Por qu¨¦ Medialab Prado debe quedarse donde estaba
La reubicaci¨®n de una de los m¨¢s importantes centros de innovaci¨®n social de Madrid supone una incertidumbre y un par¨®n temporal de actividades que van a perjudicar a muchos
Elena tiene 12 a?os y naci¨® con diversidad funcional en su brazo derecho. Lleva una vida normal y cuenta con una pr¨®tesis de bajo coste que ella misma ha dise?ado junto con los profesionales. Ahora, la extensi¨®n de su brazo cuenta con un conjunto de gadgets intercambiables que le permiten realizar diversas actividades como pasar las p¨¢ginas de un libro, cepillarse los dientes o sujetar una raqueta para jugar.
Como ella, otros 40 ni?os se sienten due?os de su movilidad gracias a Autofabricantes, una entidad social creada por Fran D¨ªaz, innovador y emprendedor social. Naci¨® como un proyecto de investigaci¨®n que poco a poco se desarroll¨® para investigar en comunidad y c¨®digo abierto la creaci¨®n de pr¨®tesis de manos bioel¨¦ctricas y mec¨¢nicas para ni?os. En la actualidad, el equipo de Autofabricantes ha contribuido a la comunidad de Medialab Prado con 20.000 horas de trabajo colectivo y ocho proyectos de investigaci¨®n.
La historia de Fran es tambi¨¦n la historia de much¨ªsimos otros innovadores sociales, creadores y creadoras que incubaron sus ideas en Medialab Prado. Este ha sido un espacio ¨²nico en Madrid bajo la gesti¨®n del Ayuntamiento que ofrece (ofrec¨ªa) no solo herramientas f¨ªsicas para el desarrollo de ideas nuevas, atrevidas y rompedoras, sino tambi¨¦n una comunidad colaborativa. En este espacio se reun¨ªan personas brillantes, con ganas de dise?ar nuevas y mejores soluciones a los retos sociales, medioambientales y culturales del pa¨ªs.
En febrero de este a?o, el Ayuntamiento de Madrid anunci¨® el traslado de Medialab Prado para su reubicaci¨®n en el Matadero, sin una hoja de ruta clara para la continuidad de los proyectos activos en el espacio. Para programas como Autofabricantes, que tienen vinculados su material, equipo y prototipado al espacio, esto supone una incertidumbre y previsiblemente un par¨®n temporal de actividades que no se pueden permitir.
El desalojo de Medialab Prado supone tambi¨¦n una p¨¦rdida para el desarrollo y el I+D+i de la capital. Es ir a contracorriente de las tendencias que permiten optar a fondos europeos, como Horizonte Europa de la Comisi¨®n Europea, que premian propuestas vinculadas a redes locales de intervenci¨®n ciudadana y colaborativa. Espacios como estos, que existen en las capitales m¨¢s importantes del mundo, son un caldo de cultivo para la innovaci¨®n cultural y social. Innovaci¨®n que no solo aporta valor social, sino econ¨®mico.
Seg¨²n un estudio de McKinsey realizado en Alemania en 2019, el sector del emprendimiento social alem¨¢n representa un ahorro econ¨®mico de unos 18.000 millones de euros a las administraciones p¨²blicas (principalmente por ofrecer procesos y soluciones m¨¢s eficientes y accesibles). Otro informe publicado en 2012 indica que en Francia los emprendedores sociales generan valor econ¨®mico de unos cinco mil millones de euros.
En tiempos de crisis, la I+D+i social no deber¨ªa ser la primera en recortarse, sino la que se pone en primera l¨ªnea de fuego. Tal y como indic¨® en 2020 Chantal Line Carpentier, directora de la oficina de Nueva York de la UNCTAD (¨®rgano de la ONU sobre Comercio y Desarrollo): ¡°Ya dejamos de lado a los emprendedores sociales en las dos primeras crisis de esta d¨¦cada, no nos podemos permitir volver a hacerlo¡±.
En Espa?a contamos con una comunidad de 42 emprendedores sociales identificados por la fundaci¨®n Ashoka, que tienen en com¨²n sus metodolog¨ªas innovadoras y centradas en el cambio sist¨¦mico, es decir, abordando las causas profundas de un problema, en vez de sus s¨ªntomas.
Muchos de ellos, como Fran de Autofabricantes, empezaron o participaron de una manera u otra del tejido creado por Medialab Prado. As¨ª como David Cuartielles, ¡°padre del Arduino¡±, que cre¨® sus primeros prototipos all¨ª y hoy permite que cientos de escuelas incluyan tecnolog¨ªa y rob¨®tica en su curr¨ªculum escolar. O Mar¨ªa Almaz¨¢n, fundadora de Latitude, un modelo de producci¨®n textil sostenible, que dio sus primeros pasos en el espacio madrile?o.
Hoy lamentan la p¨¦rdida de lo que es (fue) mucho m¨¢s que un espacio
Maira Cabrini es directora de Alianzas Estrat¨¦gicas en Ashoka.
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