Las monedas oxidables y el desarrollo sostenible

He explicado recientemente que la moneda oxidable nos ayuda a lograr una econom¨ªa m¨¢s equitativa. Esta vez quisiera explicar que sirve tambi¨¦n para un desarrollo sostenible, en una forma muy interesante, pues favorece inversiones a largo plazo en vez de otras a corto plazo.

Hoy necesito haceros un poco de ejercicios de matem¨¢ticas. Supongamos que podemos ganar el 5% de tipo de inter¨¦s compuesto al depositar dinero en un banco (hoy en d¨ªa es imposible, pero sol¨ªa ser verdad en ¨¦pocas anteriores). El gr¨¢fico 1 demuestra cu¨¢nto dinero tendremos en el futuro si depositamos mil euros ahora (en 2021):

Se ve que se acelera el crecimiento con el paso del tiempo, y en este caso se duplica aproximadamente cada 15 a?os. A largo plazo este efecto causar¨¢ a¨²n m¨¢s impacto, como veremos en el gr¨¢fico 2, o sea en un siglo se multiplica por m¨¢s de 130. Si los ind¨ªgenas, que vendieron la Isla de Manhattan en 1626 por el valor equivalente de 24 d¨®lares, hubiesen depositado este dinero en un banco, cobrando el 5% por a?o de tasas de inter¨¦s compuesto, hoy en d¨ªa casi cuatro siglos despu¨¦s sus descendientes tendr¨ªan unos 5.623 millones de d¨®lares.

Huelga decir que es imposible mantener este ritmo cada vez m¨¢s acelerado de crecimiento para siempre, lo que se expresa en una frase famosa de Kenneth Boulding: ¡°Cualquiera que crea que se puede durar el crecimiento exponencial para siempre en un mundo finito es un loco, o un economista¡±.

A nuestras fortunas que se forman en el futuro se les aplica, sin embargo, una ley financiera opuesta. Por ejemplo, si tienes derecho a una casa que se completar¨¢ en 2036 y valdr¨¢ 300.000 euros, su valor actual se descuenta por un 50% simplemente porque la misma cantidad de dinero depositado en un banco valdr¨¢ doble en 15 a?os. Siguiendo esta l¨®gica, el gr¨¢fico 3 muestra el valor actual de las fortunas de mil euros a formarse en el futuro:

El gr¨¢fico 3 demuestra que, cuanto m¨¢s largoplacista es el proyecto, menos valdr¨¢ el proyecto de hoy. Este es un pensamiento t¨ªpico de los inversores que los prefieren a corto plazo porque as¨ª son m¨¢s rentables. Si bien el descuento no es demasiado para planes que se vayan a completar en un par de a?os, los que necesitan d¨¦cadas para terminar son poco atractivos para el mercado financiero, y normalmente el sector p¨²blico se ve obligado a realizar estas inversiones que el sector privado evita por falta de lucro.

Este paradigma cambia significativamente los comportamientos de los bancos y otros inversores

Este paradigma cambiar¨ªa radicalmente con la hipot¨¦tica puesta en marcha de una moneda oxidable. El gr¨¢fico 4 demuestra la cantidad que valdr¨¢ cada fortuna a formarse en el futuro cuando se implemente una moneda que oxide el 5% por a?o.

Veremos que las fortunas en el futuro ser¨¢n mejor valoradas que hoy en d¨ªa, y cuanto m¨¢s a largo plazo sea el proyecto, m¨¢s se valorar¨¢.

Este paradigma cambiar¨ªa significativamente los comportamientos de los bancos y de otros inversores, porque los proyectos a largo plazo ser¨ªan m¨¢s rentables que los de a corto plazo, al rev¨¦s que hoy en d¨ªa. Algunos ejemplos de los primeros son los de educaci¨®n, de construcci¨®n de metro y plantaci¨®n de ¨¢rboles. La gente tendr¨ªa m¨¢s inter¨¦s en invertir en esos que dan frutos en lejano futuro en vez de buscar retornos inmediatos. Bernard Lietaer, quien descubri¨® este esquema, tambi¨¦n explica que la prosperidad en Egipto Antiguo y Europa Medieval se dio gracias al uso paralelo de monedas oxidables regionales en paralelo con monedas para transacciones internacionales, haciendo posible la construcci¨®n de grandes obras duraderas como las pir¨¢mides y la catedral de Colonia.

Dise?ar un sistema monetario es elegir proyectos que se quieran promover y tambi¨¦n dibujar qu¨¦ futuro queremos. Ser¨ªa importante que se realizaran m¨¢s estudios a este respecto si queremos un mundo realmente sostenible.