?Est¨¢ lo urbano sobredimensionado?
Prejuicios y estereotipos arraigados en la divisi¨®n cultural rural-urbana ensombrecen la importancia de las urbes en la lucha contra pobreza o desigualdad
Algunas voces critican a periodistas e investigadores que nos dedicamos a divulgar o estudiar el desarrollo en el Sur global de sobredimensionar el factor urbano. Es cierto que, especialmente en el campo del desarrollo, los entornos rurales sufren desproporcionadamente las consecuencias, por ejemplo, del cambio clim¨¢tico. Que los niveles de alfabetizaci¨®n y acceso a estudios superiores, suelen ser menores que en las ciudades, especialmente entre las ni?as. Que los sistemas sanitarios suelen estar mucho m¨¢s saturados, si no precarizados. Que la electricidad, la penetraci¨®n de Internet o la existencia de infraestructuras y servicios, es much¨ªsimo menor en ¨¢reas m¨¢s desconectadas o remotas. Sin embargo, tambi¨¦n es un hecho que en el ¨²ltimo siglo, la poblaci¨®n mundial ha vivido una serie de transformaciones dram¨¢ticas que han provocado que, mientras en 1950 menos de un tercio de la poblaci¨®n mundial viv¨ªa en entornos densamente poblados, se espera que para 2050 menos de un tercio de los habitantes del planeta sea rural.
Estos datos afectan de forma especial a los pa¨ªses de bajos ingresos de ?frica y Asia, donde se concentrar¨¢ el 90% del crecimiento urbano mundial en las pr¨®ximas tres d¨¦cadas. Son regiones en las que la urbanizaci¨®n se produce, al contrario de lo que ocurri¨® en Europa durante la revoluci¨®n industrial, en un contexto econ¨®mico adverso que lleva a gran parte de la poblaci¨®n a vivir en barrios chabolistas.
En el caso de ?frica, por ejemplo, a eso se le a?ade un marco institucional y estatal debilitado que dificulta que las leyes de protecci¨®n ciudadana o la justicia sean aplicadas en pro de la propia sociedad civil, ni siquiera en las propias ciudades que albergan las sedes de las instituciones responsables. ?Es de extra?ar pues, que las ciudades sean uno de los focos de atenci¨®n cuando se habla de pobreza, desigualdades o cambio clim¨¢tico en estas regiones? ?Es injusto detenerse a buscar, prioritariamente, formas de mejorar la movilidad urbana, la soberan¨ªa alimentaria o la salud materno-infantil en terrenos metropolitanos? ?De d¨®nde proviene el prejuicio de que mirar hacia la ciudad es excluyente de lo rural, especialmente en un mundo interconectado donde campo y ciudad est¨¢n intr¨ªnsecamente unidos?
?Por qu¨¦ "lo rural" percibe "lo urbano" como amenaza?
Intentando entender la divisi¨®n cultural, exotizaci¨®n y marginaci¨®n de lo rural por parte de algunos residentes cosmopolitas, la psic¨®loga cl¨ªnica sueca Malin Fors di¨® con el t¨¦rmino perfecto para definir tales prejuicios. Fors, explic¨® que, al ser la ciudad hogar de la mayor¨ªa de acad¨¦micos, estos han tendido a poner lo urbano como eje de su propio mundo con consecuencias psicol¨®gicas ruinosas. A este fen¨®meno, Fors ¡ªque vive en Hammerfest, una peque?a localidad de Noruega con 10.000 habitantes situada a 8 horas en coche al norte del C¨ªrculo Polar ?rtico¡ª, lo ha bautizado como "narcisismo geogr¨¢fico". Y bajo este concepto que critica la forma en que se percibe lo rural como algo inferior, analiza como los profesionales de ciudades que se desplazan a provincias, son a menudo percibidos como colonizadores y engre¨ªdos ante iguales que buscan justificar su val¨ªa e "igualdad" a base de t¨ªtulos acad¨¦micos y experiencias que los liguen a centros urbanos.
Los profesionales de ciudades que se desplazan a provincias, son a menudo percibidos como colonizadores y engre¨ªdos
Sin ninguna pretensi¨®n de hacer ejercicios de hedonismo normativo, centrarse en lo urbano no es ya un mirarse al ombligo de los c¨ªrculos acad¨¦micos o del propio ambiente medi¨¢tico. A las puertas de inaugurar la tercera d¨¦cada del siglo XXI, la pobreza, el hambre y la malnutrici¨®n se han cronificado. La desigualdad extrema alcanza cotas escandalosas. Y aunque ha habido una ¡°ruralizaci¨®n¡± de la pobreza en Europa del Este o Asia Central; de los 112 millones de habitantes de la Uni¨®n Europea en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social, el 42% reside en ciudades. Por no hablar de la situaci¨®n en Am¨¦rica Latina o ?frica, que acumulan unos niveles de pobreza urbana insostenibles, rozando un 90% en pa¨ªses como Sud¨¢n. Girar la espalda a esas realidades ser¨ªa un desprop¨®sito y, como m¨ªnimo, otra forma de ¡°narcisismo geogr¨¢fico¡±.
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