de conciertos. Cualquiera puede verme actuar en Internet. Yo quer¨ªa una acci¨®n de cercan¨ªa¡±, contin¨²a la artista, de 62 a?os. Pens¨® que la mejor manera de ayudar era llamando por tel¨¦fono a esas personas que estaban solas. ¡°Siempre he tenido la capacidad de ponerme en el lugar del otro, pero despu¨¦s de los episodios de c¨¢ncer [en 2007 y 2009] he desarrollado una sensibilidad especial¡±. Ahora que acaba el a?o, recuerda esas semanas como un ¡°vivir sin vivir en m¨ª¡±. ¡°Hac¨ªa entre 30 y 50 llamadas al d¨ªa. Se establec¨ªa una relaci¨®n muy ¨ªntima con cada interlocutor y estaba tan metida en la pel¨ªcula que es como si esos dos meses hubiera vivido a trav¨¦s de la vida de los dem¨¢s¡¡±. Apoy¨® a muchos al escuchar sus miedos, alegr¨® a otros con el sonido amable de su voz. Pero tambi¨¦n se ayud¨® a s¨ª misma. Lo considera ¡°una lecci¨®n de vida¡±. Quiz¨¢s escuchemos algo sobre esto en su pr¨®ximo disco. Cuenta que las ¨²ltimas semanas del a?o est¨¢n siendo productivas, aunque no se aventura a dar fecha para un nuevo ¨¢lbum. ¡°Me gusta componer en el momento creativo y despu¨¦s dejar reposar ese tema un tiempo. A veces uno o dos a?os. Desde la distancia es m¨¢s sencillo ser cr¨ªtica¡±.
Xuan Lan, cuesti¨®n de calma y actitud
Ataviada con un vestido vaporoso, Xuan Lan se balancea al ritmo de la m¨²sica en una danza casi hipn¨®tica. Todo en esta profesora de yoga resulta magn¨¦tico. Desde sus ojos rasgados, herencia de sus antepasados vietnamitas, hasta un suave acento franc¨¦s. Naci¨® en el pa¨ªs galo en 1974. Estudio finanzas y se march¨® a trabajar a Nueva York, donde descubri¨® el yoga y el "equilibrio emocional" que aporta. "M¨¢s all¨¢ de las posturas, es una cuesti¨®n de actitud y de valores ante la vida", explica Lan, que en 2011 dej¨® su trabajo en banca ("ya no me llenaba") para dar clases de yoga en Barcelona. Sus v¨ªdeos en Internet se viralizaron ("la clave es que cuido mucho la imagen, pero sobre todo el sonido") y en 2017 entr¨® de profesora en la academia de Operaci¨®n Triunfo. "Resulta que Noem¨ª, la directora, segu¨ªa mis rutinas y me escribi¨®: dijo que los chicos pasaban ansiedad", cuenta la autora del libro Yoga para mi bienestar (Grijalbo).
En los meses del primer confinamiento, la angustia se adue?¨® de mucha gente. "Necesitaban encontrar v¨ªas de escape. Para unos fue la cocina; para otros, el yoga. Fue un boom brutal". Lan empez¨® a dar clases en directo (en abierto) y sus seguidores se duplicaron en semanas.
Recuerda c¨®mo las esterillas se agotaron en todo el pa¨ªs y le emociona sentir que aport¨® su granito de arena. "Era de ayuda, porque, por un lado, los obligaba a tener una rutina, y por otro, les permit¨ªa conocer los beneficios del yoga". Reconoce que momentos como esos son los que "dan sentido" a lo que hace.
La locura transitoria de Ojete Calor
Enfundados en un vestuario inenarrable de vestidos, capas, tocados y pamelas, el d¨²o musical Ojete Calor posa frente a la c¨¢mara. De pronto, suena uno de sus ¨¦xitos: Mocatriz, mocatriz / modelo, cantante y actriz. Todo el mundo rompe a re¨ªr, salvo ellos. Carlos Ojete, con sus enormes dientes y sus gafas imposibles, no esboza ni media sonrisa. An¨ªbal Calor permanece absorto mirando la nada. Es la actitud habitual de estos dos personajes que lo ¨²nico que comparten con los actores que les dan vida desde 2006 es su nombre de pila. Pero durante la sesi¨®n, no hay ni rastro de ellos (de los actores). Es como si no hubiesen venido a la fiesta. O como si sufriesen un desorden de personalidad m¨²ltiple y el d¨²o musical hubiese tomado el control de sus cuerpos.
La banda lleva a?os dando bolos por todo el pa¨ªs y llenando salas como La Riviera, en Madrid, con hits como Cuidado con el c¨ªborg o La gente mala. Con su estrafalaria puesta en escena y sus hilarantes y grotescos comentarios, ridiculizan lo cotidiano y hacen al p¨²blico consciente de nuestro propio patetismo. Durante el confinamiento, hicieron re¨ªr a cientos de miles de hogares con una colaboraci¨®n con Ana Bel¨¦n, con la que interpretaron Agapim¨², de la cantante, en versi¨®n subnopop (as¨ª definen ellos su estilo musical). "Ana Bel¨¦n llevaba ya mucho tiempo pidi¨¦ndonos que a ver si pod¨ªamos hacer una canci¨®n con ella y¡ al final como a nosotros nos gusta ayudar a la gente que est¨¢ empezando, pues dijimos, venga, va, y compusimos Agapim¨² para ella". Una vez m¨¢s, responden los personajes, claro est¨¢. Con Ojete Calor, todo es locura y diversi¨®n.
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