Un icono universal
Kobe Bryant encest¨® durante 20 a?os en el Staples Center de Los ?ngeles y sus canastas se celebraron desde Italia hasta China, pasando por Filipinas, Camer¨²n o Australia. Produjo y protagoniz¨® Dear Basketball, cortometraje por el que gan¨® un Oscar, y escribi¨® un libro, Mentalidad Mamba. Los secretos de mi ¨¦xito, en el que plasm¨® el ideario de su extraordinaria carrera. La onda expansiva causada por su muerte en el accidente de helic¨®ptero, en el que tambi¨¦n perdieron la vida su hija Gianna y otras siete personas, hizo patente hasta qu¨¦ punto su legado fue mucho m¨¢s all¨¢ de r¨¦cords y premios. Aquella brumosa y fat¨ªdica ma?ana del 26 de enero dej¨® al mundo hu¨¦rfano de un icono deportivo, un incipiente empresario de 41 a?os y un modelo para muchas personas por su implacable ¨¦tica de trabajo.
Michael Jordan cambi¨® la dimensi¨®n de la NBA y fue uno de los primeros deportistas que impactaron en todo el mundo gracias a sus ¨¦xitos en la cancha, en la publicidad y en los negocios, potenciados tras retirarse como jugador en marzo de 2003. Kobe se salt¨® el paso obligado por la Universidad y lleg¨® a la Liga en 1996, con 18 a?os reci¨¦n cumplidos, en el apogeo de la dinast¨ªa de los Bulls de Jordan. Una conjunci¨®n de factores le permiti¨® proyectar su imagen como ning¨²n otro lo hab¨ªa hecho antes. Tras el impacto del Dream Team en Barcelona 92 y los ¨¦xitos de Jordan, la NBA, bajo las directrices de su comisionado David Stern, redobl¨® los esfuerzos en su expansi¨®n internacional. La aureola de Kobe se acrecentaba a medida que se fraguaba la tormenta perfecta para popularizar su imagen gracias al lanzamiento y desarrollo de Facebook en 2004, YouTube en 2005, Twitter en 2006, la llegada de la NBA a China en 2008, la de Weibo en 2009 y la de Instagram en 2010.
¡°Alcanz¨® la mayor¨ªa de edad casi en el momento exacto en que nos convertimos en una Liga digital¡±, se?ala el comisionado de la Liga Adam Silver. ¡°Y Kobe adopt¨® todo lo digital. En China, se dio cuenta de que pod¨ªa estar virtualmente presente en todo el mundo, de hacerse universal¡±. Yao Ming, el p¨ªvot chino de 2,29 metros, y Dirk Nowitzki, el ala-p¨ªvot alem¨¢n de 2,13, ensancharon desde Houston y Dallas el impacto internacional de la NBA en los primeros a?os del siglo. La imagen de Kobe, cuidada y potenciada por la NBA y por Nike, se expandi¨® en China, particularmente con ocasi¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn, en 2008. La ceremonia de apertura dio una idea del fen¨®meno. Kobe, durante el desfile inaugural, fue asediado por decenas de los mejores deportistas del mundo que le ped¨ªan aut¨®grafos y fotografiarse juntos. Lider¨® a la selecci¨®n de Estados Unidos que gan¨® las medallas de oro en Pek¨ªn 2008 y Londres 2012 en dos inolvidables finales ante Espa?a.
Sus or¨ªgenes y su educaci¨®n encajaban perfectamente en el modelo ideal para el objetivo perseguido por la NBA. Su padre, Joe Bryant, hab¨ªa jugado siete a?os en Italia, donde creci¨® Kobe. Para muchos italianos era de Reggio Emilia, no de Filadelfia. ¡°Era el jugador m¨¢s viajado de la ¨¦poca¡±, describe Adam Silver. Visit¨® China 22 veces en 20 a?os y fue nombrado embajador global de la Copa del Mundo de baloncesto de 2019 que se celebr¨® en el pa¨ªs asi¨¢tico y que gan¨® Espa?a. Fue reclamo publicitario de muchas multinacionales y protagoniz¨® un anuncio de l¨ªneas a¨¦reas con Leo Messi. Entr¨® en el mundo de los negocios y en 2013 cofund¨® la firma de capital riesgo Bryant Stibel & Co.; en 2016, la productora Granity Studios, y en 2018, la Academia Mamba, donde prest¨® apoyo al deporte femenino.
Jeanie Buss, la propietaria de los Lakers, el d¨ªa de diciembre de 2017 en que se retiraron las camisetas con los n¨²meros 8 y 24 que Kobe luci¨® durante los 20 a?os de fidelidad al mismo equipo y con las que gan¨® cinco t¨ªtulos de la NBA, resumi¨®: ¡°Te pedimos lucha y nos diste tu coraz¨®n y nos mostraste c¨®mo ganar. ?Vaya si dejaste huella! Tu legado va m¨¢s all¨¢ del baloncesto¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.